Por estos
tiempos, suele decirse que el fútbol se va emparejando cada vez más en todo el
mundo. Sin embargo, no parece ser lo que ocurre en la Copa Libertadores de
América, la Champions League sudamericana, en la que puede llegar a ocurrir, de
acuerdo con lo que suceda en los partidos de cuartos de final que se disputarán
entre fines de agosto y principios de septiembre, algo inédito: que los cuatro
semifinalistas sean exactamente los mismos que en la edición de 2018.
En efecto, el
año pasado llegaron a la final los dos clubes argentinos, River Plate (que se
consagró campeón) y Boca Juniors, al haber eliminado en semifinales,
respectivamente, a Gremio de Porto Alegre y Palmeiras, ambos de Brasil.
En esta
oportunidad, las semifinales podrían tener cruces distintos, aunque con casi
todos los mismos protagonistas, porque de la forma en que provienen las llaves,
Gremio enfrentará a Palmeiras en los cuartos de final, mientras que Boca y
River podrían reeditar aquella escandalosa final de 2018 pero en este caso, en
semifinales.
Claro que para que
tres de los cuatro semifinalistas sean los mismos que en 2018, cada uno de
ellos deberá pasar los cuartos de final y no todos tienen la misma calidad de
obstáculos. Gremio, no sólo semifinalista de 2018 sino campeón en 2017, siempre
dirigido por el ex delantero de los ochenta, Renato Portaluppi, deberá
enfrentar al Palmeiras de Luiz Felipe Scolari, siempre muy potente y con la
base de la Copa Libertadores pasada.
Tres veces
campeón de la Copa Libertadores y una vez de la Copa Intercontinental, Gremio
pudo mantener la base del equipo que ganó el título en 2017 y sólo perdió al
gran portero Marcelo Grohe, aunque mantiene acaso una de las mejores defensas del
mundo, con la zaga central compuesta por Pedro Geromel y el argentino Walter
Kanemann, un gran creativo como Luan, un atacante con experiencia como Diego
Tardelli y un extremo como Everton, una de las grandes revelaciones de la
reciente Copa América. Gremio no tuvo mayores problemas para eliminar en
octavos de final a los paraguayos de Libertad por un global de 5-0 entre los
dos partidos.
El poderoso
Palmeiras, además con el experimentado Scolari en el banquillo, cuenta con
jugadores de gran trayectoria como el portero Fernando Prass, el internacional
paraguayo Gustavo Gómez y el múltiple campeón Edu Dracenas como defensas
centrales, el recio Felipe Melo, junto a Bruno Henrique y a Lucas Lima en el
medio, y Dudú, Deyverson y el colombiano Miguel Borja en el ataque.
Palmeiras, que
ya ganó una Copa Libertadores en 1999, eliminó también sin demasiados problemas
al argentino Godoy Cruz tras empatar 2-2 en la ida como visitante (tuvo que
remontar un 0-2 inicial) para rematar en la vuelta con un contundente 4-0 en
Brasil. Los verdes de San Pablo, en donde jugaron Rivaldo o Roberto Carlos,
deberán enfrentarse con el Flamengo de Río de Janeiro, que realizó una gran
inversión en fichajes tratando de regresar a tiempos de gloria ya demasiado
pasados.
Inter, rival
histórico de Gremio en Porto Alegre en la zona “gaucha” del sur de Brasil, de
costumbres parecidas a la Argentina y al Uruguay, deberá enfrentarse en los
cuartos de final al Flamengom y también cuenta con grandes jugadores, como el
experimentado y veterano creativo argentino Andrés D’Alessandro, símbolo del
club, en el que llegó a jugar hasta en la Segunda División, así como su
compatriota y defensa central Víctor Cuesta, mientras que en el ataque comparten
la línea el destacado centrodelantero peruano Paolo Guerrero y el uruguayo
Nicolás “Diente” López, con un prometedor futuro.
Inter tampoco se
queda atrás en títulos porque ya ganó dos Copas Libertadores y en ambos casos,
bastante recientes, en 2006 y 2010 y en el primero de los casos, venció en la
final del Mundial de Clubes al Barcelona de Frank Rikjaard. Su pase a los
cuartos de final fue tan claro como el de su adversario de ciudad porque
eliminó a Nacional de Montevideo por un global de 3-0, imponiéndose en ambos
partidos.
De hecho,
Flamengo, de Río de Janeiro, sólo ganó una Copa Libertadores en 1981, en
tiempos de Zico y Junior, y cuenta ahora con una plantilla con muchos jugadores
de experiencia europea como el ex portero del Valencia Diego Alves, Rafinha, ex Bayern Munich en un lateral, y
Filipe Luis, ex del Atlético Madrid, en el otro, el colombiano Gustavo Cuéllar
y el uruguayo Giorgian De Arrascaeta en el medio, junto con el ex Atlético
Madrid Diego, en la creación, con Gabriel Barbosa y el colombiano Fernando
Uribe en el ataque, y con la chance de que a último momento pueda llegar el
italiano Mario Ballotelli, quien rescindió contrato con el Olympique de
Marsella.
Para Río de
Janeiro es todo un desafío porque ningún equipo de esta ciudad ha podido ganar
una Copa continental desde que Vasco Da Gama lo consiguiera en 1998, hace 21
años. Flamengo no obtuvo tan fácil su clasificación porque tras caer 2-0 en
Ecuador ante el Emelec, venció en la revancha por el mismo marcador y tuvo que
definir en los penaltis.
En el caso de
que Gremio e Inter pasaran sus llaves de cuartos de final, y Boca y River las
suyas, la Copa Libertadores podría tener dos enfrentamientos históricos de
semifinales: Boca-River (ambos de Buenos Aires) y Gremio-Inter (los dos de Porto
Alegre). Lo que sí ya es seguro es que en la final que por primera vez se
jugará a partido único en Santiago de Chile, ya habrá un equipo brasileño, a la
espera de su rival que podría ser sólo argentino, paraguayo o ecuatoriano.
Del otro lado de
la llave aparece River, el actual campeón, que apenas si contrató al defensor
internacional chileno Paulo Díaz, desde Emiratos Árabes, pero que pudo mantener
gran parte de la plantilla que ganó la Copa en 2018, aunque perdió a sus dos
creativos, Gonzalo Martínez, transferido a la MSL de los Estados Unidos, y
tiene lesionado al colombiano Juanfer Quintero.
River, un equipo
con gran solidez y fuerte mentalidad ganadora (ha ganado también la Copa de
2015 con el mismo entrenador que se mantiene desde hace cinco temporadas,
Marcelo Gallardo), pasó los octavos por penaltis ante Cruzeiro, tras empatar
ambos partidos 0-0 aunque en el balance fue superior a su rival.
River deberá
enfrentarse a los paraguayos de Cerro Porteño, que nunca ganaron una Copa
Libertadores y que están dispuestos a ser protagonistas, dirigidos por el
experimentado entrenador argentino Miguel Russo, y tras sorprender al también
San Lorenzo de Almagro dando vuelta el partido (2-1) luego de haber empatado
0-0 en la ida en Buenos Aires.
Cerro Porteño
contrató muchos jugadores de experiencia para afrontar las fases finales de la
Copa Libertadores como el portero Juan Pablo Carrizo, ex Inter de Milán, quien
regresará al Monumental de River ocho años después de haber protagonizado en el
club argentino el único descenso a Segunda de su historia, con todo el morbo
que esto significa. En la defensa, cuenta con los experimentados Marcos Cáceres
y Salustiano Candia, el venezolano/español Fernando Amorebieta (ex Athletic de
Bilbao), y los atacantes argentinos Federico Carrizo (ex Boca), Joaquín
Larrivey (ex Serie A italiana) y el ex Bundesliga Nelson Haedo Valdez.
Completando los
cuartos de final, Boca aparece como uno de los equipos más poderosos, con
jugadores como el portero Esteban Andrada, el lateral colombiano Frank Fabra,
el italiano Daniele De Rossi, los ex internacionales Carlos Tévez y Mauro
Zárate y el volante ex Porto Eduardo Salvio, para enfrentar a la Liga Deportiva
de Ecuador.
Boca, el segundo
club con más títulos sudamericanos (seis) pudo solventar su serie de octavos de
final ante los brasileños del Atlético Paranaense con un global de 3-0, ganando
ambos partidos, mientras que en la Liga, que se hace fuerte en la altura de la
ciudad de Quito y que fue campeona en 2008, se anuncia el regreso del lateral
Antonio Valencia, tras su extenso y exitoso paso por el Manchester United, y
con la particularidad de que su entrenador, el uruguayo Pablo Repetto, ya
eliminó a Boca en cuartos de final de la Copa de 2016, dirigiendo a otro equipo
ecuatoriano, Independiente del Valle, y en cuartos de final de esa misma
temporada, había eliminado a River. Ahora tendrá que volver a enfrentar a Boca
y acaso, si pasa, a River.
¿Podrá repetir la hazaña?
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