jueves, 30 de agosto de 2018

Mientras la FIFA oficializa la intervención de la Asociación Uruguaya, aceptando la injerencia de la política local, varios clubes piensan apelar al TAS en jornadas frenéticas en Montevideo (Infobae)





Con muchos vaivenes y sin poder arribar al pretendido número de cinco miembros para el Comité Regularizador y por el momento quedó en tres, el Boureau de la FIFA oficializó la intervención de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), en el que, contrariamente a los preceptos básicos de la organización de Zurich, dos de sus integrantes pertenecen al mundo de la política local.

Tras varias reuniones que terminaron en fracaso, en uno de los más importantes hoteles de Montevideo en el que se instalaron los enviados de la FIFA (Jair Bertoni, el hijo del campeón mundial 1978 Daniel) y Conmebol (la abogada Fátima González) con distintos interlocutores, el Comité Regularizador, que funcionará hasta el 28 de febrero de 2019 y tiene por objetivos la reforma del estatuto y el nuevo llamado a elecciones, estará compuesto por Pedro Bordaberry (senador del Partido Colorado) como presidente, el ex jugador Andrés Scotti como vicepresidente, y Armando Castaingdebat (diputado del Partido Nacional).

La FIFA prohíbe taxativamente la injerencia del Estado en sus organismos dependientes, razón por la cual resultó sorpresivo que dos de los tres integrantes del Comité Regularizador sean parlamentarios de distintas fuerzas políticas y que los enviados de FIFA y Conmebol hayan ofrecido los cargos a otros miembros de fuerzas políticas como Carlos Varela (diputado del Frente Amplio, partido gobernante en Uruguay), quien se negó de plano a aceptar.

Pero lejos de que la intervención de la FIFA a la AUF haya traído la paz, todo parece recién comenzar porque a estas horas, los nueve clubes que votaron por acudir al TAS para resistir la intervención el pasado jueves, se tomaron el fin de semana pasado para evaluar las condiciones para hacerlo y ahora mismo dialogan con el especialista Daniel Pastorini (viejo dirigente de Wanderers, clave en la designación de Oscar Tabárez como DT de la selección celeste en 2006 y acérrimo opositor a la intervención) y el estudio brasileño a cargo del jurista deportivo Eduardo Carlezzo, de reconocida experiencia en estos temas.

El problema mayor para los nueve clubes (que votaron ir al TAS contra seis que se abstuvieron y apenas dos que votaron en contra, Peñarol y El Tanque Sisley) es que al estar ya intervenida la AUF, ésta ya no puede apelar al máximo tribunal deportivo internacional con sede en Lausana, Suiza, sino que los clubes deberán hacerlo por su cuenta, luego de no haber sido tenidos en cuenta en absoluto durante las reuniones frenéticas que mantuvieron los enviados de FIFA y Conmebol en Montevideo en la mañana del martes.

Dentro de la estructura de los nueve clubes que estudian apelar al TAS para resistir la medida de la FIFA, Peñarol y Nacional (que colocaron un representante cada uno en el llamado Comité de Apoyo o Asesor del Comité Regularizador) intentaban apaciguar la situación, en un debate interno que puede tornarse fundamental para la decisión final.
Al ingresar el Comité Regulador de la FIFA a la intervención de la AUF, dejaron automáticamente sus cargos los tres únicos miembros que quedaban del gobierno anterior, Alejandro Balbi (Nacional), Ignacio Alonso (Rampla Juniors) y Roberto Pastoriza (El Tanque Sisley y Sudamérica).

Infructuosamente, los dos enviados de FIFA (Bertoni) y Conmebol (González) intentaron convencer a varios candidatos que manejaban esas organizaciones para integrar el Comité de Regularización (intervención), pero uno a uno se fueron negando, al punto de no encontrar más de tres miembros sobre los cinco que buscaban, y por esta misma razón, un titubeante Gonzalo Belloso (ex jugador de Rosario Central y presidente de la Comisión de Desarrollo de la Conmebol, y esposo de la ex interventora en AFA Carolina Cristinziano) leyó un comunicado pasado el mediodía del martes en el que oficializaba al nuevo comité pero abría la puerta a que se sumaran “con efecto inmediato” hasta dos nuevos miembros en no más allá de las 72 horas.
Este comunicado fue oficializado al rato en una conferencia de prensa que contó con la presencia de Bordaberry, Bertoni, González y Scotti.

Uno de los consultados fue el dirigente José Luis Corvo, ex presidente de la AUF y de Rampla Juniors, exiliado durante los años de la dictadura militar en el país y quien no sólo se opuso terminantemente, sino que luego desveló que quienes dialogaron con él admitieron que hacían lo que las organizaciones les pidieron pero que aceptaban sus argumentos y le dieron la razón acerca de que la intervención no corresponde en este caso.

Los emisarios de FIFA y Conmebol dialogaron también con los ex jugadores de la selección uruguaya Diego Forlán y Sebastián Eguren, sin resultados, y con los dirigentes Miguel Cejas (considerado hombre del presidente uruguayo Tabaré Vázquez,  ex vicepresidente de la AUF en tiempos de Sebastián Bauzá y representante de Cerro, que pidió que haya equilibrio político entre los designados).

Por su parte, el ex presidente de la AUF Sebastián Bauzá (según altos rumores, uno de los pocos o tal vez el único de los presidentes de las asociaciones sudamericanas no involucrado en el FIFA-Gate) directamente se negó a concurrir a cualquier reunión con los interventores, mientras que Ignacio Alonso, secretario de Asuntos Económicos y Financieros en el gobierno anterior de la AUF, tampoco aceptó formar parte del Comité Regularizador de la FIFA, pero en este caso, sí formará parte del Comité de Apoyo, porque tiene ambiciones presidenciales para cuando finalice la intervención el 28 de febrero próximo y el estatuto no permite que lo sea si ingresa en un cargo en la actual situación.

Alonso se incorpora, entonces, al Comitpe de Apoyo o Asesor del Comité Regularizador, conformado además por Eduardo Ache (Nacional) como nexo con la FIFA (de la que forma parte de una comisión) y Fernando Goldie (Peñarol), como nexo con la Conmebol.

Ache tiene un claro nexo con el presidente del Comité Regularizador, el colorado Bordaberry, quien fue ministro de Deporte y Juventud en el gobierno de Jorge Batlle (setiembre 2003 hasta marzo 2005) y como senador presidió una comisión investigadora sobre violencia en el fútbol uruguayo, en tanto que Goldie, quien no estaba seguro de ingresar al Comité, terminó aceptando ante el pedido de su club, Peñarol, para “equilibrar” los poderes ante la presencia de Ache (Nacional).

Salvo Ache y Alonso, quienes ya presentaron todos los papeles, ahora resta que los demás miembros del Comité Regularizador pasen el test de idoneidad que reclaman la FIFA y la Conmebol, y aquí aparece otro problema porque Armando Castaingdebat, del Partido Blanco, arrastra una denuncia penal desde los tiempos en los que fuera intendente del departamento de Flores por supuestas irregularidades en una licitación llamada el 13 de agosto de 2010 para una Plaza de Deportes que fuera ganada por la empresa Forbec SRL, ya disuelta, que integraban el ex futbolista Pablo Forlán (hermano de Diego) y Ricardo Beckman.

Por otra parte, el ingreso de Andrés Scotti (ex defensor de Argentinos Juniors) al Comité de Regularización, determina un paso importante para los jugadores, que venían bregando por tener participación en el nuevo estatuto de la AUF y por lo que están enfrentados a la dirigencia que estudia apelar al TAS para resistir los cambios.

Scotti tiene a su hermano Diego como jugador y capitán de Boston River y a la vez, miembro de la Mutual Uruguaya de Jugadores Profesionales e integrante, junto con los que militan en clubes extranjeros, del movimiento “Más Unidos que Nunca” que lideran Diego Lugano y Diego Godín.

Con el ingreso de los futbolistas al nuevo organigrama de la AUF, ahora son los árbitros y los entrenadores los que quieren tener también participación, en tanto que la Asamblea que era de 17 miembros (los 16 clubes de Primera y más un voto para toda la Segunda Profesional), pasará a tener 31 integrantes. Se mantienen los 17 anteriores, y se suman 6 de la Organización del Fútbol del Interior y uno para la Segunda Amateur, el fútbol femenino y el fútbol de salón, tal como viene exigiendo la FIFA para todas las asociaciones.

Otro de los cambios es que la FIFA exige un nuevo organigrama en el diseño de los torneos locales, con una liga por fuera de la AUF, al estilo de la Superliga argentina, pero además, con la posibilidad de una Copa como la Argentina, con participación de los equipos de todas las divisiones.

Sin embargo, aparece otro extraño elemento en el horizonte y que podría complicar a la FIFA en el reclamo que los clubes evalúen hacer al TAS. Daniel Pastorini, prestigioso dirigente que estudia el tema en este momento, sostiene que de ninguna forma corresponde que la AUF sea intervenida cuando otras asociaciones no tuvieron el mismo trato.

Pastorini insiste en que la FIFA “no puede obligar a la AUF” cuando no hay una obligación para todas las asociaciones miembro.

Un caso contrario al de la AUF es el de la Federación Australiana de Fútbol (FFA), de la que la propia FIFA suele sostener que sus estatutos son “antidemocráticos e inaceptables”, pese a lo cual sigue sin intervenirla desde que se agudizó el conflicto en noviembre de 2017.

La constitución de la FFA sostiene que debe haber diez miembros en su directorio, de los que hay uno solo para todos los clubes. Los otros nueve corresponden el resto de asociaciones estaduales o provinciales, lo que para la FIFA  no es representativo porque además sus miembros no tienen casi ninguna relación con el futbol ni antecedente alguno en la actividad.

La FIFA le comunicó a FFA que debía reformar su estatuto para adecuarlo a la entidad madre, y el 17 de noviembre pasado le dio un plazo hasta fin de ese mes pero el presidente de la federación australiana, Steven Lowy,  se opuso, razón por la cual, la entidad de Zurich envió dos emisarios para mantener entrevistas para constituir (tal como en la AUF) un Comitpe Normalizador pero Lowy viajó a la sede de la FIFA y consiguió una ampliación del tiempo de espera.

Después de varios intentos por dilatar la decisión de un nuevo estatuto por parte del magnate Lowy, la FIFA decidió crear un grupo de trabajo que redactó una nueva constitución en la que el multimillonario pierde mucho poder, pese a lo cual volvió a enviar a Zurich un comunicado en el que manifiesta su desacuerdo.

El mayor problema es que el directorio actual necesita el 75 por ciento de los votos para que se apruebe la nueva constitución y Lowy influye a los representantes de los estados más pequeños para que voten en contra y con sólo conseguir el apoyo de tres sobre diez, ya se consumaría une nueva resistencia, lo cual obligaría, por fin, a la FIFA, a intervenir la FFA.

Así como el pasado jueves el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, llegó a preguntarle al de la Conmebol, Alejandro Domínguez si “estaba seguro” de lo que le pedía, acerca de la intervención a la AUF, que parece sostenerse con argumentos endebles, no resulta claro entonces cómo la misma FIFA, con muchos más argumentos, no interviene la FFA.

Bonita Mersiades,  jefa de Asuntos Corporativos y Públicos de la FFA hasta enero de 2010 y también miembro del equipo que motorizó la candidatura de Australia para organizar el Mundial 2022 (perdido a manos de Catar), y autora del libro “Whatever it takes”, the inside story of the FIFA way” (“Cueste lo que cueste”, la intrahistoria de la FIFA, en la que menciona hechos de grave corrupción en esa votación, escribió artículos en distintos medios en los que menciona una “relación especial” entre la FIFA y la FFA, tanto en su tiempo entre el presidente Joseph Blatter con el magnate Frank Lowy, como ahora entre Infantino y Steven Lowy, el actual presidente de la federación australiana, e hijo de Frank.

Todo indica que tomando en cuenta lo que ocurre en la AUF y en la FFA, para

la FIFA parece haber distintos tiempos para la intervención de una federación
u otra, y parece lejano en la memoria de Infantino aquel instante del 26 de
febrero de 2016, cuando al ser anunciado como presidente de la máxima
institución del fútbol mundial, saltó y gritó junto a Wilmar Valdez, entonces
presidente de la AUF “Uruguay, Uruguay”, en agradecimiento por haberle
ayudado con el impulso a los votos de la Conmebol a su candidatura.







Estalló el fútbol uruguayo: en guerra con la Conmebol y la FIFA, intervenido y con mil frentes internos (Infobae)




Se acabó la paz en el fútbol uruguayo. Las mieles de la buena actuación en el Mundial de Rusia, la envidiable continuidad del “Maestro” Oscar Tabárez en la selección “celeste” y la seriedad de sus dirigentes acabaron de derrumbarse el pasado viernes al final de la tarde en una jornada de lluvias y tormentas en Montevideo, acordes con el clima viviente, cuando la Asamblea de la Asociación (AUF) determinó por mayoría acudir al TAS, el máximo tribunal deportivo mundial, en Suiza, y no aceptar la anunciada intervención de la FIFA.

La votación final de los 17 miembros de la Asamblea (16 de Primera y uno de Segunda) fue de 9 a favor de recurrir al TAS rechazando la intervención, 6 abstenciones y apenas 2 votos (Rampla Juniors y Peñarol) por aceptar el procedimiento de la FIFA o el breve plazo para cambiar el estatuto y amoldarlo a la entidad madre del fútbol en Zurich, tal como tuvo que admitir la AFA en 2017, luego de soportar una situación parecida, aunque no idéntica a la uruguaya.

De nada sirvió entonces la desesperada reunión que mantuvieron durante toda la tarde del jueves en una cerradísima sede de la Conmebol en Asunción (para ingresar a cada sala, ahora hay un detector de huellas digitales), el presidente interino de la AUF, escribano Edgardo Welker (vicepresidente de Peñarol) y el titular de la entidad sudamericana, Alejandro Domínguez.

A tal punto fue así, que el desencadenante de esta votación fue, a la mañana siguiente a la Asamblea de Montevideo, la renuncia oficial de Welker a la presidencia interina de la AUF, que sumada a la del titular original, Valez, dejó al Comité Ejecutivo con apenas tres miembros, Alejandro Balbi (Nacional), el economista Ignacio Alonso (Rampla Juniors, y quien reúne el mayor consenso para llegar en el futuro a la presidencia), y Roberto Pastoriza, el encargado de las selecciones nacionales, que representa a El Tanque Sisley y a Sudamérica).

Welker viajó expresamente a Asunción debido a que Domínguez había recibido una comunicación desde Zurich del presidente de la FIFA, Gianni Infantino, en la que le advertía que estudiara bien el pedido de intervención a la AUF que había enviado a Zurich la Conmebol horas antes al sospechar que la entidad sudamericana se habría apurado en la solicitud porque el procedimiento eleccionario de la AUF no estaría incumpliendo los requisitos. El presidente de la FIFA le preguntó al de Conmebol si “estaba seguro” de la medida que había pedido contra la AUF.

Welker intentó explicarle a Domínguez que más allá de la intempestiva renuncia a la presidencia de la AUF de Wilmar Valdez (el que reunía la mayor posibilidad de ser electo en los comicios del pasado 31 de julio, luego pospuestos al 21 de agosto y finalmente no llevados a cabo), no había motivos para una intervención porque todo continuaba su cauce.

En cambio, la Conmebol (cuyo presidente Domínguez está enfrentado al empresario de medios y ex todopoderoso agente de jugadores uruguayo Francisco “Paco” Casal, quien posee los derechos de TV del torneo local), envió a la FIFA, días pasados, un pedido de intervención a la AUF al considerar que por un lado, los dos candidatos (opositores a Valdez) que quedaban para la presidencia de la AUF, Arturo del Campo y Eduardo Abulafia, no habían pasado el test de idoneidad de la entidad sudamericana, y que por otro, el estatuto que rige en la Asociación Uruguaya no se ajusta a los cambios que pretende la entidad de Suiza y que también lo exigió a la AFA en 2016, cuando la intervino.

Algunos analistas creen que de fondo, lo que está en juego es la salida de Casal de la televisación del fútbol uruguayo (con contrato hasta 2025), para lo cual deberían desembolsarle cerca de 100 millones de dólares, dada la enemistad de Domínguez con el empresario de medios, pero también hay otra guerra interna de gran calibre, la que sostienen los jugadores, tanto los 700 del fútbol local como los más reconocidos de la selección y del exterior, que conforman el sindicato “Más Unidos que Nunca” y que vienen luchando desde 2010 por sus derechos de imagen y por una mayor representación en la AUF, enfrentados también a Casal y sostenedores del renunciante Valdez.

Tampoco de nada sirvieron los intentos del Gobierno nacional de Tabaré Vázquez, desde sus funcionarios de la Secretaría de Deportes, Fernando Cáceres, y Alfredo Etchandy, por suavizar el duro discurso de horas antes, el jueves pasado, de la ministra de Educación y Cultura (MEC), María Julia Muñoz, acerca de que la AUF podría perder la personería jurídica en el caso de adoptar un estatuto (el nuevo, que requiere la FIFA) que no se ajuste al que establece el Estado.

El MEC opera como policía administrativa del Estado al otorgar la personería jurídica al aceptar el estatuto, y podría retirarle el permiso como asociación civil. Y según advirtió Muñoz, por más que la FIFA diga que tiene su estatuto, si hay algún artículo que contraviene normas o leyes uruguayas, la AUF podría quedarse sin estatuto por suspensión de personería y no podría funcionar (de hecho, el MEC intervino la Mutual de Futbolistas Profesionales, el sindicato de futbolistas, a cargo de Enrique Saravia por considerar que no cumplía con los requisitos, reemplazado por la agrupación “Más Unidos que Nunca”).

Como si fuera un “dejá vu” para el fútbol argentino, ahora es la AUF la que se debate acerca de una posible intervención de la FIFA y la Conmebol, y tal como ocurriera en la AFA en 2016, el capítulo siguiente llegará el próximo lunes, cuando arribarán a Montevideo los emisarios desde Zurich, encabezados por el suizo Primo Corvaro, el mismo que en su momento llegara a Buenos Aires para dialogar con todos los estamentos del fútbol nacional.

A Corvaro se le agregarán las abogadas paraguayas Fátima González y Montserrat Jiménez, ligadas a la Conmebol, y Jair Bertoni, el hijo del campeón mundial en 1978 Daniel Bertoni, en representación de la FIFA, para dialogar con las partes e ir teniendo un panorama más claro de los hechos in situ.

Ellos se entrevistarán con los posibles integrantes del Comité de Regularización (el mismo nombre que FIFA y Conmebol utilizaron con la AFA en 2016), Eduardo Ache (Nacional), Fernando Goldie (Peñarol), que integran comisiones en FIFA y Conmebol, respectivamente, y Andrés Scotti (jugadores).

La decisión de la AUF de acudir al TAS contra la Conmebol y la FIFA no tiene antecedentes en estos niveles. Incluso, el prestigioso jurista Leonardo Goicochea, presidente de Danubio, acaba de renunciar como vicepresidente de la Cámara de Apelaciones de la Conmebol por estar en desacuerdo con el intento de intervenir a la entidad uruguaya y para preparar la descarga judicial tanto ante los representantes de la FIFA y Conmebol que lleguen el lunes a Montevideo como para estudiar la apelación al máximo tribunal mundial del deporte.

Según el reconocido abogado deportivo argentino Ariel Reck, la apelación al TAS de la AUF “no otorga efectos suspensorios” y el camino que entonces le quedaría a la entidad uruguaya sería presentar una medida cautelar ante la Justicia, pero se expone a que si se negara a aceptar lo que dispone la FIFA podrían acarrearle diferentes sanciones.

El dirigente que motorizó en la Asamblea del viernes la decisión de acudir al TAS pateando absolutamente el tablero fue el presidente del Liverpool, José Luis Palma, quien entendió como “una extorsión” que desde la FIFA obliguen a la AUF a votar un nuevo estatuto (que otorga lugar a todos los estamentos del fútbol masculino y femenino, con 31 asambleístas contra los 17 actuales) en los próximos 15 días y no hasta el 2 de diciembre, como se contemplaba anteriormente.

Palma sostiene que la AUF no aceptará que haya elecciones con el nuevo estatuto sino con el vigente “porque no se ha violentado nada” y desafió a Diego Lugano, del sindicato de futbolistas, a debatir por TV en el fin de semana, aunque cree que no asistirá.

“Mis discrepancias con Lugano es que advierto una visión absolutamente apartada de la realidad. Los futbolistas existen porque hay clubes, que han formado jugadores brillantes como él pero también han sacado de la calle a muchos jóvenes en la droga o el alcohol. Él defiende a Valdez y ya vimos cómo terminó”, embistió Palma.

Algunos sostienen que el conflicto en la AUF comenzó a fines de julio, cuando unas escuchas telefónicas que supuestamente hablaban de corrupción ligadas al entonces presidente de la entidad, Wilmar Valdez, motivaron su renuncia cuando estaba a semanas de presentarse a la reelección en el cargo, y otros, en cambio, atribuyen el origen del mayor problema a los tiempos del Mundial de Sudáfrica 2010, cuando comenzó a tomar fuerza el movimiento “Más Unidos que Nunca”, que lidera el ex jugador Diego Lugano, aunque lo inició Diego Forlán, y que lucha por un protagonismo mucho más importante de los futbolistas.

Las elecciones presidenciales de la AUF iban a celebrarse el pasado 31 de julio y todo parecía seguir por la senda tradicional, tras la buena participación de la selección “celeste” en el Mundial de Rusia y la posible continuidad del “Maestro” Oscar Tabárez por cuatro años más como director técnico, y la idea de una envidiable estabilidad.

Para estas elecciones iban a presentarse tres candidatos, el referido Valdez, quien se proponía para continuar en el cargo, y los opositores Eduardo Abulafia y Arturo Del Campo, que se habían presentado como alternativa uno al otro y que representaban a los clubes que querían acabar con Valdez por considerar que se había dedicado mucho a la política internacional y a la selección uruguaya y poco a los clubes casi fundidos en un mercado muy pequeño, con problemas económicos y financieros.

La situación política en la AUF explotó dos días antes de las elecciones, el domingo 29 de julio, cuando aparecieron unos audios que comprometían a Valdez al involucrarlo junto a Javier Vázquez, el hijo del presidente uruguayo Tabaré Vázquez, con temas relacionados al dinero gastado para la iluminación en el estadio de Defensor Sporting, y a la seguridad en el los estadios Centenario, Parque Central (del club Nacional) y Gran Campeón del Siglo (de Peñarol).

Esos audios estaban en poder de Del Campo y el periodista Julio Ríos,  del programa “Las Voces del Fútbol”, que ya el 12 de julio, aún durante el Mundial,  había publicado un Twitter desde Rusia con un gran poder de anticipación: “Te digo hoy que Wilmar Valdez no sigue en la AUF”.

En esos audios, a los que pudo acceder posteriormente el semanario local “Búsqueda”, aparece una conversación telefónica entre el empresario Walter Alcántara y el director de obra de la constructora CEI SRL, Fernando Gómez, a cargo de las mejoras en la seguridad en los estadios en cuestión, y en la que se hace referencia a que Valdez recibió 3500 dólares mensuales “por la gestión” en la remodelación de la red lumínica del estadio Luis Franzini de Defensor Sporting y otras, en las que aparece Javier Vázquez, hijo del presidente uruguayo Tabaré, en otras obras de “reconocimiento facial” de los espectadores para la seguridad en espectáculos deportivos.

Hasta donde se conoce, la orden judicial fue incautar el teléfono de Walter Alcántara. El caso va camino de ser caratulado como “extorsión” o “intento de extorsión” a Valdez, y podría definirse a mediados de setiembre.

El caso de las escuchas de Valdez llegó incluso al Parlamento, donde se debatió en la semana pasada en la Comisión de Deportes. Allí, su presidente,  la diputada colorada Valentina Rapela,  propuso crear una comisión investigadora y sentenció que “está en juego la credibilidad del Ministerio del Interior".

Ante la inesperada renuncia de Valdez –además, cuando contaba con todo a favor para la reelección y al mismo tiempo, representante de la Conmebol ante la FIFA-, asumió interinamente el cargo el escribano Edgar Welker, vicepresidente de Peñarol, quien se encontró, el día de las elecciones, el 31 de julio, con una nueva bomba en sus manos: la amenaza de la nueva Mutual Uruguaya de Futbolistas Profesionales, alineada con Valdez, acerca de que no aceptaría el resultado al considerar que no estaban dadas las condiciones y que los jugadores irían al paro si se celebraban. El sindicato se oponía a la candidatura del candidato Eduardo Abulafia, a quien se lo vincula con el poderoso empresario mediático y ex representante de futbolistas Francisco “Paco” Casal.

Casal llegó a representar a la gran mayoría de jugadores uruguayos que pudieron pasar a clubes del exterior pero lentamente se fueron alejando por  la dedicación cada vez mayor de éste a los derechos de TV, desde el canal VTV y la productora Tenfield en Uruguay, y especialmente Gol TV-ahora, además del mercado en Estados Unidos, también instalado en Lima porque maneja las ligas de Perú y Ecuador- en la pugna por los derechos de transmisión de copas continentales, por la que entró en grandes litigios con las grandes cadenas involucradas luego en el FIFA Gate.

Durante el Mundial de Sudáfrica, Diego Forlán comenzó a motorizar junto a Diego Lugano,y Andrés Scotti, un movimiento llamado “Más Unidos que Nunca” que comenzó a reclamar fuertemente por sus derechos de imagen (hasta ese momento, Tenfield reconoció que otorgaba unos 300.000 dólares al sindicato, considerados muy escasos por la nueva agrupación, que habían sido negociados con el dirigente Eugenio Figueredo-luego involucrado en el FIFA-Gate- y cuyo vencimiento de contrato está previsto para 2019).

Así es que comenzaron las marchas, los comunicados, las negativas a las entrevistas con Tenfield, hasta actos rebeldes que aún persisten en los partidos de campeonato, como posar lejos de los carteles oficiales y hasta esconderse en las publicidades de bebidas para no salir con claridad en los saludos oficiales en las pantallas de TV.

El enfrentamiento con Casal por parte de los jugadores trascendió luego al siguiente capitán de la selección, Diego Godín, que se desprendió también de la representación de Casal cuando pasó del Villarreal al Atlético de Madrid y luego se fueron sumando a la causa el director técnico del equipo nacional, Oscar Tabárez y el propio presidente saliente de la AUF, Valdez.

Tras la intervención estatal al sindicato, quedó en manos del movimiento “Más Unidos que Nunca”, con Diego Lugano –hoy director de Relaciones Institucionales del San Pablo de Brasil- a la cabeza, que siguió creciendo al ingresar en otro conflicto con el sistema local al introducir una oferta de la firma Nike para vestir a la selección nacional que terminó obligando a la empresa Puma, con la que había contrato, a equiparar los 24,5 millones de dólares ofertados por su rival para no perder el negocio. El movimiento fue tan fuerte que se fueron sumando, en los últimos tiempos, los árbitros y los directores técnicos a la lucha por mejorar sus derechos de imagen.

Lo que ocurrió cuando renunció Valdez a la AUF es que “Más Unidos que Nunca”, que lo apoyaba, se opuso terminantemente a que la entidad del fútbol nacional quedara en manos de Eduardo Abulafia, al que ligaban con Casal (el agente comenzó a funcionar como tal, al dejar de jugar en Defensor, en el piso de arriba del local “Abulafia Automotores”, que manejaba su padre, dirigente del mismo club, aunque luego se fueron distanciando, cuando uno se dedicó a los negocios inmobiliarios en Punta del Este, y Casal, primero como agente y luego como empresario de medios).

Esta oposición del sindicato confluyó con la de la Conmebol, porque su presidente Dominguez también está enfrentado a Casal y la entidad sudamericana adujo que no había superado el test de idoneidad para ejercer como titular de la AUF, aunque también sumó a Del Campo, su rival en las elecciones previstas para el 21 de agosto
Si a Del Campo le faltaban papeles requeridos por la Conmebol, el caso de Abulafia –presidente de la Comisión  Uruguay Mundial 2030-  fue distinto. Adujo que para ser titular de la AUF no se necesita ese test, y que en todo caso, sería necesario presentarlos si pretendiera ingresar en la Conmebol pero que tenía todo en regla de acuerdo a los requerimientos del estatuto de la entidad uruguaya, en comunicados que fueron una verdadera guerra dialéctica entre Montevideo y Asunción.

Sin ningún candidato de los dos a la AUF aceptados por Conmebol y con Valdez renunciado, las elecciones no pudieron llevarse a cabo el pasado 21 de agosto, como estaba previsto, y entonces Edgar Welker sigue en el cargo como presidente interino.

Así se entró en la turbulencia de los últimos días, en los que la Conmebol, a través de Domínguez, envió a la FIFA un pedido de intervención a la AUF a partir de dos premisas: el incumplimiento de la votación del nuevo estatuto, que tal como ocurre en la AFA, la entidad madre de Zurich intenta imponer en todas las federaciones, aunque la Asociación Uruguaya disponía de un plazo hasta el 2 de diciembre, y la presión que fueron ejerciendo distintas fuerzas del fútbol oriental.

Además de la Mutual de Futbolistas Profesionales Uruguayos, la Asociación de Arbitros, la OFI –Organización de Fútbol del Interior-y los futbolistas en el exterior comenzaron a exigir la reforma del estatuto para poder tener voz y voto en una Asamblea que de 17 miembros actuales debería pasar a 31 según el esquema madre de la FIFA, pero al que se oponen los clubes de Primera, que no quieren ninguna injerencia (tal es así, que votaron en contra de la intervención para recurrir al TAS antes que aceptar un cambio semejante).

El caso de los jugadores es aún peor. Lugano viene insistiendo en que los futbolistas tienen, en algunas federaciones, un alto porcentaje de voz y voto, como en la española (40%) o la inglesa (35%) y suele sostener que cuando lleguen a manejar a la AUF, lo primero que harán será auditorías internacionales para ver si los contratos están ajustados a derecho (en referencia a los contratos de TV hasta 2025) y hasta insinúa que de una manera u otra acabará con los derechos actuales de TV ya sea pagando la cancelación (se dice que traería él mismo otra oferta) o acudiendo a la Justicia.

La guerra entre los jugadores y Casal ya está declarada y si desde Tenfield los tildan de “golpistas”, Lugano sostuvo ante FM “Del Sol” que “ya no queremos hablar con nadie del Gobierno porque piensan que los equivocados somos nosotros y tampoco nadie de la oposición levanta la voz. Con este sistema no se consigue nada por el diálogo. Hay que plantear más fuerte las cosas y si no fuera por los 700 jugadores que se manifestaron, esto no hubiese pasado. No es contra Tenfield sino contra el sistema, contra la mala gestión” y sentenció que con el nuevo estatuto que quiere imponer la FIFA “se va a escribir la Constitución del fútbol”.

El lunes próximo, tras un raro fin de semana con fútbol oficial, comenzará un nuevo capítulo, cuando lleguen a Montevideo los emisarios de la FIFA. Ya  quedó cerrada la “ventana de esperanza que se abre”, según las optimistas palabras de Welker al regresar por la noche del jueves desde Asunción a Montevideo, tras dialogar con Domínguez.

¿Se abrirá otra puerta al diálogo entre la AUF, la UEFA y la FIFA? La AUF se expone a duras sanciones en el caso de perder el litigio, incluso en el camino a la resolución del TAS. La Conmebol, por su parte, puede quedar muy mal parada, si el fallo del máximo tribunal mundial del deporte le da la razón a los uruguayos.

“¿Preferís morir a palos o a garrotazos? O gana Domínguez o gana Casal”, sostiene un periodista de la prestigiosa web paraguaya “Sin Falta”, que sigue muy de cerca los temas de la Conmebol. ¿Y si ganan los jugadores y llegan al poder? Faltan demasiados capítulos en esta historia oriental de guerras cruzadas.


lunes, 27 de agosto de 2018

La Conmebol va destruyendo día a día su joya más preciada (Jornada)




El prestigioso jurista deportivo argentino Ariel Reck tuvo que salir a desmentir, a última hora de anoche, la versión que había propalado una cadena internacional deportiva de TV por cable, acerca de que el máximo tribunal deportivo mundial, el TAS, con sede en Lausana, estaba estudiando suspender la fecha de revanchas de los octavos de final de la Copa Libertadores de América, que deben jugarse esta semana que se inicia.

Es tal el disparate reinante, que la propia Conmebol, la Confederación Sudamericana, tuvo que publicar un tweet en el que confirmó que no habrá alteraciones en la fecha y que se jugará normalmente, luego de los cruces de demandas de todo tipo entre los dirigentes de varios clubes, entre los que, al menos, están involucrados tres del fútbol argentino: River Plate, Racing Club e Independiente.

Es conocido por los aficionados al fútbol lo que ocurrió tras la fecha de ida de estos octavos de final. La Conmebol procedió de oficio al estudio de la situación penal-deportiva del volante uruguayo Carlos Sánchez, del Santos, en el partido que los paulistas empataron 0-0 en Avellaneda ante Independiente, por estar mal incluído al arrastrar una vieja suspensión cuando en 2015 fue expulsado por la Copa Sudamericana jugando para River, después de lo cual continuó su carrera en México, que depende de otra confederación, la Concacaf (del Norte, Centroamérica y del Caribe).

De proseguir el caso, el partido se le debería dar por ganado 3-0 a Independiente por lo que indica el reglamento, aunque el Santos aduce que en un listado de jugadores punidos por un sistema electrónico llamado Comet, que según Conmebol “no es vinculante”, Sánchez estaba habilitado para jugar.

A su vez, en el partido que Racing y River empataron también 0-0 en el Cilindro de Avellaneda, en los “Millonarios” jugó el volante Bruno Zuculini, quien tampoco estaba habilitado, pero el club de Núñez aduce que su departamento de legales consultó a la Conmebol por la situación de su futbolista y la entidad sudamericana respondió (equivocadamente) que estaba habilitado, pero no actuó de oficio, como con Independiente-Santos.

Más allá de los reclamos justos o injustos de los dirigentes de todos los equipos supuestamente damnificados (Santos y Racing), es llamativo cómo una entidad como la Conmebol, que organiza un torneo tan prestigioso como legendario como es la Copa Libertadores, que se disputa desde 1960 y que ha dado grandes campeones y partidos que forman parte de recuerdos imborrables, no pueda mantener un mínimo criterio de seriedad y de sentido común.

Se suponía que la Conmebol se había renovado, por fin, tras el desastre de credibilidad que había significado un suceso mundial como fue desde mayo de 2015 el FIFA-Gate, por el que la justicia de Nueva York demostró que las principales empresas de todo el continente americano habían sobornado a los dirigentes sudamericanos para conseguir asegurarse los derechos de TV de Mundiales y torneos continentales varios, de equipos y selecciones, hasta la Copa América de Ecuador 2023 inclusive, pagando para ello 110 millones de dólares.

Cuando el dirigente uruguayo Wilmar Valdez iba a asumir la nueva Conmebol, acuerdos espurios con el paraguayo Alejandro Domínguez determinaron que éste asumiera ese cargo y enviara al otro como representante de la entidad ante la FIFA, para que, de fondo, no sólo se mantuviera el statu quo en cuestiones televisivas, sino que las cosas empeoraran mucho más en lo organizativo.

Si Domínguez, en lugar de apartar a las empresas probadamente corruptas, las mantuvo con beneficios para lo cual necesitó apartar de cualquier modo a su principal competidor, el controvertido agente uruguayo Francisco “Paco” Casal, dueño de Gol TV, no pudo mantener un contexto de seriedad al punto de que si hasta en un torneo de barrio se mantienen anotaciones con los jugadores suspendidos, la Conmebol no es capaz de hacerlo con tantos intereses y tradiciones alrededor de un torneo como es la Copa Libertadores.

Ahora, se presenta la situación de que desde este martes deben jugarse los partidos revancha de la Copa y a apenas 48 horas de esto, los equipos ni siquiera saben cuál es el marcador de la ida. En otras palabras, una cosa es haber perdido 3-0 por sanción por mala inclusión y otra, es haber empatado 0-0. Y con el riesgo de que el reclamo se extienda al TAS, que al entender de todos los deportes, podría colocar el expediente en la pila de abajo, y darle resolución dentro de varios meses, con el riesgo de alterar el desarrollo del torneo, y con una pregunta que surge espontánea: ¿qué sucedería si el fallo es a favor de los equipos reclamantes y no de la Conmebol?

¿Podría en ese caso continuar en la Conmebol una conducción que no fue capaz de responder si dos futbolistas están o no suspendidos? Y volviendo al presente y más allá de cuestiones leguleyas, ¿no debería, por razones éticas, obrar la entidad sudamericana con la misma vara ante casos tan parecidos, por mala inclusión de jugadores de dos equipos? ¿El trato no debe ser equiparable ante equipos que participan en la misma instancia y en el mismo torneo?

Lo cierto es que con esta desidia, con esta falta de claridad en su obrar, con esta lentitud en la toma de decisiones, la Conmebol va arruinando a su gallina de los huevos de oro, la Copoa Libertadores, justo cuando en esta edición participan los clubes con más tradición y cuando sus autoridades se cansan de decir que quieren copiar lo mejor de la UEFA, su par europea.

Hoy, esto es una quimera y la Conmebol está mucho más cerca del papelón, que de una mínima evolución.

domingo, 26 de agosto de 2018

La Liga Española se debate cómo crecer y hacia dónde (Yahoo)





A los 63 minutos, en la Bombonera de Cornellá, en Barcelona, se determinó como válido el gol de Esteban Granero, del Espanyol, ante el Valencia. El árbitro Del Cerro Grande convalidó el gol porque, ayudado por el VAR, dio como acertada la decisión de que el balón, producto de un libre directo, ingresó en la portería rival.

Fue, entonces, el primer gol de los llamados “fantasma” convalidados en la historia de la Liga desde el advenimiento de la tecnología, aplicada desde esta temporada y por la segunda jornada, aunque con algunas limitaciones que ayudan a poner en debate muchos aspectos que la conducción del fútbol español deberá estudiar a fondo para que haya una evolución real y que no genere mayores polémicas a futuro.

En verdad, para determinar si el balón ingresó o no a la portería contraria, la mejor tecnología existente hoy en el fútbol es el llamado “Ojo de Halcón”, un sistema que verifica exactamente esto, y no el VAR, que es el que utiliza el fútbol español para todas las jugadas dudosas de alcance reglamentario para el uso de estas herramientas.

Tampoco, en la Liga, se está sancionando, con el uso del VAR, utilizando todos los pasos que aconsejó la FIFA durante el pasado Mundial de Rusia. En dos conferencias de prensa, al inicio y cerca del final del máximo torneo de selecciones nacionales, los dos encargados del Comité de Árbitros de la entidad, el italiano Pierluiggi Collina y el suizo Massimo Busacca fueron claros y contundentes en cuanto a que es el juez del partido el que debe tomar a cargo la decisión en cada jugada polémica y no guiarse por lo que le digan por la cucaracha en el oído desde los controles.

En otras palabras, cuando aparece una jugada como la del libre directo de Granero ante el Valencia, o cuando hay un penalti o un fuera de juego en un gol polémico, es el árbitro del partido el que debe cobrar o no para validar la jugada por una cuestión psicológica: en la FIFA no quieren que la decisión llegue, en forma definitiva desde la tecnología, sino que cuando desde el VAR se le avisa al juez que hubo una situación determinada, éste se acerque a la pantalla y con esa ayuda, decida por sí mismo, algo que de momento no parece ser tendencia en la Liga.

“Y pensar que se decía que con el VAR, al Madrid le pitarían menos penaltis”, se mofó en estos días un diario deportivo de la capital española, en referencia a los dos que le señalaron a favor durante el partido ante el Girona, y que ganara 1-4. Sin embargo, en ese mismo partido, subió al marcador un gol de Karim Benzema en leve posición adelantada. Todo sigue formando parte de la interpretación, pero como indica la FIFA, el árbitro debe ser el que tome la última decisión.

Pero no todo pasa por mejorar la tecnología, algo con lo que está en deuda la propia UEFA para sus prestigiosos torneos continentales (aunque ahora parece ser proclive a estudiarlo y analizarlo), o la Premier League inglesa. También la Liga debe velar por estadios en perfectas condiciones.

Si por un lado la Liga de Fútbol Profesional (LFP) está enfocada en ampliar sus horizontes a otros continentes, y en especial el asiático, y aumenta entonces su exigencia para que no haya flancos en las tribunas y que en las transmisiones televisivas no aparezcan planos en los que haya demasiados espacios vacíos en los estadios, para lo cual se multa a los clubes que no los llenen en esos sitios estratégicos, no se concibe que pueda jugarse en algunos casos, sobre un césped tan poceado o poco cuidado como el del José Zorrilla del Valladolid, al que visitó el Barcelona en el fin de semana pasado.

Son esos detalles los que alejan a la Liga Española de la Premier League, aunque luego sus dirigentes se encuentren horas y horas pergeñando formas de llegar más a fondo al nuevo continente en disputa: desde horarios estrambóticos para que se sintonicen los partidos por TV o hasta buscar disputar partidos lejos de casa para recaudar fondos.

En este punto, ya estaba avanzado el acuerdo para jugar partidos oficiales en suelo estadounidense (máxime, luego de que los clubes más grandes de la Liga hayan conocido las mieles de los dólares en el verano en un soccer en constante crecimiento y con una industria en expansión, con un envidiable promedio de asistencia en la Major League), pero los dirigentes españoles se encontraron con tal cerrada negativa de los jugadores, que incluso se planteó una huelga en caso de que se tomara la inédita medida.

Con el Real Madrid y el Barcelona como líderes en solitario al cabo de dos jornadas, y con el Atlético Madrid a dos puntos, la tendencia vuelve a ser la misma de los últimos años, algo que, a esta altura, también es para rever aunque sea muy complicado por la enorme diferencia de presupuestos existente entre los de la élite y el resto.

El otro punto de debate pasa por las estrellas. La salida de Cristiano Ronaldo del Real Madrid al calcio italiano no parece, de momento, haber generado un grave problema ni al club ni a la competición, aunque le falte ese punto de altas temperaturas en aquellas competencias establecidas durante una década entre los dos mejores jugadores del mundo, el referido portugués y Lionel Messi.

La LFP deberá estudiar también el sentido de continuar con las cláusulas de rescisión, porque tal como ocurriera con Neymar y su salida escandalosa al PSG, el hecho de que algunos magnates se hayan hecho de clubes y les hayan insuflado tanto dinero, los tornan muy peligrosos en el acecho de las figuras que, de momento, permanecen porque siguen privilegiando la gloria deportiva.


sábado, 25 de agosto de 2018

Arturo Vidal, un todoterreno amante de los caballos que salió de la pobreza extrema y es un fanático de los entrenamientos (Infobae)





Alexis Sánchez estaba por firmar su contrato como nuevo jugador del Udinese pero cuando escuchó la cifra de lo que iba a ganar, frenó en seco y dijo que no aceptaba. El presidente del club italiano y el representante del jugador, el argentino Fernando Felicevich, se quedaron helados. “Es que falta plata, porque yo averigüé lo que cobra “El Celia” en el Bayer Leverkusen y es más que yo, y los dos tenemos que ganar lo mismo”, sostuvo el ex delantero de River Plate.

Felicevich le dijo algo al oído al dirigente, y éste decidió elevar su oferta hasta alcanzar, efectivamente, lo que cobraba Arturo Vidal, todos sonrieron y se firmó el contrato. Vidal es, desde muy joven, “El Celia”, así bautizado por sus compañeros en las divisiones inferiores de Colo Colo por su parecido físico a Celia Cruz, y el color de su piel.

Sánchez y Vidal no son precisamente íntimos amigos, pero tienen una sana competencia desde muy jóvenes, aunque el primero suele ser mucho más solitario y cuando llega a Chile desde Europa, pasa por su departamento en Santiago y se va a su pueblo Tocopilla, cerca de Antofagasta, en la Segunda Región, mientras que Vidal es extrovertido, siempre rodeado de sus amigos del barrio, y formó parte siempre del núcleo duro de la selección de su país, al contrario que el hoy atacante del Manchester United.

Esto no significa que no sean unidos, al punto de que tras el debut de Jorge Sampaoli como director técnico de la selección chilena, en Madrid, Vidal y el defensor Mauricio Isla, el más cercano a Sánchez por conocerse de muy pequeños, se encontraron a solas para comer y para tratar de convencerlo para que firmara por la Juventus y ser compañeros de equipo.

“Arturo y Alexis tienen una rivalidad positiva”, según sostiene Nicolás Olea, acaso uno de los periodistas chilenos que mejor los conoce, como autor del exitoso libro “Vidal, su historia” (2014), en el que aparece una durísima frase de un dirigente de Colo Colo, Ramiro Valenzuela, cuando en 2007 se produjo el pase al Bayer Leverkusen. Que la primera vez que entró a su casa, hacía más frío allí que en la calle, en referencia a su nivel de pobreza).  Olea también escribió, junto al reconocido colega Danilo Díaz, de extensa trayectoria, el libro “Alexis, el camino de un crack”, en referencia a Sánchez.

“Arturo juega como vive”, sostiene Olea, y efectivamente todos los adjetivos que le pueden endilgar hoy al nuevo volante del Barcelona, “El Guerrero”, “Rey Arturo”, “Todoterreno”, fueron ganados a pulmón porque la suya, como indica otro conocedor de su historia, es el producto “de la persistencia y la perseverancia”.

Nunca había sido titular en las inferiores de Colo Colo y a veces, ni siquiera lo incluían. . No estaba inscripto porque todavía su pase era del Deportes Melipilla cuando fue a probarse al Monumental. Pero jamás faltaba a los entrenamientos –lo mismo sucedió con otro compañero de la selección, Gary Medel en la Universidad Católica desde que llegó a los 12 años-,  y se prestaba para todo, con voluntad de hierro. Había que mover los arcos, entonces él los movía. Le decían “Celia, anda a buscar el agua” y Vidal iba. Luego empezó a desarrollarse entre los 16 y los 17 años, y se empezaron a dar cuenta de que era un superdotado cuando el preparador físico Carlos Burgos se lo llevó un día a la clínica “Meds” y le hizo varias evaluaciones.

 “Si uno analiza a Vidal, le pega más o menos a la pelota, cabecea bien pero no es un extraordinario cabeceador, no es rápido pero tampoco es lento, es potente. Tiene habilidad pero no como Alexis. Pero tiene un temperamento que lo hace rendir con todo lo que tiene y termina siendo un crack. A pesar de no tener ninguna virtud sobresaliente, pero hace un mix que termina haciéndolo sobresaliente”, sostiene el periodista Danilo Díaz.

La vida de Arturo Erasmo Vidal Pardo (22/5/87) podría ser interpretada como una historia de superación personal desde sus humildes orígenes en la población “El Guasco”, de San Joaquín, en el estadio del  Rodelindo Román (hoy en tercera división), cuando aún era “el monito” o “el negro”, en una cancha de tierra y piedras que hoy fue reemplazada por césped sintético gracias a su ayuda económica.
De hecho, el sueño de Vidal, un ídolo absoluto en su barrio, es retirarse en el “Rodelindo”, “pero en Primera”, y hasta le hizo lucir su camiseta a sus ex compañeros en el Bayern Munich Arje Robben y Frank Ribéry.

Vidal tiene devoción por su madre, “La Jacqueline” (como se la conoce en el barrio), que se quedaba remendando y planchando ropa hasta la madrugada,  yendo al trabajo en ojotas en pleno invierno y con cuatro hijos para mantener, y a la que le prometió que triunfaría y que sería tratada “como una reina”, pero arrastra una dura relación con su padre, Erasmo (57), con problemas de alcohol y muchas veces, en situación de calle.

Los carabineros lo agarraron una vez con dos cuchillos de cocina y papeles de pasta base de cocaína  y más de una vez vio presentaciones o éxitos de su hijo desde la cárcel. Fue llevado preso por microtráfico de drogas. Vendía pequeñas dosis de paco con su hija Ámbar (28), la hermana de Arturo –detenida por ser cómplice de grupo armado con distintos delitos y hasta uno de sus miembros más íntimos llegó a ser asesinado justo una semana antes de que Arturo ganara la Bundesliga con el Bayern Munich-.

En junio de 2008, el padre de Arturo intentó ahorcarse luego de emborracharse con pisco, y acabó pidiéndole perdón al hijo. Otra vez,  Arturo lo había invitado a ver la final de la Copa Italia pero reconoce que se enojó con él por whatsapp y terminó rompiendo el pasaje.

“Yo era mejor que el Arturo. Debería haber sido profesional antes que él. ¿Qué pasó? Yo no tuve apoyo. Además, era muy pesado, muy reventado”, le contó hace poco a la revista “El Sábado” del diario “El Mercurio”.

Si algo le destacan a Vidal es que no se olvida nunca de quienes lo ayudaron, como en el caso de Hugo González - ex marcador central y compañero de zaga del “Chango” Fernando Astengo aquél fatídico 3 de setiembre de 1989, cuando el escándalo de la “Fogateira” y del falso corte del arquero “Cóndor” Rojas en el Brasil-Chile del Maracaná- en las divisiones inferiores de Colo Colo.

González, a quien Vidal invitó a verlo a Italia o Alemania, suele decir que el ahora jugador del Barcelona “tiene todas las capacidades para sobresalir: técnicas, tácticas y psicológicas” con su 1,80 metro de estatura y sus 75 kilos.

En tiempos de la Juventus,  se compró las mismas máquinas que tiene el club y después de los entrenamientos hacía los mismos ejercicios y pesas por su cuenta. “Si no lo hago, los rivales me comen”, afirma cuando le consultan por su fanatismo por los entrenamientos.

A todas partes viaja con su personal trainer, Juan Ramírez, que era preparador físico de Deportes Iquique. Tiene una gran rutina de entrenamientos para fortalecer sus cuádriceps, por sus operaciones en la rodilla.

Héctor Tapia, estrella del Colo Colo por quien Vidal ingresó en su debut en Primera el 28 de mayo de 2005, recuerda que “ya tenía un biotipo poco común en Chile”, mientras que otro ex compañero, Luis Mena, cuenta que al salir de la cancha, “se comió cuatro empanadas pero ni le quedaban marcadas en el cuerpo, por su biotipo fantástico”.

Ese día, Vidal justo debutó contra su ex equipo, el Deportivo Melipilla, en un partido que se le escapó al Colo Colo en el final y le empataron 2-2 sobre la hora, y en el que su ingreso, con el número 30 en la espalda, pasó completamente desapercibido. Tanto, que ni siquiera las cámaras de TV tomaron su ingreso porque prefirieron quedarse con la imagen de bronca de Tapia, el reemplazado por el director técnico argentino Marcelo Espina, quien ni se acordaba que fue él quien lo hizo entrar por primera vez. “Me lo comentaron pero da igual. Si no era yo, habría sido el DT siguiente”.

Fue tricampeón nacional con Colo Colo y subcampeón de la Copa Sudamericana. En 2007 fue al Bayer Leverkusen con sólo 20 años. Se adaptó perfectamente y hasta era el encargado de patear los penales.

Su carrera en Europa es muy conocida y desde que pasó a la Juventus y luego al Bayern Munich lleva ganadas cuatro títulos de Serie A italiana, dos Supercopas de Italia, una Copa Italia, tres Bundesligas, una Copa alemana, 2 Supercopas alemanas y desde hace unos días, una Supercopa de España con el Barcelona.

Pero además, Vidal tiene toda una historia de éxitos e intensas vivencias con la selección chilena desde muy joven, como cuando estuvo muy cerca de ganar el Mundial sub-20 en Canadá 2007 con Alexis Sánchez, Medel, Isla, Mathias Vidangossy y Hans Martínez, entre otros, y en semifinales fue eliminado por el equipo argentino de Ever Banega, Sergio Agüero y Mauro Zárate en un escándalo que terminó con la represión policial en el césped y él, esposado en la comisaría.

Ese año ya estaba en la mira de Nelson Acosta para la Copa América de 2007 pero no pudo jugar por estar en Canadá aunque luego sí fue convocado en 2008 por Marcelo Bielsa y pudo jugar el Mundial  de Sudáfrica 2010.

Su gran momento, dentro del enorme crecimiento de la selección chilena en esos años, llegó en 2015, cuando ganó la primera Copa América de la historia para su país en aquella final en el Estadio Nacional, cuando tuvo que marcar a su hoy compañero Lionel Messi, y repitió el título otra vez ante el equipo argentino en la final de la Copa América Extra de los Estados Unidos en 2016, aunque también pasó por el sinsabor de quedar eliminado para el Mundial de Rusia 2018 tras la buena imagen que había dejado en la Copa Confederaciones de 2017, cuando en semifinales eliminaron al Portugal de Cristiano Ronaldo para caer ajustadamente ante Alemania en la final.

“Ya me acostumbré a ganar”, apareció cantando como copiloto en un coche, en una imagen que se viralizó en las redes sociales y que parecía ser una cargada a los jugadores argentinos.

En la prensa chilena, se suele decir que los entrenadores rivales no tienen ni que hacer charlas motivacionales cuando enfrentan a Chile. “Sólo faltaba poner un video de lo que decía Vidal antes de los partidos, y los rivales salían como leones. Él habla como un hincha de barrio y se equivoca en eso”, comenta un periodista que sigue de cerca a “La Roja”.

Son conocidos los escándalos protagonizados por Vidal con la selección chilena desde aquél de Canadá en 2007. Como cuando el director técnico argentino Claudio Borghi lo sancionó con diez fechas de suspensión, junto a sus compañeros Carlos Carmona, Jean Beausejour y Gonzalo Jara, por los excesivos festejos en el bautismo del hijo de Jorge “Mago” Valdivia en 2011, o cuando junto con Medel, ambos borrachos, apareció en una grabación de la modelo colombiana Mónica Jiménez chateando con ella cuando estaban concentrados para jugar contra Paraguay y Bolivia por la clasificación al Mundial 2014.

Pero sin dudas el escándalo que tuvo en vilo a todo Chile ocurrió durante la Copa América de 2015, como local, cuando estrelló la Ferrari en el acceso sur de la autopista El Maipo cuando viajaba con su esposa desde el Casino Monticello hasta la concentración del equipo en el complejo Juan Pinto Durán. Salió del hospital en un coche policial y fue citado a la justicia por cargos por conducción en estado de ebriedad, lesiones leves y daños. El control de alcoholemia dio como resultado un grado de 1,3 gramos en sangre. El Tribunal lo dejó en libertad pero le quitó el carnet de conducir y asistencia mensual para firmar en el consulado chileno en Milán pero llegó un acuerdo con el otro conductor, al que indemnizó, y diversos trabajos sociales. El director técnico Jorge Sampaoli optó por perdonarlo y terminaron ganando el título. 

Fue justo antes de pasar de la Juventus al Bayern Munich por 40 millones de euros, seis meses después de ser sorprendido en una discoteca de Roma a las 5,30 de la mañana protagonizando un incidente a pocas horas de que su equipo enfrentara al de la capital italiana por la Serie A y fue suspendido por su club.

Pero si hay algo llamativo en la ajetreada vida de Arturo Vidal es su gusto por los caballos. Gasta fortuna en ellos. Posee uno de los studs más grandes de Chile e incluso tiene sociedad con Carlos Heller, el mayor accionista del club Universidad de Chile, cuya familia es la dueña de las tiendas Fallabella y la cadena de supermercados Tottus.
 Lo primero que hace cuando llega a Chile es ir al Hipódromo y al Club Hípico, siempre acompañado por una tropa de amigos.

Casado con María Teresa Matus en 2009 y por iglesia desde 2014 (y con la ex presidente Michelle Bachelet entre los invitados), tiene tres hijos, Alonso, Elisabetta y Emiliano, y afronta, en el Barcelona y a los 31 años, uno de los máximos desafíos de su carrera.

Vidal, el chico que no era especialmente bueno en nada, “el monito” de su barrio, “La Celia” que arrastraba los arcos en las divisiones inferiores de Colo Colo, se había convertido en “El Rey Arturo”, producto de su propio esfuerzo.