El Atlético
Madrid, sensación del receso veraniego y con un importante cambio de jugadores
respecto de la temporada pasada, y el Barcelona, que además de contar con el
mejor jugador del mundo, Lionel Messi, ahora tendrá en su plantilla a estrellas
como el francés Antoine Griezmann y al holandés Frankie De Jong, además de ser
el vigente campeón, son los dos máximos aspirantes a ganar la nueva Liga
Española, que se inicia este fin de semana y que finalizará en mayo de 2020.
Los clubes
españoles se han gastado una cifra récord en fichajes, unos 1300 millones de
euros, apenas superados por los ingleses de la Premier League (poco más de 1400
millones) en una muestra más de que la crisis económica española va quedando
atrás y que las cuentas de muchas entidades deportivas han ido mejorando, entre
los controles que establece ahora el sistema del Fair Play Financiero de la
UEFA y una mayor presión de la propia Liga de Fútbol Profesional (LFP).
De todos modos,
y de manera irregular porque no debería permitirse, es posible que los clubes
españoles continúen haciendo fichajes (y vendiendo jugadores) hasta el próximo
2 de septiembre, por lo que lo harían con la Liga ya comenzada. En este caso,
las puertas están abiertas para la posible llegada del brasileño Neymar al Real
Madrid o al Barcelona, en lo que sería una notable mejora en la calidad del
torneo. Distinto es el caso del francés Paul Pogba, del Manchester United, por
el que puja el Real Madrid, pero los ingleses no parecen estar por la labor de
dejarlo ir.
Esta vez fue el
Atlético Madrid el que, de momento, más dinero gastó en la contratación de un
jugador, el joven portugués del Benfica Joao Félix, y por lo que se pudo ver,
parece haber acertado con creces. Los rojiblancos de la capital española
pagaron 127.200.000 euros pero las apariciones del volante creativo luso
mostraron destellos de enorme calidad y con las posibilidades futuras de marcar
una época.
Cuando acabó la
Liga pasada, a mediados de 2019, todo indicaba que se trataba del final de un
ciclo para el Atlético. Su venerado entrenador, el argentino Diego Simeone,
lleva ocho años en su cargo y esta vez se le había ido toda la defensa
(Juanfran, Diego Godín, Lucas Hernández y Felipe Luis), uno de sus volantes más
prometedores, Rodri, al Manchdester City de Josep Guardiola, y nada menos que
un campeón del mundo, Griezmann, quien ya había estado a punto en la temporada
anterior y al final decidió quedarse un año más, pero ahora prefirió emigrar al
Barcelona.
Sin embargo,
Simeone reconstruyó el equipo con jugadores como Felipe Monteiro (Porto), el
volante Marcos Llorente (Real Madrid), el lateral izquierdo brasileño Renán
Lodi (Atlético Paranaense), el volante mexicano Héctor Herrera (Porto), Iván
Sapojnic (Benfica), el lateral derecho Kieran Trippier (Tottenham) y el central
Mario Hermoso (Español), además de la gran figura, el citado Joao Félix. Y el
resultado no pudo ser mejor. El equipo no sólo aumentó su rendimiento, sino que
aparece ahora más suelto, menos estructurado, con más sentido del juego y una
mayor definición. La prueba estuvo en el
tremendo 7-3 que le propinó al Real Madrid en un amistoso en los Estados
Unidos.
Precisamente, el
Real Madrid fue el club que más dinero gastó en el total de los fichajes en
España, unos 305,5 millones de euros (el Atlético, 267, el Barcelona, 255, el
Sevilla, 149 y todos los demás equipos, menos de cien millones, siendo el Betis
el quinto con 88.750.000, lo que muestra a las claras que la Liga Española
sigue siendo un torneo desigual entre tres equipos que aspiran a salir
campeones (los dos grandes de la capital y el Barcelona), una clase “media
alta” que aspira a los puestos europeos (Valencia, Sevilla, Betis, a veces el
Athletic o el Español, con el agregado de alguna sorpresa), y el resto aspira a
mantener la categoría.
Esta vez, pese
al gasto en jugadores, el Real Madrid no da muestras de haber mejorado. Ni
siquiera el regreso del entrenador francés Zinedine Zidane, en el final de la
temporada pasada, logró cambiar una mala dinámica de un equipo cansado, en un
ciclo agotado, y que no encontró el recambio justo para la traumática salida de
su gran estrella de los últimos cincuenta años, el portugués Cristiano Ronaldo.
Nunca más recuperó aquel poder de gol, y el maltrato a otro gran delantero como
lo es el galés Gareth Bale, al que le busca permanente salida, al igual que al
creativo colombiano James Rodríguez (de probadísima calidad), son una prueba
del desconcierto.
Zidane pidió
grandes fichajes, pero el único “galáctico” que llegó fue el belga Eden Hazard
(100 millones), del Chelsea, y junto con él, el goleador del Eintracht Francfurt
Luka Jovic (60 millones), el joven delantero Rodrygo (Santos de Brasil), el
central Eder Militao (Porto) y el lateral Ferland Mendy (Olympique de Lyon).
También trajo a un talentoso joven japonés de brillante futuro, Takefusa Kubo,
que pasó por La Masía, donde se preparan los juveniles del Barcelona, pero la
Casa Blanca quiere cederlo una temporada al Valladolid, para que se foguee, o
dejarlo, de momento, en su segundo equipo, el Castilla, que milita en Segunda B
(Tercera División).
Zidane pretende
a toda costa a su compatriota Paul Pogba, del Manchester United, que no está
dispuesto a dejarlo ir, y el presidente del club, Florentino Pérez, no ve con
malos ojos si el PSG le ofrece a Neymar a bajo coste o cedido por una
temporada, si bien no es, claramente, un objetivo de los blancos y en cambio sí
lo es del Barcelona. Pero el brasileño (hoy más una “celebrity” que una
estrella del fútbol) operaría como revulsivo en un ataque que amaga y no
concreta, y que sufrió, además, por la grave lesión de Marco Asensio, que lo
alejará varios meses de las canchas. Otroi que podría llegar es el volante
Donny Van de Beek, del Ajax, importante para motorizar un mediocampo lento, con
poca motivación y jugadores muy gastados, como Luka Modric y Toni Kroos, de
enorme calidad técnica.
El Barcelona,
que es el tercer equipo en gastos de fichajes, con 255 millones de euros, ha
esperado a que llegara julio para anunciar la contratación de Griezmann por el
“chollo” de 120 millones cuando antes de ese mes debía pagar 200, por una
cláusula que tenía el jugador con su ex club, el Atlético. Y los azulgranas
también invirtieron, muy bien, otros 75 millones en uno de los mejores
jugadores del mundo de la pasada temporada, el holandés del Ajax Frenkie De
Jong, aunque siguen tratando de ubicar al brasileño Philippe Coutinho, ya sea
en el Bayern Munich o como parte de pago del ansiado Neymar, quien de regresar
desde el PSG tras su traumática ida de hace dos años, generaría un enorme
revuelo.
Tanto el Real
Madrid, como el Barcelona y el Atlético Madrid deberán afrontar también la Champions
League y, en menor medida, la Copa del Rey. A ellos se les sumará este año un
Valencia con muchos problemas institucionales y económicos y que todavía no
tiene certeza de que podrá seguir contando con su goleador Rodrigo (también de
la selección española).
De todos modos,
el Valencia se las arregló para renovar su plantilla, al traer al segundo
portero del Barcelona, Jasper Cillessen (de gran nivel), al delantero uruguayo
del Celta, Maxi Gómez, al central Mangalá (Manchester City) y a Jaume Costa (Villarreal)
aunque también se le fueron el goleador italiano Simone Zaza, el portero Neto,
el central colombiano Jeison Murillo y el delantero Santi Mina.
De todos modos,
el Valencia no se encuentra ni entre los primeros cinco equipos entre los que
más han gastado. El Sevilla (149 millones) y el Betis (88.750.000), ambos de
Andalucía, han hecho mucho más inversiones en fichajes, aunque también lo
pudieron hacer porque se encuentran en las mismas posiciones entre los que más
recaudaron (Atlético Madrid, 311 millones, Barcelona,146.400.000, Real Madrid,
115, Sevilla, 101,700.000 y Betis, 69.500.000), y hay clubes que no recaudaron
nada, como Osasuna, Mallorca y Alavés, mientras que el Athletic de Bilbao no
gastó ni recibió nada).
Tanto Sevilla
(Julen Lopetegui) como Betis (Rubí) estrenan entrenadores. La diferencia es que el Sevilla deberá jugar
la Europa League, al igual que el Getafe, que hizo historia la temporada pasada
con José Bordalás como entrenador, mientras que el Espanyol (que también
estrena entrenador con David Gallego, quien a su vez reemplaza a Rubí) se
encuentra a un paso, aunque debe atravesar la clasificación antes de llegar a
la fase de grupos.
Esta nueva Liga
Española seguirá con veinte equipos participantes, con los cuatro ascensos
desde Segunda de Osasuna, Grabada, Málaga y Mallorca (descendieron a Segunda
Girona, Huesca, Rayo Vallecano y el Deportivo La Coruña), y el reparto geográfico parece bastante
equitativo: 4 de Madrid (Real Madrid, Atlético Madrid, Getafe y Leganés), 4 de
País Vasco (Athletic de Bilbao, Real Sociedad, Eibar y Alavés), 3 de Andalucía
(Sevilla, Betis y Granada), 3 de la Comunidad Valenciana (Valencia, Villarreal
y Levante), 2 de Cataluña (Barcelona y Espanyol), 1 de Castilla y León
(Valladolid), 1 de Galicioa (Celta), 1 de Islas Baleares (Mallorca) y 1 de
Navarra (Osasuna).
Nuevamente con
el VAR y con la disputa cada vez mayor entre la Real Federación Española (RFEF)
y la Liga de Fútbol Profesional (LFP) por cada uno de los estamentos de poder
(la última fue sobre si se debe o no jugar los lunes, y tuvieron que llegar a
la Justicia, que determinó que sólo puede jugarse viernes, sábado y domingo),
la Liga Española sigue siendo una de las más atractivas del mundo, aunque
también siga habiendo enormes desigualdades entre sus equipos.
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