miércoles, 24 de julio de 2013

Febriles horas de Martino antes de partir (Jornada)



Si algo no se esperaba Gerardo Martino, cuando comenzó sus vacaciones hace doce días, es que podía vivir horas tan febriles a poco menos de un día de su viaje a Barcelona para incorporarse a uno de los mejores equipos del mundo, cuando sea presentado mañana por la tarde o a más tardar, el viernes.

Martino estará llegando a Barcelona mañana a las 17,05 en el vuelo AR 1160 que partirá desde Ezeiza esta noche a las 23,35 y la prensa catalana comienza ya a desplegar todo tipo de historias del nuevo entrenador que reemplazará a Tito Vilanova y se convertirá en el cuarto argentino de la historia en dirigir al Barcelona, luego de Helenio Herrera, Roque Olsen y César Luis Menotti.

Si los aficionados del Barcelona pudieron ver la conferencia de prensa brindada al mediodía de ayer por Martino en Rosario como despedida antes de partir, seguramente se ilusionarán porque pocas veces los aplausos brotaron cuando cerró su intervención un periodista de programas partidarios de Newell’s Old Boys, que le agradeció por su colaboración y buen trato en todo este tiempo.

Martino, siempre cauto, analítico y respetuoso, evitó hablar del Barcelona por no haber tomado contacto aún con su nuevo club y aceptó que tanto Lionel Messi, que lo calificó de “excelente” y al juego de los rojinegros como “hermoso”, como su padre Jorge, pudieron haber influido mucho en su designación.

Martino se sonrió y se mostró sorprendido cuando ante una pregunta de una periodista, se le recordó que hace poco tiempo había manifestado que creía que le faltaban diez años para llegar a dirigir en Europa. “¿Yo dije eso? Se ve que los tiempos se acortaron”, respondió.

El nuevo entrenador del Barcelona no dejó nada sin resolver, desde reunirse con sus amigos y ex compañeros de equipo en Newell’s en el complejo de Bella Vista para seguir delineando un proyecto para las divisiones inferiores, para el que tiene ya un arreglo con un club español, que quedará a cargo de Jorge Theiler y un equipo de varios profesionales, hasta encontrarse con amigos en el café “Pan y Manteca”, al que concurre tradicionalmente.

Tras la conferencia de prensa, realizó trámites varios y se dedicó a organizar su viaje y a despedirse de algunos allegados.

Mientras tanto, en España y en Cataluña, comenzaron a buscar material de su pasado y entrevistas en las que se pueda ver reflejada su filosofía de juego, muy emparentada con el Barcelona, aunque muchos insisten en el carácter de “bielsista” que no es, más allá de su identificación en algunas conductas y en el comportamiento ético.

Sin embargo, Martino tiene poco que ver con Bielsa en lo futbolístico, al punto de haberse auto titulado como “vago” y haberse quejado, en sus tiempos de jugador, porque el ex entrenador del Athletic de Bilbao lo hizo correr más de la cuenta.

Prefiere siempre el juego por abajo, desde la defensa, con laterales que pasen al ataque, dos extremos y un nueve retrasado, que no se muestre como referencia de área, juego prolijo y mucha posesión de balón.

Mientras algunos medios lo llegaron a llamar “Tato”, otros han publicado su “sorpresa” por un “ignoto” que llega a uno de los bancos más apetecibles del mundo, aunque también comenzaron a admitir que nunca Luis Enrique, el supuesto competidor de Martino, había tenido demasiadas opciones para el cargo y más bien dejaron entrever que se trató de una operación mediática para colocar a alguien potable, que garantizaba la misma línea que Josep Guardiola y Tito Vilanova, y aceptado por los veteranos del vestuario como Carles Puyol o Xavi Hernández.

Luis Enrique mismo llegó a decir que “nadie” del Barcelona lo sondeó, mientras comenzaban las referencias a que Martino debutó como jugador en el Tenerife el 2 de marzo de 1991 en el Camp Nou y ante un Barcelona que tenía en el arco a Andoni Zubizarreta, el ahora director deportivo que fue quien lo terminó contratando.

Otros, que el día que Martino se despidió de Newell’s como jugador, Lionel Messi, muy pequeño, hizo jueguito en el Coloso del Parque Independencia y la gente le gritaba “Maradooo, Maradoooo” y hasta hubo quienes recordaron que tuvo a Diego Maradona de compañero algunos pocos partidos en 1993, en Newell’s y que ahora podrá dirigir a Messi.

Cuando oscurecía, y llegaba el anochecer de un día muy agitado, Martino se enteró de que la cercanía de su casa estaba demasiado poblada y se planteaba cómo atravesar semejante valla, demandante de una mano, una palabra, una sonrisa, o para decirle “gracias”.

Y se dio cuenta de que el tiempo de dirigir al Barcelona, aún sin viajar, había comenzado.


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