domingo, 31 de julio de 2011

Argentina apuesta a un nuevo cambio con Sabella (Yahoo)


El fútbol argentino vive un momento muy complicado. La sorpresiva eliminación en cuartos de final de la Copa América que organizó, y que pudo ser en la propia primera fase de grupos, generó que se le rescindiera el contrato al entrenador Sergio Batista, cuando hacía un año que había llegado al cargo, y se contrate ahora a Alejandro Sabella, que será presentado el martes próximo.
Si es por los antecedentes, no hay dudas de que, excluyendo al que gana en todas las encuestas por el noventa por ciento de los votos, que es Carlos Bianchi, de mala relación con el presidente de la AFA, Julio Grondona, Alejandro Sabella cuenta con un buen antecedente, porque no sólo ha hecho buenas campañas con Estudiantes de La Plata, sino que ya acumula experiencia con la propia selección argentina por haber sido el tercer miembro del cuerpo técnico de Daniel Passarella entre 1994 y 1998, Mundial de Francia incluído.
Sabella es un entrenador pragmático pero que gusta del buen fútbol, en lo posible. De jugador ha sido un gran volante creativo, surgido de los juveniles de River Plate y transferido luego al fútbol inglés (jugó en el Sheffield United y en el Leeds) para regresar en 1982 a Estudiantes en la mejor etapa de su carrera, dirigido por Carlos Bilardo, y fue campeón argentino.
En Estudiantes, Sabella fue campeón también como entrenador. En 2009 ganó la Copa Libertadores de América y estuvo a un minuto de ser campeón mundial de clubes, pero apareció Lionel Messi y empató para Barcelona en la última jugada y luego los catalanes ganaron en los treinta minutos del alargue, y en 2010 ganó el Torneo Apertura argentino.
Pero el tema no es Sabella, entonces, sino preguntarse cómo es que Bianchi, el más ganador de todos los entrenadores argentinos, sigue sin tener una oportunidad, o por qué desde 2004 hasta la actualidad, la selección argentina cuenta con cinco entrenadores (Pekerman, Basile, Maradona, Batista y Sabella) y desde 1974 a 2004 ha tenido la misma cantidad (Menotti, Bilardo, Basile, Passarella y Bielsa). Si en los primeros treinta años ha tenido la misma cantidad que en los últimos siete, es que algo malo sucedió en estos últimos tiempos.
En cuanto a Bianchi, Grondona suele repetir que el entrenador le negó dos veces la oferta de dirigir la selección argentina en el pasado (en 1998 Boca llegó primero y firmó el contrato para generar un imperio casi por una década y en 2004 no aceptó dirigir hasta el Mundial 2006 por menos de dos años de trabajo al considerar que era poco tiempo) y que solía repetir que no trabajaría en la AFA mientras este dirigente continuara en su cargo.
Lo extraño es que cuando se le consulta por estos días a Grondona sobre por qué no se le dio más tiempo a Batista, que gozaba de la aceptación del plantel y en especial de Lionel Messi, la respuesta es que “no quiero que mañana digan que por un capricho mío se obtuvieron malos resultados”. ¿No es, acaso, un capricho suyo, que Bianchi, el mejor de todos, siga sin dirigir a la selección argentina?
Lo cierto es que Sabella deberá trabajar muy duro. El contexto no lo favorece porque con dieciocho años sin títulos con la selección absoluta, la moral está en días muy bajos. Nadie pensó en perder como locales la Copa América y el hecho de no ganarla privó a la selección argentina de jugar en 2013, en Brasil, la Copa Confederaciones, en un torneo de gala en el que jugarán Brasil, España, México, Japón, Uruguay y el próximo campeón de la Eurocopa, entre otros.
Pero aún peor, en octubre el equipo argentino debutará en la clasificación para el Mundial 2014 ante Chile como local, en un torneo con nueve equipos y cuatro plazas y media, algo que en otro tiempo, y sin la participación de Brasil, por ser local en la cita mundialista, sería casi un deshonor plantearse un mínimo peligro, pero hoy la situación es distinta y no hay certezas ni aún así.
En la AFA se reconoce que en la Copa América pasada, la selección argentina jugó como local ante tres de los próximos ocho rivales para clasificarse al Mundial (Bolivia, Colombia y Uruguay) y no pudo vencer a ninguno de ellos. ¿Por qué sería tan distinto ahora, para ir al Mundial, con los rivales aún más motivados que en la Copa? Habrá mucho que trabajar.
Desde lo futbolístico, hay varios motivos de preocupación. Uno de ellos es el comunicacional entre los propios miembros del cuerpo técnico. Por eso, se orientó a Carlos Bilardo a un rol de “asesor” de Grondona, terminando su función de manager, y aún continúa en estudio el rol que ocupará en la nueva estructura Humberto Grondona, el hijo del presidente, que tampoco tuvo un paso feliz en el ciclo anterior.
Tampoco seguirán en sus distintos cargos en el departamento de selecciones juveniles, ni Oscar Garré ni Julio Olarticoechea (sub-17) , que sumados a las salidas de Batista y de su ayudante José Luis Brown, y anteriormente de Diego Maradona y Héctor Enrique (uno de sus ayudantes) y la mala relación que hay con Oscar Ruggeri, que fue impedido de trabajar en el ciclo anterior, que apenas duró un año y medio, puede decirse que termina la oportunidad para la llamada “generación de 1986”, los que fueron campeones mundiales como jugadores y que por años reclamaba una oportunidad.
Todo indica que ahora se abre un tiempo para Sabella, posiblemente con Gabriel Batistuta formando parte del cuerpo técnico, y habrá que ver cómo trabajará el nuevo entrenador en rodearlo mejor a Messi, en explotar mejor los grandes delanteros que Argentina tiene por el mundo, y el mal momento que atraviesa en su defensa.
La gran pregunta es si lo dejarán trabajar a Sabella, o si al primer mal resultado volverá a explotar todo. El tiempo volverá a dar la respuesta.

Argentina bets on a new change with Sabella (Yahoo)


The Argentinean football passes through a very complicated moment. The surprising elimination in the quarter-final of the Copa América they organized and that could have been in the first phase, generated the end of the contract of the coach Sergio Batista, who a year ago took the position and now to contract Alejandro Sabella, who will be presented next Tuesday.
If it concerns the antecedents, there are no doubts that, excluding the one that wins in all the surveys by ninety percent of the votes - Carlos Bianchi - badly related with AFA’s president, Julio Grondona, Alejandro Sabella has a good antecedent, because not only he had good championships with Estudiantes de La Plata, but he had experience with the Argentinean team having been the third member of the technical crew of Daniel Passarella between 1994 and 1998, World Championship in France, included.
Sabella is a pragmatic coach but who likes the football well played. As player he was a great creative midfielder, coming out from the juveniles of River Plate and transferred afterwards to the English football (he played in the Sheffield United and the Leeds) returning in 1982 to Estudiantes in the best period of his carrier, conduced Carlos Bilardo, and was Argentinean champion.
In Estudiantes, Sabella was also Champion as coach. In 2009 he won the Copa Libertadores de América and was a minute from turning out into the World Champion of the clubs, but there appeared Lionel Messi and tied for the Barcelona in the last game and afterwards the Catalonians won in the thirty minutes of enlargement and in 2010 won the Argentinean Aperture Contest.
But the matter is not Sabella, but to ask oneself how it is that Bianchi, the maximum winner of all the Argentinean coaches continues without having an opportunity, or why since 2004 up to now, the Argentinean team counts with five coaches (Pekerman, Basile, Maradona, Batista and Sabella) and since 1974 to 2004 had the same quantity (Menotti, Bilardo, Basile, Passarella and Bielsa). If in the first thirty years it had the same quantity than in the last seven it is something wrong that occurred in the last times.
As to Bianchi, Grondona uses to repeat that the coach refused twice to conduce the Argentinean team in the past (in 1998 Boca arrived first and signed the contract to generate an Empire almost for decade and in 2004 he did not accept to conduce until World Championship 2006 for less than two years of work considering that it was not enough time) and that he used to repeat he will not work in the AFA meanwhile this directive continues in his position.
The strange is that when one consults these days Grondona on the reason not having granted more time to Batista, who was enjoying the acceptation of the group and particularly that of Lionel Messi, the reply is that “I do not want that tomorrow there will be said that due to a caprice of mine the results obtained were bad”. It is not his caprice that Bianchi, the best of all, continues without coaching the Argentinean team?
It is certain that Sabella will have to work hard. The context does not favour him because with eighteen years without triumphs the moral is not high. Nobody thought in losing at home the Copa América and the fact not to win left the Argentinean team without playing in 2013, in Brazil, the Confederations Cup in a gala contest where will play Brazil, Spain, Mexico, Japan, Uruguay and the next champions of Eurocup, among others.
But even worse, in October the Argentinean team will debut in the classification for the World Championship 2014 vs Chile as local, in a contest with nine teams and four and half places, something that in other times, and without the participation of Brazil, due to being local in the appointment of the World Championship, it would be almost dishonour to think about a minimum danger, but today the situation is different and there are no certainty not even in such circumstances..
In the AFA is recognized that in the passed Copa América, the Argentinean team played as local vs three of the next eight rivals to classify for the World Championship (Bolivia, Colombia and Uruguay) and could win none of them. Why would it be so different now to go to the World Championship with the rivals even more motivated than in the Cup? It will be necessary to work a lot.
From the footballistic point of view there are several reasons to be worried. One of them is the communication between the members of technical body themselves. For that reason, Carlos Bilardo was oriented to a role of Grondona’s “consultant” ending his job as manager and there still continues to be studied the role that will occupy in the new structure Humberto Grondona, son of the president, who had not a happy pass in the former cycle.
Neither will continue in the different positions in the juvenile teams department, not Oscar Garré nor Julio Olarticoechea (sub-17) , that added to the withdrawal of Batista and his assistant, José Luis Brown, and formerly Diego Maradona and Héctor Enrique (one of his assistants) and the bad relationship that there is with Oscar Ruggeri, who was not allowed to work in the previous cycle that lasted a year and half only, it may be said that there ends the opportunity for the so called “generation 1986” who were world champions as players and for years they claimed for an opportunity.
Everything indicated that now there opens a time for Sabella, possibly with Gabriel Batistuta forming part of the technical body and it will be necessary to see how the new coach would work surrounding Messi the best possible, in exploiting better the great forwarders that Argentina has over the World and the bad moment that is passing the defence.
The big question is whether they will let Sabella to work or whether in the first bad result everything will exploit again. Time will give again the answer.

jueves, 28 de julio de 2011

Grondona, Bianchi y aquél diálogo sudafricano

Sucedió en Sandton, en la ciudad más rica del continente africano. Como suele suceder, los principales dirigentes de la FIFA se alojaron allí, en los complejos hoteles-torre, en la avenida más lujosa, durante el Mundial 2010. Justo frente al Palacio de las Convenciones, donde se desarrollaba toda la tarea oficial del torneo y donde asistimos también a distintas reuniones de Adidas y a la fastuosa presentación del Mundial de Brasil 2014 con la presencia de Lula, se encontraba la confitería que solía ser el epicentro de las reuniones informales.
Ya sobre el final del Mundial y con la selección argentina eliminada, solíamos acercarnos en distintos momentos de aquellos días con los colegas Roberto Suárez (director del diario “Jornada”,  del que soy columnista) y Fabián Galdi, (viejo amigo del diario “Los Andes”, también de Mendoza).
La idea era encontrar dirigentes con los que conversar y así fue como una tarde dimos con Nicolás Leoz y pudimos enterarnos, café mediante, de muchas informaciones de esas que el veterano dirigente no ventila casi nunca (como que, por ejemplo, se iba a blindar a Gerardo Martino como entrenador de la selección paraguaya ante el temor de que la AFA acechara, con la casi segura salida de Diego Maradona de la selección argentina).
Una mañana de aquellas, entrábamos Galdi y yo a la confitería de marras, y en ese mismo instante, el presidente de la AFA, Julio Grondona, se encaminaba hacia la puerta de salida luego de haber departido con algunos colegas.
Fue en ese momento, justo cuando en la Argentina ya se había instalado el debate sobre la sucesión del director técnico de la selección, cuando entre tantos nombres que barajamos con el eterno mandamás de la calle Viamonte, que se nos ocurrió preguntar por Carlos Bianchi.
“Todos tienen las puertas abiertas, ¿por qué no?”, nos dijo Grondona.
Porque siempre parece que no, y los años pasan, y la selección argentina se pierde de tener al mejor de todos.
Pero no es que nosotros no quisimos contratarlo, es que él van ya dos veces que nos dice que no.
A ver, Julio, ¿cuáles veces? Porque no suena muy claro.
Te digo: en 1998 y en 2004.
Pero….¿en 1998 no firmó para Boca?
Sí, pero es la selección.
No me parece. Si ustedes fueron a ofrecerle contrato cuando él ya había firmado con Boca, ¿cómo le dice que no a una oferta de Boca? Piense que en aquel momento, Bianchi venía de dirigir a Vélez y a la Roma.
Es la selección, querido.
¿Y la de 2004?
Nosotros le ofrecimos la selección cuando renunció Marcelo Bielsa, pero nos dijo que él quería dirigir un ciclo completo, y que no daba el tiempo para eso. O sea que nos volvió a decir que no. ¿Una tercera vez? ¿te parece¿ ¿vos qué harías?
Llamarlo inmediatamente (risas). Porqu si es como usted dice, los argumentos de Bianchi están más que justificados. Son ustedes los que no están acostumbrados a este tipo de respuestas.
Mirá, como te dije, las puertas están abiertas para todos, pero alguien que le dice que no dos veces a la selección…
Todo indica que ya para Grondona eso fue demasiado, y avanzó hacia la puerta y tras saludar de lejos a todos, abandonó la confitería.
Días después, este cronista supo que Grondona se fue convenciendo de que no había otro camino que convocar a Bianchi y estaba dispuesto a hacerlo hasta que llegó ese fin de semana fatídico en el que sus dos hijos se metieron, se encerraron con él en la quinta, e influyeron decisivamente para que le diera “una oportunidad a la generación del 86”.
Ya en aquella oportunidad, Bianchi fue sondeado y estaba dispuesto a asumir, pero fue llamado interinamente Sergio Batista. La historia más reciente se conoce muy bien.
Ahora, otra vez la AFA va a pisar el palito, pero cuando Grondona dice que Bianchi “tres veces” se negó a ser director técnico argentino, conviene tener presente aquel diálogo de Sandton, de hace un año.

miércoles, 27 de julio de 2011

La consolidación del negocio Estado-AFA (Jornada)

Seguimos con el revival de los setenta. Y así como la selección argentina entró en ese indefinible terreno de nadie que fue en aquel momento y que da pie a temer por su futuro, ahora esta dirigencia que el fútbol supo conseguir, terminó aceptando y hasta superando la propuesta estatal de salvar a River Plate del descenso, con una operación de gran magnitud, del que desentrañaremos sus principales claves, para regresar a un formato cmo el de 1976, eliminando los promedios del descenso.

La vuelta inmediata de River (y de paso, de otros equipos de fuerza económica y de tradición futbolera) a primera división: En esta determinación de la dirigencia reside la mayor prioridad del proyecto general del cambio de formato de los torneos desde la temporada 2012/13.
En verdad, desde los estratos del poder político, la idea era evitar, incluso, el descenso de los Millonarios para la temporada actual, por aquello del “voto triste” que podría incluir a alrededor de diez millones de personas en octubre, pero es tanto el caos del fútbol argentino que no alcanzó el tiempo. La increíble frase del vocero de la AFA, Ernesto Cherquis Bialo, “si River no hubiera descendido, esto no se hubiese implementado”, exime de comentarios. De paso, entran en la bolsa de los muy posibles ascendidos, clubes muy ligados a la clase política como Gimnasia, Quilmes y Rosario Central, y beneficia a otros como Huracán, Chacarita, Atlanta y Ferro.

El perfil “federalista” que adquiere el torneo de 38 equipos: Aunque once provincias seguirán sin representación, el hecho de que los clubes de Buenos Aires tengan que viajar seguramente a todos los puntos del país le otorga un toque federal, si bien el modelo sigue siendo incompleto, con muchas fallas por la improvisación, y más cercano a lo que fue el Nacional B que al del Brasileirao (con clubes provenientes de todas las regiones del país vecino, en las que se clasifican en el primer cuatrimestre en los torneos regionales), que se asemeja mucho al proyecto que en los años noventa presentó el fallecido ex árbitro Teodoro Nitti, quien se llegó a presentar a elecciones en la AFA y obtuvo un solo voto, el suyo. Nitti dividía al país en regiones, y de todas ellas surgían equipos clasificados para un gran torneo nacional, representativo de todas las provincias.

La solidificación de los acuerdos con el Estado: El Estado pasa a aportar el doble de dinero anual que hasta ahora (1200 millones de pesos contra 600 anteriores), lo que le permite regular la publicidad en las transmisiones de fútbol que pasan a llegar a más cantidad de hogares, al transmitirse a equipos de más provincias argentinas.

El desplazamiento definitivo del Grupo Clarín del fútbol grande: El hecho de unificar los torneos de Primera A y Nacional B en otro que terminará siendo transmitido en la órbita del Estado, determina la rescisión de contrato con TRISA, la empresa que poseía los derechos de transmisión del fútbol argentino, tanto en Primera A (perdidos en 2009) como en el Nacional B, justo cuando parecía apetecible un negocio impensado con la llegada de River y otros equipos con tradición a la segunda división del fútbol argentino. Sin dudas, un hecho buscado desde las esferas del poder político.

La implementación de AFA TV: Si bien queda a la aprobación del Gobierno nacional, es un hecho que AFA TV será el gran beneficiado de este nuevo formato porque pasa a ser uno de los transmisores del torneo (desde el sistema digital, a partir de la nueva Ley de Medios) y porque ya de por sí comenzará a transmitir desde este año otro de los nuevos torneos programados, la Copa Argentina, que se jugará con el sistema de eliminación directa hasta llegar a dos finalistas. Esta aparición del nuevo canal puede significar el retorno al sistema de la empresa Torneos y Competencias (TyC) a modo de productora de los partidos, una manera de devolverle lo quitado a TRISA, quedando excluído del negocio el Grupo Clarín.

La tranquilidad de los otros equipos grandes con el descenso: Este nuevo formato determina la eliminación de los descensos de Primera A para la temporada 2012/13, lo cual alivia a equipos que partían con bajo puntaje en esta temporada como Racing Club, San Lorenzo y Boca Juniors.
Daniel Vila fuera de foco: El empresario mediático Daniel Vila reclama la autoría de este proyecto y sostiene que lo comentó con un dirigente de River Plate (habría sido el vicepresidente Diego Turnes), quien a su vez habría llevado la idea al presidente de la AFA, Julio Grondona, quien de esta manera, deja prácticamente fuera de juego a su único contrincante en la elección del 18 de octubre próximo en la AFA.

Descafeinado torneo Nacional B 2011/12: De lo que iba a ser, tal vez, el torneo de ascenso más fuerte de todos los tiempos, termina siendo un campeonato sin más objetivos que el de evitar los cuatro descensos entre veintidós equipos, para, aunque parezca extraño, poder ascender al torneo de Primera. Demasiado poco como para algunos fichajes importantes por parte de equipos como River.

Torneo de Primera con formato parecido al del Metropolitano de 1976: Con sistema de dos grupos de 19 equipos cada uno, de los que una parte va al grupo de los que pelean por el título, y otra, al que pelea por no descender, con interzonales (clásicos) y con descensos directos (cuatro) sin promedios.

Debate jurídico sobre la implementación tardía de las medidas: ¿Se puede legislar para atrás? Es decir, si River fichó una serie de jugadores para ascender inmediatamente a Primera A, y comienza en agosto el Nacional B con el formato de siempre, ¿es posible determinar a mediados de octubre, cuando se reúna la Asamblea del Comité Ejecutivo de la AFA, que eso cambia y que los fichajes prácticamente no fueron necesarios porque ascenderán 18 de los 22 participantes?, ¿es posible cambiar una reglamentación de un torneos a dos meses y medio de haberlo comenzado?

El aumento del número de equipos atenta contra la calidad del torneo: Justo cuando en Europa, el presidente de la UEFA, Michel Platini, insiste en bajar de 20 a 18 los equipos de Primera división para hacer más competitivas las ligas, en Argentina, se pasa de 20 a 38, un récord mundial. Y una prueba de que interesan los aspectos más extrafutbolísticos que los deportivos.

El escandaloso voto de los dirigentes:
Resulta llamativo que de todos los dirigentes presentes en el predio de la AFA, sólo cuatro de ellos (All Boys, Racing Club, Newells Old Boys y Vélez Sársfield) se hayan abstenido , uno sólo haya estado ausente (Olimpo de Bahía Blanca) y ninguno haya votado en contra. ¿No hay un solo club que se anime a plantear disidencias al presidente Julio Grondona? Suena extraño.

Como se dijo ayer en este diario, la AFA vive un momento de desquicio absoluto. La implementación de este nuevo formato deja un mar de dudas, y algunas certezas: la imprevisibilidad del fútbol argentino, la desprolijidad de sus dirigentes, y la falta de equidad. La sensación de que “todo vale” no ayuda a la calidad de los torneos.

martes, 26 de julio de 2011

El fútbol argentino volvió a 1974 (Jornada)


Es la primera vez, en treinta y siete años, que el nombre de un nuevo director técnico de una selección argentina, pasa a ser relativo porque como nunca, el mundo del fútbol argentino tomó plena consciencia de que no se trata de apellidos sino de tener un proyecto atrás, tal como acaba de demostrar el equipo uruguayo, flamante campeón de América.
La sensación es que, más allá de que todo esté cocinado para la asunción de Alejandro Sabella con miras a la clasificación para el Mundial de Brasil 2014, el fútbol argentino, y también su selección, está desquiciado. Sin proyectos, sin ideas, sin rumbo.
La situación es tan grave, en lo institucional, que se ha retrocedido a 1974, a los meses previos a la asunción de César Luis Menotti, cuando por fin, luego de décadas de caos y de constantes cambios dirigenciales y futbolísticos, y gracias a la cercanía del Mundial de 1978, se decidió apostar por un proyecto de seriedad.
Desde el 12 de octubre de 1974, cuando Menotti debutó como director técnico ante España en el Monumental (1-1), la selección argentina vivió un oasis en todo sentido. Histórico porque nunca antes había atravesado una situación igual y que terminó colocando al equipo en una élite, con dos mundiales ganados y varios títulos en juveniles y dos medallas doradas olímpicas. Institucional, porque en el resto de los aspectos internos, la AFA siguió navegando en distintos torneos sin una lógica que no sea la de responder al mandato y los intereses de los clubes grandes, y todo en un contexto de desquicio económico de los clubes y de una espiral de violencia alrededor del fenómeno social, con cientos de muertos y miles de heridos.
Si entre 1974 y 2004, la selección argentina tuvo solamente cinco directores técnicos (Menotti, Carlos Bilardo, Alfio Basile, Daniel Passarella y Marcelo Bielsa), y desde 2004 hasta hoy, otros cinco (José Pekerman, Alfio Basile, Diego Maradona, Sergio Batista, y muy posiblemente, Alejandro Sabella). El hecho de que en siete años, la AFA haya contratado cinco entrenadores, el mismo número que en los treinta años anteriores, no deja margen de dudas sobre el momento que se vive y el absoluto desconcierto que reina.
En los últimos años, se ha perdido el norte sobre estilos, formas de juego, idea de imagen del equipo ante la sociedad, jugadores que comenzaron a faltar el respeto del rol de la prensa y de la necesidad de acercarse al público, hasta transformarse en una selección distante y antipática, que además no consigue un título desde 1993, lo que significa cinco Mundiales y siete Copas América, de las cuales dos fueron en condición de local (1987 y 2011) .
En estos años, especialmente desde el final del Mundial de Alemania 2006 en adelante, se terminó con el buen trabajo en los juveniles, se dejó ir a Hugo Tocalli pero no se lo reemplazó llamando nuevamente a concurso, como se hizo en 1995 cuando se eligió el proyecto exitoso de Pekerman, y comenzaron las citaciones a cientos de jugadores sin claridad sobre los objetivos.
Los distintos cuerpos técnicos llegaron con amigos para los distintos cargos, no se convocó nunca al mejor entrenador posible, Carlos Bianchi, por problemas personales con el titular de la AFA, Julio Grondona, y se optó, en cambio, por ir en búsqueda de la generación campeona del mundo en México 1986, que fracasó rotundamente.
Se sabe ya lo que fue el ciclo de Diego Maradona, que terminó en una angustiosa clasificación para Sudáfrica 2010, o lo efímero del reciente ciclo de Sergio Batista, secundado por José Luis Brown, así como Héctor Enrique trabajó en el ciclo anterior. Tampoco funcionó Oscar Garré con el sub-17, ni Julio Olarticoechea como miembro del cuerpo técnico de los juveniles, y tampoco les terminó yendo bien a Oscar Ruggeri ni a Jorge Burruchaga en sus equipos, mientras que Nery Pumpido no termina de despegar.
Pero no todo termina allí. Menos que menos se entiende cuál es la función de “manager” inventada por la AFA para Carlos Bilardo, que no es hoy dirigente ni miembro del cuerpo técnico, y que parece atornillado a su cargo cuando sólo Grondona está dispuesto a mantenerlo, al igual que a su hijo Humberto.
Mientras los dirigentes siguen sin animarse a plantearle a Grondona su disconformismo con la situación y observan cómo en el último año explotó la guerra interna de los ex campeones de México 86, con Bilardo y Grondona (h) incluídos, lo cierto es que en la reciente Copa América, y con Lionel Messi, el mejor jugador del mundo, en el equipo, la selección argentina no pudo vencer como local ni a Bolivia, ni a Colombia ni a Uruguay, tres de los ocho rivales en la próxima etapa de clasificación para el Mundial de Brasil 2014. ¿Por qué sí le ganaría a estos tres rivales, y a los otros, en unos meses más?
Con cuatro plazas y media para el próximo Mundial para tan sólo nueve equipos, la clasificación sudamericana no suena muy difícil, sin la competencia de Brasil. Sin embargo, por lo visto, la selección argentina no sólo no tiene garantizado un lugar sino que le puede pasar lo que a River Plate hace días: el suponer que por historia, está destinada al éxito.
Justamente en 1969, y por única vez en la historia, hasta hoy, una notable generación de futbolistas peruanos eliminaba a los argentinos, en la Bombonera, del Mundial de 1970 (en 1938, 1950 y 1954, no se concurrió por decisión propia). Esto puede volver a pasar si no hay proyecto, si se navega sin rumbo, si se anteponen los intereses personales a los deportivos, si no hay coherencia.
Ya se retrocedió a 1974. Nada indica que no se puede retroceder otros cuatro años.

lunes, 25 de julio de 2011

Uruguay, un campeón respaldado por un gran equipo (Yahoo)


La selección uruguaya de fútbol terminó de ganar su decimoquinta Copa América en la final del domingo en el estadio Monumental de Buenos Aires al vencer cómodamente a Paraguay por 3-0, pero comenzó a ganarla hace cinco años, cuando comenzó el ciclo de Oscar Washington Tabárez como entrenador y pudo armar lo que termina siendo en este tiempo: un gran equipo.
Los que siguen de cerca el fútbol sudamericano pueden decir con certeza de que no hay casualidad en este logro uruguayo, aún cuando la selección celeste no era la principal candidata al título porque la condición de local de la selección argentina, con el mejor jugador del mundo en su equipo, Lionel Messi, la colocaba como amplia favorita, además de participar originalmente en un grupo accesible.
Todo lo contrario ocurría con el equipo celeste, que tenía en su grupo nada menos que a un conjunto chileno que venía en ascenso, a Perú, que resultó una de las sorpresas del torneo, y a un debilitado equipo mexicano, y no le ha sido tan fácil clasificarse y el hecho de terminar en el segundo lugar determinó que le tocara como rival nada menos que Argentina, el seleccionado local.
Y ese, justamente, resultó ser el partido bisagra para Uruguay. Porque si bien su plantel y su entrenador Tabárez están siempre preparados para los grandes desafíos, el clásico del Río de la Plata llegaba demasiado pronto en la ciudad de Santa Fe, por los cuartos de final, y porque la selección argentina llegaba recuperada anímicamente de lo que había sido un inesperado mal comienzo, y los jugadores repetían que ahora, en la fase final, comenzaba “una nueva Copa”.
El partido con Argentina fue clave. Tanto por el muy tempranero gol de Diego Pérez, que generó nervios en el local, aunque consiguió empatar relativamente pronto, y especialmente, pudo soportar más de media hora con un jugador de menos, por la expulsión del propio Pérez en el primer tiempo. Allí, en el descanso, jugó un rol fundamental Tabárez, haciendo relucir su gran experiencia y sus grandes dotes para transmitir motivación y parar un equipo en la cancha.
Los celestes se hicieron fuertes atrás con una sólida actuación de su arquero Fernando Muslera y de un defensor de gran categoría como Diego Lugano, y en el ataque pesaron tanto Diego Forlán, jugando de asistente, y Luis Suárez, más adelantado, bien respaldados por los volantes.
El haber soportado los treinta minutos de alargue y haber ganado por penales y eliminado al equipo argentino, colocó a Uruguay definitivamente entre los candidatos, y los triunfos ante Perú en semifinales y Paraguay en la final ratifican el gran momento que vive la selección uruguaya y el fútbol de ese país en general, luego de dos décadas en el ostracismo.
No es casual que Uruguay funcione bien en su equipo sub-17, finalista del Mundial ante México, en el sub-20, entre los dos mejores en el sudamericano, y clasificado para los Juegos Olímpicos de Londres 2012, que la selección absoluta haya sido la mejor clasificada de todas las sudamericanas en el Mundial 2010 con un excelente cuarto puesto (cuando no estuvo lejos de llegar a la gran final porque el dominio ante Holanda en el final del partido semifinal fue tremendo, pero no pudo convertir) y que Peñarol haya llegado a una final de la Copa Libertadores 2011 ante Santos de Brasil, luego de dos décadas de no figurar ningún equipo uruguayo en los primeros planos.
Es la consecuencia de una dirigencia que, por fin, decidió apostar por un proyecto coherente, con una misma forma de jugar en todas las categorías, en acercar el equipo al público, sin estrellatos, con humildad y con una gran simpatía a la hora de expresarse, y generando una gran identificación de muchos de los jugadores con los aficionados, como cuando minutos después de haber ganado la Copa América, emocionado, Diego Forlán recordaba que anteriormente, tanto su abuelo como su padre también lo habían ganado y eso había generado en él alguna presión por llegar a emularlos.
Tabárez parece ser el entrenador ideal para cambiar el chip de las dos últimas décadas. Aún cuando desde la prensa y muchos aficionados se presionó para que convocara al delantero Santiago Silva, de gran éxito en Vélez Sársfield, se mantuvo en su postura de insistir con sus cuatro delanteros de siempre: Forlán, Suárez, Edinson Cavani y el veterano Sebastián Abreu, porque llevaban años construyendo un grupo y sentía que la capacidad técnica y el aporte que ellos podían dar al vestuario eran fundamentales.
No se trataba de negar la capacidad de Silva o de convocarlo y sumarlo a los otros cuatro, como tampoco sucedió en el Mundial de Sudáfrica, sino entender que el fútbol es un juego de equipo y que deben jugar los mejores y que tampoco se puede cambiar el equilibrio de líneas, como sucedió con la selección argentina, en la que su entrenador Sergio Batista convocó muchos delanteros de juego parecido y muy pocos distribuidores de juego.
En cambio, Tabárez se quedó sin Cavani desde muy pronto de comenzada la Copa América y tuvo que arreglarse con un sistema distinto al que jugó su equipo en el Mundial. Del 4-3-3 de Sudáfrica tuvo que jugar con un 4-4-2, con Forlán y Suárez en el ataque, pero ante Paraguay, en la final, y aún ganando por 2-0, en vez de colocar a un defensor o un volante de marca, prefirió quitar a uno de sus volantes externos, Alvaro Pereira, para colocar allí al recuperado Cavani para regresar, aunque fuera por unos pocos minutos, al 4-3-3 del principio, algo así como “volver a nuestro juego”. No sólo mantuvo el resultado, sino que en el final lo amplió a 3-0 con un maravilloso contraataque que surgió de Cavani, siguió con la habilitación de cabeza de Suárez, y la gran definición de Forlán.
Tampoco Forlán pareció preocuparse de haber estado un año sin marcar goles con la camiseta celeste. Supo que con la lesión de Cavani, tenía que jugar para Suárez y para los volantes, y lo hizo sin problemas. También perdió algunos goles y siguió igual, pero apareció en la final, en el momento que tenía que aparecer y en el que suelen aparecer los cracks como él.
Por todas estas cosas, Uruguay es el mejor equipo de América, un justo campeón, y tendrá la posibilidad de seguir creciendo en las eliminatorias para el próximo Mundial y en la Copa Confederaciones 2013, en la élite del fútbol.
Nada de esto es casual.

sábado, 23 de julio de 2011

La AFA vuelve a 1974


Parece que todo vuelve (menos el propio Juan Domingo Perón, ya fallecido, y que fuera grafiti por años cuando estaba impedido de regresar al país, entre 1955 y 1973). Y si en la política el neosetentismo parece haber retornado con algunas consignas que no tienen el sustento de aquellos tiempos, parece que en el fútbol también hay ciertas reminiscencias de aquellos tiempos, que no fueron precisamente los mejores (en este aspecto, claro) para la Argentina.
Es más. Pocos soñaban en aquellos tiempos de turbulencias previas al Golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, con permanentes cambios de presidentes de la AFA y con ellos, de dirigentes y directores técnicos de las distintas selecciones nacionales, que aunque sea por casualidad, o tal vez por el apuro que significaba organizar un Mundial, como el de 1978, por una vez en la vida, un entrenador como Cesar Luis Menotti podría implementar un proyecto serio, coherente, que le dio prestigio al fútbol argentino en general y por muchos años.-
La selección argentina, por 1974, y justo con la muerte de Perón, regresaba del Mundial de Alemania con muy mala sensación. Había grandes cracks, que se destacaban en muchos equipos grandes europeos (Yazalde había sido Botín de Oro en el Sporting de Portugal, Ayala era una de las grandes figuras del Atlético Madrid, Perfumo era un consagrado defensor del Cruzeiro, en una liga en la que jugaban todos los campeones del mundo de 1970, etc) pero era claro que no había equipo, ni proyecto, ni trabajo, ni dirigencia que lo sostuviera.
Todos conocen lo que ocurrió desde Menotti en adelante, con el título mundial y especialmente, con la permanencia en la élite del fútbol, algo que se había perdido en aquellos años anteriores.
Hoy, el fútbol argentino produjo el milagro de haber retrocedido a aquellos tiempos turbulentos, aún cuando su máximo dirigente, muy poderoso también en FIFA (número dos allí), Julio Grondona, tiene posibilidades para hacer y deshacer de una manera exponencial en comparación con aquellos de los años setenta, en tiempos en los que los recursos económicos no eran ni por asomo los actuales.
Si entre 1974 y 2004, la selección argentina sólo tuvo cinco directores técnicos (Menotti, Bilardo, Basile, Passarella y Bielsa), desde 2004 hasta el lunes (si se produce el cese de Sergio Batista) habrá tenido otros cinco entrenadores (Pekerman, Basile, Maradona, Batista y quien llegue), sólo que en un lapso de siete años. Un esperpento.
Esto no es casual. Desde hace mucho que en la AFA no hay proyecto porque la institución está vaciada y sólo parece que interesan los negocios y cada uno busca salvarse por sí mismo.
La AFA se da el lujo de no haber convocado nunca a un entrenador como Carlos Bianchi, con todo lo que ganó en Boca Juniors y Vélez Sársfield, o de convocar a Diego Maradona o Sergio Batista, sin experiencia necesaria ni currículum como para llegar a ese puesto (más allá de los resultados que podían obtener, que no resultaron buenos tampoco), y ni hablar de los amigos, familiares, compartimentos estancos, incomunicación (paradójicamente) con los medios, y aún más distancia con la propia gente, cuando la mayoría de los integrantes participa habitualmente en equipos del exterior.
Ya nos hemos extendido mucho al respecto y quienes nos vienen leyendo conocen nuestra opinión sobre la constante degradación que vive el fútbol argentino tanto en la selección como a nivel local (que también generaría cambios para salvar a River Plate de seguir en el Nacional B y a los otros grandes, en alguna menor medida, para salvarlos de bajar en esta temporada, y de paso, a los del interior para colocarlos en el máximo nivel y desterrar la posible competencia electoral del empresario Daniel Vila, soporte de muchos de esos clubes y un cierto federalismo).
Son constantes los cambios de formatos de los torneos, como son constantes los cambios de proyectos (si en muchos casos se los puede llamar así) de técnicos y aún más, no se entiende tampoco la función que cumple desde hace unos tres años, el “manager” Carlos Bilardo y mucho menos, alguien que salvo por su apellido, nada tiene que hacer allí, Humberto Grondona que, como dice por una vez acertadamente Maradona, “nunca jugó un solo partido”.
¿Que el lunes se acaba el corto ciclo de Batista y podrían llegar Alejandro Sabella, Gerardo Martino o, muy por detrás, Carlos Bianchi? Todo puede ser, pero el tema no pasa por los nombres sino por un proyecto que cada vez suena más difícil poderlo implementar cuando quedan poco más de dos meses para comenzar la clasificación para el Mundial y ante ocho seleccionados sudamericanos de los cuales a tres de ellos Argentina no pudo ganarles como local, y con público a favor, en esta Copa América.
No parece que estos mismos dirigentes que hunden cada día a la selección argentina en todos los aspectos, futbolístico, comunicacional, organizativo, psicológico, esta vez puedan sostener algo tan distinto, venga quien venga.
Con esta dirigencia, las posibilidades de que pueda desarrollarse un proyecto serio son prácticamente nulas y por lo tanto, únicamente un director técnico con un currículum, una personalidad y un norte claro como para poder avanzar por sí mismo, tal vez consiga ciertos resultados o cierta estructura que se ha perdido en todo este último tiempo.
De lo contrario, aún no está dicha la última palabra y no vaya a ser que, en pleno retroceso, se llegue a 1970, cuando por única vez, hasta hoy, la selección argentina se quedó fuera de un Mundial por no haber pasado la clasificación.
Aún con Lionel Messi, el mejor jugador del mundo, y con tantos otros cracks, quedarse afuera de un Mundial ya no suena descabellado. De hecho, para 2010 el equipo nacional estuvo a minutos, ante Perú, de quedarse sin nada. ¿Por qué no podría pasar en la próxima?

martes, 19 de julio de 2011

The Argentinean team accumulates frustrations (Yahoo)


The more the coach Sergio Batista insists to the contrary, the Argentinean team failed wholly in the experience as local in the Copa América, which what accumulates already eighteen years without official trophies, that will extend, as minimum, to twenty one, when the World Championship 2014 in Brazil will take place, for which they must play the classification.
Batista, in press conference after the match in which Argentina was eliminated by penalties vs the classic rival Uruguay, remaining out of the semi final, affirmed that it does not concern a fail “because we intended it all but it did not turn out well”, but, as it is said, of good intentions is made the road to hell.
The truth is that the Argentinean team was the maximum favourite to remain with the trophy being local, for having the best world’s player in their team (Lionel Messi) accompanied by other stars as Carlos Tévez (maximum scorer of the passed Premier League) , Sergio Agüero or Gonzalo Higuaín, and because they confronted a very accessible group (as Bolivia, that had never got a point playing outside their country in all the history) Colombia and a juvenile team of Costa Rica.
Even so, they suffered to pass to the quarter-final and were at the point to be eliminated in first phase, meanwhile they could not win Bolivia (1-1), nor Colombia (0-0), with which they deserved to lose and with Uruguay (1-1), that in a few months they will be only three of the eight rivals for the classification for the World Championship in Brazil, 2014.
In spite of all the stars gathered, Batista had never found a solid team. He started playing with the system 4-3-3 that, as he said, should be similar to that of Barcelona thus for his major star, Messi, to feel comfortable. With the run of the matches, it was clear that it was impossible to be similar to the Catalonian team, with a mid field with three players nearer to the contention than to the forwarders, because neither Banega nor Gago nor Biglia (as the case requested) were similar to Xavi and Iniesta.
The lack of a forwarder goaler, considering Batista that in this place should play Messi himself, was quitting definition, meanwhile that the entrance of Tevez as extreme left (position that the player himself says not to feel it), it produced a positional confusion for Messi himself, that not being accompanied by the midfielders, besides, he was obliged to low looking for the ball very far from the rival goal and already did not weigh in the contrary area where he is more feared (in fact, he did not make one single goal in the contest).
But in addition, the Copa América left a good general performance of the goalkeeper Sergio Romero, who had to catch more than it was thought because the defence never responded. It called attention that Batista put as central defenders two players with different characteristics who did not contributed to safety, as Gabriel Milito (with lack of timing that in Barcelona he does not play not even when the first team players Puyol o Piqué are injured) and Nicolás Burdisso, that made too many faults and though he has a good mark knows very little with the ball.
With all these inconveniences and with Mascherano a lot under his level in the whole contest, the good triumph against the juveniles of Costa Rica did rise hopes of many fans that believed that in this moment, with a positional change in the mid of the tournament, things might change and as many players said, now “a new Cup is beginning”.
The new system consisted in a 4-2-1-3, with Messi between two midfielders of contentions (Mascherano and Gago) and the three forwarders (Agüero, Higuaín and Di María), what gave him a high offensive quote just when there appeared the first complicated rival, as Uruguay, due to history and the recent participation in the World Championship 2010.
And when there arrived the moment to confirm the system, the Argentinean team was in the worst scenery, with another more formed, with much experience and with a base that comes from working since five years, with the coach Oscar Tabárez, with many trophies in his career, as Uruguay.
Furthermore to have generated several situations of goal (exactly 13), what has also happened is that Uruguay could also generate them (8) and this indicates that the Argentinean defence was not so solid and the best proof is that three from the four defenders (Zabaleta, Burdisso y Milito) had yellow card, meanwhile Mascherano has been expulsed and Gago had to be changed for Biglia, ripped. Namely, that only the case of Zanetti, absolutely all of the in charge of the defensive movements ended with problems.
The feeling is that along the contests, the entrance of Javier Pastore, a priori an ideal partner for Messi, was too late, meanwhile that the entrance of Tevez brought only confusion, besides being the only one who failed his penalty in the definition, something that the father of the Psychoanalysis, Sigmund Freud, would explain it in the first page: if a player is not wanted by his coach, if he is not valuated (as it occurred with Tevez in this cycle) his inconscience will not be in his favour in the moment of definition.
As in the previous Copa America of Argentina, in 1987, once again the locals are eliminated before the final and by the same team, Uruguay, even when for a long time they counted with one player more and cheered in the city of Santa Fe by his own public.
In that way, the Argentinean team continues without winning anything since the Copa America in 1993, and neither will be able to represent South America in the Confederations Cup of Brasil 2013, a year before the World Championship.
Neither is known, moreover the assertion of Batista that he has a contract till the World Championship and he intends to comply with same, if this is possible when he is not recognized by people and has no previous experience that will back him up, besides of having won in 2008 the Olympic Golden Medal.

Siguen las frustraciones porque no hay coherencia (Jornada)


Hace dieciocho años, Carlos Bianchi comenzaba a desandar un camino de gloria como director técnico, consiguiendo lo que nadie en la Argentina ni en Sudamérica: seis Copas Libertadores jugadas, cuatro ganadas, una final perdida por penales y una semifinal.
Parajódicamente, en los mismos dieciochos años, desde 1993, la selección argentina no ha ganado nada en competencias de mayores, porque su último título, allá lejos y hace tiempo, fue la Copa América de Ecuador, con Alfio Basile como entrenador y con aquella generación de los Ruggeri, Batistuta, Goycochea, Leo Rodríguez, Gorosito, Caniggia.
No es casual. Cuando mínimamente la AFA tuvo proyecto, por pequeño de miras que fuera, los éxitos llegaron, los títulos se consiguieron. Esto pasó cuando César Luis Menotti asumió en 1974 con miras al Mundial de Argentina en 1978, cuando se le permitió trabajar con varios equipos, entre ellos uno juvenil y otro del Interior, porque se entendió que no había otra manera de revertir el desastre organizativo anterior.
También pasó, aunque futbolísticamente de manera más discutible y más dependiente de un genio como Diego Maradona, en los tiempos de Carlos Salvador Bilardo, que luego se prolongó a Basile, Daniel Passarella y Marcelo Bielsa, con un paréntesis importante para hacer, y es que en 1995, por única vez, la AFA, cansada de que los directores técnicos de la selección mayor colocaran a sus amigos en los juveniles, llamó a concurso para ese puesto y lo ganó un ignoto volante de Argentinos Juniors de los años setenta, José Pekerman, que con seriedad y verdadero conocimiento de su medio, consiguió nada menos que cuatro mundiales sub-20, aunque desde hacía rato que venía advirtiendo sobre la falta de valores más abajo y sobre la falta de docentes para trabajar la parte técnica con los nuevos chicos que iban apareciendo.
Desde ya que la AFA jamás tomó en serio al fútbol, enfrascada como está en negocios y conveniencias, y por eso, dejó pasar siempre la chance de contratar al que por lejos es el mejor técnico del país, Carlos Bianchi,. Quien arrasó y arrasa en todas las encuestas. De hecho, Bianchi pudo haber trabajado con una base de su Boca campeón de todo, a la que se le podría haber agregado las estrellas necesarias, pero no. Claro, un Bianchi hubiera sido ingobernable para los negocios, para democratizar el contacto con los medios de prensa, y hubiera impedido muchas de las barbaridades que se llevan a cabo en la institución y que dan para varios tomos de una enciclopedia del horror.
Por eso mismo, Sergio Batista no es casual sino absolutamente funcional a un sistema. El actual técnico argentino, a diferencia de su último rival en la Copa América, Oscar Tabárez, responde siempre lo mismo ante preguntas distintas, cuando el uruguayo responde siempre distinto ante preguntas parecidas, como sostiene muy bien el colega Jonathan Fabián, de www.mundialdefondo.com
No más entender la diferencia intelectual entre ambos, la claridad conceptual del uruguayo ante la simpleza sin recursos del argentino, sirven para establecer las enorme diferencias, además de la experiencia que aquilatan, y por ello, la forma en que cada uno planteó el partido del sábado en Santa fe con lo que disponen.
Batista tuvo al mejor jugador del mundo, Lionel Messi, en sus filas por treinta minutos en superioridad numérica, y como local, y no pudo hacer demasiado y el supercrack del Barcelona terminó jugando solo, ayudado por jugadas desesperadas individuales de los demás, y con una defensa que no se podía mantener en pie, compuesta por un Gabriel Milito sin timming y un Nicolás Burdisso pasado de revoluciones y ambos, sin poder ganar una sola pelota aérea.
En el fútbol existe el azar, desde ya, como en toda actividad humana. Pero en cuanto a la eliminación de la selección argentina en esta Copa América, no se puede hablar de suerte o desgracia. No cuando Batista se desdice con Carlos Tévez y termina siendo permeable a Julio Grondona y los intereses del marketing, o tampoco cuando cede ante grandes grupos comunicacionales para entrevistas o columnas firmadas, o tampoco cuando su rival dispone de quien sigue por computadora detalles de cada tiempo y sale a la segunda parte con el partido estudiado, gracias a la ayuda cibernética.
A Batista, que desterró la palabra “Barcelona” de su discurso táctico, al igual que el 4-3-3, le quedó grande la selección argentina, y tampoco hubiera ganado el cargo por concurso, ni con dirigentes más capaces.
Decir, como dijo, que “no fue fracaso” haberse quedado afuera de una Copa América como local, siendo la selección argentina, con todo el público a favor, con el mejor jugador del mundo en sus filas, con un grupo original que le prepararon para que pasara sin problemas y casi es eliminado como peor tercero y habiendo ganado solamente a Costa Rica B, es un rotundo fracaso, sin más.
Y no termina allí. La falta de miras de esta dirigencia más que mediocre, que está matando la gallina de los huevos de oro, puede pasarla peor: en una clasificatoria para el Mundial 2014 con cinco plazas entre nueve equipos, y sin Brasil (que será local en tres años), la selección argentina deberá enfrentarse como local a ocho equipos, de los cuales a tres no les pudo ganar como local, con lo mejor que pudo poner en la cancha (Bolivia, Colombia y Uruguay), y también fracasaron el sub-20 y el sub-17, que hace años que perdieron a Pekerman para que entrara uno de los amiguitos del poder.
Y Bianchi sigue durmiendo la siesta, mientras los años pasan, y las frustraciones siguen. Y muy probablemente continúen.

La selección argentina acumula frustraciones (Yahoo)


Por más que insista en lo contrario el entrenador Sergio Batista, la selección argentina fracasó rotundamente en su experiencia como local en la Copa América, con lo cual acumula ya dieciocho años sin títulos oficiales, que se extenderán como mínimo a veintiuno, cuando se dispute el Mundial 2014 de Brasil, para el que deberá jugar la clasificación.
Batista, en la conferencia de prensa posterior al partido en el que la selección argentina fue eliminada por penales ante su clásico rival Uruguay, quedando afuera de la semifinal, afirmó que no se trata de un fracaso “porque hicimos el intento y no nos salió bien”, pero, se dice, de buenas intenciones está hecho el camino al infierno.
Lo cierto es que la selección argentina era la máxima favorita para quedarse con el título por ser local, por tener al mejor jugador del mundo en sus filas (Lionel Messi) acompañados de otras estrellas como Carlos Tévez (máximo goleador de la Premier League pasada), Sergio Agüero o Gonzalo Higuaín, y porque le había tocado un grupo muy accesible (con Bolivia, que jamás había conseguido un punto jugando fuera de su país en toda la historia), Colombia y un juvenil equipo de Costa Rica.
Aún así, penó para pasar a cuartos de final, y estuvo a punto de ser eliminada en primera fase, mientras que no pudo vencer ni a Bolivia (1-1), ni a Colombia (0-0), con la que mereció perder, y con Uruguay (1-1), que en pocos meses serán tres de los ocho rivales para la clasificación al Mundial de Brasil 2014.
Pese a todas las estrellas convocadas, Batista jamás encontró un equipo sólido. Comenzó jugando con un sistema 4-3-3 que, según dijo, iba a tratar de parecerse al Barcelona para que su mayor estrella, Messi, se sintiera cómodo. Con el correr de los partidos, fue claro que era imposible parecerse al conjunto catalán, con un mediocampo con tres jugadores mucho más cercanos a la contención que cerca de los delanteros, porque ni Banega ni Gago ni Biglia (según el caso) se parecen a Xavi e Iniesta.
La falta de un delantero goleador, al considerar Batista que en ese lugar debía jugar el propio Messi, le fue quitando definición, mientras que el ingreso de Tévez como extremo izquierdo (posición que el propio jugador dice que no siente), le produjo confusión posicional al propio Messi, que al no estar acompañado por los volantes, además, se vio obligado a bajar a buscar el balón muy lejos del arco rival, y ya no pesó en el área contraria, donde es más temido (de hecho, no marcó ni un solo gol en el torneo).
Por si todo esto fuera poco, la Copa América dejó una buena actuación general del arquero Sergio Romero, que debió atajar más de lo pensado porque la defensa nunca respondió. Llamó la atención que Batista colocara como defensores centrales a dos jugadores con características diferentes y que no aportaron seguridad, como Gabriel Milito (tan falto de timming que en el Barcelona no juega ni aún cuando se lesionan los titulares Puyol o Piqué) y Nicolás Burdisso, que cometió demasiadas faltas y que aunque tiene buena marca, sabe poco con la pelota.
Con todos esos inconvenientes, y con Mascherano muy por debajo de su nivel en todo el torneo, el buen triunfo sobre los juveniles de Costa Rica ilusionó a muchos aficionados que creyeron que en ese momento, con un cambio posicional a mitad de un torneo, las cosas podían cambiar y, como dijeron muchos jugadores, ahora “empezaba una nueva Copa”.
El nuevo sistema consistía en un 4-2-1-3, con Messi entre los dos volantes de contención (Mascherano y Gago) y los tres delanteros (Agüero, Higuaín y Di María), lo que le daba una alta cuota ofensiva justo cuando asomaba el primer rival complicado, co o Uruguay, por historia y por su reciente participación en el reciente Mundial 2010.
Y cuando llegó el momento de la confirmación del sistema, el equipo argentino se encontró, en el peor escenario, con otro mucho más armado, con mucha experiencia y con una base que viene trabajando desde hace cinco años, con el entrenador Oscar Tabárez, de muchos títulos en su carrera, como Uruguay.
Más allá de haber generado varias situaciones de gol (exactamente 13), lo que también sucedió es que Uruguay también las pudo generar (8), y eso indica que la defensa argentina no fue sólida, y la mayor prueba es que tres de los cuatro defensores (Zabaleta, Burdisso y Milito) tuvieron tarjeta amarilla, mientras que Mascherano fue expulsado y Gago tuvo que ser cambiado por Biglia, desgarrado. Es decir que salvo el caso de Zanetti, absolutamente todos los encargados de los movimientos defensivos terminaron con problemas.
La sensación es que, como a lo largo del torneo, la entrada de Javier Pastore, a priori un socio ideal para Messi, fue demasiado tardía, mientras que el ingreso de Tévez sólo aportó confusión, además de haber sido el único que falló su penal en la definición, algo que el padre del Psicoanálisis, Sigmund Freud, lo explicaría en su primera página: si un jugador no es querido por su entrenador, si no es valorado (como le sucedió a Tévez en este ciclo), su inconsciente no le jugará a favor en el momento de la definición.
Como en la anterior Copa América de Argentina, en 1987, otra vez los locales quedaron eliminados antes de la final y por el mismo equipo, Uruguay, aún cuando por largo tiempo contaron con un jugador de más y alentado, en la ciudad de Santa Fe, por su propio público.
De esta forma, la selección argentina sigue sin ganar nada desde la Copa América de 1993, y tampoco podrá representar a Sudamérica en la Copa Confederaciones de Brasil 2013, un año antes del Mundial.
Tampoco se sabe, más allá de lo que afirma Batista de que tiene contrato hasta el Mundial y lo piensa cumplir, si esto será posible cuando no es reconocido por la gente, y no tiene una gran experiencia previa que lo avale, más allá de haber ganado en 2008, la medalla dorada olímpica.

sábado, 16 de julio de 2011

Nuevo clásico, nuevos interrogantes


En apenas unas pocas horas, cuando la noche se cierre sobre Santa Fe, seguramente tendremos un semifinalista como consecuencia de una nueva edición del clásico rioplatense, en el que hay muchas cosas en juego.
Tal vez no se trate del partido de la vida de ninguno de los dos seleccionados. Ni de Argentina, ni de Uruguay. Pero es claro que, de los dos, los locales son los que se juegan más. Por un lado, por los años sin ganar nada, tal como ayer nos dijo el propio Sergio Batista en la conferencia de prensa en el hotel de Colón, cuando le consultamos por los aspectos psicológicos del juego, de cómo debe enfrentar su equipo esta coyuntura. Por otro lado, la cuestión de la localía y el hecho de contar con el mejor jugador del mundo en sus filas, también son temas fundamentales que apoyan nuestra idea.
Para los celestes, en cambio, se trata mucho más de consolidar un ciclo, de transmitir confianza en un plantel y un entrenador, Oscar Tabárez, de probada eficacia y de un buen gusto en general por tratar de jugar al fútbol y olvidar otros tiempos de pierna fuerte, garra o como se le quiera llamar.

martes, 12 de julio de 2011

Messi pudo con los nervios argentinos y con Costa Rica (Jornada)


Apareció el genio de Lionel Messi. Y cuando el supercrack brilla, como la noche de ayer en el “Mario Kempes”, hay muy poco para hacer. Arropado por los hinchas cordobeses de una manera inédita en el país, se respiraba que el chico del Barcelona se estaba sintiendo cómodo como nunca en los partidos que tuvo que jugar en el país y no es casual entonces que cuando pasó a retirar el premio al mejor jugador de la cancha, haya pedido, motu proprio, agradecer, pese a su timidez, todo el aliento recibido y prometió que “ahora comienza otra Copa América”.
Y si hay un concepto claro es que, efectivamente, para la selección argentina comienza otra etapa del torneo, y del ciclo de Sergio Batista, porque todo indica que este Messi ya tomó el envión definitivo y comenzó a volar, a jugar al ritmo del Barcelona y de su talento, hasta hacerse imparable y generar tantas situaciones de gol, que resultaron incontables.

lunes, 11 de julio de 2011

A propósito de Brizuela y el 9 de Julio


Acaba de cumplirse el 195 aniversario del acto de la Independencia argentina en Tucumán y tal como ocurrió un día como hoy hace dos décadas, nos volvió a sorprender en una Copa América, aunque en este caso, como locales.
Estando por estas horas en Córdoba, la contracara cultural de Buenos Aires, una ciudad mediterránea y española, a cambio de la otra, portuaria y siempre mirando a la Europa desarrollada, aflora el recuerdo de los momentos vividos con el fallecido periodista Víctor Brizuela, sin dudas un grande.
Y de allí surge esta anécdota vivida la noche del 8 de julio de 1991 en Santiago de Chile, durante aquella Copa América que la selección ganó (otros tiempos de juego y de gloria) con los Ruggeri, Batistuta, Leo Rodríguez, Caniggia o Simeone.

Where are the big of America? (Yahoo)


The second date for the three groups has just finished. There remained only one that will define the pass to the quarter-final, namely, the eight classified, over the twelve participants, for the second phase, and though it seems a lie, there are in danger Argentina, the local, Brazil with all their figures and Uruguay, one of the two teams with more trophies in the history and fourth in the past World Championship.
Neither Argentina, nor Brazil or Uruguay (in truth, neither Paraguay, now already a potency in South America and that almost eliminated Spain in the quarter-final in the last World Championship) have won none of their matches and only obtained a tie the two that played, what shows a notable parity in the Continent, when nobody could foresee.

jueves, 7 de julio de 2011

No vale la pena, Leo


Entiendo que tal vez pueda ser demasiado fuerte lo que vamos a decir, pero sólo lo escribo en función de un supercrack y un muy buen muchacho, como sin dudas es Lionel Messi. También sé que muy posiblemente iré contra la corriente y que el propio Messi me va a contradecir porque ama tanto a la Argentina y a su selección, que no nos hará caso.
Creemos que es mejor ir diciéndolo ahora y no sumarnos después a estos consensos que suelen construirse al repetir frases desde otros lugares, en vez de escribirlo desde nuestra propia convicción y nada más que esto.
La idea es que, visto lo visto, desde lo organizacional de la AFA, desde la consideración que se tiene en la Argentina de los compatriotas que triunfan soberanamente en el exterior (llámense Borges, Cortázar, Piazzolla, Solá o Messi), desde lo que hoy se valora en el país como futbolista símbolo (“poner”, no arrugar, meter, raspar, correrlas todas, morder, ir con los pies para adelante, en una palabra, “matarse” pero nunca “jugar”), y desde lo que táctica y técnicamente se fue generando como matriz del último cuarto de siglo en los torneos locales, lo mejor será que Messi no siga jugando en esta selección.

miércoles, 6 de julio de 2011

Los jugadores argentinos y la TV


“Mañana el entrenamiento es a puertas cerradas, sin atención a la prensa”, dice el comunicado que entrega la AFA y todo indica que será así y que habrá que respetar la medida y esperar por un nuevo aviso para acceder a las entrevistas previstas.
Sin embargo, al encender la TV, se nos genera la duda, al observar al periodista de TyC Sports, transmitiendo desde la propia concentración de la selección argentina en Ezeiza. Evidentemente, miramos mal y nos confundimos, pero no. Volvemos a la web de la AFA y el comunicado que indica que el entrenamiento será a puertas cerradas, persiste. ¿Entonces?
Lo que sucede es que, como nunca, y desde las propias instituciones, bajando hasta los jugadores, lo único que parece existir, lo único que legitima sus declaraciones, lo único a lo que los jugadores respetan, temen o se sienten como parte de su mundo, es la TV.

martes, 5 de julio de 2011

La rara predilección del hincha argentino actual


Desde hace ya varios años, los hinchas argentinos que concurren a los estadios, sufridos ellos, estoicos por el fútbol que tienen que ver luego de pagar abnegadamente su entrada, terminan reclamando “huevos” a sus jugadores, en vez de pedirles algo que se escribe parecido, pero que significa todo lo contrario y eso es “juego”.
En el fútbol argentino local, por lo general, se disputan partidos insufribles en los que los jugadores chocan entre sí, se “raspan”, utilizando un término muy actual, y hasta muchas veces prefieren arrojarse en el área para engañar al árbitro antes que seguir con la pelota a la posición de gol.
Desde hace tiempo que en los torneos locales argentinos se privilegia la viveza criolla, el reclamo constante por aquello tan arraigado de que “el que no llora no mama”, para ver si se le arranca al árbitro (también argentino, al cabo) alguna ley de la compensación o se lo puede encontrar en alguna distracción como para fallar en su favor aunque no sea lo que corresponde.

lunes, 4 de julio de 2011

Los grandes chicos y los chicos grandes


La selección argentina no le encuentra la vuelta a Bolivia, que le quita el primer punto de la historia como visitante. Brasil, que puede salir a jugar sin presiones, en casa ajena y con mal resultado inicial de los locales, comienza sobrando ante Venezuela, pero se va dando cuenta de que tampoco parece tan fácil y termina jugando contra reloj y finaliza sin poder ganar tampoco, tal como en 2007 y aún mejor que en el amistoso de Boston, en el que llegó a perder 2-0.
Uruguay apenas si puede empatar ante la débil Perú, que ya le ganó por una buena diferencia, incluso en el propio Centenario y por Eliminatorias. Paraguay no pasa del empate sin goles ante Ecuador, y Colombia vence por la mínima al equipo B de Costa Rica.
¿Qué sucede con los grandes de América? ¿Son ellos los que han bajado su nivel o son los de abajo los que han subido, por fin, hasta equilibrar la balanza?

Los grandes chicos y los chicos grandes

domingo, 3 de julio de 2011

Bienvenidos a la Argentina potencia


Sábado fácil, en apariencia. La idea es pasar por el Centro de Prensa del Shopping Design Recoleta, escribir algún artículo, grabar para la TV algunas salidas para un medio mexicano, recoger los tickets para el partido de hoy en la Plata entre Brasil y Venezuela, y volver a partir. Pero no.
La cola de periodistas para poder conseguir el ticket es larga y pesada. No se mueve. Con cada colega, los encargados de Acreditaciones pasan varios minutos. Sucede que el chequeo se hace por papeles y no por la PC, como en los tiempos de Ñaupa, y además, los sobres de los que sí están en la lista de los aceptados, no están ordenados alfabéticamente y hay que buscar nombre por nombre.
Los propios encargados de otorgar los tickets se dan cuenta de la demora y uno de ellos se apiada de la fila y decide ir a la búsqueda de los colegas y con papel en la mano, fijarse si están en la lista. La mayoría no está y por lo tanto, deberá apartarse e ir con él a otra sala, a anotarse en una lista de espera. Sucede que la mayoría no se fijó, por internet, en el sitio web de la Copa, si figuraba o no. Claro que tampoco se difundió demasiado el sitio web, y muchos, ya con tres días de torneo, desconocen cómo se ingresa al mismo. Por lo tanto, menos podrían saber si están o no acreditados.

sábado, 2 de julio de 2011

La selección argentina no encuentra el camino (Yahoo)


Pocos creían que esta selección argentina llena de estrellas, especialmente en el ataque, con el mejor jugador del mundo, Lionel Messi, en condición de local y como amplio favorito para ganar la Copa América luego de dieciocho años de sequía, podía tropezar en su debut ante un equipo limitado como Bolivia, que además nunca había sacado un solo punto fuera de su país en toda la historia.
Y lo más increíble es que el empate tampoco deja tan mal sabor de boca a los propios argentinos, que apenas si consiguieron empatar a quince minutos del final, con todo el público a su favor, pero con la enorme presión de tener que ganar por ser tan amplio favorito. De hecho, si Sergio Agüero, que ingresó minutos antes por un errático Ezequiel Lavezzi, no conecta una impresionante volea, muy probablemente estaríamos hablando de un resultado aún más impactante.
El equipo argentino que conduce Sergio Batista sigue sin definirse ni encuentra su camino. El entrenador viene insistiendo con una idea que suena más a quimera que a realidad y es que quiere que el juego se parezca al del Barcelona, para que su mejor jugador, Messi, se sienta respaldado.

The Argentinean team does not find the route


Few thought that this Argentinean team full of stars, specially in the attack, with the best player of the world, Lionel Messi, playing at home and as ample favourite to win the Copa América after eighteen years of drought, could bump in its debut vs such a limited team as Bolivia, that had never had a single point outside their country in the whole history.
And the most incredible is that the tie does not leave such a bad taste in the mouth in the Argentines themselves that scarcely could tie fifteen minutes before the final with the whole audience in their favour, but with the enormous pressure to have to win due to being such an ample favourite. In fact, if Sergio Agüero, who entered some minutes before the an erratic Ezequiel Lavezzi, does not connect an impressionable shot, most probably we would be talking about a result even more impacting.
The Argentinean team conducted by Sergio Batista continues without defining nor find a way. The coach continues insisting in an idea that rounds more as a illusion that a reality and it is that he wants that the game should look like that in Barcelona thus that his best player Messi, might feel backed.

viernes, 1 de julio de 2011

Argentina, obligada a ganar la Copa América como local (Yahoo)


Cuando el próximo viernes salga a jugar su primer partido en el Estadio único de la ciudad de La Plata, ante Bolivia, la selección argentina comenzará a desandar su camino en la búsqueda de quedarse con la Copa América, que se iniciará ese día, y que podría ser su primer título oficial en dieciocho años.
Sergio Batista, entrenador de la selección argentina, contará con la totalidad de sus estrellas, la mayoría de ellas, en el fútbol europeo, una característica que, por cierto, reúne esta nueva edición del antiguo torneo sudamericano, y que cuenta entre sus máximos ganadores, a los albicelestes y a Uruguay, con catorce títulos cada uno.
¿Puede decirse que este torneo es absolutamente sudamericano, en sus características de juego? Muy posiblemente no. Desde hace ya muchos años, la gran mayoría de sus estrellas se desempeñan en el fútbol europeo, se acostumbran a las disciplinas de los grandes clubes que los fichan, a sus tipos de entrenamiento y a sus tácticas, y luego los entrenadores de los distintos seleccionados nacionales deben adaptarse a lo que tienen, a no ser que apelen a los integrantes de los normalmente desvencijados campeonatos locales, compuestos de jugadores muy jóvenes que aún no han emigrado por una cuestión temporal, o los que regresan de Europa, muy veteranos.

Argentina, obliged to win the Copa América at home


When next Friday they will go to play their first match in the Stadium of the city of La Plata, vs Bolivia, the Argentinean team will start to retrace their route seeking to get the Copa América, that will start that day and that may be their first official trophy in eighteen years.
Sergio Batista, the coach of the Argentinean team will count with his total of stars, the majority of them in the European football, one characteristic that, in truth gathers this new Edition of the old South American contest and that counts among the maximum winners the whiteblues and Uruguay with fourteen trophies each.
Can it be said that this contest is absolutely South American in their game characteristics? Very possible it cannot. Since many years, the great majority of their stars performs in the European football,, they accustom themselves to the disciplines of the big clubs that register them, to the kind of training and tactics and then the coaches of the different national teams should adapt to what they have, or appeal to the integrants of the normally clapped out local championships, composed by very young players who have not emigrated yet due to a temporal matter, or those who return from Europe, very veterans.