martes, 12 de marzo de 2019

Zidane, la carta inesperada del Real Madrid (Interia)





Cuando pocos lo esperaban, por lo poco que resta para terminar la temporada pero especialmente porque ya no tiene nada importante en juego hasta fines de agosto próximo, el Real Madrid generó un gran impacto con el regreso, apenas nueve meses después de su renuncia, de Zinedine Zidane como nuevo entrenador de la plantilla de fútbol.

“Zidane es la unidad. No creo que a nadie molestase su regreso. Mourinho es la división. Tiene pros y contras. Gente de su lado, y gente en contra”, había manifestado horas antes Jorge Valdano, ex jugador, entrenador y director deportivo del Real Madrid.

Fueron exactamente 283 días entre que anunciara su salida, con la tensión en el rostro del presidente del club, Florentino Pérez, el pasado 31 de mayo, y su retorno, que explicó simplemente desde sus ganas de retomar su trabajo luego de un período en el que siguió viviendo en Madrid y que aprovechó para “recargar las baterías”.

Zidane tiene un tipo natural para decir las cosas que lo ayuda mucho. No se contradijo nunca y fue simple. En mayo consideró que el equipo necesitaba “un cambio” luego de ganar tantos títulos (nueve, en dos años y medio) y ahora cree que es el momento de regresar (justamente, cuando el sentido común indicaba que la lógica era esperar a que terminara esta temporada para asumir un nuevo ciclo desde la siguiente). Y lo atribuyó a las razones del corazón y a que no podía decirle que no a la llamada del presidente y de un club al que quiere tanto.

También es claro que más allá de la victoria de 1-4 ante el Valladolid, en este pasado fin de semana, el club no veía que el trabajo del interino Santiago Solari rindiera sus frutos.

Zidane tampoco se siente en deuda por haberse ido como se fue, en mayo, aunque afirma que comprende a la gente que pudo haberse decepcionado por su decisión.
Sí, en cambio, fue muy autocrítico. Cuando le preguntaron en la conferencia de prensa de presentación si cree que se equivocó en algo, dijo que en mucho y citó que pese a haber ganado la Champions en 2018, entregó muy pronto la Liga Española tanto como la Copa del Rey y no es casualidad que haya afirmado esto.

Zidane es francés pero como entrenador, pertenece a la escuela italiana, luego de haber jugado tantos años en la Juventus (no por nada sonaba para reemplazar a Massimiliano Allegri desde 2019/20), y entonces cobra mucha importancia ganar la Liga, porque ese es el torneo largo, que indica la regularidad de un equipo.

Tampoco quiso referirse al regreso de Cristiano Ronaldo (algo que parece muy difícil) ni sobre si concentrará más poder que en su etapa anterior, pero todo indica que así será y que el Real Madrid le fichará algunas estrellas para encarar un nuevo ciclo. Lo que suceda con algunos jugadores que él ya conoce bien (Isco, Marcelo, Bale, Keylor Navas) dependerá en mucho de lo que produzcan en estos once partidos que quedan.

Lo cierto es que el regreso de Zidane, una estrella como futbolista, pero con un notable sentido común que le permite no engañarse nunca, al banquillo del Real Madrid, es un muy posible retorno a la senda ganadora del club.

Pocos como él tienen la capacidad de discernir acerca de cuáles son los jugadores que deben quedarse, y cuáles serán los que deberán buscar otro camino. Su estilo de juego siempre busca lo estético y saca el mejor rendimiento de cada uno de sus dirigidos. En todo caso, la pregunta que surge es si con un listón tan alto, el francés podrá igualarlo en una segunda etapa.

Así es Zidane. Y así (como canta su gente en las tribunas) es el Real Madrid. De la desazón a la esperanza en cuestión de horas.

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