domingo, 16 de diciembre de 2018

¿Puede este Real Madrid perder el Mundial de Clubes? (Yahoo)



                                       
                                            Desde Dubai


Desde 2014, cuando se sucedieron los éxitos, con las cuatro Champions Leagues ganadas casi consecutivamente por el Real Madrid a excepción de 2015, pocos dudaban cuando se acercaba, en diciembre, el Mundial de Clubes.

Era claro para todos que el Real Madrid era el gran candidato por su enorme potencial, sus estrellas, y porque en la mayoría de casos, sus rivales, en general, representaban menos que muchos de los que tenía que afrontar para ganar cada una de las Champions.

Acaso por eso mismo es que para lograr un cierto nivel de motivación, los jugadores blancos suelen decir que para ganar el Mundialito de Clubes “primero hay que participar en él, con lo cual el requisito es ganar primero una Champions”. Esto mismo acaba de repetir el central francés Raphael Varane luego de la sufrida victoria ante el Rayo Vallecano por 1-0 en el Santiago Bernabeu en el pasado fin de semana.

En verdad, el Real Madrid comenzó a respetar las definiciones con los campeones de cada continente luego de que en 2000, ya con una primera generación de “Galácticos”, se encontró con un Boca Juniors inexpugnable, que lo venció en Japón en la final de la Copa Intercontinental (cuando sólo definían los campeones de Europa y Sudamérica), y en buena parte porque el equipo argentino había llegado con mucha antelación como para realizar una buena adaptación, mientras que los blancos confiaron tanto en sus capacidades que llegaron muy cerca de la fecha del partido, y eso se notó en que iban perdiendo muy pronto por 2-0 y cuando quisieron reaccionar, ya era tarde.

“No nos va a volver a suceder lo de Boca”, afirmó Fernando Hierro al pie del avión hacia Japón para disputar la Copa Intercontinental 2002 ante Olimpia de Paraguay. Fue la primera vez que el Real Madrid llegó a posponer partidos de Liga Española para poder llegar en las mejores condiciones, si bien nunca el Mundial de Clubes alcanzó el status de la Champions.

Pero ahora, además, el Real Madrid se encuentra con otra dificultad, y es que está viviendo una transición luego de muchos años de éxitos. Las intempestivas salidas del entrenador Zinedine Zidane, y de su gran estrella, Cristiano Ronaldo, a la Juventus,  generó un cambio de clima, que se potenció con el disparatado anuncio de la contratación de Julen Lopetegui a dos días del Mundial de Rusia, y lo que comenzó mal, acabó mucho peor.

Santiago Solari, entonces, tuvo que hacerse cargo de una plantilla de la que algunos jugadores se quieren marchar, a otros les trajeron un reemplazante luego de haber sido fundamentales en los logros (como le ocurrió al costarricense Keylor Navas con el belga Thibaut Courtois), y otros se encuentran hasta en debate con la afición, como Isco Alarcón, Gareth Bale y, aunque no es novedad, Karim Benzema.

Los blancos perdieron aquella fortaleza que los hacía un equipo ganador, sólido, por momentos imparable, y algunos resultados así lo certifican, como la dura derrota por la Liga en casa del Eibar (3-0), o ambas derrotas ante el CSKA de Moscú (que ni siquiera pasó de ronda en la fase de grupos de la Champions) al caer 0-3 en el propio Santiago Bernabeu, o incluso, en triunfos muy magros como ante el colista Huesca (0-1 y sufriendo) y la última antes de viajar a Emiratos Arabes Unidos, al vencer 1-0 al Rayo Vallecano con Courtois como héroe y la ratificación de su mal momento.

Real Madrid debutará en el Mundial de Clubes el 19 de diciembre en Abu Dhabi ante el Kashima Antlers, su rival de la final de hace dos años con el que debió sufrir demasiado para imponerse finalmente 4-2.

Enfrente, llega River Plate con una situación completamente diferente. Con la motivación doble de haber ganado hace días la cuarta Copa Libertadores de su historia, pero nada menos que habiéndole ganado la final a su gran rival de toda la vida, Boca Juniors, y en un inesperado escenario como el Santiago Bernabeu.

River sabe bien que esta es una gran ocasión para llevarse el título mundial porque apenas festejó un día su título en Madrid e inmediatamente emprendió su viaje a Al Ain, donde se encuentra concentrado a la espera del partido de semifinales ante el equipo local el próximo 18.

River llega entonado y con una plantilla experimentada, y con algunos jugadores que con el entrenador en ascenso Marcelo Gallardo, ya han ganado dos Copas Libertadores, una Copa Sudamericana, dos Recopas sudamericanas, una Copa Suruga Bank y dos Copas Argentinas desde 2014 y conocen la situación de su posible rival en la final.

De hecho, el entrenador de River, Gallardo, y el del Real Madrid, Solari, llegaron a ser compañeros en el club argentino en los años noventa, antes de que los dos siguieran jugando en el fútbol europeo.

Otra característica que puede ayudar a River a conseguir el primer título mundial para un club sudamericano tras el de Corinthians en 2012 ante el Chelsea es que al finalizar la Copa Libertadores tan cerca del Mundial de Clubes, permite a los equipos estar en muy buena forma y conservar a sus principales estrellas, que antes, cuando la final sudamericana se disputaba en junio, emigraban en su mayoría y para diciembre ya el club llegaba debilitado.

Hoy River podrá disponer, en el Mundial de Clubes a jugadores que posiblemente se alejen en 2019 como Gonzalo Martínez (Atlanta United de Estados Unidos), Exequiel Palacios (Real Madrid) y el colombiano Juan Fernando Quintero (China).

¿Podrá esta vez el Real Madrid retener el título conseguido en las últimas dos temporadas y en tres de las últimas cuatro?

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