Uno se imaginaba una larga lista de caras largas,
cabezas mirando al piso, silencio absoluto, escasas declaraciones y un ambiente
al que seguro que le costaría mucho restituirse tras una nueva derrota ante su
rival de la ciudad, el Real Madrid, al que no le puede ganar desde hace trece
años.
Sin embargo, lo que transmitía todo el plantel del
Atlético Madrid al salir del estadio Santiago Bernabeu era una cosa
completamente distinta. Lo que sus jugadores y el entrenador, Diego Simeone,
coincidían en destacar, en todo caso, es que todo indica que la gran lucha del
equipo es otra, y que a lo que apunta en esta temporada es a superar la
anterior, clasificarse para la próxima edición de la Champions League, y si es
posible, ganar la Copa del Rey.
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