domingo, 13 de octubre de 2019

La selección ecuatoriana, entre el sueño de contratar a Klinsmann y la apuesta por la renovación (Infobae)





Apenas pasaron poco más de tres meses desde que la selección ecuatoriana finalizó una decepcionante Copa América que significó la salida de su director técnico colombiano Hernán “Bolillo” Gómez, cuando ya resuena el nombre de otro extranjero, pero en este caso más extravagante, el alemán Jürgen Klinsmann, con la idea de cambiar completamente el rumbo y mientras, de manera mucho más terrenal, se apuesta a una renovación del plantel a partir de los éxitos de los juveniles a cargo del argentino Jorge Célico.

“Klinsmann no salió bien de la selección de los Estados Unidos y excluía a los jugadores de doble nacionalidad”, sostuvo días pasados en una entrevista radial uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol ecuatoriano, Alex Aguinaga, quien se inclinó por una vía más accesible y a mano: “prefiero a Célico o a Paul Vélez, de gran trabajo en el Macará de nuestro país”.

Algunos creen que lo de Klinsmann es sólo una expresión de deseos, porque en principio cobraría tres veces más que lo que la Federación Ecuatoriana le pagaba hasta julio a “Bolillo” Gómez, pero otros dirigentes dan por cerrada la negociación con el alemán y hay unanimidad en que para el amistoso de noviembre durante la próxima fecha FIFA, ante Colombia, ya tiene que estar contratado el DT definitivo con miras al comienzo de la clasificación mundialista para Qatar 2022, que comienza en marzo para el continente sudamericano.

Klinsmann generó un cambio de mentalidad en el fútbol alemán tras el fracaso en el Mundial de Francia 1998, cuando poco tiempo más tarde, la Federación Alemana decidió apostar a un fútbol más lírico y estético, y el ex delantero del Inter y Tottenham asumió secundado por Joachim Löw y obtuvo el tercer puesto como local en el Mundial 2006 y luego emigró a los Estados Unidos, donde consiguió clasificarse a octavos de final en Brasil 2014 junto a Alemania, en un grupo que completaban nada menos que Portugal y Ghana. Ya en esa instancia, su equipo fue eliminado por Bélgica (2-1).

“Lo que más le duele al hincha es la indisciplina”, sostuvo también Aguinaga en esa misma entrevista radial y la referencia no fue casualidad, porque tras el último compromiso en la reciente Copa América de Brasil se hizo un escándalo porque una cantidad de jugadores aparecieron tomando unas cervezas en el piso 17 del hotel y más allá de que la Federación no informó nada oficialmente, todo indica que hubo una resolución por la que algunos quedaron relegados y no fueron citados nuevamente para los amistosos siguientes, entre ellos Alexander Domínguez, Arturo Mina, Gabriel Achiller o el ex Manchester United y actual jugador de Liga de Quito, Antonio Valencia.

Si a esto se le suma que un delantero de peso como Felipe Caicedo sostiene que no vuelve más al equipo por la mala administración o mucho mal trato, por un gran resentimiento con la dirigencia ecuatoriana (la anterior y la actual), prácticamente quedó como único referente Enner Valencia y aunque no se lo expresa públicamente, la dirigencia ecuatoriana habla puertas para adentro de una etapa de transición que debe terminar en un mes como máximo, para encarar la etapa de la clasificación mundialista.

Por eso confiaron en esta corta etapa en el argentino Célico, de gran trabajo con los juveniles, con los que obtuvo el tercer puesto en el reciente Mundial sub-20 de Polonia, ganó el título sudamericano de la categoría en Chile y ahora apunta al Preolímpico de Colombia de enero de 2020, y parte de esa base estará el domingo en Elche ante la selección argentina y ya integró el plantel en los dos amistosos de septiembre, en los dos triunfos ante Perú (en Estados Unidos) y ante Bolivia (3-0 como local). Para noviembre, hay fijado un solo compromiso, ante Colombia.

Un analista del fútbol ecuatoriano sostuvo a Infobae que los juveniles como Diego Palacios, Gonzalo Plata, el arquero Johan Padilla, Jackson Porozo, Jhon Espinoza, Mario Pineida, José Cifuentes, Leonardo Campana, Alexander Alvarado o Jhojan Julio, “son jugadores con hambre” y que lo que intenta el presidente de la FEF, Francisco Egas, es “un lavado de cara”.

También en Ecuador se separa mucho a la selección de los desempeños de algunos clubes como Liga de Quito (que llegó a cuartos de final de la Copa Libertadores, donde fue eliminado por Boca) o Independiente del Valle (finalista ante Colón de la Copa Sudamericana), que, sostienen, tiene una estructura propia que funciona muy diferenciada al resto.

La selección que enfrentará a la Argentina, tiene una mezcla de juveniles, jugadores del fútbol local, y otros que militan en el extranjero como Palacios y Jhegson Méndez (de la MLS de los Estados Unidos), el ex Independiente Fernando Gaibor (Al Wasl, de Emiratos Árabes Unidos), Junior Sornoza (Corinthians), Jackson Porozo (Santos) o Erick Castillo (Santos Laguna de México).

Con un esquema 4-1-4-1, Castillo fue el autor del gol ante Perú mientras que Michael Estrada, Sornoza y Plata, convirtieron ante Bolivia.
“Cuando uno siente que lo atacan por todos lados, lo único que quiere es mostrar los dientes para que crean que manda, y eso es lo que le pasa a esta dirigencia del fútbol ecuatoriano”, insiste Aguinaga.

Sin embargo, todos creen que ante la selección argentina, el equipo ecuatoriano puede cumplir un papel “decoroso”.


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