Carlos Tévez y
Liga Deportiva Universitaria de Quito ya se enfrentaron, y no fue un partido
más para el “Apache” sino una especial, de gloria, porque ese 21 de diciembre de
2008 se consagró por segunda vez campeón mundial en Japón, en ese caso,
vistiendo la camiseta del Manchester United.
Liga de Quito
había sorprendido en Sudamérica al ganar por única vez en la historia del
fútbol ecuatoriano, la Copa Libertadores, por penales, y nada menos que en el
estadio Maracaná, al Fluminense de Río de Janeiro, que perdió una ocasión
histórica de quedarse con el trofeo, que nunca había ganado y que hasta hoy,
nunca consiguió.
Por el lado del
Manchester United, la situación fue muy parecida. En la final de la Champions
League de Moscú, había empatado 1-1 con el Chelsea y tuvieron que definir la
Copa por penales. Tévez fue el encargado de rematar el primero de toda la
serie, y no tuvo problemas en convertir ante Peter Cech, aunque el checo
contuvo el tercero, de Cristiano Ronaldo, y cuando sólo quedaba el del capitán
“blue”, John Terry, para quedarse con “la Orejona”, el defensor se resbaló y su
remate salió desviado.
Terminaron empatados y tuvieron que seguir con la serie,
hasta que el holandés Edwin Van der Sar se convirtió en héroe al parar el del
francés Nicolás Anelka.
El día anterior
a la final del Mundial de Clubes, este periodista había estado merendando con
el entrenador argentino de Liga de Quito, Edgardo Bauza, quien resaltó a su
rival y no hizo diferencias entre Tévez, Cristiano Ronaldo y Wayne Rooney, los
componentes de la temible delantera de los “Diablos Rojos” ingleses y trazaba
una comparación con aquel partido que dos años antes habían jugado por los
octavos de final del Mundial 2006 Inglaterra y Ecuador, en el que los
británicos se impusieron por un ajustado 1-0 con gol de David Beckham.
“Ahora
es distinto, porque en todo caso, allí eran dos selecciones nacionales y ahora
ellos son una selección del mundo”, señaló “El Patón”. Liga, por su parte,
contaba en el plantel con cuatro extranjeros, los argentinos Claudio Bieler,
Damián Manso y Norberto Araujo, y el delantero chileno Ricardo Navia.
Este periodista
también le había hecho una entrevista exclusiva a Tévez el día previo al debut
de Diego Maradona como DT de la selección argentina en Escocia, apenas un mes
antes de la final del Mundial de Clubes, y ante la pregunta sobre cómo se
sentía compartiendo ataque con Cristiano Ronaldo y Rooney, manifestó que “los
tres estamos a un mismo nivel”.
Dos meses antes,
Liga había jugado contra Boca por los octavos de final de la Copa Sudamericana.
En Buenos Aires, los argentinos ganaron 4-0 y empataron 1-1 en la vuelta.
Ya en el Mundial
de Clubes, la Liga había vencido en semifinales 2-0 al Pachuca mexicano en el
Estadio Nacional de Tokio con goles del argentino Claudio Bieler y de Luis
Bolaños, mientras que el Manchester United había mostrado todo su poderío ante
el Gamba Osaka, en Yokohama, por 5-3 (Tévez no marcó ninguno de los goles).
“La noche
anterior estuve pensando qué le iba a decir a (sir Alex) Ferguson, y razoné: si
me golea, lo mando a la c…de su madre, total, no creo que se dé cuenta. Y si le
gano, ¿qué le digo si le gano? Ya está…”good team”, así, de forma arrogante. La
cosa es que perdimos 1-0, nos acercamos y me arrebató, Me dijo “good team”. Me
recagó”, recordó años después Bauza, en un sabroso diálogo con el periodista
Diego Borinsky, en la sección “Las Cien Preguntas” de la revista El Gráfico.
Bauza sabía que
esa final era muy complicada pero en la arenga del vestuario a sus jugadores,
apeló al orgullo: “Más allá de lo que sabemos que valen, más de 300 millones de
dólares, qué se yo, somos once contra once. Lo importante es que cuando termine
el partido entremos por esa puerta con la cabeza bien alta”.
Sin embargo, el
partido fue mucho más equilibrado de lo que muchos se imaginaban. El Manchester
United alcanzó rápidamente a mostrar su poderío ofensivo con distintas
llegadas, pero chocaba contra el veterano arquero José Cevallos, que, por
ejemplo, tuvo que arrojarse contra un palo para contener una buena palomita de
Tévez.
Pero se fueron
al descanso sin goles y apenas a los seis minutos del segundo tiempo, el
árbitro uzbeko Ravshan Irmatov expulsó al marcador central Nemanja Vidic por
una muy dura entrada al “Taca” Bieler. Desde ese momento, el Manchester United
quedó con diez jugadores, y a su entrenador, Ferguson, se le ocurrió hacer
ingresar a otro marcador central, Johnny Evans, para lo cual decidió sacar a
Tévez, a quien no le gustó nada salir, y acaso fue el principio de sus
problemas con el DT, que determinarían su pase al Manchester City medio año más
tarde, después de que no contaran con él en la final de la Champions League
contra el Barcelona en Roma.
Recién a los 28
minutos del segundo tiempo llegó el gol del Manchester United a través de
Rooney, minutos después de que Van der Sar sacara en el ángulo un espectacular
remate de otro argentino, “El Piojo” Damián Manso.
Poco tiempo
después de esa final, Liga de Quito ganaría una Copa Sudamericana (2009), dos
Recopas sudamericanas (2009 y 2010) y llegaría a otra final de la Copa
Sudamericana (2011) ante la Universidad de Chile de Jorge Sampaoli.
Manchester
United (1): Edwin Van der Sar; Rafael
(Gary Neville), Rio Ferdinand, Nemanja Vidic, Patrice Evra; Anderson (Darren
Fletcher), Michael Carrick; Park Ji-Sung; CR7, Wayne Rooney y Carlos Tévez
(Johnny Evans, 51m). DT: Alex Ferguson.
Liga Deportiva
Universitaria (0): José Cevallos;
Norberto Araujo, Renán Calle (Paul Ambrosi), Diego Calderón, Jairo
Campos; Neicer Reasco (Pedro Larrea), Luis Bolaños (Reinaldo Navia), Patricio
Urrutia, William Araujo; Damián Manso, Claudio Bieler. DT: Edgardo Bauza.
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