miércoles, 29 de enero de 2020

Ecuador, Colombia y Perú, una zigzagueante candidatura que podría amenazar a la de Argentina, Uruguay, Paraguay y Chile para el Mundial 2030 (Infobae)





La dirigencia del fútbol sudamericano recibió con una mezcla de sorpresa e indiferencia la reunión del pasado jueves, en Zurich, del presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, y el de la FIFA, Gianni Infantino, en la que se trató la posibilidad de que una nueva candidatura sudamericana, compuesta por Ecuador, Colombia y Perú, se presente para organizar el Mundial de 2030, y de esta manera se convierta en una real competencia para la que ya conforman Uruguay, Argentina, Paraguay y Chile.

Esta candidatura de los países sudamericanos de la costa del Océano Pacífico fue anunciada el pasado 7 de septiembre y empujada por Moreno, que obtuvo, con los días, el respaldo de sus colegas Iván Duque (Colombia) y Martín Vizcarra (Perú), aunque los dos últimos no realizaron movimiento alguno al respecto en casi medio año.

Moreno, que también participó del Foro de Davos en el que también estuvo Infantino,  se refirió a esta candidatura proponiendo “El primer Mundial en los Andes”. “Hablaba días pasados con los presidentes Moreno y Vizcarra y decíamos que 2030 es un año muy importante porque se cumplen entonces cien años de los Mundiales de fútbol. Lenin Moreno me preguntó qué me parecía de postularnos y yo le dije que acompaño esa iniciativa e instruí a mi secretario de Deportes para que se reúna con las de los otros países en este sentido. No es una competencia fácil porque será con países que tienen mucha tradición y que son muy poderosos en infraestructura deportiva pero nosotros nos vamos a presentar con toda la determinación, unidos”.

Si Duque le ordenó al director del Departamento Administrativo del Deporte, la Recreación, la Actividad Física y el Aprovechamiento del Tiempo Libre (Coldeportes), Ernesto Lucena, formalizar la solicitud ante la FIFA, en Perú, Vizcarra parece preferir que todo quede en manos de la dirigencia del fútbol.

En este sentido, el presidente de la Federación Peruana de Fútbol, Agustín Lozano, pareció ir mucho más allá cuando afirmó a RPP Noticias no ya el deseo de los países andinos de organizar el Mundial 2030 sino que “Conmebol persigue ese objetivo. Hay que recordar al Perú que cuando FIFA organiza Mundiales sub-15, sub-17, sub-20, hay que postularse,  no se designa nada a dedo y muchos países trabajan para demostrar por qué pueden ser sede”, y advirtió que “hay otros países que indudablemente quieren formar un grupo pero por el momento somos tres”.

“Esto al Perú le hace muy bien a través del compromiso del presidente peruano Vizcarra y a todo su gabinete, que indudablemente ha sido el eje principal para sacar adelante esta organización que hasta el momento es todo un éxito y la realización última de los Panamericanos, la historia de haber organizado un Mundial sub-17 en 2005, una Copa América en 2004, y en 2019 la final única de la Copa Libertadores nos pone en una vitrina expectante, no sólo para el Mundial sub-17 de 2021 con motivo del bicentenario de nuestro país, sino que le abre una magnífica oportunidad para que coordinemos con países vecinos, ser sede de un Mundial de mayores. Nuestro objetivo –insistió Lozano- es mostrar al mundo entero que Perú no sólo tiene la infraestructura, la capacidad hotelera y demostrar con los recursos humanos que estamos preparados para realizar grandes eventos continentales y voluntad y predisposición para generar una economía importante para el país y un legado histórico que valorarán las próximas generaciones”.

Sin embargo, la Conmebol mantiene absoluto silencio sobre la candidatura de los países andinos para el Mundial 2030 y reina un gran escepticismo en el ámbito futbolístico. Por un lado, Perú perdió en 2019 la posibilidad de organizar el Mundial sub-17, que la FIFA terminó cambiándolo a Brasil, y ser sede de la final de la Copa Sudamericana, que pasó a Paraguay, por los graves problemas internos de la Federación. Sólo en el final pudo organizar la final de la Copa Libertadores entre Flamengo y River por los graves disturbios de Santiago de Chile. En tanto, varios medios ecuatorianos creen que el movimiento de Moreno para presentar la candidatura tripartita y su reunión con Infantino estaría relacionado con su intención de lavar su imagen luego de la crisis que vivió su país con los levantamientos en las calles.

Sin embargo, Moreno dijo que en la reunión del jueves pasado con Infantino “Hablamos de nuestra aspiración de ser sede del Mundial 2030, lo cual ha sido acogido con mucho entusiasmo. Estaremos atentos a las condiciones para postularse. Nosotros aspiramos a ello”, y el presidente de la FIFA sostuvo que “estoy encantado porque cuantos más candidatos, por supuesto, mejor. Y si son países lindos como Ecuador, países de fútbol como Ecuador, ¿qué más se puede pedir? Antes de esto vamos a ver qué otras competiciones podemos organizar, juveniles y femeninas, porque el fútbol es de todos, hombres y mujeres”.

Infantino también aprovechó para felicitar a Moreno “por su trabajo, especialmente por el proyecto Juego Limpio -impulsado por Ecuador con el objetivo de construir o remodelar un millar de campos de fútbol como instrumento de desarrollo social para paliar el consumo de drogas, la violencia y la corrupción-, que será fundamental para la juventud y que vamos a apoyar junto a la Federación Ecuatoriana. Yo mismo voy a ir a Ecuador muy pronto para ver concretamente cómo podemos hacer que este proyecto sea aún más exitoso”.

Meses antes, la secretaria de Deportes de Ecuador, Andrea Sotomayor, había seguido la misma línea del presidente de la Federación Peruana, Lozano, acerca de que la Conmebol “ve con buenos ojos” la postulación de los países andinos, aunque tres meses antes, el 16 de junio, la entidad sudamericana había anunciado su respaldo oficial a la candidatura de Uruguay, Argentina, Paraguay y Chile.

Posteriormente, el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, aseguró en una entrevista  al diario limeño “El Comercio” que “en la entidad sólo hay diez países. Mi trabajo es que cualquier postulación de países sudamericanos logre su objetivo. Ahora hay cuatro países que están trabajando su postulación, que son  Argentina, Uruguay, Paraguay y Chile. Fue un acuerdo ya tomado con los gobernantes de esos países. 

Tradicionalmente, cuando un país de la Conmebol ha solicitado ser sede de la Copa del Mundo (el último caso había sido Brasil en 2014) todas las asociaciones miembro votan de forma unánime por el candidato acordado previamente”, y cuando le consultaron si apoyaría una candidatura alternativa de Ecuador, Colombia y Perú, fue tajante: “Conmebol es de los diez países. Sería muy importante que, si ocurre eso, seamos conscientes de que vamos a llegar con un continente dividido y sólo tenemos diez votos en la FIFA. Perderíamos fuerza. ¿Por qué no pensar en algo más grande? ¿Por qué dividirse y no juntarse?”.

Pero Sotomayor, la funcionaria ecuatoriana, hasta se permitió hacer cálculos para un hipotético Mundial en el Pacífico y los comparó con los gastos que tendrá el próximo de 2022: “Qatar hace una inversión tan alta (18 mil millones de dólares) porque no tiene infraestructura futbolística hasta donde me dijeron. Ellos lo hacen todo nuevo. Nosotros calculamos necesitar unos tres mil a cuatro mil millones de dólares para obras y tenerlas en diez años. Ya se hizo un análisis con el Ministerio de Finanzas y sí, es posible”.

Por su parte, el periodista colombiano Sergio Iván González Ruiz, de www.bolavip.com, analizó en un artículo por qué es “casi imposible” que Colombia pueda organizar un Mundial en 2030. “El 35% de la decisión pasa por los estadios, que deben tener todos una capacidad mínima de cuarenta mil personas y sólo tenemos dos, el Roberto Meléndez y el Anastasio Girardot y la FIFA obliga a tener por lo menos dos estadios con capacidad de sesenta mil y en la final, tiene que haber un estadio para ochenta mil o más y entre los tres países, el único que reúne esos requisitos es el Monumental de Lima”.

González Ruiz sostiene también que la mayoría de las ciudades que podrían albergar el Mundial en los países andinos, están a más de dos mil metros sobre el nivel del mar “y es conocida la dificultad para los jugadores para desempeñar su actividad en estas alturas” y agrega los problemas de transporte por la masiva movida de hinchas, “y en este punto, Colombia está muy quedada”.

El experimentado periodista colombiano Carlos Antonio Vélez sostiene que el gobierno “quiere un Mundial para distraernos de los problemas” y calificó la chance de conseguir la sede para los países andinos como “remota”. “El país está pidiendo a gritos soluciones y no distracciones. ¿O queremos exportar nuestras miserias?”.

El ministro de Turismo y Deporte argentino, Matías Lammens, manifestó a Infobae que desconocía la reunión que mantuvieron el pasado jueves Lenin Moreno e Infantino pero que sigue en contacto permanente con los funcionarios de los otros países postulantes a la organización del Mundial 2030, Uruguay, Paraguay y Chile, y que pudieron reunirse recientemente en la Feria Internacional de Turismo (FITUR) en Madrid. “Tanto Paraguay como Chile quieren seguir avanzando y estamos esperando la decisión que tome Uruguay, porque el 1 de marzo cambia sus autoridades”.

En Uruguay se desconoce la postura que tendrá el nuevo gobierno de Luis Lacalle Pou, del Partido Nacional, luego de muchos años en el poder del Frente Amplio, y el ex presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), Sebastián Bauzá, reemplazará en el cargo a Fernando Cáceres, que trabajó en la comisión de los cuatro países que se postulan desde el sur del continente sudamericano para el Mundial 2030.

“Pese al alto costo de la inversión, mi opinión es que a la Argentina le conviene lanzarse al Mundial 2030, por lo que puede dejar en infraestructura y crecimiento, y por el legado. Hay que hacer todavía el cálculo del dinero necesario para la promoción”, afirmó Lammens, quien marcó una clara diferencia con el amesetamiento del tema durante los últimos meses del gobierno argentino anterior. “Ellos participaban en una comisión colgada de la Agencia Nacional del Deporte y ahora tenemos un Ministerio” y aseguró que está “en contacto permanente con la Conmebol”.

Más allá de que todavía no definió su situación, el fútbol uruguayo ya decidió hacer profundas reformas al Estadio Centenario, que podría ser una de las sedes del Mundial 2030 si como todo indica,  es nombrado Ricardo Lombardo(contador, licenciado en administración, periodista, legislador, director ejecutivo alterno del FMI en Washington  y ex presidente de la compañía estatal telefónica Antel, a cargo de la conducción de la Comisión Administradora del Field Oficial (CAFO).

“En este momento Uruguay tiene el desafío de ser un posible candidato como uno de los organizadores del Mundial 2030 y no sé si eso se concretará o no pero en cualquier caso, para que la candidatura sea viable, se necesita un estadio de primer nivel internacional y para llegar a eso el centenario precisa ser remodelado, replanteado con una visión muchísimo más moderna que la que podemos tener “a la uruguaya”, de atarlo con alambre. Tenemos que hacer un plan 2030 y ver qué hicieron otros países con la remodelación de estadios, como China, Qatar, Inglaterra o España como Plan A, y si no existe la cantidad suficiente de interesados, un Plan B que sería poner a sectores privados que se ocupen de parte del mantenimiento y de la reformulación con intereses particulares, corporativos o empresariales” y hasta un Plan C, que el Centenario pueda transformarse en un estadio “vintage”, o sea, un modelo de estadio antiguo, que se vea como una especie de museo de lo que fueron los estadios en los orígenes del fútbol, o en el siglo pasado”, dijo Lombardo a ECOS, de Montevideo.

Desde Uruguay tampoco se ve claro que una candidatura de Ecuador, Perú y Colombia pueda avanzar, dada la buena relación que existe en este momento entre la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) y la Conmebol desde que la entidad vecina se normalizó con la elección del economista Ignacio Alonso como presidente, tras una intervención “light” de la FIFA que aprobó el nuevo estatuto, y además, cuando el nuevo mandatario “celeste” fue designado como representante de la Conmebol ante la FIFA reemplazando al desplazado Claudio Tapia, presidente de la AFA, retomando el lugar que Uruguay tenía con el anterior presidente de la AUF, Wilmar Valdéz, también desplazado.

Dada la tirante relación que desde hace años tiene la Conmebol con el empresario uruguayo Francisco “Paco” Casal, se cree que el hecho de que el dueño del canal “Gol TV” haya instalado sus oficinas en Ecuador y Perú, no favorecería en absoluto el apoyo de la entidad futbolística sudamericana a una candidatura de esos países para el Mundial 2030.

El proceso de selección de sedes para el Mundial 2030 comenzará en 2022 pero la votación final de la FIFA se llevará a cabo en 2024, tras una decisión del Consejo de la FIFA del pasado 24 de octubre en Shanghai, China, por lo que el país o los países que resulten elegidos tendrán seis años para llevar a cabo todo el proceso, cuando Qatar tuvo doce años hasta 2022, y la candidatura de Estados Unidos, México y Canadá, ocho desde la decisión de la FIFA en 2018 en Moscú hasta 2026.

Hasta el momento, otras candidaturas que se barajan para el Mundial de 2030 (que tendrá 48 equipos) son las de España y Portugal en conjunto, otra del Reino Unido (Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte), que realiza en estos momentos un estudio de factibilidad, mientras que Marruecos analiza unirse a Argelia y Túnez, aunque podrían sumarse Mauritania, Libia, Egipto y hasta Camerún, y China estudia presentarse en soledad o bien junto a las dos Coreas y Japón.

Si para Brasil 2014, los costos de organización totalizaron 11.600 millones de dólares, en Rusia 2018 fueron 14.000 (el presupuesto fue ajustado más de treinta veces), para Qatar 2022 se estima que será de 10.000 (aunque partió de 20.000 y se anunció una drástica reducción) y para el 2026, unos 20.000 de los que 6.600 corresponderían a México.

 














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