Escribimos con el resultado puesto, y eso siempre
significa una facilidad, y arriesgamos a hacerlo pese a ello, tratando de
profundizar, de no quedarnos con el exitismo de criticar duramente una derrota
y aplaudir los triunfos.
No se trata de eso, y el lector de este sitio lo
sabe. No es nuestro propósito quedarnos con el resultado del amistoso entre
Brasil-Argentina porque si no fuera por la mano final de Leandro Desábato, y el
penal que por consecuencia convirtió Neymar, el partido bien pudo haber
finalizado empatado 1-1.
Lo que se pretende analizar es la filosofía que
rodea al seleccionado argentino en estos tiempos, que fue perdiendo identidad,
que fue ahondando en el llamado “pragmatismo”, al que curiosamente se apela
cuando se utiliza un sistema ultra defensivo como el del miércoles en Goiania
pero nunca para atacar, para colocar un sistema ofensivo.
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