Paradojas de la planificación y los fichajes a golpe
de talonario: cuando todavía quedan cuatro meses para finalizar la temporada, y
cuando la mayoría de los equipos fuertes de Europa se suelen encontrar en la
etapa de la aceleración para estar en perfecto estado para abril y mayo, en el
momento de las definiciones, el Real Madrid da cada día más pasos hacia el
precipicio que podría dejarlo sin nada para cosechar, luego de los últimos
resultados.
Con los dos 1-1 del Santiago Bernabeu, ante el
Barcelona por la semifinal de la Copa del Rey, y ante el Manchester United, el
pasado miércoles, por los octavos de final de la Liga de Campeones de Europa,
en los que tuvo que remontar luego de quedar en desventaja, y en ambos casos
por sendos cabezazos (Varanne en el primero, Cristiano Ronaldo en el segundo)
debe ahora definir, en una corta distancia en el tiempo, sus dos compromisos en
terrenos muy complicados.
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