viernes, 21 de junio de 2019

El VAR salva a la selección argentina de una dura derrota y el empate ante Paraguay deja todo abierto para la última fecha (Jornadaonline)




                                                         Desde Belo Horizonte



Cuando todo el equipo argentino se lamentaba por la mejor ocasión de gol perdida tras un cabezazo de Lautaro Martínez al travesaño, un penal otorgado por el árbitro brasileño Wilton Sampaio al comenzar el segundo tiempo a través del VAR le permitió a Lionel Messi empatar el partido 1-1 ante Paraguay, que a su vez inmediatamente después tuvo otro penal que Franco Armani le contuvo a Derlis González.

Este empate deja un sabor más amargo que dulce al equipo argentino, que por ahora queda tercero junto a Qatar en el Grupo B, un punto debajo de Paraguay, en tanto Colombia ya consiguió el pase a los cuartos de final en la primera posición.

La selección argentina, que comenzó esta vez con un sistema táctico distinto al del debut contra Colombia, ahora con un 4-4-2, no pasó de una gris actuación, que deja una preocupante proyección para el último partido del grupo, en Porto Alegre.

Para el segundo tiempo, y con la necesidad imperiosa de revertir el resultado adverso, ingresó Sergio Agüero por Roberto Pereyra y de esta manera, la selección argentina quedaba plantada con un sistema 4-3-3 mucho más arriesgado por la superioridad que podía establecer Paraguay en el medio con sus cuatro volantes.

A los 5 minutos del segundo tiempo, pareció reaccionar, por fin, la selección argentina. Lo tuvo primero Lautaro, pero su remate estrelló la pelota en el travesaño, el rebote lo recogió Messi pero su fuerte remate fue desviado por una gran estirada del arquero Fernández.

Sin embargo, el juego se detuvo y tras varios minutos de desconcierto, el árbitro Sampaio otorgó un penal a la selección argentina por mano de Gómez tras el cabezazo de Martínez, a través del VAR, que Messi convirtió con un remate potente.

Sin embargo, el ímpetu por el empate le duró apenas segundos  al equipo argentino porque Otamendi le cometió una infracción dentro del área a Derlis González y éste se encargó de ejecutar el penal con un remate hacia la izquierda, que Armani pudo rechazar, dándole un respiro a los albicelestes.

Scaloni hizo ingresar entonces a Angel Di María por Lautaro Martínez, volviendo entonces al 4-4-2 inicial, pero ahora con De Paul y Di María en las bandas, y Messi y Agüero en el ataque.

La salida de Lautaro Martínez pareció planchar otra vez a un equipo argentino que salía de su depresión y por fin se lanzaba de a poco al ataque.

El partido, muy cortado por infracciones y pases imprecisos, se iba yendo sin que la selección argentina mostrara demasiados progresos respecto del debut ante Colombia.
En los minutos finales, Paraguay se fue metiendo cada vez más atrás, e incluso su entrenador Eduardo Berizzo sacó de la cancha a Almirón y a Derlis González para colocar a Celso Ortiz y Juan Escobar, para ayudar cada vez más en la marca, ante un equipo argentino que fue otra vez a buscar el triunfo pero sin muchas luces ni ideas.



La selección argentina volvió a decepcionar con su juego y cae 1-0 ante Paraguay al término de un primer tiempo, que la mostró con ímpetu pero descontrolada y sin nociones tácticas, por lo que nunca le generó peligro a la defensa albirroja, que se impone con un gol del volante Richard Sánchez promediando la etapa.

De caer esta noche, la selección argentina sólo podría aspirar a ser uno de los dos mejores terceros entre los tres grupos para poder llegar a los cuartos de final de la Copa América.

Los primeros minutos transcurrieron sin un dominador neto. La selección argentina parecía un poco más acomodada al partido en una lucha clara por hacerse de la pelota entre las dos líneas de cuatro en la mitad de la cancha. De Paul, Paredes, Lo Celso y Pereyra por el lado albiceleste, y Derlis González, Richard Sánchez, Rodrigo Rojas y Matías Rojas, por el albirrojo.

Pero por más que el equipo argentino retenía la pelota más tiempo, le costaba mucho pasar la segunda línea defensiva paraguaya, muy bien asentada, especialmente en el juego aéreo.

Sin embargo, tampoco Paraguay lograba acercarse a Armani porque no conseguía pasar la mitad de la cancha con pelota dominada y porque Otamendi le ganaba a Santander en los escasos centros ofensivos guaraníes.

El problema de la selección argentina, de fondo, seguía siendo el mismo que ante Colombia en lo estructural, más allá de pasar de un 4-3-1-2 a un clásico 4-4-2, y es su falta de profundidad, porque Lautaro Martínez estaba tan solo arriba como Sergio Agüero ante Colombia.

La jugada más clara la tuvo Paraguay a los 27 minutos, cuando por fin un pelotazo hacia Derlis González pudo quebrar al mal parado mediocampo argentino, el volante derecho se fue en velocidad y sacó un remate cruzado que superó a Armani pero en el camino rebotó en un defensor argentino y se fue al córner. Lo ejecutó Matías Rojas desde la izquierda, cabeceó Junior Alonso hacia el otro palo y Gustavo Gómez, que llegaba solo para concretar, también conectó de cabeza pero sin puntería, y la pelota se fue por encima del travesaño.

Inmediatamente después, la selección argentina tuvo una oportunidad gracias a un tiro libre recto al arco por una dura falta a Lautaro Martínez, pero Messi remató hacia las manos del arquero Roberto Fernández.

A los 37 minutos, aquellos tibios amagues de contragolpe de Paraguay se tradujeron en gol cuando se escapó por la izquierda Almirón, y antes de que se le fuera por la línea de fondo, sacó un centro desde la izquierda, que conectó muy bien por el medio Richard Sánchez, que llegaba sin marca.

Desde ese momento, el equipo argentino pareció desmoronarse. Paraguay, confiado, comenzó a administrar mejor la pelota, unos metros más adelante, y tuvo otra ocasión clara cuando Almirón, con mucho criterio, abrió a la derecha hacia Santander, sólo porque los otros jugadores guaraníes se llevaron las marcas, pero el robusto delantero prefirió tirar un centro antes que rematar al arco.

Era tal el descalabro del equipo argentino, sin noción táctica, que hasta Franco Armani tuvo que hacerle falta a Derlis González muy lejos de su arco, y fue amonestado por el árbitro brasileño Wilton Sampaio, cuando la mayoría de jugadores paraguayos reclamaba su expulsión como último hombre.

No hay comentarios: