lunes, 25 de noviembre de 2019

Jorge Jesús, el admirador de Cruyff que dio vuelta al fútbol brasileño (Infobae)





Hasta 2008, Jorge Jesús era apenas conocido como alguien que formaba parte de la familia del fútbol de Portugal como ex jugador y entrenador de equipos de ascenso, pero desde ese año, cuando se hizo cargo del Braga, su vida cambió e ingresó en un imparable ascenso, a tal punto que muchos sostienen que si su Flamengo llega a ganarle a River la final de la Copa Libertadores, su próximo destino será el Barcelona, y de esta forma, se sentará en el mismo banco en el que alguna vez ocupó su admirado Johan Cruyff.

Jorge Jesús no es un entrenador más y siendo europeo, no es casual, de todos modos, que haya recalado en el Flamengo porque ya desde su país se dedicaba  a ver los partidos de Brasil por TV hasta la madrugada, por la diferencia horaria, y así fue que consiguió traer a sus equipos a jugadores que no siempre se destacaron al inicio en Europa pero que luego tuvieron una gran proyección, como David Luiz, Ramires, Luisao o Julio César.

Jorge Fernando Pinheiro de Jesús nació en Amadora, Lisboa, el 24 de julio de 1954, es hijo de un ex futbolista en los años Cuarenta, Virgolino Antonio e hizo las divisiones inferiores en el Sporting, aunque debutó en Primera, siempre como volante, en el SC Olhanense, en el que se encontraba a préstamo. Volvió en la temporada 1975/76 (justo cuando el goleador argentino Héctor Casimiro Yazalde, que fue Botín de Oro de Europa, había emigrado al Olympique de Marsella), pero apenas fue su único año allí para pasar al Belenenses y otros equipos de su país hasta que se retiró en 1989 a los 35 años con 166 partidos y 13 goles, cuando jugaba para el equipo de su zona, el Estela Amadora, en Segunda División.

Allí comenzó, muy de abajo, su carrera de director técnico en el desconocido Amora FC, para luego ayudar a ascender al FC Felgueras en 1993 pero cuando volvió a descender, en 1998, regresó al Estrela Amadora. En cuatro años, logró dos ascensos, uno con este equipo y otro con el Vitória Setúbal, y en 2004 contribuyó para salvar del descenso al Vitoria Guimaraes, por apenas dos puntos, aunque no pudo impedirlo con el Moreirense FC.

Recién para 2008. Jorge Jesús tuvo su primera chance en un equipo de cierta exposición, cuando llevaba casi dos décadas en los bancos. Se hizo cargo del Braga, con el que terminó quinto en la tabla de la Liga y llegó a los dieciseisavos de final de la Copa UEFA a la que accedió, a su vez, al ganar la Copa Intertoto. Consiguió un notorio triunfo por 3-0 ante el Portsmouth inglés y cayó sobre la hora ante el Milan en San Siro y eso lo lanzó hacia los equipos de mayor cartel y en 2009 fue contratado por el Benfica, reemplazando al español Quique Sánchez Flores.

Ya en la primera temporada con el Benfica consiguió el título, con 78 goles a favor y apenas dos derrotas, en tanto que llegó a los cuartos de final de la Copa UEFA, cuando fue eliminado por el Liverpool aunque a partir de ese momento, el equipo estuvo 27 partidos invicto de los cuales 16 los ganó en forma consecutiva, superando así el récord que tenía en el club el DT Jimmy Hagan en los años Setenta.

Cuando todo parecía en un ascenso imparable, en la temporada 2012/13 el equipo perdió dos finales, la de la Europa League ante el Chelsea y la de la Copa de Portugal, pero en 2013/14 ganó los tres títulos locales, la Liga, la Copa y la Copa de la Liga y tras ganar su tercera Liga en 2014/15,  se fue del Benfica para fichar al día siguiente por el rival de la capital portuguesa y a la vez, el equipo de sus amores, el Sporting. Su balance en el Benfica fue de tres Ligas, una Copa de Portugal, cinco Copas de la Liga y una Supercopa portuguesa.

En el Sporting dirigiría hasta 2018 y si bien en el palmarés sólo constan la Supercopa y la Copa de la Liga en Portugal, todavía se investigan algunas irregularidades en la primera Liga con este equipo, ganada por el Benfica, según documentación que aporta el sitio de investigaciones Footballeaks.

En 2018 emigró al Al Hilal de Arabia Saudita, donde ganó la Liga pero no le renovaron el contrato porque no lo veían comprometido con un proyecto a largo plazo y desde mediados de 2019 se hizo cargo del Flamengo, con el que tiene contrato hasta junio de 2020 pero muchos temen que pueda marcharse en diciembre porque hay una cláusula que lo permite, y porque se especula con que prefirió seguir dirigiendo fuera de Europa para no pagar altas tasas al fisco con lo ganado en Arabia Saudita en el caso de que regrese al continente antes de fin de año (se calcula que debía pagar siete millones de dólares que de esta manera, lo evita).

Las posibilidades de que Jorge Jesús recalara en el fútbol brasileño siempre fueron altas por su enorme interés por dirigir allí, al punto de que una vez que se desvinculó del Al Hilal llegó a tener conversaciones primero con la dirigencia delo Vasco da Gama porque desde hace años mantiene una amistad con su compatriota José Luis Moreitra, quien fuera vicepresidente del departamento de fútbol por muchos años, pero no hubo acuerdo y entonces el empresario Giovani Bertolucci se lo ofreció a otro grande de Río de Janeiro, el Flamengo, que acababa de despedir a Abel Braga pese a ganar el torneo estadual carioca. El club buscaba a un DT que quisiera cambiar las cosas porque no agradaba el fútbol conservador, chato, de poca posesión de pelota y resultadista de Braga.

Desde hacía rato que Jorge Jesús estaba en la órbita de los equipos brasileños porque había hecho contactos cuando viajaba al país para ver partidos y porque su agente Bertolucci ya había acercado al Flamengo a varios jugadores aunque las conversaciones entre el DT y el club habían comenzado ya en Europa.

Los dirigentes del Flamengo, que no ganaba un torneo internacional desde la Copa Mercosur de 2000 y sólo consiguió una Copa Libertadores en 1981, se dieron cuenta enseguida de que Jorge Jesús era el indicado para el momento que vivía el club, en total expansión luego de tocar el piso en 2013 con una deuda que comenzó a pagar hasta ir quedando en una posición mucho más sólida a partir de mayores ingresos de TV.

En la carpeta de antecedentes, los dirigentes sabían que Jorge Jesús era el principal candidato a dirigir al Barcelona en el caso de que el ex presidente Joan Laporta, que dirigió al club en tiempos de Josep Guardiola y Lionel Messi, se impusiera en los recientes comicios del club azulgrana, pero éste fue derrotado. Sabían también de la idolatría que Jorge Jesús tiene por el fallecido Johan Cruyff y su filosofía de juego, o la forma en la que trabaja enhebrando posiciones y movimientos con sus jugadores, como cuando a un muy joven Bernardo Silva (hoy estrella del Manchester City) quiso colocarlo como lateral izquierdo (hoy juega por esa banda aunque como atacante, con Guardiola de DT) porque necesitaba jugadores con mucho recorrido y que conozca el juego, y lo mismo hizo con otros que luego fueron reconocidos como Nemanja Matic o Victor Lindelöf (Manchester United). Javier García (Betis) o el brasileño Jonas, que llegaba al Benfica muy desvalorizado desde el Valencia.

Alguien que puede dar fe del trabajo posicional de Jorge Jesús es el argentino Enzo Pérez, su rival del sábado en la final de Lima y a quien tuvo en el Benfica y pasó de jugar de ala derecha a volante central. “Primero no me parecía, desconfiaba porque creí que no iba a funcionar por el despliegue que se necesita para ese puesto, pero luego me enseñó todo y hoy se lo tengo que agradecer”, admitió días pasados el mendocino.
Jorge Jesús no llega a Flamengo en cualquier momento sino en uno muy especial, muy dulce del club, a punto de ganar también el exigente torneo Brasileirao, que dominó por completo, con muchos jugadores que fueron llegando desde Europa por la bonanza económica de los cariocas, capaces de pagarle al DT portugués dos millones de reales mensuales (475 mil dólares), los que percibe por separado de su cuerpo técnico de siete integrantes, que exigió que sean todos contratados.

El reconocido periodista Gilmar Ferreira, columnista del diario “Extra” del grupo Globo, afirmó a Infobae que Jorge Jesús “cambió la mentalidad del fútbol brasileño” desde un estilo cada vez más profesional, europeo, pero eso no significa que haya intentado cambiar la filosofía de juego del país sino “agregar criterios como la marca desde los atacantes en campo rival, hacia atrás o el cuidado físico”.

Ferreira pone como ejemplo que Jorge Jesús “se fija hasta en cómo se corta el césped en el centro de entrenamiento, las obras en el vestuario, hizo colocar allí las fotos de los tiempos gloriosos del equipo cuando ganó la Copa Libertadores de 1981 con Zico y Junior, y hasta quiso controlar digitalmente las entradas y salidas de los jugadores en los entrenamientos pero no pudo llevarse a cabo por la legislación laboralista local)”.

“Desde su llegada al Flamengo del pasado 20 de junio, Jorge Jesús viene insistiendo en el trabajo mental, en que los jugadores deben dar más por todo lo que el club les ofrece”, comenta Ferreira, que refiere que desde 2018 fueron llegando ocho jugadores que luego serían la columna vertebral del equipo: el arquero Diego Alves, los cuatro defensores (Rafinha, Rodrigo Caio, el español Pablo Mari y Filipe Luis), el volante Gerson, y los dos atacantes, Gabriel Barbosa “Gabigol” y Bruno Henrique. Muchos de ellos, igual que el propio DT, llegaron desde Europa.

Jorge Jesús, al llegar al Flamengo, aprovechó el receso de la Copa América para realizar una muy fuerte pretemporada y para recalcar mucho en su filosofía. Sostiene que si bien el brasileño es muy talentoso, los DT locales basaron su plataforma a partir de esta calidad y no por los conceptos tácticos colectivos bien trabajados. Hizo mucho hincapié en el juego de Lionel Messi y de Cristiano Ronaldo, al señalar que ellos sólo consiguen tener la pelota unos cuatro minutos por partido, “no más que eso” y que por lo tanto, “el jugador debe cambiar la mentalidad y saber jugar sin la pelota”. “Esa fue la gran diferencia que generó Jorge Jesús desde su llegada”, indica Ferreira.

Así es que Flamengo comenzó a desarrollar su propio ecosistema haciéndose fuerte en la marca desde el campo adversario, y también a partir de los dos marcadores centrales, cuando pocos entendían la contratación del español Pablo Mari, que jugaba en el Deportivo La Coruña de la Segunda División y con 26 años, pero con su 1.91 metro de estatura fue dominando el juego aéreo y se hizo importante en las pelotas largas, al lado del más clásico Rodrigo Caio (ex San Pablo).

Por el tipo de juego de mucha posesión de pelota y vocación ofensiva (el Flamengo marcó más de cien goles en el año), los dos laterales, Rafinha (ex Bayern Munich) y Filipe Luis (ex Atlético Madrid) suelen sumarse al mediocampo junto con Gerson (una de las revelaciones, a los 22 años, ex Fluminense y Roma, punto de equilibrio del equipo) y Willian Arao, los dos volantes centrales, mientras que el ataque está compuesto por Everton Ribeiro (jugó en el fútbol árabe y fue bicampeón brasileño con Cruzeiro en 2013 y 2014) por la banda derecha, y por el uruguayo Georgian De Arrascaeta  (ex Cruzeiro) como un armador por la izquierda, y dos centro delanteros de enorme peso como “Gabigol” (ex Benfica e Inter de Milán) y Bruno Henrique (jugó en la Bundesliga), para conformar un poco habitual 2-4-4 en el momento de avanzar hacia el arco adversario. Y aún quedan en el banco, para entrar, Vitinho, punta de 26 años adquirido al CSKA Moscú por 10 millones de euros, o el colombiano Orlando Berrío, campeón de América con Nacional de Medellín en 2016.

“Se trata de un equipo con un promedio del 60 por ciento de posesión de pelota y del 15 por ciento de las finalizaciones de los avances, con 2-3 goles de ventaja a los rivales”, indica Ferreira, que recuerda el tremendo 5-0 nada menos que al Gremio de Porto Alegre en la reciente semifinal de Copa Libertadores, en la vuelta de Río de Janeiro o que perdió tan solo un partido en la Copa, 2-0 ante el Emelec en la ida de los octavos de final (la vuelta terminó igual y fueron a penales).

Otro elemento distintivo de Jorge Jesús es que no aceptó aquello que era parte aceptada del sistema brasileño acerca de que un equipo que peleaba la Copa Libertadores se permitía olvidarse del Brasileirao, uno de los secretos por los que en estos años, Gremio dominó los torneos internacionales sin imponerse en los locales, a los que apenas volvía a enfocarse cuando era eliminado del gran objetivo, para tratar de clasificarse otra vez a las copas internacionales. A cambio de esto, el Flamengo se encuentra a un paso de ganar el Brasileirao y al mismo tiempo, en la final de la Copa Libertadores y luego de ganar el torneo carioca en el primer semestre. Jorge Jesús es de la idea de que el jugador brasileño “debe participar en todos los partidos” y hasta cuando no puede ser titular, va al banco de suplentes y luego lo hace ingresar.

Pero hay otra explicación del éxito de Jorge Jesús en el Flamengo y es la fisiológica. Gracias a la gran estructura que en estos años fue conformando el club, el DT vio que había una gran capacidad de realizar una buena programación de recuperación física de los jugadores y a su pedido, comenzaron a regresar de los partidos como visitantes en vuelos chárters porque los encargados del trabajo fisiológico sostienen que lo más importante para un jugador de élite es la recuperación en el descanso de la primera noche y entonces el regresar a sus casas a tiempo para dormir terminó siendo fundamental y el equipo pudo establecer una diferencia con muchos de sus rivales.

Pero entre tanto fútbol pensado, hay lugar para las bromas y una de ellas está relacionada al número cinco. Es muy corriente que en Brasil se destaque la mala pronunciación del portugués local por parte del entrenador, acostumbrado al más cerrado idioma de su país y esto aparece particularmente cuando tiene que hablar del número cinco, que llegó a tal situación que ya se venden camisetas del Flamengo con esa cifra o “Gabigol” llegó a mostrar los cinco dedos en algunos festejos, aunque esto se intensificó cuando en la pasada semifinal de la Copa Libertadores, Flamengo liquidó al Gremio con el 5-0 final.

Tanto Octavio Machado, ex compañero suyo en 1983 en el Vitoria Setúbal, como Carlos Padrao, ex arquero del Porto y también ex compañero en varios equipos, dicen estar “convencidos” de que será el DT del Barcelona si gana la Libertadores. “Su vida es gloria o muerte, no hay intermedios. Él está haciendo historia en Brasil y está batiendo todos los récords y ama los desafíos, es un genio que despierta odios y pasiones”, dice Padrao.

Machado recuerda ahora cómo Jorge Jesús iba a ver otras disciplinas deportivas como fútbol sala, hándbol o hockey para aplicar algunas cosas al futbol, como los bloqueos del básquetbol. “Él vive las 24 horas para esto, así que nada me extraña”.















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