Insultos en la cancha

Juan Román Riquelme se apresta a patear un córner en Bahía Blanca pero debe interrumpir su intento para secarse la cara. Sonríe con ironía. Entiende los “códigos” del fútbol y vuelve a concentrarse en la jugada. Desde apenas unos centímetros de distancia, unos muchachos hinchas de Olimpo lo insultan, alambrado de por medio. Lo escupen. Pero no pasa nada, el partido sigue.
En el Independiente-Boca, del mismo Torneo Apertura 2011, el árbitro Héctor Baldassi debe parar el partido hasta que la hinchada local deje de cantar con xenofobia que los de Boca “son de Bolivia y Paraguay” y luego de la derrota de los rojos, el técnico local, Antonio Mohamed, se aleja del cargo tras ser presionado por la barra brava, que irrumpe en el vestuario y entona la marcha fúnebre. Un pequeño detalle es que Mohamed perdió un hijo en un accidente cuando viajó a observar el Mundial de Alemania en 2006. Tras su alejamiento, Mohamed sostiene ante medios que toman nota, y poco más, que su pretensión era seguir trabajando pero que fue la barra brava la que, dominando los estamentos del club y al propio presidente Julio Comparada, fue la encargada de cesarlo en su tarea. No pasa nada.