www.sergiolevinsky.com
¿Es Juan Martín Del Potro el ídolo joven en ascenso
capaz de sacar el mayor entusiasmo al ganar la medalla olímpica ante Novak
Djokovic hace días, o el que, emocionado, agradece en el micrófono del estadio
de Parque Roca a “los que vinieron” a alentarlo luego de haber jugado
infiltrado en la primera jornada de Copa Davis, o el que traicionó a los
argentinos al desertar del decisivo partido ante los checos para llegar a la
final, simulando dolores que no parecen tales?
Pocas veces, como en este fin de semana, la sociedad
argentina se enfrentó a las dos caras del deporte, o tal vez a sus propias dos
caras del exitismo, con la inalcanzable Copa Davis, que ya parece un maleficio,
como también con los que se sumaron a la ola del boxeo detrás de Sergio
“Maravilla” Martínez, y con el infaltable fútbol.
No hay comentarios:
Publicar un comentario