lunes, 9 de agosto de 2021

Con Advíncula son once los futbolistas peruanos que jugaron en Boca, con una extraña coincidencia en el tiempo (Infobae)


 

Con la llegada de Luis Advíncula, proveniente del Rayo Vallecano de Madrid, son once los futbolistas peruanos que vistieron la camiseta de Boca a lo largo del tiempo, con la extraña característica de haber coincidido de a pares y con suerte diversa.

El primer jugador peruano que llegó a la Bombonera fue el entreala izquierdo Carlos Gómez Sánchez en 1948, en una época de transición en el equipo, y en un año plagado de huelgas de los futbolistas que derivó en la salida de muchos hacia otros países, especialmente Colombia México e Italia.

Gómez Sánchez jugaba en una función atacante cercana a lo que hoy sería un volante izquierdo, y tuvo una participación en 21 partidos, con 7 goles convertidos. Conocido como “El Tábano”, vistió en su país la camiseta de Alianza Lima (132 partidos y 25 goles) y también se desempeñó en el América de Cali.

Tres años más tarde, en 1952, y hasta 1955, llegó a la Bombonera Walter Ormeño, de Universitario de Lima y arquero de la selección peruana en la Copa América de 1949,  en tiempos en los que el titular era Julio Elías Mussimessi. Aún así, pudo atajar en 36 oportunidades, aunque de ellas sólo diez fueron oficiales. Una de sus fortalezas era el aprovechamiento de su gran estatura, con 1,92 metro. Al no encontrar muchas oportunidades, se marchó a Rosario Central

Tuvieron que pasar doce años para que en 1960 llegara a Boca Víctor Benítez, un jugador poli funcional que podía desempeñarse como defensor o volante central y que logró ser campeón en aquel torneo de 1962 en el que Antonio Roma le atajó un penal clave a Delem en el Superclásico de la Bombonera a una fecha del final. Luego de ese título, emigró.

“El Conejo” Benítez jugó 70 partidos en Boca y marcó 6 goles y luego triunfó en el fútbol italiano en clubes como Milan, Messina, Roma, Venecia e Inter, siempre caracterizado por una buena técnica y despliegue. Fue, hasta ahora, el único jugador peruano que marcó un gol en un Superclásico.

Benítez llegó a coincidir con su compatriota Miguel Loayza, volante derecho que jugó en Boca entre 1961 y 1963 y que también vistió la camiseta de River (es el único peruano que jugó en los dos).

Loayza, conocido también como “El Mago de Loreto”, comenzó jugando en Ciclista Lima y tuvo un muy breve paso por el Barcelona, con apenas dos partidos jugados, para pasar luego a Boca, donde participó 16 veces y marcó 6 goles. Tuvo un gran comienzo a su llegada al equipo xeneize, pero su nivel fue decayendo paulatinamente y su juego fue considerado muy individualista. Terminó en el banco de suplentes, aunque contaba para el entrenador y era una importante pieza de recambio.

El 19 de abril de 1962, Benítez y Loayza coincidieron en el equipo titular ante San Lorenzo y en la Bombonera por la quinta fecha del campeonato oficial.

Apenas cinco años después de la salida de Loayza llegó a Boca en 1968 el marcador central Julio Meléndez Calderón, proveniente de Defensor Arca, aunque ya había jugado en Defensor Lima, KDT Nacional y Sport Boys en su país.

Meléndez es considerado uno de los mejores defensores de la historia de Boca y al año de su llegada le tocó integrar uno de los equipos más recordados, el que ganó el torneo nacional de 1969, dirigido por Alfredo Di Stéfano, con figuras como Norberto Madurga, Silvio Marzolini y Ángel Clemente Rojas.

Ese equipo también obtuvo ese mismo año la Copa Argentina y volvió a ganar el Nacional de 1970 aunque en aquella ocasión de la mano de José María Silvero y con Meléndez como garantía en el fondo, en una zaga que completaba Roberto Rogel.

Jugador muy técnico, fino y un auténtico caballero dentro del campo de juego, fue expulsado en una sola oportunidad y por mano, y llegó a salir aplaudido del Monumental por los hinchas de River, acompañado por los rivales Ermindo Onega y Oscar “Pinino” Mas.

Llegó a ser el capitán de Boca en algunos partidos, y fue el único que no quiso participar de los tremendos incidentes en la Bombonera ante Sporting Cristal por la fase de grupos de la Copa Libertadores de 1971. En 1975 fue campeón de América con la selección peruana, al ganarle la final a Colombia. En Boca jugó hasta 1972.

En 1975, volvieron a coincidir dos peruanos en el plantel de Boca. En marzo llegó el goleador Héctor Bailetti, que con Universitario de Lima había ganado los títulos de 1969 y 1971 y llegó a enfrentar a Independiente por la final de la Copa Libertadores de 1972.

Bailetti jugó en Boca un total de 16 partidos y marcó cuatro goles, aunque queda el recuerdo de los increíbles que perdió ante Racing en la Bombonera en la derrota 2-1 por el torneo Metropolitano, que ganó River después de 18 años sin títulos.

En Boca apenas estuvo tres mees, para irse a jugar en el fútbol mexicano y regresar a Perú, donde se retiró en el Sporting Cristal en 1981.

Bailetti coincidió ese año con su compatriota Luis Meraldo Lafuente, marcador central que también se desempeñaba en la selección de su país y que había sido bicampeón con Universitario en 1966 y 1967 y que llamó la atención de los dirigentes de Boca al lucirse en el Monumental ante River por la Copa Libertadores, al punto de que luego fue llamado “El Gigante de Núñez”.  Alcanzó a jugar 17 partidos con los xeneizes, con dos goles.

Bailetti y Lafuente coincidieron en cuatro partidos amistosos con la camiseta de Boca.

Más de dos décadas más tarde, en 1997, llegó a Boca el lateral y volante derecho Norberto Albino Solano, procedente del Sporting Cristal,  en tiempos de Diego Maradona, Diego Latorre, Martín Palermo y Juan Román Riquelme, y la dirección técnica de Héctor Veira.

Conocido también como “Ñol”, de gran pegada, Maradona le colocó el apodo de “Maestrito” por su excelente ejecución de centros y tiros libres. Fue elegido como mejor jugador sudamericano de ese año, apenas detrás del chileno Marcelo Salas.

En Boca jugó 36 partidos y marcó 6 goles y se marchó tras el Clausura 1998, justo antes de que llegara Carlos Bianchi como director técnico. Se fue a jugar a la Premier League inglesa, transferido al Newcastle, para luego pasar por Aston Villa, West Ham, Leicester, Hull City y Hartlepool United. Actualmente es asistente de Ricardo Gareca en la selección peruana.

José Antonio Pereda Maruyama, “El Chino”, no coincidió con Solano por apenas unos días.  Llegó para el torneo Apertura 1998 en tiempos de gloria para Boca, aunque nunca se afianzó de titular y se quedó hasta 2001.

Volante central o por la derecha, Pereda jugó en Boca 72 partidos, y no convirtió goles. Había debutado en Universitario y pasó por Lawn Tennis y por Cienciano y con Boca pudo ganar los torneos Apertura 1998 y 2000, el Clausura 1999, las Copas Libertadores 2000 y 2001 y la intercontinental de 2000 ante el Real Madrid en Japón. Es el jugador peruano con más títulos en la historia del club.

Tuvieron que pasar casi dos décadas, 19 años para que en 2020 llegara a jugar en Boca otro peruano, el defensor Carlos Zambrano, que en menos de dos meses (llegó en enero y fue campeón en marzo) ya consiguió el título de la Copa de la Superliga con Miguel Russo como director técnico, e incluso estuvo en el partido de la vuelta olímpica ante Gimnasia en la Bombonera.

Por el momento autor de un solo gol, Zambrano Ohandarte, de 32 años, ya había jugado en distintos equipos de la Bundesliga alemana como Schalke 04, St. Pauli y Eintracht Francfurt, así como en el Rubín Kazán de Rusia, el PAOK Salónica, el Dínamo Kiev y el Basilea, y es habitual integrante de su selección nacional.

Zambrano coincidirá con su compatriota Luis Advíncula, que debutó en el Superclásico ante River cuando Boca eliminó a River por penales por los octavos de final de la Copa Argentina en La Plata.

Advíncula, lateral derecho que ha tenido una larga trayectoria en la selección peruana, inició su carrera en Juan Aurich de su país, y luego jugó en el Sporting Cristal –donde fue subcampeón de América en 1997-, en el Hoffenheim alemán, en el Ponte Preta de Brasil, en Vitoria Setúbal de Portugal, en el Busaspor de Turquía, en Newell’s Old Boys, y en Tigres y Lobos de México antes de llegar a su destino anterior, el Rayo Vallecano de Madrid.

Advincula y Zambrano conforman la tercera pareja de futbolistas peruanos que coincide en Boca.

 

 

 

 

 

 

 

 


No hay comentarios: