www.sergiolevinsky.com
Mucho tiempo ha pasado desde 1991, cuando Marcelo
Bielsa era llevado en andas por sus hinchas, en una embarrada Bombonera, en una
tarde lluviosa, dando la vuelta olímpica con su amado Newell’s Old Boys, con el
entrenador gritando el nombre del club, desaforado, tras vencer a Boca Juniors
por penales en la final del último campeonato anual jugado en la Argentina.
Bielsa, cuyo nombre hoy tiene el propio estadio
antes conocido como “El Coloso”, en la ciudad de Rosario, hizo cosas difíciles
de olvidar por los hinchas de Newell’s. Cuando el equipo debutó en la fase de
grupos de la Copa Libertadores de 1992, perdió como local nada menos que 0-6
ante San Lorenzo y cuando para todos, la experiencia internacional se había
acabado muy pronto, resultó que fue la última derrota en todo el torneo hasta
ser derrotado por penales, en Brasil, por el bicampeón mundial San Pablo de
Telé Santana. Pese a eso, en la misma semana volvía a coronarse campeón
argentino, esta vez en el Torneo Apertura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario