Lo que faltaba. Que el mejor jugador del mundo, el que marca récords cada semana, el que está cambiando todos los números del fútbol moderno, ahora comience a tener cierto cuestionamiento en su propio equipo, el Barcelona.
En la última conferencia de prensa del entrenador Josep Guardiola, se le llegó a consultar sobre si Lionel Messi no es “demasiado individualista” en algunas ocasiones, en referencia a la inusual cantidad de goles perdidos por el astro ante el Viktoria Pilzen de República Checa en el triunfo por 2-0 por la Champions League durante la semana pasada.
Guardiola tomó distancia de la polémica y simplemente colocó a Messi en un sitial aparte del resto de los jugadores, junto a Cristiano Ronaldo, y solamente afirmó que ellos dos “están en otro nivel y muchas veces deciden partidos por sí mismos”, lo cual no fue otra cosa que una forma de aceptar lo que la prensa española muchas veces niega o trata de minimizar, por ejemplo, en el momento de la entrega de premios internacionales: que el Barcelona, posiblemente entre los mejores equipos de la historia del fútbol, tiene un genio y varios supercracks.
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