jueves, 5 de enero de 2012

Carta a los Reyes Magos


Queridos Reyes Magos:
Ya sé que soy grande y que por lo general ustedes se interesan más por los niños. Pero apelo a lo que me queda de ilusión y de ingenuidad en algún rincón de alguna parte de mi ser para insistir poniendo mis zapatos al lado de mi cama esperando que tengan en cuenta mi pedido.
Tal vez sea mucha pretensión, pero quisiera pedirles un poco de razón para los dirigentes argentinos, a ver si pueden elegir a dos o tres, no pido más, y les insuflen en el cerebro la idea de que se les termine ocurriendo viajar a Barcelona (que cuesta mucho menos que fichar a tanto inútil corredor), para estudiar cómo funciona La Masía, cuál es la filosofía que rige en este club, y volver con la idea de copiar el esquema, adaptándolo al fútbol local. Y que luego sean imitados por el resto de los equipos para que por fin se pueda gozar de partidos en los que los protagonistas jueguen, no corran por correr.
Puede que comience a excederme, pero les pido que les inyecten a los mismos dirigentes un poco de raciocinio, pero esta vez, repartido con los cerebros de los dirigentes políticos nacionales, provinciales y municipales, para que entiendan que no se puede sostener a los violentos, que terminan arruinando el espectáculo y carcomen hasta el negocio mismo de los clubes.
Les pido, también, que con todo su poder, hagan que los periodistas estudien y se instruyan antes de comenzar a ejercer, que conjuguen bien los verbos, que hablen y escriban con propiedad, y no se dejen llevar por las olas de opinión sin sentido o campañas orquestadas por intereses ajenos al juego limpio.
No sé si hay aún un pequeño lugar para pedirles que podamos seguir disfrutando del Barcelona, que Lionel Messi (díganme la verdad, ¿no es uno de ustedes con la camiseta de futbolista?) se ilumine en cada partido y nos siga dando tantas alegrías, y que en la Argentina por fin se den cuenta de que no importa que haya triunfado en otro lugar, que de todos modos es tan argentino como la birome, el dulce de leche, o Maradona.
Y ya que estamos, les pido que no dejen que los corruptos se queden con la fiesta tan hermosa del fútbol, que no ensucien algo tan lindo. Que se pueda seguir viendo caños, gambetas, sombreros, goles.
Y que se acaben los DT que mueven fichas en la TV y que nos dicen que todo es muy difícil, que el fútbol se equilibró, y una serie de frases sin sentido que confunden a tanta gente.
¿Podrán complacerme?
Por las dudas, dejo los zapatos al lado de la cama. Ah, y la número cinco. Pero no se la lleven, por favor. En todo caso, les dejo hacer jueguito con la condición de que no la maltraten. Ella es buena y se porta bien. Pero últimamente son pocos los que la respetan. Yo sé que ustedes lo saben.
Los espero en la madrugada, no me fallen.
Un abrazo,
Sergio

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