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Difícilmente el croata Luka Modric se olvide de la
noche de ayer en Old Trafford. Un soberbio remate suyo en el minuto 66, que
venció al español De Gea, le permitió al Real Madrid empatar por fin ante el
Manchester United para que apenas tres minutos después Cristiano Ronaldo
marcara el segundo y definitivo gol, y todo gracias a la injusta e inesperada
expulsión del portugués Nani, que dejó a los locales con diez jugadores y
condicionó la eliminatoria de la Champions League.
Una vez más, el Real Madrid sacó petróleo de un
territorio sumamente complicado y en el que parecía que sucumbía ya no sólo en
el primer tiempo, en el que tácticamente fue dominado por su rival, sino
también en la primera parte del segundo, cuando se agudizó la diferencia en el
momento en el que Sergio Ramos venció su propio arco y el partido quedó 1-0
para los locales.
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