miércoles, 9 de febrero de 2011

Argentina busca retomar su estilo ante Portugal (Jornada)

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Desde Ginebra, Suiza



Quien escribe este artículo no puede dejar de pensar en el Flaco Javier Pastore, y el extraño momento que habrá pasado cuando el entrenador de la selección argentina, Sergio Batista, le habrá comunicado que por el momento irá al banco de suplentes porque ante un rival difícil como lo es sin dudas Portugal, se inclinará por un mediocampo de tres volantes más conservadores (Cambiasso, Mascherano y Banega) y tres atacantes como Lavezzi, Messi y Di María (por otra parte, los únicos de que dispone luego de las lesiones y las no convocatorias).

Apenas horas antes del último entrenamiento, ya en la oscurecida y fría tarde suiza en el mismo Stade de Genêve, que será sede del partido de esta noche a las 21 (17 de la Argentina), Pastore había compartido una larga charla de sobremesa en el lujoso hotel La Reserve, en el que se aloja el equipo argentino, con este cronista y tres enviados amigos de la prensa italiana, y además de demostrar que no es un jugador más y que por ejemplo no se cansa en Palermo de ver cine italiano, manifestaba su ilusión por ser parte integrante de esta etapa de la selección y jugar al lado de un fenómeno como Lionel Messi.

Las expresiones de ilusión de Pastore tenían cierta base manifestada apenas un par de horas antes, en la conferencia de prensa de Batista, cuando dijo que pretende que el equipo argentino juegue, en lo posible, como el Barcelona de Josep Guardiola, además de indicar lo que anticipó ayer Jornada, en el sentido de que busca que Carlos Tévez “se parezca más al de Boca” y menos al de la Premier League en el Manchester City.

Por todo eso, por esa manifestación de intenciones del entrenador, cuesta mucho entender el esquema que el equipo nacional presentará hoy ante Portugal, con tres volantes bastante conservadores, y con Ever Banega más cerca de ser el enlace con los tres delanteros, que tampoco son muy puros, salvo, tal vez, Ezequiel Lavezzi (Di María y Messi).

Es cierto que el genio del Barcelona juega hoy flotando como centrodelantero y es capaz de todo y en cualquier momento, pero el gran tema es cómo generará fútbol el conjunto de Batista, o a partir de quién o quiénes.

En este sentido, Pastore aceptaba que en el equipo nacional, su rol se parecería más al de Andrés Iniesta en el Barcelona, respecto de Messi, que de cualquier otro jugador, pero ahora se corre el riesgo de una desconexión entre las líneas.

El equipo argentino llega a este amistoso entre diezmado y en debate interno. Por un lado, lo que ayer comentábamos sobre las extrañas ausencias de Sergio Agüero y Carlos Tévez, a las que hay que sumar a los lesionados Gonzalo Higuaín y Diego Milito. Sólo Juan Manuel Martínez queda como opción.

Atrás, la situación no es muy distinta, con Sergio Romero algo tocado luego de torcerse un tobillo en el entrenamiento, con Pareja lesionado ya en Suiza, sumado a las ausencias de Martín Demichelis y Gabriel Heinze por no haber sido convocados y con el susto a último momento de Gabriel Milito, golpeado en su nariz en un choque en un movimiento táctico, por lo cual debió ser hospitalizado.

Finalmente, Romero será el arquero, y Batista volverá a la línea de cuatro defensores con dos laterales puros como el veteranísimo Javier Zanetti y el muy joven Marcos Rojo, y como centrales, a Nicolás Burdisso y al propio Milito, a falta de tantos jugadores.

Cuesta entender que Batista apele a dos jugadores que no actúan casi nunca en su club (casualmente el mismo Barcelona de Messi), y dos más que en sus clubes juegan en otra posición (Zanetti y Di María en el Inter y en el Real Madrid, respectivamente).

Enfrente estará un equipo fuerte como Portugal, con la nueva dirección técnica de Paulo Bento, de mediocre campaña en la clasificación para la Eurocopa 2012, y quien trata por todos los medios de hacer olvidar el flojo mundial 2010 de la mano de su antecesor, Carlos Queiroz, ex ayudante de Alex Fergusson en el Manchester United.

A diferencia de Argentina, los portugueses se entrenaron ante numeroso público justo antes de la llegada de la delegación argentina, y sin duda serán locales debido al gran apoyo de la nutrida colonia de lusos en Ginebra, la más grande del mundo fuera de su país.

También con serios problemas de lesiones, especialmente en sus dos marcadores centrales (los dos del Real Madrid, Pepe y Ricardo Carvalho, fue convocado Ricardo Costa a último momento), el fuerte de los portugueses pasa, sin dudas, por sus variantes de ataque, con su excluyente figura, Cristiano Ronaldo, pero también con otros de la talla de Nani, Danny, Postiga o Almeida, y estrellas en ascenso, como Fabio Coentrao.

Argentina y Portugal no se medían desde aquella Minicopa que organizó Brasil en 1972 y es una gran oportunidad para medirse cuando ambos se encuentran en procesos de búsqueda de un estilo, y en el contexto de la lucha mediática entre los dos atacantes más importantes del mundo.

Sólo quedan horas para que comience el show.

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