domingo, 19 de febrero de 2012
El choque Riquelme-Falcioni amenaza a Boca (Yahoo)
Pocas veces se vio algo igual en el fútbol argentino. Boca Juniors, el actual campeón, lleva un invicto de 32 partidos entre la liga local, la Copa Libertadores de América, en la que acaba de debutar, y la Copa Argentina, un nuevo torneo parecido a la Copa del Rey, y sin embargo, su entrenador Julio César Falcioni estuvo a punto de renunciar el pasado jueves por discrepancias con el plantel en una crisis impensada de acuerdo con el momento deportivo que vive la institución.
¿Cómo se entiende semejante contradicción? Por primera vez en mucho tiempo parecía que el fútbol argentino, cuestionado por su baja calidad técnica a partir de la emigración de muchísimos jugadores jóvenes hacia mercados más atractivos desde lo deportivo, como el europeo, y desde el económico, como los centroamericanos o asiáticos o brasileños, despertaba de su letargo y que no había conformismo con la forma de jugar de Boca pese a haber alcanzado el título de campeón del pasado Torneo Apertura, luego de tres años sin conseguirlo.
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