lunes, 25 de marzo de 2019

La selección argentina decepciona otra vez en la vuelta de Messi y reina la confusión cuando se acaban las pruebas para la Copa América (Kicker)




Absolutamente decepcionante fue la producción de la selección argentina en el regreso de Lionel Messi al equipo tras el Mundial de Rusia, nueve meses después y con seis partidos de ausencia. Mucho más allá de la clara derrota ante Venezuela en el amistoso de Madrid (3-1), la sensación es que no hay equipo, y que el astro del Barcelona sigue tan solo como siempre.

Aunque el entrenador interino Lionel Scaloni haya dicho después que esta derrota que ”es un retroceso pero nos va a servir” e insistió en que las pocas llegadas al arco rival “fueron todas gracias a Messi, los demás tienen que dar más”, hay un consenso general en la Argentina que aunque sólo quedan dos meses y medio para el inicio de la Copa América de Brasil, tal vez la AFA debería acelerar un cambio en la conducción y no esperar a que éste se produzca luego del torneo, como está previsto.

Nunca antes, en 128 años de historia del fútbol argentino, Venezuela le había marcado tres goles en un partido y lo peor es que pudieron ser varios más, y sin tener demasiado tiempo la pelota, porque el gasto, inútil, lo hizo un equipo albiceleste sin ideas, y que sufrió demasiado para tener (sin mucha explicación de por qué) una línea de cinco defensores.

A los 6 minutos todo ya había quedado claro cuando pese a tanta estructura defensiva llegó el gol de Salomón Rondón, que definió por arriba del arquero Franco Armani con total tranquilidad. La selección argentina comenzó a sentir impotencia porque una vez más, Messi sólo tenía como socio al delantero del Inter, Lautaro Martínez, autor del 1-2 y quien tuvo tres oportunidades más, que perdió por poco.

Scaloni paró un equipo con un esquema táctico 5-2-2-1, con Giovanni Lo Celso y Leonardo Paredes como volantes centrales con técnica pero nula marca, y más adelante, Messi por derecha, Gonzalo Martínez por la izquierda, y Lautaro Martínez de punta, aunque el andar era muy lento, y Venezuela tapó el escaso circuito de creación y contragolpeó con velocidad y contundencia.

Ahora queda el segundo partido amistoso del martes en Tánger ante Marruecos y sin Messi, regresado a Barcelona, aunque las miradas se centran en el director general de Selecciones, César Luis Menotti, y si éste acelerará el cambio de entrenador y se reunirá con Marcelo Gallardo, bicampeón de América con River Plate.

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