Batista tiene más proyecto que la AFA

Poco importó el resultado ante Irlanda en Dublín. Desde ya que siempre es mejor ganar, aunque con la camiseta argentina, y con un gol en offside ante un rival tan flojo, no tiene, en sí mismo, demasiado mérito. Y tal como se esperaba, el partido sirvió más para que los dirigentes de la AFA (o sea, Julio Grondona) comprobaran lo que vinieron a buscar: si Sergio Batista tiene la muñeca suficiente como para manejar un grupo que se cuida de hablar mal del genio, al que no le vio méritos para ser DT, y que tiene componentes de cierta edad que temen que el fin de su ciclo con la albiceleste llegue a su final. Por eso mismo, desde Argentina, sale a hablar ahora Juan Sebastián Verón, y aún así, timidamente emite la palabra "contradicción" para referirse al "diez" que lo sacó del Mundial por motivos poco claros y que se acercarían más a un tiro por elevación a quien ocupaba un cargo superior al suyo.
Ni Carlos Tévez, que llegó al hotel con una serie de frases contundentes contra Grondona (una declaración inusual para estos tiempos de sometimientos y demagogia) pudo mantenerse ni cuarenta y ocho horas en su tesitura y rápidamente dijo, al regresar a Inglaterra, que había "aclarado todo" con el mandamás de la AFA.
Lo que todos los medios reflejan es que Batista está próximo a ser ratificado como DT de la selección cuando dos días antes era un técnico interino al menos hasta que en octubre se reuniera el Comité creado a tal efecto para designar al sucesor de Diego Maradona, y para lo cual el manager, Carlos Bilardo, elevaría una cantidad de nombres de candidatos propuestos.
Eso, en la formalidad, continúa siendo así, pero todo indica que como suele pasar en el vaciado edificio de Viamonte, ya llegará la comida hecha y condimentada a la mesa.
¿Qué ocurrió en tan pocas horas y por qué se decidió lo de Batista tan pronto, cuando ni siquiera su línea coincide con la de Bilardo, al punto que el primero habla de fútbol de posesión de pelota y el otro se sabe que es más rígido tácticamente y muchas veces juega con el error del adversario?
Básicamente, puede decirse que la decisión de la continuidad de Batista es demasiado parecida a la del fichaje de Maradona a fines de 2008. Lo primero fue sacarse de encima, pronto, a la acechante figura de Carlos Bianchi, el más lógico candidato y ganador en todas las encuestas. Entonces, la idea de un DT interino que rápidamente se instalase en la gente y pudiese ser ratificado ante el menor buen paso, generaba alivio en quienes no soportan al Virrey y saben que la exigencia de éste es la no intromisión en su trabajo.
Por esta misma razón, puede decirse que no era tanto que Batista tenía que hacer mérito pra ganarse la continuidad, sino que no tenía que equivocarse y tenía que demostrar muñeca en el manejo grupal para no tener que ser apartado, que es muy diferente, diríamos que lo contrario al mérito.
Batista cuenta con muchos elementos a favor: 1) Una buena relación personal con Bilardo dede que en 1986 ambos ganaron el Mundial de México, uno como jugador y el otro como DT, aunque hoy futbolísticamente estén en las antípodas, 2) Una gran relación con Humberto Grondona, el hijo del presidente de la AFA y a su vez vicepresidente del departamento de selecciones nacionales de la AFA, y quien la vez anterior, convenció, junto a su hermano Julio (presidente de Arsenal), a su padre de no contratar a Bianchi, 3) Ya demostró que puede hacer jugar juntos a Juan Riquelme y a Leo Messi, hoy dos de las máximas figuras del fútbol argentino, de no muy buen feeling con Maradona en el ciclo anterior, 4) Una buena relación con Juan Verón y con los veteranos de la selección, a los que les abrió las puertas (al menos hasta la Copa América), 5) Sin hijos ni entenados para las convocatorias (de hecho, estarían para regresar el defenestrado Javier Zanetti y el ignorado Esteban Cambiasso).
Por contrario, Batista tiene en contra: 1) Su propuesta futbolística de posesión de pelota opuesta a Bilardo, su manager, 2) Que Maradona y su cuerpo técnico lo observan con preocupación desde un lugar de "deslealtad" por haber continuado en el cuerpo técnico, si bien pertenecían a planteles paralelos (uno de la mayor, el otro de la juvenil), 3) Que ante cualquier caída, rápidamente regresará la sombra de Bianchi.
En cuanto a su sistema de juego, es loable lo que Batista viene manifestando sobre "volver a las fuentes", trabajar más con la pelota que con pesas o ejercicios físicos (locuras que este blog viene denunciando desde hace tiempo y que obedece a la lógica del capitalismo resultadista), y que debe trabajarse de esta forma desde divisiones inferiores. Lo que no se entiende es cómo convive esto en un mismo contexto con discursos como los de Bilardo o Humberto Grondona, lo cual indica que el proyecto ambicioso (y tal vez ilusorio) de Batista (¿cómo llevar a cabo todo eso en un sistema tan perverso, con torneos cortos, con miras a vender jugadores al Primer Mundo, con tanta corrupción en los clubes?) choca contra la falta de proyectos de la AFA, que para no convocar al mejor, coloca a la biblia junto al calefón.
Al margen, nos preguntamos si para llegar a un fútbol que tenga la pelota, o que juegue con dos marcadores de punta con oficio, volantes con buen pie y dos wines y un "9" (como bien quiere Batista, y nosotros), hace falta "copiar a España" cuando fue España la que copió el fútbol que Argentina vino jugando siempre y que el resultadismo (o sea, los que manejan la AFA) desterró.
¿No será que Batista propone jugar con la nuestra pero hoy queda mal decirlo?
¿No será que para tener la pelota, no es necesario pararse como España sino buscar qué herramientas son las que más sirve al tipo de jugadores que tiene Argentina? si España centra todo en sus volantes, porque en ese punto radica su fuerza (Xavi, Iniesta, Xabi Alonso, Busquets), no será que Argentina debe basarse en su genio (Messi), en Riquelme y más que todo, en la potencia de su ataque?
El debate está abierto, pero en todo caso, al menos Batista tiene un proyecto que quedará explicitado con el correr del tiempo. La AFA se mantiene coherente a las últimas décadas: sigue sin proyecto, manejándose por intereses personales.