sábado, 6 de junio de 2009

A Del Potro le va mal porque le va demasiado bien (Por Octavio Palazzo)

Mucho se ha hablado, y se habla aun de Juan Martín Del Potro en estas horas, en todo el mundo. De qué se habla? : De lo que vimos ayer. De su extraordinaria actuación, a los 20 años, en una semifinal de Roland Garrós, ante, quizá, el mejor tenista de todos los tiempos . Se habló de su inmenso temperamento, de su mentalidad, de su temple, incluso del coraje con que llevó al límite un partido en un estadio colmado, que rugía en favorde la leyenda que tenía enfrente. Las únicas críticas que se escucharon, como no podía ser menos, se escucharon en Argentina. En los taxis, en las esquinas, en los medios de transporte, entre las mayorías satisfechas ante la soberana exhibición de tenis que se acababa de ver por televisión, se filtraba alguna apelación al famoso mote de "pecho frío". Aunque usted no lo crea, lo escuché. y no una vez, sino varias..... En el único lugar del globo donde se dijo algo asi, fue en la propia Argentina, estoy seguro.... Algo asi solo puede haber salido de este país. ¿Cuál es el motivo? Un sociólogo ahi, Sergio!!! ¿Estaremos tan frustrados en nuestras grises vidas cotidianas, como para querer sentir algo de satisfacción en un triunfo contra todo y contra todos de un chico de 20 años?, ¿No había ganado ya Del Potro en el atardecer argentino? ¿No es suficiente haber logrado la admiración del mundo entero, varios títulos ATP, jugado un Masters, hacer semifinales de un Grand Slam, y estar entre los 5 mejores jugadores del planeta, cuándo aun no ha llegado a la mayoría de edad?, ¿En qué paso de nuestra evolución madurativa y profesional estaba cada uno de nosotros a los 20 años? Y lo que es peor....¿Habremos crecido en algo?, ¿Será que el tandilense muestra esas carencias, en el espejo del alma frustrada? Además, desde lo técnico, algo que hasta ahora nadie dijo: Es el primer tenista de la historia argentina en poseer el golpe más determinante que se necesita para hacer historia en este deporte: EL SAQUE. Ayer, hizo 16 aces, en polvo de ladrillo, ante Roger Federer. Ni Vilas, ni Clerc, ni Gaudio, ni Nalbandian. Mucho menos Coria, a quien la "magia" le hizo desaparecer este golpe, y con ello su carrera. El servicio en el tenis, es el reflejo de la iniciativa del deportista. Es el golpe más importante porque es el único en que el jugador puede manejar el juego sin que intervenga el adversario en su decisión. Delpo no sólo lo tiene, sino que tiene un potencial técnico y cronológico para mejorarlo aún más. Entre otras virtudes, es por ello que grandes como Guillermo Vilas y Boris Becker auguraron varios triunfos suyos en Grands Slams, nada menos. Del Potro no solo maravilló con su juego, su lucha, su entrega y su talento. También fue hidalgo en la derrota. Se la bancó. Lloró. No puso excusas. ¿Será por eso que su reconocimiento no fue unánime en una sociedad frívola, exitista, y meramente testimonial? Que el furibundo e inédito saque del pibe nos despierte.

No hay comentarios: