El “déjà vu” de la selección argentina

¿Cuánto influye, hoy, en la selección argentina, que el director técnico sea Alejandro Sabella, en vez de Sergio Batista? (por no decir, cualquier otro entrenador con mínimas condiciones de llegar a ese puesto). La pregunta surge inmediatamente después de haber visto un partido amistoso ante Brasil, que en líneas generales, salvo la hermosa jugada de Leandro Damiao que ya recorre el mundo, uno pudo haberlo visto antes de sentarse a mirarlo. En otras palabras, el imaginable y hasta predecible 0-0 ante Brasil en Córdoba (en todo caso, lo menos seguro era el cero del lado de los vecinos) está relacionado más con el presente del fútbol argentino que con la “dinámica de lo impensado” del fútbol, utilizando la gran definición del fallecido Dante Panzeri. El cero del equipo argentino tiene más relación con su disposición en la cancha, y con las individualidades existentes, con el sistema de juego que se puede ver (bah, padecer) cada fin de semana, con las enormes limitaciones creativas de cada uno de los equipos, que deriva en que hoy, cualquier entrenador, deba convocar “lo que hay” y “esto” es, precisamente, lo que hay.