sábado, 31 de julio de 2010

Sin proyecto no hay paraíso



Durante ya mucho tiempo, en este blog, nos venimos preguntando a qué juegan los equipos argentinos. Y también es tiempo de preguntarse a qué viene jugando la selección argentina, ya sea con Diego Maradona de entrenador (acaso en la versión táctica más precaria), como antes con Alfio Basile. Inclusive en ciclos anteriores con una mayor claridad conceptual, se chocó contra un mal que lleva demasiado tiempo y que está haciendo eclosión en los últimos años. La conducción del fútbol argentino ha dejado a la deriva una de las pocas expresiones en las que Argentina se ha destacado en los últimos años y por la que es considerada entre las potencias mundiales aunque por todo estye ciclo que vamos comentando, también lo va perdiendo.
La sensación, muchas veces, es que el peor enemigo del fútbol argentino está adentro y no afuera, porque allí sólo se enfrenta con adversarios que en la mayor parte de las ocasiones le teme y se encuentra con la agradable sorpresa de que el monstruo le teme aún más.
Si tomamos el mismo caso del Maradona genio como jugador, lo ha dicho más de una vez César Luis Menotti (el mismo que cuando lo tuvo como entrenador, paradójicamente, lo celó tanto porque le quitaba protagonismo): Maradona no pudo haber nacido en Bélgica, en Venezuela o en Corea del Sur. Si nació en la Argentina es porque heredó los genes de tantos cracks a lo largo de la historia y estos grandes jugadores, que han triunfado y han maravillado en cada campo en el que jugaron porque han podido desplegar su talento, porque nadie se los cortó y porque los han animado a hacerlo.
Hay que tomar en cuenta el contexto en el que se desarrolla hoy el fútbol y es el de la productividad en un sistema ultracapitalista y racional-occidental, que tiene un comienzo cuando finaliza el Mundial de Suecia en 1958 y la amplia derrota ante Checoslovaquia y el falso fracaso de la selección argentina (que no concurrió ni por asomo con lo mejor que tenía) originó el definitivo cambio de timón en la filosofía de juego, importando entrenadores "a la europea" que trajeron disciplina, rigor táctico, preparación física pero también muchas macanas de las que el sistema nunca más se liberó. Algo parecido a lo que hoy sucede con´los seleccionados africanos, que dejaron de lado su propia frescura para copiar un modelo lejano a su filosofía, a sus características, a sus costumbres.
Si en el fútbol argentino tienen que convivir los agentes, los representantes, el marketing, la publicidad, los medios de comunicación, y especialmente el Primer Mundo que es el que pone el gran capital y se lleva a cualquier jugador que pinta para crack (ni siquiera que lo es en el presente), es difícil pretender una situación de pureza o de salud. Como dijo una vez Oscar Ruggeri, con casi veinte años de profesional "nunca me divertí en una cancha profesional" y eso es realmente penoso pero absolutamente real.
En este contexto suena muy difícil que el fútbol argentino pueda regresar a las fuentes, pero al mismo tiempo, si quiere salir adelante, no le cabe otra aún con los parámetros capitalistas del presente. Si vamos a los ejemplos, si los torneos locales siguen siendo cortos y conviven con los promedios del descenso, sucede que se fomenta jugar al mismo tiempo dos torneos paralelos, los que juegan para evitar descender de categoría y los que efectivamente juegan para salir campeones. Y al mismo tiempo, se pierde calidad por una absoluta falta de continuidad en los equipos, que cada seis meses cambian de jugadores (casi todos prestados) y todo para que estos torneos se jueguen al mismo tiempo que los europeos, pasando por alto climas, horarios y costumbres, con la falsa ilusión de venderle los jugadores al Primer Mundo, que paga en euros.
Y termina ocurriendo que son muy pocos los que se van (para lo cual muchas veces tampoco depoende de la calidad sino de los contactos del agente y de la necesidad en puestos de parte del comprador) y que cuando realmente se van los que se van, tampoco ingresa demasiado dinero a las arcas porque suele ocurrir que se le debe mucho dinero a los agentes, o el dinero va directamente a los barras bravas, que se apoderaron de los resortes económicos de los clubes, o el dinero desaparece misteriosamente en dirigentes que terminan enriqueciéndose sin que el Estado los controle.
En muchísimas ocasiones hemos podido dialogar también con algunos dirigentes del fútbol argentino sobre un hecho que repiten como loros pero que jamás justifican. Cuando se refieren a la empobrecida situación de sus clubes, suelen apuntar a "la crisis" del país, aunque esto es absolutamente falso.
Ya en 1988, cuando comenzamos nuestra tesis (la primera en la carrera de Sociología de la UBA) sobre los ingresos de los clubes de fútbol en Argentina, comprobamos con sorpresa que eran tantos, que no se entendía el motivo de la crisis. Mucho más ahora, con el dólar o el euro tan altos con respecto al peso argentino. Si por ejemplo Boca Juniors fue vendiendo jugadores por más de veinte millones de euros anuales (100 millones de pesos anuales sólo en ese rubro), y aún le quedan ingresos por publicidad en la camiseta y estática, venta de abonos a palcos y plateas anuales, venta de entradas en los partidos, merchandaising, derechos de TV (aumentados con el "Fútbol Para Todos"), cachet por giras y tantos otros, no parece claro que pudiera tener problemas económicos ni financieros, pero no hay, hasta el momento, un contralor efectivo a sus acciones desde el Estado, y cuando aparecen proyectos de ley acordes, se suelen trabar en el Congreso Nacional por intereses de toda laya.
Ya quisiera cualquier industria del país tener esta "crisis" de la que hablan sus dirigentes, y también, que el Estado la ayudara como livianamente lo hace con el fútbol salvándolo de los desaguisados que comete (¿qué pasaría si la AFA hiciera con alguno de sus clubes lo que la UEFA hizo con el Mallorca, no permitiéndole jugar copas europeas por sus deudas?).
Con un Estado ausente, tal la característica de la Argentina del último medio siglo, y cuando no, tratando de inmiscuirse ´para tratar de sacar rédito político desde sus gobiernos, el fútbol argentino sigue perdiendo el tiempo y hundiéndose en la impunidad de sus dirigentes y de los grupos violentos, con los hinchas y simpatizantes perdiendo protagonismo y observando con perplejidad cómo siguen matando a la gallina de los huevos de oro.
Y eso que aún no hablamos de fútbol. Eso quedará para el siguiente capítulo.

Maradona se siente traicionado por Bilardo y ya se le busca sucesor (Kalerkantho, Bangladesh)



Ahora sí es el final oficial del ciclo de Diego Maradona como entrenador de la selección argentina. En lo que parecía una conferencia de prensa en un hotel cercano a su casa de la localidad de Ezeiza (a pocos kilómetros del principal aeropuerto internacional), terminó leyendo un comunicado en el que acusó al manager de la selección argentina (que renovó su contrato por cuatro años), Carlos Bilardo, de traición, y al presidente de la AFA, Julio Grondona, de mentirle.
Un Maradona triste pero medido, leyó un comunicado por pocos minutos, rodeado de varios de sus colaboradores durante el pasado Mundial (sus ex ayudantes Alejandro Mancuso y Héctor Enrique, sus ex preparadores físicos Fernando Signorini y Javier Vilatmijana, su ex compañero en el Mundial de México 1986, Oscar Ruggeri, que habría trabajado como asesor extraoficial, su jefe de prensa Fernando Molina, y sus hijas Dalma y Gianina y su novia, Verónica Ojeda) y al poco tiempo abandonó las instalaciones explicando que “más adelante” permitirá preguntas del periodismo, si bien ya se sabe que el próximo domingo otorgará una entrevista en un popular programa televisivo de la conductora Susana Giménez, que pagó parea eso una fuerte suma al ex entrenador de la selección argentina.
En una de las partes más fuertes del comunicado, el astro futbolístico desveló que “mientras estábamos de luto, Bilardo trabajaba en las sombras para echarme. Y cuando Grondona me pidió el lunes pasado la lista de jugadores convocados para el partido contra Irlanda (el próximo 11 de agosto en Dublin) “era puro cuento porque Bilardo y Humberto (el hijo de Grondona, vicepresidente del departamento de Selecciones Nacionales de la AFA) ya la habían hecho”.
También Maradona se refirió a la decisiva reunión con Grondona del pasado lunes, cuando considera que “las cosas se enturbiaron” porque, recordó, en el vestuario y luego de la derrota por 4-0 ante Alemania en el Mundial, “me había dicho en presencia de testigos y jugadores, que estaba contento con nuestro trabajo y que quería que siguiera”. En este sentido, el ex entrenador sostuvo que menos de un mes después, en la reunión de esta semana “a los cinco minutos me dijo que se tenían que ir siete de mis colaboradores y él sabe que no seguiría en la selección porque tengo valores y no voy a cambiar, por códigos que me enseñaron mis padres”.
Maradona se refiere al sugestivo cambio de parecer de Gondona al regreso de Sudáfrica pero no hizo mención a la sucesión de hechos ocurridos desde la finalización del Mundial hasta la lectura de su comunicado. Por ejemplo, que si bien el Gobierno de la presidente Cristina Fernández de Kirchner lo sostuvo por su apoyo al programa “Fútbol para Todos”, por el que la televisación del fútbol argentino pasó a manos del canal estatal, al regreso del Mundial, el astro no quiso acudir a la Casa de Gobierno pese a ser citado por la propia presidente, al considerar que “no hay nada que festejar” con un quinto puesto. Este hecho y su intempestivo viaje a Venezuela, donde presenció al lado del presidente Hugo Chávez la ruptura de relaciones con el presidente colombiano Alvaro Uribe, enojaron aún más al poder político argentino, que liberó a Grondona de presión para renovarle el contrato, y el veterano dirigente optó por sacar la carta que juega cada tanto: generar la renuncia del entrenador sin tener que pagar el costo político de echar a un ídolo popular y entonces, a sabiendas de que Maradona no aceptaría que le quitaran a ningún colaborador, el dirigente le sugirió que debían salir siete de ellos, lo cual significaba el final del ciclo.
Maradona también fue duro con respecto a lo que sucedía cuando en noviembre de 2008 tomó la conducción de la selección argentina y se encontró “con un equipo con problemas internos, un grupo totalmente dividido y pensamos que teníamos que transmitir a los jugadores lo que significa vestir la camiseta argentina y pienso que lo logramos” y también recordó que “desde 1990 no se logra superar los cuatros de final de un Mundial y no es casual y algo se está haciendo mal porque todos los jugadores triunfan en sus equipos, y se hace poco para cambiar la situación”.
También hizo una advertencia hacia el futuro: “Tome quien tome la conducción de la selección, que sepa que la traición está a la vuelta de la esquina y hay personajes que sólo cuidan sus intereses personales y su cuenta bancaria”.
Los medios de comunicación reprodujeron durante todo el día aquella frase de Bilardo del 13 de abril de 2009, cuando manifestaba que en el caso de que Maradona se fuera “nos tendríamos que ir todos” de la selección argentina, algo que evidentemente no ocurrió, mientras se busca por todos los medios la palabra del manager, que no sólo sigue en el cargo sino que ya habría sugerido el nombre del sucesor, y del propio presidente de la AFA, Julio Grondona.
Al tiempo que Maradona y sus ex colaboradores litigan contra Bilardo y los Grondona (padre e hijo), comenzó la carrera por la sucesión para buscar un nuevo entrenador para la selección argentina, máxime teniendo en cuenta que ya se han concretado dos partidos para los próximos días, un amistoso ante Irlanda en Dublin del 11 de agosto, y nada menos que ante el campeón mundial, España, en Buenos Aires, el 7 de setiembre. Por el momento, la AFA prefirió colocar un entrenador de transición, ue será el ex volante campeón mundial en México 1986, Sergio Batista, anteriormente entrenador del equipo ganador de la medalla dorada olímpica en Pekín 2008 y quien estaba a cargo del seleccionado sub-20 hasta esta misma semana, al punto que se encontraba disputando un minitorneo en Paraguay. Batista dirigirá al equipo ante Irlanda y no se descarta que lo haga ante España y tal vez tendría alguna chance de permanecer en el cargo de obtener buenos resultados, aunque no está claro quién confeccionó la lista de convocados para el primer partido, que incluye a la mayoría de jugadores del Mundial pasado, aunque sin los que forman parte de la liga local (que comenzará el viernes 6 de agosto), más otros siete de ligas europeas, Fabricio Coloccini, Jesús Dátolo, Fernando Gago, Ever Banega, Ezequiel Lavezzi, Emiliano Insúa y Pablo Zabaleta, es decir, dos marcadores de punta puros, cuando en el Mundial no hubo ninguno que militara en ligas europeas, y dos mediocentros, cuando Javier Mascherano no había tenido recambio en el Mundial en su función específica.
El panorama se completa con otros posibles cuatro partidos hasta fin de año, de los cuales uno sería ante otro equipo sudamericano, otro ante Brasil en Qatar y posiblemente otros dos en Estados Unidos.
Entre los entrenadores en carrera, salvo que en las próximas horas Bilardo decida renunciar a su cargo, todo indica que quien parte con mayores posibilidades es Alejandro Sabella, de exitoso paso por Estudiantes de La Plata, campeón de la Copa Libertadores de América en 2009 y de muy sólidas actuaciones en las últimas temporadas y que estuvo a un minuto de vencer al podeoso Barcelona en el pasado Mundial de Clubes. Sabella, un ex jugador creativo, tuvo a Bilardo como entrenador en Estudiantes en los años ochenta y fue el segundo ayudante de Daniel Passarella en el Mundial de Francia 1998, por lo que ya tiene cierta experiencia mundialista. Otro entrenador en carrera es Miguel Angel Russo, actualmente en Racing Club, y campeón de la Copa Libertadores de América de 2007 con Boca Juniors y finalista del Mundial de Clubes ante el Milan en ese mismo año. En cambio, se mantiene la incógnita sobre el entrenador más exitoso de la historia del fútbol argentino, Carlos Bianchi, quien nunca tuvo su oportunidad, si bien lidera todas las encuestas con mucha diferencia sobre el resto, pero que no tiene simpatía con Grondona, quien recuerda que las dos veces que fue convocado (1998 y 2004) no aceptó la propuesta.

Maradona feels betrayed by Bilardo and a successor for him is being looked for now. (Kalerkantho, Bangladesh)



Now it is really the final of Diego Maradona’s cycle as coach of the Argentinean team. In what seemed a press conference in a hotel near his house in Ezeiza (a few kilometres from the principal International airport),he read a communication in which he accused the manager of the Argentinean team, Carlos Bilardo of betraying him and the president of the AFA, Julio Grondona of laying.
A sad but measured Maradona read the release in a few minutes, surrounded by several of his collaborators during the past World Championship (his ex assistants Alejandro Mancuso and Héctor Enrique, his ex physical assistants Fernando Signorini and Javier Vilatmijana, his ex companion in the World Championship in Mexico 1986, Oscar Ruggeri, who had worked as an extra official collaborator, his press chief Fernando Molina, and his daughters Dalma y Gianina and his girl friend, Verónica Ojeda) and soon he left the installations explaining that “somewhat later” he will allow questions of the reporters, though it is already well known that next Sunday he will grant an interview in a popular television program of the conductor Susana Giménez, who paid a big amount of money to the ex coach of the Argentinean team.
In one of the strongest parts of the release, the football star told that “meanwhile we were mourning, Bilardo was working in shadows to throw me out. And when Grondona asked me last Monday for the list of the convoked players for the match against Ireland (next August 11, in Dublin) “everything was a story because Bilardo and Humberto (Grondona’s son vice president of the department of the National Teams of the AFA) had already done it.”
Maradona also referred to the decisive meeting with Grondona on the last Monday, when he considers ”that the things have been disturbed” because, he recalled, in the lockers room and after the defeat by 4-0 vs Germany at the World Championship “he told me in front of witnesses and players that he was satisfied with our work and he wanted me to continue”. With this regard, the ex coach sustained that a month afterwards, in the meeting of this week, “after five minutes he told me that seven of may collaborators had to leave and he knows that I would not continue in the team because I have values and will not change codes I was taught by my parents”.
Maradona refers to the suggestive change of Grondona after he returned from South Africa but he did not mention the succession of activities occurred since the end of the World Championship until the reading of his release. For instance, though the Government of the president Cristina Fernández de Kirchner sustained him for his backing of the program “Football for Everybody”, having past the television of football for the State channel, after the return from the World Championship the star did not want to present himself in the Government Offices in spite of having been cited by the president herself, considering that “there was nothing to celebrate” with a fifth position. This fact and his quick trip to Venezuela where he was present near the president Hugo Chavez breaking the relations with the president of Colombia Alvaro Uribe, even more angry the political power what freed Grondona from the pressure to renew him the contract, and the veteran directive opted to play as he usually does, generated the renounce of the coach without having to pay him the political cost of firing the popular idol and then, knowing that Maradona would not accept the removal of his collaborators, the directive suggested that seven of them should leave what meant the final of the cycle.
Maradona also was hard with regard to what happened in November 2008 when he took the conduction of the Argentinean team and found himself “with a group with internal problems, a group completely divided and we thought that we had to transmit the players what it means to wear the Argentinean vest and I think we got it” and also recalled that “since 1990, the team never surpassed the quarter-finals of a World Championship and it is not casual something is being done badly because all the players are successful in their teams and very little is done to change the situation”.
He also made a warning for the future. ”Anybody that will take the conduction of the team must know that the betrayal is in every corner and there are persons that only carry for their personal interests and their bank accounts”.
The release media reproduced during the whole days that sentence of Bilardo of April 13 2009 when he declared that in case that Maradona leaves the Argentinean team “all of us should do the same” something that evidently did not happen, meanwhile there is sought in by all means manager’s world, who not only continues in the position but has already suggested the name of the successor and the word of the AFA’s president Julio Grondona.
Meanwhile Maradona and his ex collaborators fight against Bilardo and Grondona (father and son), there began the ran for the succession for a new coach of the Argentinean team, specially bearing in mind that there have been concreted two matches for the next days, a friendly one vs Ireland in Dublin, on August 11, and nothing less but vs the World Champion, Spain, in Buenos Aires on September 7 next. For the moment, the AFA preferred to put a transition coach in the person of the ex midfielder world champion in Mexico 1986, Sergio Batista, previous coach of the team that won the Golden medal in Peking 2008 and who was in charge of the team sub-20 until this week at the point that he was disputing the mini contest in Paraguay. Batista will conduce the team vs Ireland and it is not impossible that he will do it also vs Spain and perhaps will have some chance to remain in the position if he obtains good results, though it is not clear who prepared the list of the convoked for the first match that includes most of the players of the last World Championship, though without those who form part of the local league (that will start on Friday August 6) another seven of the European leagues. Fabricio Coloccini, Jesús Dátolo, Fernando Gago, Ever Banega, Ezequiel Lavezzi, Emiliano Insúa and Pablo Zabaleta, namely, two pure lateral backs, when in the World Championship there were none who were in the European leagues, and two midcenters, when Javier Mascherano had no replacement in the World Championship in his specific function.
The panorama completes with other possible four matches until the end of the year, of which one will be vs another South American team, another vs Brazil in Qatar and probably other two in the United States.
Among the coaches in the race, except that in next hours Bilardo decides to renounce of his position, everything indicates that the one with best possibilities is Alejandro Sabella, of successful pass by Estudiantes de La Plata, Champion of the Copa Libertadores de América in 2009 and with very solid performances in the last seasons and who was one minute from a triumph over the Barcelona in the last World Championship of the Clubs. Sabella, ex creative player , had Bilardo as coach in the eighties and was the second assistant of Daniel Passaarella in the World Championship in France 1998 therefore he has some experience of the World championships. Another coach in the race is Miguel Angel Russo, now in Racing Club, and Champion in the Copa Libertadores de América 2007 with Boca Juniors and finalist of the World Championship of Clubs vs the Milan in the same year. In change, there is still an incognita the most successful coach in the history of the Argentinean football, Carlos Bianchi, who never had his opportunity though he is the first in all the surveys with an important difference over the others but there is no sympathy with Grondona who remembers that the two times he was convoked (1998 y 2004) he did not accept the proposition.

jueves, 29 de julio de 2010

Maradona: “Bilardo me traicionó y Grondona me mintió” (Sakai Bela, India)



Buenos Aires.- Un Maradona triste pero tranquilo, afirmó en un comunicado que el manager de la selección argentina Carlos Bilardo “me mintió” y que el presidente de la AFA, Julio Grondona, “me mintió” al explicar que no puede continuar trabajando en el equipo argentino como entrenador “porque tengo códigos, que ellos no tienen, y si me echan un colaborador, no puedo aceptar seguir trabajando”.

Rodeado de sus ex colaboradores en el Mundial (sus dos ex ayudantes, Alejandro Mancuso y Héctor Enrique, los dos preparadores físicos, Fernando Signorini y Javier Vilatmijana, su asesor defensivo Oscar Ruggeri y su vocero de Prensa, su yerno Fernando Molina) así como de familiares (sus dos hijas, Dalma y Gianina y su novia Verónica Ojeda), Maradona leyó un comunicado y aclaró que no aceptaría preguntas por el momento, aunque se sabe que ya ha vendido una entrevista televisiva para el próximo domingo en un popular programa de la conductora Susana Giménez.

En las partes más fuertes de su lectura, Maradona recordó que días pasados “cuando estábamos de luto, Bilardo trabajaba en las sombras para echarme. Cuando Grondona me pidió la lista de jugadores convocados para el partido ante Irlanda (del próximo 11 de agosto) era puro cuento porque ya Bilardo y Humberto (el hijo del presidente de la AFA, y vicepresidente del departamento de Selecciones Nacionales ya la habían hecho”.

El astro futbolístico se refirió a los últimos días, al regreso del Mundial de Sudáfrica, a los que calificó de “turbulentos” al recordar que “estábamos para seguir, luego de que me llamaron para apagar un incendio y en el vestuario, tras el partido contra Alemania, y en presencia de testigos y jugadores, Grondona me dijo que estaba contento con mi trabajo y quería que siguiera, pero ya en Buenos Aires, cuando nos reunimos, a los cinco minutos me estaba diciendo que quería que se fueran siete de mis colaboradores y él sabe que con que me toquen uno, yo me voy, porque tengo códigos que aprendí de mis padres y opuedo mirar a los ojos de todos, aunque me pueda equivocar”.

Maradona se refiere al sugestivo cambio operado desde esta semana, cuando todo indicaba que se le renovaría el contrato, y que tendría que ver con un cambio en la falta de apoyo que antes tenía del gobierno de la presidente Cristina Fernández de Kirchner, quien lo había invitado a la Casa de Gobierno y se encontró con la negativa del entrenador, quien consideró que no había nada que festejar con un quinto puesto y que a las pocas horas apareció en Venezuela al lado del presidente Hugo Chávez en el momento en el que el mandatario rompía relaciones con su par colombiano Alvaro Uribe. Al liberar a Grondona de la presión de tener que renovarle a Maradona (el presidente de la AFA espera que con la nueva Ley de Medios el gobierno le otorgue un canal de TV a su institución), el veterano dirigente sacó la carta que suele usar en estos casos: generar que el entrenador se vaya sin tener que echarlo para lo cual le dijo que siete de sus colaboradores se tenían que ir, a sabiendas de que Maradona no lo aceptaría.

Maradona se refirió también al momento en que tomó la conducción de la selección argentina en noviembre de 2008, cuando dijo que se encontró “con un equipo con problemas internos y un grupo totalmente dividido, por lo que teníamos que transmitir a los jugadores lo que significaba vestir la camiseta nacional” y recordó que desde “1990 que no se logra superar los cuartos de final de un Mundial y con nuestrois jugadores triunfando en todos los equipos, eso significa que se están haciendo mal las cosas arriba y se hace poco para cambiarlas”.

Y también tuvo una advertencia hacia el futuro, al decir que “tome quien tome la conducción del equipo, tiene que sabetr que la traición está a la vuelta de la esquina y que hay personajes que sólo cuidan sus intereses personales y su cuenta bancaria”.

A partir de estas declaraciones de Maradona, los medios de comunicación se dedicaron a buscar a Bilardo y a Grondona, aunque especialmente al primero, emitiendo de manera reiterada la grabación de lo manifestado por éste el 13 de abril de 2009, cuando dijo que “si se va Maradona, me tengo que ir, nos tendríamos que ir todos”, algo que no parece cumplir, al renovar su contrato por cuatro años más.

Al mismo tiempo, comenzó la carrera por la sucesión de Maradona, si bien por el momento el entrenador para el próximo partido amistoso del 11 de agosto en Dublin ante Irlanda será el ex mediocentro campeón mundial en México 1986, Sergio Batista, quien estaba a cargo del seleccionado sub-20 y dirigió el equipo que en Pekín ganó la medalla dorada en 2008, aunque no queda claro quién confeccionó la lista de jugadores convocados, entre los que se suman a los mundialistas que no participan en la liga argentina (no llamados porque el Torneo Apertura se inicia el próximo 6 de agosto), otros siete de ligas europeas: los marcadores de punta Emiliano Insúa y Pablo Zabaleta, los volantes Fernando Gago y Ever Banega, al lateral izquierdo Jesús Dátolo, el delantero Ezequiel Lavezzi y el marcador central Fabricio Coloccini.

En cambio, no es segura la continuidad de Batista ni siquiera para el partido amistoso del 7 de setiembre en Buenos Aires ante el campeón mundial España, mientras Alejandro Sabella, el actual entrenador de Estudiantes (campeón de la Copa Libertadores de América 2009 y a un minuto de ganar el Mundial de Clubes ante el Barcelona), es el que cuenta con mayores chances de quedarse con el puesto.

Sabella fue jugador de Bilardo en el Estudiantes campeón de 1982 y también fue segundo ayudante de campo de Daniel Passarella en el Mundial de Francia 1998, por lo que ya cuenta con cierta experiencia mundialista.

Con algo menos de chance aunque en carrera también se encuentra Miguel Angel Russo, porque también fue jugador de Bilardo en los mismos tiempos de Sabella, y actualmente en Racing Club, aunque antes fue campeón de la Copa Libertadores con Boca Juniors en 2007 y finalista del Mundial de Clubes de ese año ante el Milan.

Queda en la incógnita si Grondona llamará a Carlos Bianchi, el entrenador más exitoso de la historia del fútbol argentino, ganador de cuatro Copas Libertadores y tres intercontinentales, pero que no cuenta con la simpatía del dirigente, que no digiere que en dos ocasiones no haya aceptado el ofrecimiento, en 1998 y en 2004, aunque arrasa en todas las encuestas con mucha diferencia.

Como balance del trabajo de Maradona, quedan veinticinco partidos como entrenador argentino, de los que ganó dieciocho y perdió siete, sin empatar nunca,. Algo muy propio de su carácter: nada de grises, blanco o negro.

Maradona: “Bilardo betrayed me and Grondona lied to me” (Sakai Bela, India)



Buenos Aires.- Maradona sad but calm affirmed in a press release that the manager of the Argentinean team, Carlos Bilardo “betrayed me” and that the president of the AFA, Julio Grondona “lied to me”, when he explained that he cannot continue working in the Argentinean team as coach “because I have codes they have not, and if they remove a collaborator, I cannot accept to continue working”

Surrounded by his collaborators of the World Championship (his two ex assistants Alejandro Mancuso and Héctor Enrique, two physical assistants, Fernando Signorini and Javier Vilatmijana, his defensive adviser Oscar Ruggeri and his Press spokesman, his son-in-law Fernando Molina) as well as his family (his two daughters, Dalma and Gianina and his girl friend Verónica Ojeda), Maradona read a press release and explained that he would not accept questions for the moment, although it is known that he has already sold an interview in television for the next Sunday in a popular program of the conductor Susana Giménez.

In the strongest part of the redding, Maradona recalled that days ago “when we were in mourning, Bilardo worked in shadow to throw me. When Grondona asked me for the list of players convoked for the match vs Ireland (next August 11, it was just a story as Bilardo and Humberto (president’s son abd Vince president of the National Team department, had already done it”.

The football star referred to the last days upon returning from the World Championship of South Africa, qualifying them as “disturbing” when he recalled that “we were to continue, after I was called to extinguish the fire and in the lockers room after the match against Germany and in the presence of witnesses and players, Grondona told me that he was satisfied with my work and wanted to continue but already in Buenos Aires when we met, five minutes later he was telling me that he wanted to remove seven of my collaborators and he knows that if they do with only one, I will leave because I have codes that I learned from my parents and can look in the eyes of everybody, though I can be mistaken”.

Maradona refers to the suggestive change operated since this week, when everything indicated that his contract would be renewed and it would be explained by a change in the lack of backing that former he had from the government of the president Cristina Fernández de Kirchner, who invited him to the Government House and found the negative of the coach who considered there was nothing to celebrate with a fifth position and few hours later he appeared in Venezuela at the side of the president Hugo Chávez in the moment when he was breaking the relations with the president of Colombia Alvaro Uribe. Freeing Gordona from the pressure of having to renew the contract of Maradona (the president of the AFA awaits that with the new Act of Media the government will grant his institution a TV channel), the veteran directive took out the card he usually uses in such cases generating that the coach leaves without having to fire him so he told him that seven of his collaborators have to leave knowing that Maradona would not accept.

Maradona also referred when he took the conduction of the Argentinean team in November 2008 when he said that he found himself “with a team with internal problems and a group wholly divided so we had to transmit to the players the meaning of wearing the National vest” and he recalled that since “1990 the quarter-finals of a World Championship could not be reached and with our players successful in all teams, this means that things are been done badly and not much is done to change them”.

And he also was warning for the future saying that “any person that will conduce the team must know that the betrayal is in any corner and that there are persons that only take care of their personal interest and their bank account”.-

Since these declarations, the communication media dedicated themselves to look for Bilardo and Grondona, though specially the first one, emitting every time the recording of the statement of April 13, 2009, when he said “if Maradona leaves I have to leave too, all of us should leave” something that seems he does not mean to comply with when he renews his contract for four years more.

At the same time, there started a career to look for the succession of Maradona though for the moment the coach for the next friendly match of August 11, Sergio Batista, who was in charge of the team sub-20 and conducted the team that in Peking won the Golden medal in 2008. though it is not clear who prepared the list of the convoked players among which there are those of the World Championship that do not participate in the Argentinean league (not called because the Aperture Contest starts next August 6) another seven of the European leagues, the lateral backs Emiliano Insúa and Pablo Zabaleta, the midfielders Fernando Gago and Ever Banega, the left lateral Jesús Dátolo, the forwarder Ezequiel Lavezzi and the central back Fabricio Coloccini.

In change, it is not sure the continuity of Batista not even for the friendly match of September 7 in Buenos Aires vs the World Champion, Spain, meanwhile Alejandro Sabella, the present coach of Estudiantes (champion of the Copa Libertadores de América 2009 and from one minute to win the World Championship of Clubs vs Barcelona) is the one who counts with more chances to remain with this position.

Sabella was Bilardo’s player in the Estudiantes, champion of 1982 and also he was the second field assistant to Daniel Passarella in the World Championship in France 1998 therefore he has certain experience in the World championships.

With some less chance though in career as well there is Miguel Angel Russo, as he also played with Bilardo in the same periods of Sabella, and at present in Racing Club though he was formerly Champion of the Copa Libertadores with Boca Juniors in 2007 and finalist in the World Championship of Clubs in the same year vs Milan.

There is incognita whether Grondona would call Carlos Bianchi, the coach that was the most successful in the history of Argentinean football, winner of four Copas Libertadores and three Intercontinental, but he does not count with the directive’s sympathy who cannot swallow that in two occasions he did not accept the offer, in 1998 and 2004, though he over passes with much difference all the surveys.

As balance of Maradona’s work, there remain twenty five matches as Argentinean coach of which he won eighteen and lost seven, with no tie. Something typical of his character, nothing of gray, only white and black.

miércoles, 28 de julio de 2010

El fútbol argentino es impresentable (Jornada)



Se esperaba con ansiedad la conferencia de prensa de Diego Maradona, por su conocida capacidad para prender el ventilador. Pero el ícono popular argentino, que sostiene que el presidente de la AFA, Julio Grondona, le mintió y que el manager Carlos Bilardo lo traicionó, apenas lee un comunicado demostrando tristeza aunque también firmeza de convicciones, pero anuncia que no responderá preguntas y no aclara que ya vendió una entrevista con la popular conductora Susana Giménez para el próximo domingo, que muchos analistas ven como “irreprochable” (no se les escuchó opinar sobre la pretensión del “diez” de cobrar cada reportaje a medios deportivos durante sus meses al frente de la selección nacional).
Grondona es el mismo que en el vestuario, a minutos de la dura eliminación ante Alemania en el Mundial, le dijo a Maradona que estaba contento con su trabajo y que deseaba su continuidad, y ni siquiera un mes después sacaba su conocida carta para indicarle que siete de sus colaboradores tenían que irse, a sabiendas de que eso no sería aceptado por el entrenador, es decir, lo echó indirectamente aunque con hipocresía.
No parece, sin embargo, que el dirigente tuviera tan claro que podía utilizar esta argumentación cuando aún deambulaba por la rica zona de Sandton en Johanesburgo y el Mundial no había terminado aunque sí la participación argentina, y por esos días sostenía que el caso de Maradona era “especial” y que se trataba “de la única persona que en la Argentina puede hacer lo que quiera”.
Todo indica que la diferencia entre una postura y otra estuvo dada por el vía libre dado por el Gobierno Nacional a partir del desplante de Maradona de no asistir a la invitación de la presidente Cristina Fernández de Kirchner y a su viaje relámpago a Venezuela para acompañar a Hugo Chávez en su ruptura de relaciones con el mandatario colombiano Alvaro Uribe. Esta situación le permitió a Grondona destrabar el molesto vínculo con un entrenador que nunca quiso y que echó mano a sugerencia de sus hijos para no tener que hacer lo que indica el sentido común a gritos desde hace muchos años: convocar al mejor entrenador, a Carlos Bianchi, a quien detesta porque dos veces (1998 y 2004) no aceptó el convite por distintas razones, todas ellas atendibles. Es decir: con la quita de apoyo gubernamental, Grondona hizo que parezca lo que no es (que Maradona se fue solo) para que todo salga como quiere que sea aunque estaba dispuesto, por intereses a que no sea como debería ser. No es un mero juego de palabras sino una parte de la tristísima realidad del fútbol argentino desde hace muchísimos años.
Más insólito, al menos de cara al público, es recordar aquella frase de Carlos Bilardo del pasado 13 de abril de 2009, cuando manifestó que “si se va Maradona de la selección, nos tenemos que ir todos los colaboradores. Yo me tengo que ir”. Hoy, tras haber estado desaparecido durante todo el Mundial, sin un rol claro en el equipo, parece más preso de sus palabras que de algún vínculo con Maradona, con quien desde hace mucho está alejado y con mutua desconfianza y todo indica que fue él quien sugirió la salida de los siete colaboradores que motivaron la inducida renuncia del “diez” y su advertencia clara hacia su sucesor en el cargo de que “la traición está a la vuelta de la esquina”.
Maradona aparece leyendo su comunicado flanqueado por Oscar Ruggeri, otro símbolo de los años de bilardismo, ahora también enfrentado al manager, y quien no fue aceptado para integrar el cuerpo técnico por Grondona, pero que de todos modos tuvo incidencia en el armado del equipo y visitó asiduamente la concentración del High Performance Center de la Universidad de Pretoria durante el Mundial.
Alejandro Mancuso, ayudante de campo de Maradona por haber estado a su lado en duros momentos de su vida privada (¿Una cosa amerita la otra? ¿La AFA no pudo o no quiso recusarlo aún no teniendo el mínimo antecedente para el puesto?), sugiere al entrenador que en la conferencia de prensa posterior a la eliminación por goleada ante Alemania, se haga referencia al “fútbol que le gusta a la gente”, que sabe que molestará al manager por su tufillo menottista, y aún cuando hasta marzo pasado, el equipo jugaba con un 4-4-2 muy lejano al toque y la posesión del balón, pero esto es obviado por los grandes medios de comunicación, que ven como un sacrilegio criticar al ídolo.
Habrá que ver cómo toma el maradonismo el lugar que ahora ocupa, aunque de transición, Sergio Batista, otro jugador de los tiempos de “México 1986”, habiéndose quedado en la estructura bilardiana cuando todos se van espantados, y aunque tal vez en poco tiempo sea reemplazado.
¿Del juego del equipo en el Mundial? ¿De que tantas estrellas en sus equipos europeos de primer nivel no hayan logrado rendir ni en una mínima proporción en la selección argentina durante el Mundial? ¿De los caminos sorprendentemente tapados a Lionel Messi, que podía poner en disputa el reinado de Maradona ante los argentinos? De nada de eso se habla en la Argentina. No hay proyectos, ni ideas, ni remotamente tocar el tema sobre qué se pretende del juego, qué línea, qué filosofía. De acuerdo a qué se elige al nuevo entrenador y por qué se jugó mal en el pasado Mundial o por qué casi se pierde de jugarlo en la pasada eliminatoria. Nada de nada. Ausencia total de debate. Antes, Maradona estaba para seguir. Sí, Julio. Luego, Maradona no estuvo más para seguir. Sí, Julio. Los dirigentes, invitados a los mundiales con todo pago, tienen luego que votar si sí o si no. Sin ideas propias, apenas atados a los tantos negocios que hoy genera el fútbol argentino, que estructura todo mirando a Europa para sacar dinero. ¿O si no cómo se entiende que esta selección ya tenga seis partidos organizados hasta diciembre, dos de ellos ante España y Brasil, sin conocer antes a su entrenador ni a qué se quiere jugar? Eso parece ser lo de menos. El fútbol argentino es, desde hace tiempo pero mucho más hoy, decididamente impresentable.

martes, 27 de julio de 2010

El turbulento final de un ciclo traumático (Jornada)



Ni siquiera en el casi seguro adiós de Diego Maradona a la selección argentina parece que habrá paz. Cuando parecía que el ícono popular de los argentinos podía continuar en su cargo, el presidente de la AFA hizo la “gran Grondona” y esgrimió la misma carta que tenía debajo de la manga como cuando tras el Mundial de España en 1982 le ofreció un muy bajo contrato a César Menotti para forzar su renuncia. Ya lo dice el viejo zorro de la calle Viamonte: los que se van son ellos, la AFA nunca los echa.
Este final de Maradona como director técnico de la selección argentina luego de su fracasado ciclo de menos de dos años, termina siendo tan complicado como todo lo ocurrido durante tantos meses de altísimo voltaje. Y todo indica que la aparición de Grondona con tantas y tan duras objeciones a Maradona, cuando a nosotros mismos nos había manifestado en Sandton, Johanesburgo, que se trataba de “una persona especial” o que es “el único que en la Argentina puede hacer lo que quiera”, tiene mucho más que ver con que desde el poder político lo liberaron para tomar decisiones que con un repentino cambio de ideas. A lo sumo, esta libertad desde el guiño desde Olivos se potenció cuando Maradona osó llamar por teléfono en la misma madrugada previa a la tan esperada (y postergada por el “diez”) reunión, a un programa de televisión en el que reiteró que de tocarle cualquier colaborador de su equipo, se iría. Y para insistir en que Oscar Ruggeri (odiado por el mandamás de la AFA) se sume entre sus colaboradores. Ya era demasiado tarde y Grondona, liberado de presiones, apareció en Ezeiza, en la reunión, con todo su potencial, decidiendo que seis de los miembros del cuerpo técnico (entre ellos Alejandro Mancuso y Héctor Enrique, los dos ayudantes de campo, así como el preparador físico Fernando Signorini y el médico Donato Villani) debían irse,. No uno (Mancuso) sino seis. Y tampoco parece casual sobre quiénes caía el dedo recusador, justo cuando la AFA decidía, al mismo tiempo, renovar los contratos dsel presidente y vice del departamento de selecciones nacionales, Carlos Bilardo y Humberto Grondona, ambos enfrentados a Maradona y el primero de ellos, llamado a un extraño silencio desde los tiempos mundialistas. No parece que el ex entrenador del seleccionado campeón mundial en 1986 haya estado ajeno a la decisión de Grondona de prescindir de estos seis miembros del plantel. Tampoco, que el mismo Mancuso que habría discutido fuertemente con Juan Sebastián Verón antes de su extraña destitución como titular, fuera presa de la AFA cuando en la última conferencia de prensa de Maradona tras la eliminación mundialista, haya sostenido que procurará seguir defendiendo “el fútbol que le gusta a la gente” a sabiendas de que esa frase tiene un claro origen menottista y un perfecto destinatario. El pase de facturas llegó apenas veintitrés días después.
Tampoco quedan dudas acerca del accionar de la política en los movimientos de Grondona en los últimos veinticinco días. Es claro que el presidente de la AFA nunca quiso a Maradona como entrenador nacional, y que echó mano de él cuando ya no quedaban posibilidades de ignorar la contratación de quien realmente es el mejor entrenador del país con mucha diferencia, Carlos Bianchi (quien hoy sigue ganando cualquier encuesta y sigue desafiando a los dirigentes futboleros), pero a sabiendas de que se metía en un berenjenal (tal como ocurrió), y que luego para sacárselo de encima apeló a uno de los métodos que más resultados le arrojó en sus treinta y un años de reinado desde la calle Viamonte: que el tiempo corra. Atado como está a la espera de que el Gobierno le otorgue definitivamente el predio de Ezeiza y muy posiblemente un canal digital a partir de la nueva Ley de Medios, lo mejor parecía esperar a lo que deparara 2011, un año de elecciones presidenciales y de Copa América en casa. Uno de los dos hechos (o ambos) jugaría en su favor apenas dejando correr el agua. Pero en los últimos días, un llamado desde Olivos liberándolo de polvo y paja (a partir de un distanciamiento de Maradona del poder político y de su intempestivo viaje a Venezuela para apoyar a Hugo Chávez justo cuando rompía relaciones con Colombia) facilitó las cosas y precipitó un final con toda lógica: el inefable presidente de la AFA sintió que todo jugaba a su favor demasiado pronto, y operó sin anestesia. Total, luego dirá que el Comité Ejecutivo lo avalló y que fue él (Maradona) el que quiso irse. Un cuento demasiado conocido, tanto, como las volteretas que ahora dará para justificar que Bianchi siga comentando los mundiales para la TV mexicana en vez de sentarse donde debe: en el banco de la selección.
Ni siquiera en el casi seguro adiós de Diego Maradona a la selección argentina parece que habrá paz. Cuando parecía que el ícono popular de los argentinos podía continuar en su cargo, el presidente de la AFA hizo la “gran Grondona” y esgrimió la misma carta que tenía debajo de la manga como cuando tras el Mundial de España en 1982 le ofreció un muy bajo contrato a César Menotti para forzar su renuncia. Ya lo dice el viejo zorro de la calle Viamonte: los que se van son ellos, la AFA nunca los echa.
Este final de Maradona como director técnico de la selección argentina luego de su fracasado ciclo de menos de dos años, termina siendo tan complicado como todo lo ocurrido durante tantos meses de altísimo voltaje. Y todo indica que la aparición de Grondona con tantas y tan duras objeciones a Maradona, cuando a nosotros mismos nos había manifestado en Sandton, Johanesburgo, que se trataba de “una persona especial” o que es “el único que en la Argentina puede hacer lo que quiera”, tiene mucho más que ver con que desde el poder político lo liberaron para tomar decisiones que con un repentino cambio de ideas. A lo sumo, esta libertad desde el guiño desde Olivos se potenció cuando Maradona osó llamar por teléfono en la misma madrugada previa a la tan esperada (y postergada por el “diez”) reunión, a un programa de televisión en el que reiteró que de tocarle cualquier colaborador de su equipo, se iría. Y para insistir en que Oscar Ruggeri (odiado por el mandamás de la AFA) se sume entre sus colaboradores. Ya era demasiado tarde y Grondona, liberado de presiones, apareció en Ezeiza, en la reunión, con todo su potencial, decidiendo que seis de los miembros del cuerpo técnico (entre ellos Alejandro Mancuso y Héctor Enrique, los dos ayudantes de campo, así como el preparador físico Fernando Signorini y el médico Donato Villani) debían irse,. No uno (Mancuso) sino seis. Y tampoco parece casual sobre quiénes caía el dedo recusador, justo cuando la AFA decidía, al mismo tiempo, renovar los contratos dsel presidente y vice del departamento de selecciones nacionales, Carlos Bilardo y Humberto Grondona, ambos enfrentados a Maradona y el primero de ellos, llamado a un extraño silencio desde los tiempos mundialistas. No parece que el ex entrenador del seleccionado campeón mundial en 1986 haya estado ajeno a la decisión de Grondona de prescindir de estos seis miembros del plantel. Tampoco, que el mismo Mancuso que habría discutido fuertemente con Juan Sebastián Verón antes de su extraña destitución como titular, fuera presa de la AFA cuando en la última conferencia de prensa de Maradona tras la eliminación mundialista, haya sostenido que procurará seguir defendiendo “el fútbol que le gusta a la gente” a sabiendas de que esa frase tiene un claro origen menottista y un perfecto destinatario. El pase de facturas llegó apenas veintitrés días después.
Tampoco quedan dudas acerca del accionar de la política en los movimientos de Grondona en los últimos veinticinco días. Es claro que el presidente de la AFA nunca quiso a Maradona como entrenador nacional, y que echó mano de él cuando ya no quedaban posibilidades de ignorar la contratación de quien realmente es el mejor entrenador del país con mucha diferencia, Carlos Bianchi (quien hoy sigue ganando cualquier encuesta y sigue desafiando a los dirigentes futboleros), pero a sabiendas de que se metía en un berenjenal (tal como ocurrió), y que luego para sacárselo de encima apeló a uno de los métodos que más resultados le arrojó en sus treinta y un años de reinado desde la calle Viamonte: que el tiempo corra. Atado como está a la espera de que el Gobierno le otorgue definitivamente el predio de Ezeiza y muy posiblemente un canal digital a partir de la nueva Ley de Medios, lo mejor parecía esperar a lo que deparara 2011, un año de elecciones presidenciales y de Copa América en casa. Uno de los dos hechos (o ambos) jugaría en su favor apenas dejando correr el agua. Pero en los últimos días, un llamado desde Olivos liberándolo de polvo y paja (a partir de un distanciamiento de Maradona del poder político y de su intempestivo viaje a Venezuela para apoyar a Hugo Chávez justo cuando rompía relaciones con Colombia) facilitó las cosas y precipitó un final con toda lógica: el inefable presidente de la AFA sintió que todo jugaba a su favor demasiado pronto, y operó sin anestesia. Total, luego dirá que el Comité Ejecutivo lo avalló y que fue él (Maradona) el que quiso irse. Un cuento demasiado conocido, tanto, como las volteretas que ahora dará para justificar que Bianchi siga comentando los mundiales para la TV mexicana en vez de sentarse donde debe: en el banco de la selección.

domingo, 25 de julio de 2010

El nuevo orden del fútbol mundial (Yahoo)



Sin dudas la fase final de cada Copa del Mundo mnarca el final de un ciclo y el inicio de otro en el fútbol internacional. No parece ser distinto ahora, a partir de las luces y las sombras, los éxitos y los fracasos de la reciente cita sudafricana, con alguinos importantes cambios de entrenadores en seleccionados de primer nivel y un acertijo en cuanto a qué puede pasar con otros. La tendencia clara parece ir en busca de tratar de copiar el esquema que tan buen resultado le dio a la selección española y que hace dudar a algunas potencias sobre si sus últimas políticas no se han alejado demasiado de un modelo estético.

En la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) hay demasiada satisfacción como para pensar en cambios y la renovación del contrato del entrenador Vicente Del Bosque y su cuerpo técnico aparece como sencilla y ya se tienen en claro los primeros compromisos, un tanto arriesgados, ante México en la capitral de este país y luego ante Argentina en Buenos Aires, en setiembre.

Muy distinto que el de España es el caso de las selecciones italiana y francesa, que pareciera que marchan en forma casi paralela en todo: desde que sus selecciones fueron finalistas en el Mundial de Alemania 2006, nunca más encontraron su rumbo. Ambas fracasaron en la Eurocopa de 2008 en Austria y Suiza, y si bien la Federación Francesa siguió manteniendo a su entrenador Raymond Doménech contra las críticas que recibía desde todo el ambiente, ya había decidodo su recambio cuando finalizara la participación en el reciente Mundial de Sudáfrica.

La paupérrima actuación gala en Sudáfrica 2010, sumada al escándalo desatado con Nicolás Anelka, quien debió regresar al país, destituído por la propia Federación, hicieron que nadie dudara en que lo mejor era que el ex defensor campeón mundial en 1998, Lorent Blanc, tomara las riendas con el apoyo explícito de su ex compañero Zinedine Zidane.

Éste no quiso entrometerse en el conflicto de la selección francesa pero en una de sus pocas apaericiones públicas llegó a decir, consultado sobre el caso, que “con Blanc no pasaría” y con eso lo dijo casi todo. Blanc se plantea ahora comenzar el nuevo ciclo (en el que definitivamente se apagan estrellas como Thierry Henry o Robert Pires o Patrick Vieira) posiblemente sin convocar para los primeros amistosos de agosto y setiembre a ningún mundialista, como prueba del descontento social con lo realizado por el equipo en Sudáfrica.

Italia parece transitar el mismo camino aunque aún con más cambios de entrenador. Cuando finalizó el Mundial 2006 con la obtención de la cuarta Copa del Mundo, el entrenador Marcelo Lippi renunció para tomarse unas largas vacaciones, pero tuvo que retornar a los dos años luego del fracaso de su sucesor, Roberto Donadoni, para la Eurocopa 2008. Con apenas dos años de trabajo pero sin el recambio suficiente en términos de calidad, Lippi debió afrontar el Mundial 2010 con un equipo sin frescura y que ni siquiera pudo pasar de la primera fase en un grupo copn Paraguay, Eslovaquia y Nueva Zelanda sin haber podido ganar ningún partido.

Pero Lippi ya había manifestado que tal como en Alemania 2006, renunciaría al finalizar el Mundial y ya tenía asignado su reemplazante, el ascendente ex entrenador de la Fiorentina, Césare Prandelli.

Si llama positivamente la atención que el nuevo entrenador de la selección de Corea del Sur, Cho Kwang Rae, diga que tratará de seguir la línea futbolística de España, no es tan claro lo que vaya a hacer el aparente nuevo entrenador brasileño Muricy Ramalho, de 54 años y tricampeón nacional con el San Pablo entre 2006 y 2008.

Con el desafío de tenetr que ganar obligadamente el próximo Mundial como local en 2014 para que no se repita el episodio del Maracaná de 1950 ante Uruguay, la prensa brasileña había apostado a la veteranía y el carácter ganador de Luiz Felipe Scolari, ya campeón mundial en Japón 2002, pero éste no quiso regresar, porque se siente cómodo en el Palmeiras y porque sabe de la tremenda responsabilidad de un cargo como éste cuando no hay chances de perder sin quedar sometido al escarnio.

Entonces, entraron en competencia los de la generación siguiente como ;Mano Menezes (Corinthians), Ramalho (que ahora dirige al Fluminense pero que en las próximas horas podría firmar su contrato con la Confederación Brasileña, CBF) y Leonardo, quien acaba de irse del Milan y de reconocida buena relación con la mayoría de los jugadores de su país.

Más allá de Brasil, en el resto de Sudamérica es claro que tanto Oscar Tabárez (Uruguay), Gerardo Martino (Paraguay) y Marcelo Bielsa (Chile) renovarán sus comntratos luego de las muy buenas actuaciones de sus selecciopnes en el reciente Mundial.

Distinto es el caso de Argentina, que pese a que finalizó de muy mala manera el Mundial de Sudáfrica, goleada ante Alemania, en el país no parece que hubiera un debate serio sobre el futuro y entonces a comienzos de la semana que viene, Diego Maradona podría firmar la renovación por otros cuatro años, aunque con el compromiso de tener que gabar en 2011 la Copa América como local.

Otra Federación que vive tiempos revueltos es la mexicana. Cuando parecía que Javier Aguirre era el entrenador ideal y había funcionado perfectamente en el hexagonal final de las eliminatorias, nuevamente la crítica le cayó encima al quedar eliminado en octavos de final y ahora hay muchos nombres en danza, entre ellos el regreso del controvertido argentino Ricardo La Volpe.

Mientras tanto, otro enorme signo de pregunta viene desde Africa. Solamente Sudáfrica decidió que para este nuvo ciclo quiere dejar de contratar entrenadores extranjeros (como el brasileño Carlos Parreira) para hacerlo con nacionales, pero poco se sabe del resto, luego de la gran desilusión de 2010, cuando apenas Ghana pasó de la primera fase.

No se escucha, al menos, un replanteo de los dirigentes del continente sobre el por qué apelaron a entrenadores extranjeros que le han hecho perder frescura y juego en nombre de una racionalidad europea cuya eficacia con otros futbolistas nunca se vio confirmada.
Sin dudas la fase final de cada Copa del Mundo mnarca el final de un ciclo y el inicio de otro en el fútbol internacional. No parece ser distinto ahora, a partir de las luces y las sombras, los éxitos y los fracasos de la reciente cita sudafricana, con alguinos importantes cambios de entrenadores en seleccionados de primer nivel y un acertijo en cuanto a qué puede pasar con otros. La tendencia clara parece ir en busca de tratar de copiar el esquema que tan buen resultado le dio a la selección española y que hace dudar a algunas potencias sobre si sus últimas políticas no se han alejado demasiado de un modelo estético.

En la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) hay demasiada satisfacción como para pensar en cambios y la renovación del contrato del entrenador Vicente Del Bosque y su cuerpo técnico aparece como sencilla y ya se tienen en claro los primeros compromisos, un tanto arriesgados, ante México en la capitral de este país y luego ante Argentina en Buenos Aires, en setiembre.

Muy distinto que el de España es el caso de las selecciones italiana y francesa, que pareciera que marchan en forma casi paralela en todo: desde que sus selecciones fueron finalistas en el Mundial de Alemania 2006, nunca más encontraron su rumbo. Ambas fracasaron en la Eurocopa de 2008 en Austria y Suiza, y si bien la Federación Francesa siguió manteniendo a su entrenador Raymond Doménech contra las críticas que recibía desde todo el ambiente, ya había decidodo su recambio cuando finalizara la participación en el reciente Mundial de Sudáfrica.

La paupérrima actuación gala en Sudáfrica 2010, sumada al escándalo desatado con Nicolás Anelka, quien debió regresar al país, destituído por la propia Federación, hicieron que nadie dudara en que lo mejor era que el ex defensor campeón mundial en 1998, Lorent Blanc, tomara las riendas con el apoyo explícito de su ex compañero Zinedine Zidane.

Éste no quiso entrometerse en el conflicto de la selección francesa pero en una de sus pocas apaericiones públicas llegó a decir, consultado sobre el caso, que “con Blanc no pasaría” y con eso lo dijo casi todo. Blanc se plantea ahora comenzar el nuevo ciclo (en el que definitivamente se apagan estrellas como Thierry Henry o Robert Pires o Patrick Vieira) posiblemente sin convocar para los primeros amistosos de agosto y setiembre a ningún mundialista, como prueba del descontento social con lo realizado por el equipo en Sudáfrica.

Italia parece transitar el mismo camino aunque aún con más cambios de entrenador. Cuando finalizó el Mundial 2006 con la obtención de la cuarta Copa del Mundo, el entrenador Marcelo Lippi renunció para tomarse unas largas vacaciones, pero tuvo que retornar a los dos años luego del fracaso de su sucesor, Roberto Donadoni, para la Eurocopa 2008. Con apenas dos años de trabajo pero sin el recambio suficiente en términos de calidad, Lippi debió afrontar el Mundial 2010 con un equipo sin frescura y que ni siquiera pudo pasar de la primera fase en un grupo copn Paraguay, Eslovaquia y Nueva Zelanda sin haber podido ganar ningún partido.

Pero Lippi ya había manifestado que tal como en Alemania 2006, renunciaría al finalizar el Mundial y ya tenía asignado su reemplazante, el ascendente ex entrenador de la Fiorentina, Césare Prandelli.

Si llama positivamente la atención que el nuevo entrenador de la selección de Corea del Sur, Cho Kwang Rae, diga que tratará de seguir la línea futbolística de España, no es tan claro lo que vaya a hacer el aparente nuevo entrenador brasileño Muricy Ramalho, de 54 años y tricampeón nacional con el San Pablo entre 2006 y 2008.

Con el desafío de tenetr que ganar obligadamente el próximo Mundial como local en 2014 para que no se repita el episodio del Maracaná de 1950 ante Uruguay, la prensa brasileña había apostado a la veteranía y el carácter ganador de Luiz Felipe Scolari, ya campeón mundial en Japón 2002, pero éste no quiso regresar, porque se siente cómodo en el Palmeiras y porque sabe de la tremenda responsabilidad de un cargo como éste cuando no hay chances de perder sin quedar sometido al escarnio.

Entonces, entraron en competencia los de la generación siguiente como ;Mano Menezes (Corinthians), Ramalho (que ahora dirige al Fluminense pero que en las próximas horas podría firmar su contrato con la Confederación Brasileña, CBF) y Leonardo, quien acaba de irse del Milan y de reconocida buena relación con la mayoría de los jugadores de su país.

Más allá de Brasil, en el resto de Sudamérica es claro que tanto Oscar Tabárez (Uruguay), Gerardo Martino (Paraguay) y Marcelo Bielsa (Chile) renovarán sus comntratos luego de las muy buenas actuaciones de sus selecciopnes en el reciente Mundial.

Distinto es el caso de Argentina, que pese a que finalizó de muy mala manera el Mundial de Sudáfrica, goleada ante Alemania, en el país no parece que hubiera un debate serio sobre el futuro y entonces a comienzos de la semana que viene, Diego Maradona podría firmar la renovación por otros cuatro años, aunque con el compromiso de tener que gabar en 2011 la Copa América como local.

Otra Federación que vive tiempos revueltos es la mexicana. Cuando parecía que Javier Aguirre era el entrenador ideal y había funcionado perfectamente en el hexagonal final de las eliminatorias, nuevamente la crítica le cayó encima al quedar eliminado en octavos de final y ahora hay muchos nombres en danza, entre ellos el regreso del controvertido argentino Ricardo La Volpe.

Mientras tanto, otro enorme signo de pregunta viene desde Africa. Solamente Sudáfrica decidió que para este nuvo ciclo quiere dejar de contratar entrenadores extranjeros (como el brasileño Carlos Parreira) para hacerlo con nacionales, pero poco se sabe del resto, luego de la gran desilusión de 2010, cuando apenas Ghana pasó de la primera fase.

No se escucha, al menos, un replanteo de los dirigentes del continente sobre el por qué apelaron a entrenadores extranjeros que le han hecho perder frescura y juego en nombre de una racionalidad europea cuya eficacia con otros futbolistas nunca se vio confirmada.

The new order in the world’s football (Yahoo)



Without any doubt the final phase of each World’s Cup marks the end of a cycle and the beginning of the another in the International football. It does not seem to be different now, as from the lights and shadows, the successes and the defeats of the recent South African appointment, with some important changes of coaches in teams of the first level and a guess as to what may happen with others. The clear tendency is to seek to copy the scheme that such a good result gave to the Spanish team and that makes doubt some potencies whether their last politics have not went too far from an aesthetic model.

In the Real Federación Española de Fútbol (RFEF) (Royal Spanish Football Federation) there is too much satisfaction as to think in changes and the renewal of the contract of the coach Vicente Del Bosque and his technical crew seems simple and they already have clear the first commitments, somewhat too risky, vs Mexico in Mexico City and afterwards vs Argentina in Buenos Aires, in September.

Very different to the Spanish team is the case of Italian and French teams, which seems to go parallel in everything since their teams were finalists in the World Championship in Germany 2006, they have never found their route. Both were defeated in the Eurocup 2008 in Austria and Switzerland, and though the French Federation maintained their coach Raymond Doménech against the critics received from the whole environment, his withdraw has been already decided when their participation in the recent World Championship in South Africa ended.

Their very bad performance in South Africa 2010 added to the scandal with Nicolás Anelka, who had to return to the country destituted by their own Federation, all this made that nobody doubted that the best would be that the ex defender World Champion in 1998, Lorent Blanc took the command with the explicit backing of his ex companion Zinedine Zidane.

The latter did not want to enter into the conflict of the French team but in one of his few appearances, when consulted, said “with Blanc this would not had happened” and with this he said almost everything. Blanc thinks now to start the new cycle (in which definitively the stars such as Thierry Henry, Robert Pires or Patrick Vieira are extinguishing possibly without convoking for the first friendly matches of August and September none of the World finalists, as a proof of the social dissatisfaction with the performance of the team in South Africa.

Italy seems to walk the same way though with even more changes of coach. When the World Championship 2006 finished with the obtainment of the fourth World Cup, the coach Marcelo Lippi renounced to take long holidays, but he had to take again two years later of the defeat of his successor, Roberto Donadoni, for the Eurocup 2008. With scarcely two years of work but without sufficient re-change of quality, Lippi had to confront the World Championship 2010 with a team without freshness and that could not pass even the first phase in a group with Paraguay, Slovakia and New Zealand without being able to win a single match.

But Lippi had already declared that as in Germany 2006 he would renounce once the World Championship ended and had already indicated his successor, the ascendant ex coach of the Fiorentina, Césare Prandelli.

It calls positively attention that the new coach of the South Korean team,, Cho Kwang Rae, says that he will follow the footballistic line of Spain, but it is not too clear what will do the apparently new Brazilian coach Muricy Ramalho, of 54 years and National tri champion with the San Pablo between 2006 y 2008.

With the challenge to have to win the next World Championship at home in 2014 as not to repeat the episode of the Maracaná 1950 vs Uruguay, the Brazilian press had bet on the veteran and winning character of Luiz Felipe Scolari, already World champion in Japan 2002, but the latter did not want to return because he is comfortable in the Palmeiras and because he knows the enormous responsibility of a position like this when there are no chances to lose without being submitted to the derision.

Then, there entered into competition those of the following generation as Mano Menezes (Corinthians), Ramalho (now conducing the Fluminense but in a few hours he could sign his contract with the Brazilian Confederation (CBF) and Leonardo, who has just left the Milan, and of a recognized good relationship with the majority of the players of his country.

Furthermore to Brazil, in the rest of South America it is clear that Oscar Tabárez (Uruguay), Gerardo Martino (Paraguay) and Marcelo Bielsa (Chile) will renew their contracts after very good performances of their teams in the recent world championship.

Different is the case of Argentina, that in spite it ended in a very bad manner the World Championship of South Africa, goaled by Germany, in the country there does not seem a serious debate on the future and so early next week, Diego Maradona would sign the renewal for another four years, though with the commitment to have to win the Copa America 2011 at home.

The other Federation that has rough times is the Mexican. When it seemed that Javier Aguirre was the ideal coach and had done it perfectly in the final hexagonal of the eliminatory, again the critic fell on him, when he was eliminated in eights and now there are many names in dance, among which the return of the controversial Argentine Ricardo La Volpe.

Meanwhile, another interrogative sign comes from Africa. Only South Africa decided that for this new cycle does not want to contract foreign coaches (as the Brazilian Carlos Parreira) to do it with the national, but not much is known about the rest after the great disillusion of 2010 when Ghana scarcely passed the first phase.

No thoughts are being heard from the directives of the Continent as to the reason they appealed to foreign coaches that let them lose the freshness and the game in the name of an European rationality whose efficiency with other footballists was never confirmed.

sábado, 24 de julio de 2010

Riquelme, Boca y la política



En este mundo de hipocresía en el que se ha transformado desde hace ya mucho tiempo el fútbol, pero muchísimo más aún el argentino, se hace hincapìé con justicia en el intrincado rol de Diego Maradona en el conflicto entre Colombia y Venezuela, al lado del presidente de este país, Hugo Chávez, pero poco hay escrito sobre uno de los principales motivos por el que acaso uno de los dos mejores jugadores de la liga nacional en la actualidad, Juan Román Riquelme, no termina nunca de arreglar su contrato con Boca Juniors en un culebrón que ya aburre: la intromisión en las negociaciones del propio alcalde de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Mauricio Macri.
Si se ha criticado duramente al actual dubitativo presidente de Boca (muchos lo comparan con Fernando de la Rúa), Jorge Amor Ameal, por llevar a la deriva a un Fórmula Uno como es en este momento el club de la Ribera, que vende todos sus activos en millones de euros y que posee sin dudas el mejor plantel del país, no se ha dicho demasiado el principal de sus puntos flojos desde que hace un año y medio heredó el cargo debido a la muerte del anterior presidente, Pedro Pompilio. Y es que en la comisión directiva de Boca conviven dirigentes deportivos planos, que no responden a una ideología concreta, con otros más cercanos al actual Gobierno nacional, y con otros decididamente ligados a Macri, especialmente cuatro de ellos (uno de licencia, coincidente o no con la crisis de la renovación de contrato de Riquelme).
No es en absoluto casual que en este momento, Riquelme se encuentre con trabas para renovar su contrato cuando el sospechado alcalde porteño (la Justicia dictaminó que tiene relación con las escuchas telefónicas ilegales) viene manifestando que él no le renovaría si fuera aún presidente del club, pese a que el crack tuvo más que destacada participación en los últimos títulos locales e internacionales del club, que no por nada está dispuesto a desembolsar en un mercado como el argentino la suma de cinco millones de dólares, y aún debe mucho dinero al Villarreal por la compra definitiva de su pase en 2007 por 13 millones de euros.
Uno de los problemas que genera esta traba (que no pasa por lo económico sino por lo político) puesta por el sector macrista de la comisión directiva de Boca es que allí, en ese tironeo con el jugador, que no suele ser políticamente correcto y con acidez suele decir más verdades que mentiras, es que es en esos momentos en los que suelen aparecer en escena aquellos que desde los medios juegan su partido para un lado o para el otro, y cuando se habla de Boca y todos los intereses que hay a su alrededor, también recrudece la interna que viene desde hace años entre Riquelme y el otro ídolo del club, Martín Palermo, que a su regreso del Mundial arregló su contrato con demasiada facilidad (que él mismo se encargó de contar a los medios).
Esto no significa que Riquelme sea una persona fácil ni accesible. Es conocido su carácter difícil en cada uno de los equipos que integró, si bien su aporte futbolístico es, a esta altura, innegable.
Lo que se pretende decir aquí es que quienes argumentan desde lo económico puramente el conflicto entre Boca y Riquelme, están omitiendo el aspecto más importante de todos: la voluntad política de parte de una dirigencia indomable, que puede derivar en que esta conducción pierda las elecciones en 2011 luego de 15 años de control de los movimientos de Boca, por falta de coherencia en el proyecto.
Porque de lo contrario, se trata de preguntas sin respuestas: Si Riquelme se dice hincha de Boca y hasta sostiene que llegó a jugar "gratis" en la temporada pasada, la CD le ofrece ahora los cuatro años de contrato que reclamó y con un pago de cinco millones de dólares, y el entrenador Claudio Borghi viene diciendo que su proyecto necesita obligadamente de Riquelme, no deberían existir trabas, al menos que en las sombras haya alguien (o algunos) que no quiera (n) que la negociación avance.
Si Riquelme termina yéndose de Boca, será el inicio del final de una época futbolística, pero es posible que el alcance sea mucho mayor y la propia institución entre en la deriva hasta que 2011 clarifique las aguas. Porque los hinchas y los socios ya dieron su veredicto incluso el día que Diego Maradona regresó a su palco en la Bombonera, cuando citó a Palermo para tratar de reconciliarse con el club tras la renuncia de Riquelme a la selección. Ese día, hasta al mejor jugador de todos los tiempos le quedó claro quién es quién en la historia de Boca. Y no parece que esta vez "La 12" pueda tapar, por orden de "arriba" los gritos que van a llegar desde plateas y populares.

jueves, 22 de julio de 2010

Los traumas holandeses en Sudáfrica (Por Fernando Trejo Segura)

Estimados lectores: No dejen de leer las nuevas columnas del prestigioso sociólogo Fernando Trejo Segura sobre los traumas holandeses en Sudáfrica en mi sitio web, http://www.sergiolevinsky.com.ar/portal/index.php?option=com_content&view=article&id=62:los-traumas-holandeses-en-sudafrica-&catid=36:sociologia&Itemid=69

Y también, su columna sobre España y su política deportiva, en
http://www.sergiolevinsky.com.ar/portal/index.php?option=com_content&view=article&id=61:las-politicas-deportivas-pueden-tener-frutos-espana-campeon-del-mundo-&catid=36:sociologia&Itemid=69

La posible renovación a Maradona se entiende desde la política (Sakal Bela, India)



Muchos en la Argentina se preguntan qué pasaría con la renovación del contrato si el entrenador de la selección, en el reciente Mundial de Sudáfrica, hubiera sido cualquier otro y no Diego Maradona. La respuesta sería clara y rotunda: no hubiera tenido la menor chance de continuar. Quizá una de las pocas frases ciertas del presidente de la AFA, la Federación Argentina, Julio Grondona, dicha a este periodista en un café de la rica zona de Sandton, en Johanesburgo, grafica como nunca la realidad. “Él es muy especial, es un caso distinto a los demás”, sostiene el dirigente y lo es en muchos sentidos.
Lo cierto es que la renovación del contrato de Maradona sólo se entiende desde la política. Desde que en 2009 el Gobierno decidió retirarle los derechos de la TV del fútbol argentino a la empresa Torneos y Competencias (TyC) para dárselos al Canal 7 estatal, y Maradona acompañó a la presidente Cristina Fernández de Kirchner en el acto de presentación del programa “Fútbol para todos”, que inauguraba una nueva era de la televisación de partidos de la liga argentina en forma gratuita por la TV abierta, el gobierno tomó al ex jugador como aliado político y decidió sostenerlo en el tiempo, cosa que amplió por estos días, colocando a su propia gente en el aeropuerto internacional de Ezeiza, para vitotear al equipo que venía de perder nada menos que por 4-0 ante Alemania en cuartos de final, siendo netamente superado.
Mientras en cualquier encuesta por su continuidad o no, gana la negativa por un 72 por ciento de los votos, especialmente cuando opinan quienes gustan del fútbol, Maradona gana terreno en sus posibilidades de seguir siendo el entrenador nacional por otros cuatro años, inclusive sin que se cuestione, al menos oficialmente, ni siquiera a sus colaboradores como Alejandro Mancuso y Héctor Enrique, aún cuando éstos no reunieron ninguna experiencia anterior en el puesto.
¿Cómo se entiende que un entrenador que casi se queda afuera del Mundial en una fácil eliminatoria, en la que perdió 6-1 contra Bolivia en la altura de La Paz, que fue netamente superado por Alemania en el Mundial, que osó desafiar a Grondona invitando al ex defensor Oscar Ruggeri a la concentración cuando éste no es aceptado por el dirigente, o que no le dio el mínimo lugar a un manager nada menos que como Carlos Bilardo, pueda no sòlo seguir en el cargo sino que pueda imponer sus criterios como si viniera de ganar la Copa del Mundo? Sólo puede entenderse desde la política.
Grondona es un reconocido hábil dirigente. No casualmente lleva 31 años como presidente de la AFA y ya hace mucho tiempo es también el vicepresidente senior de la FIFA, el segundo hombre detrás de Joseph Blatter. Y si no hace nada para que Maradona se vaya de la selección es porque si bien admite en privado que el entrenador no tiene los conocimientos necesarios para seguir, al mismo tiempo sabe que nunca la AFA ni los clubes recibirán tanto dinero desde la TV como ahora desde el Estado, que quintuplicó los ingresos provenientes de la empresa privada TyC, que tenía los derechos desde 1991. Y eso no es todo: la AFA aspira a que con la nueva Ley de Medios, ya votada por el Parlamento, habrá un 33 por ciento de canales digitales para las ONG, entre las que se inscribe la institución futbolística. Atado como está a que el Gobierno le ceda el canal, y sabiendo que Maradona goza de la protección gubernamental, prefiere no hacer ningún movimiento en contra jugando con dos factores fundamentales para ayudarlo para que las cosas cambien: que en 2011 se juega la Copa América en Argentina (que no organiza el certamen desde 1987 y que no gana ningún título desde 1993) y que en ese mismo año hay elecciones presidenciales. Un cambio de gobierno dejaría a Maradona sin respaldo institucional, y una Copa América perdida como local, dejaría sin plafond al entrenador. Grondona sabe entonces que un contrato por cuatro años, hasta que finalice la participación argentina en el Mundial de Brasil 2014, es sólo un papel firmado sin demasiado valor hasta pasar por el tamiz de 2011 e incluso, de los seis partidos amistosos que por contrato deberá jugar la selección argentina en el segundo semestre de 2010, el primero de los cuales ya será el 11 de agosto en Dublín ante Irlanda (que en conversaciones informales Maradona intenta bajar). Pero habrá algunos que entrañan mucho riesgo, como uno ante los nuevos campeones mundiales, España, en Los Angeles, en setiembre, y otro ante Brasil en Qatar, en noviembre.
El pasado 3 de julio, cuando la selección argentina fue arrasada por la alemana en el Mundial, se vio en la posterior conferencia de prensa en el estadio Green Point de Ciudad del Cabo a un Maradona muy caido anímicamente, al borde de la renuncia. Apenas si pasó una quincena y ya este Maradona que estuvo recluído en su casa de Ezeiza, cerca del aeropuerto, junto a su novia, Verónica Ojeda, era otro e imponía condiciones como no aceptar ninguna salida de sus colaboradores y hasta se permitió una típica movida de su sello: en vez de reunirse con Grondona en la semana para cerrar su renovación, prefirió viajar a Venezuela, invitado por su presidente Hugo Chávez, para distintas clínicas de fútbol en ese país, postergando para el lunes el esperado (y para muchos ya resignado) encuentro entre el entrenador y el anciano dirigente. Algunos pocos albergan la chance de que Grondona haga lo que ya hizo en otro tiempo con César Luis Menotti en 1982: ofrecer mucho menos de lo que el entrenador quisiera ganar como salario para forzar su salida. La mayoría cree que el motivo de la renovación pasa por los claros intereses políticos de Grondona, y no tanto su deseo de que Maradona continúe. Grondona sabe que el tiempo es su mejor aliado y juega sus cartas. Maradona, en cambio, apuesta todo lo que tiene y sabe que su único capital es ganar la Copa América en casa dentro de un año. Demasiado riesgoso.

The possible renewal of Maradona is understood from politics (Sakal Bela,India)



Buenos Aires. - Many in Argentina ask what would happen with the renewal of the contract if the coach of the team in the recent World Championship in South Africa would be any other than Maradona. The reply is very clear and absolute: he would have no chance whatever to continue. Perhaps one of the few certain sentences of the president of AFA, the Argentinean Federation, told to this reporter in a coffee of the Rich zone of Sandton, in Johannesburg, graphs as never the reality: “He is very special, it is a different case from the others”, sustains the directive and it is in many senses.
The truth is that the renewal of Maradona’s contract is understood only from the politics. Since in 2009 the Government decided to withdraw the rights of the TV of the Argentinean football from the company Torneos y Competencias (TyC) to deliver it to the State channel 7 and Maradona accompanied the president Cristina Fernández de Kirchner in a presentation act of the program “Fútbol para todos”,(Football for everybody) starting a new period for the television of the Argentinean league free of charge by the open TV, the Government took the ex player as political ally and decided to sustain him in the time, something they ampled these days, putting their own people in the International airport in Ezeiza to cheer the team that had lost nothing less but by 4-0 vs Germany in the quarters, having been fully over passed.
Meanwhile in any survey as to his continuity or not, wins the negative by 72% of the votes, when those who enjoy football give the opinion, Maradona wins ground in his possibilities to continue as National coach for another four years, even without questioning, at least officially, not even his collaborators as Alejandro Mancuso and Héctor Enrique, though they possess no former experience in the position.
How it is understood that a coach that almost is left out of the World Championship in an easy eliminatory, where he lost 6-1 vs Bolivia in the height of La Paz, having been completely over passed by Germany at the World Championship that he dared to challenge Grondona inviting the ex defender Oscar Ruggeri to the concentration when the latter is not accepted by the directive, or that he did not give the minimum place to the manager nothing less but Carlos Bilardo. He may not only continue in the position but may impose his criterion as he would have won the World Cup? It can only be understood from the politics.
Grondona is a recognized skilful directive. It is not casual that he maintains his position as the AFA’s president for 31 years and since a long time he is also the senior vice-president of the FIFA, the second man after Joseph Blatter. And if he does nothing for leaving Maradona out of the team it is because though he admits privately that the coach has not the necessary knowledge to continue, at the same time he knows that never the AFA nor the clubs received so much money from the TV as now from the state that quintuplicate the incomes from the private company TyC, who had the rights from 1991 and this is not all, the AFA aspires that with the new Media Act already voted by the Parliament, there will be a 33% of digital channels for the ONG, among which there is inscribed the footballistic institution. Tied as they are that the Government cedes them a channel and knowing that Maradona is protected by the Government, he prefers not to move anything to the contrary, playing with two fundamental things to help him thus the things change in 2011; Copa America is being played in Argentina (this contest has not been organized by Argentina since 1987 not winning any trophy since 1993 and that in the same year there are presidential elections. A change of government would leave Maradona without institutional backing and a Copa America lost at home, would leave the coach without plafond. Grondona knows that a four years contract, until the end of the Argentinean participation in the World Championship in Brazil 2014 is only a paper signed without too much value unto the pass of 2011 including of the six friendly matches that by the contract the Argentinean team will have to play in the second half of 2010, the first of which will be August 11 in Dublin vs Ireland (that in informal conversations intends to cancel) but there will be some with great risk, as one vs the new world champions, Spain in Los Angeles, in September and another vs Brazil in Qatar, in November.
The last July 3, when the Argentinean team was swept by the German in the World Championship, Maradona was seen at the later press conference in the stadium Green Point of Cape Town very low spirited close to renounce. Scarcely passed 15 days this Maradona who secluded himself in his house in Ezeiza, near the airport, together with his girl friend, Veronica Ojeda, had another spirit imposing conditions as not to accept any exit of his collaborators and he even allowed himself a typical movement of his instead of meeting with Grondona in the week to close his renewal, he preferred to travel to Venezuela, invited by the president Hugo Chávez, for different football clinics in this country, postponing for Monday the expected (and for many already resigned) meeting between the coach and the old directive. Some guess that Grondona will make what he did before in other time with César Luis Menotti in 1982: offering a lot less of what the coach wanted to earn to enforce his withdrawal. The majority believes that the reason of the renewal goes through clear politic interests of Grondona, and not so much wishing that Maradona continues. Grondona knows that the time is his best ally and he plays his cards. Maradona in change bets everything he has and knows that his only capital is to win the Copa America at home within one year. Too risky.

domingo, 18 de julio de 2010

Maradona, y una extraña renovación como entrenador de la selección argentina (Yahoo)



Por extraño que parezca, La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) le ofrecerá esta semana a Diego Maradona la renovación de su contrato como entrenador de la selección argentina por cuatro años más, hasta que termine su participación en el Mundial de Brasil 2014, pese al muy mal final en Sudáfrica 2010, cuando fue goleada 4-0 por la selección alemana.

Por lo bajo, son muchos los cuestionamientos que se le hacen al trabajo de Maradona en la selección argentina desde que asumiera en noviembre de 2008, y aún hay muchos puntos oscuros en lo que acaba de suceder en Sudáfrica, como la sorpresiva ausencia de uno de los jugadores llamados a ser líderes del equipo, el veterano Juan Sebastián Verón, o la directa desaparición de la escena (incluso hasta el día de hoy) del manager y ex entrenador campeón mundial en 1986, Carlos Salvador Bilardo.

El silencio de Bilardo desde antes de comenzar la Copa del Mundo de Sudáfrica debe entenderse desde las enormes dificultades en la comunicación con Maradona desde los tiempos de las eliminatorias, y profundizadas con el cuerpo técnico y el entorno del entrenador, especialmente con su ayudante Alejandro Mancuso (con el que Verón habría tenido una durísima discusión), y con el preparador físico Fernando Signorini, a quien se lo coloca ideológicamente cerca del ex entrenador argentino campeón mundial en 1978, y enemigo declarado de Bilardo, César Luis Menotti.

Mucho de lo que ocurrió puertas adentro de la selección argentina en los días de concentración en el High Performance Center de la Universidad de Pretoria durante el Mundial, puede resumirse en la última conferencia de prensa de Maradona luego de la dura derrota ante Alemania 4-0 en Ciudad del Cabo, cuando afirmó que profundizará “la línea de fútbol que gusta a los argentinos, la de tener la pelota y atacar”.

Sin dudas, las palabras usadas (“el fútbol que le gusta a la gente”), más allá de que sean ciertas o no, tuvieron un destinatario claro, y no es otro que el manager Bilardo, ex compañero de Juan Ramón Verón (padre de Juan Sebastián) en el Estudiantes múltiple campeón en los años sesenta, y todo indica que el volante pudo haber pagado los platos rotos de esta mala comunicación entre las partes, lo cual además, habría afectado, indirectamente, a Lionel Messi, compañero de habitación de Verón y quien (contrariamente a lo que se pensó) terminó teniendo que contenerlo.

Con fuertes críticas de la prensa especializada hacia los malos planteos de los partidos por parte de Maradona, y por parte de muchos de los dirigentes argentinos que acudieron al Mundial (de hecho, el secretario general del departamento de selecciones nacionales, Luis Segura, presentó su renuncia al cargo), y con un presidente de la AFA, Julio Grondona, quien no se siente seguro con el actual entrenador, cuesta mucho entender el rápido ofrecimiento para la renovación por cuatro años más si no se lee el asunto desde el hecho político más que el deportivo.

Con Maradona encerrado desde que regresó a la Argentina en su casa de la localidad de Ezeiza (a pocos kilómetros del principal aeropuerto internacional del país), y con Grondona recién vuelto del Mundial, donde debió quedarse como vicepresidente primero de FIFA (el segundo dirigente de la entidad, luego del presidente Joseph Blatter), el ex astro recibió un llamado del joven Gastón Granados, nada menos que el hijo del intendente de la localidad de Ezeiza (en la que vive Maradona), Alejandro Granados y de la diputada nacional oficialista Dulce Granados.

Gastón Granados es hoy, el principal nexo entre el ex presidente (y marido de la actual presidente Cristina) Néstor Kirchner, y Maradona, es decir, entre el actual gobierno argentino (que entre los miembros de la pareja ya lleva desde 2003 y finaliza en 2011, cuando habrá elecciones aunque todo indica que Néstor Kirchner volverá a presentarse como candidato presidencial) y el entrenador; y la relación no puede ser mejor desde 2009.

En ese año, el gobierno argentino de Cristina Kirchner decidió estatizar las transmisiones televisivas del fútbol local al considerar (con razón) que éstas estaban siendo monopolizadas de manera abusiva por una alianza entre el principal grupo mediático (Clarín) y la empresa Torneos y Competencias (TyC).

La expropiación de los derechos y el sucesivo pase de las transmisiones de los partidos al Canal 7 estatal, en un convulsivo momento por el fuerte debate sobre una nueva Ley de Medios de Comunicación (finalmente aprobada por el Poder Legislativo), derivó en un impactante acto de presentación del nuevo proyecto llamado “Fútbol para todos”, con la presencia de la presidente, de Grondona y de un Maradona que se ganó, ese día, el apoyo incondicional del gobierno y de los medios estatales.

A su vez, el hecho de que Grondona no confíe en su capacidad como entrenador, pero le ofrezca cuatro años más de contrato a Maradona, aún arriesgando muchísimo la posibilidad de volver a perder la Copa América en casa (ya ocurrió al año siguiente de ganar el Mundial de México, cuando en 1987 la selección argentina finalizó cuarta, en su último torneo como local), debe leerse desde su intención de no quedar mal con el gobierno argentino, debido a las enormes expectativas que alberga de que la nueva Ley de Medios recientemente votada, le genere mayores ingresos económicos a la AFA porque esta normativa contempla el reparto de los nuevos canales digitales en un tercio para el Estado, un tercio para los privados, y un tercio para ONG, entre las que podría entrar la AFA.

Grondona, cada vez más explícitamente y a punto de cumplir los 79 años de edad y los 31 como presidente de la AFA, manifiesta su sueño de terminar por fin con sus funciones directrices en Buenos Aires, ganando la Copa América de 2011 y colocando a su hijo Julio junior (hoy presidente de Arsenal, e hijo menor de los tres que tiene, dos varones y una mujer) en su cargo, para dedicarse a la FIFA en forma exclusiva, aún extendiendo su poder en las sombras en el fútbol argentino, y con un ingreso económico muchísimo más fuerte desde el canal propio de TV, al estilo de lo que está por ocurrir en Inglaterra con su propia Federación.

Grondona, viejo zorro del fútbol, sabe bien que en política, los tiempos son fundamentales y lo que hoy es de una manera, mañana puede ser de otra. Sabe bien, también, que un personaje que él no quiere en absoluto, como el ex defensor campeón mundial, Oscar Ruggeri, a quien no aceptó como ayudante de Maradona, osó desafiarlo y viajó a Sudáfrica con la excusa de que iba a trabajar como comentarista de la TV, pero se apersonó muy seguido a la Universidad de Pretoria a visitar a Maradona y el equipo argentino, y muchos le otorgan el poder de influencia para que la selección argentina marcara con cuatro defensores centrales durante el torneo.

Pero Grondona calla porque pretende el canal, sabe que Maradona cuenta con un apoyo demasiado fuerte desde el poder como para discutirlo, y también conoce que en 2011 hay elecciones presidenciales y tal vez todo cambie si este gobierno se va, o si la selección argentina no gana en casa la Copa América. Es decir, apuesta a que todo fluya y se decante, como la vida misma.

No en vano, siempre luce un anillo que tiene la inscripción “Todo pasa”, aunque ahora, desde hace unos meses, se agregó una cadenita que dice también “Algo queda”.

Todo indica, entonces, que en la semana que comienza, posiblemente se anuncie que Maradona continuará en el cargo de entrenador por cuatro años más, pero el tiempo y las circunstancias dirán.