domingo, 21 de enero de 2018

Con la Liga casi resuelta, el Barcelona se plantea el futuro (Yahoo)




Ni el más optimista de los seguidores del Barcelona en todo el mundo hubiera imaginado que a esta altura de la temporada, con medio torneo en juego, el Barcelona ya habría tenido la Liga Española casi ganada, sin grandes amenazas y con una distancia notable sobre sus inmediatos perseguidores.

En gran parte, los once puntos sobre el Atlético Madrid, los catorce sobre el Valencia, y los diecinueve sobre el Real Madrid (que tiene un partido menos, pendiente de cuando tuvo que viajar a disputar el Mundial de Clubes en diciembre pasado), generaron la tranquilidad en el planteo del partido de este fin de semana ante el Betis en el estadio Benito Villamarín de Sevilla.

El entrenador del Barcelona, Ernesto Valverde, se puede dar el lujo de no contar, para un partido ante un rival de cuidado, que había ganado el derbi al Sevilla y que mostró un buen desempeño en la temporada, con Javier Mascherano (ya a punto de emigrar al fútbol chino) ni con el nuevo fichaje del colombiano Yerry Mina, en la defensa, ni con Andrés Iniesta en la creación, ni con Osmane Dembélé, Paco Alcácer y el nuevo fichaje de Philippe Coutinho en la ofensiva, y acabar con una impensada goleada de 0-5 que aventa cualquier atisbo de imaginación de cambio de mando en la Liga.

Lo que sucede es que el Barcelona juega tranquilo sus partidos porque puede manejar los tiempos y sabe que los números respaldan completamente su accionar, aunque muchas veces, como ante el Betis, el rendimiento sea apenas discreto en la primera parte.

El Barcelona apareció con una suma de volantes para tratar, aunque sea, de quitarle la pelota al rival, y en lo posible, apoyarse en lo que pueda generar el genio de Lionel Messi, dejando arriba, en solitario, a Luis Suárez, que ha recuperado la racha goleadora, aunque suene a muy poco respecto de la vocación ofensiva de otros tiempos de los azulgranas.

Tras unos primeros minutos en los que el Betis, empujado por su público, salió a ganar el partido y a dominarlo, el Barcelona se fue acomodando con un centro del campo en el que apenas Iván Rakitic tiene algún tipo de llegada al gol y de hecho, fue quien abrió el marcador en una escapada,  y recién allí, en la segunda parte, y con el 0-1 a favor, el equilibrio de fuerzas se rompió y entonces afloró el verdadero talento del equipo, y las posibilidades de una goleada.

Por estas razones también el 0-5 ante el Betis suena mucho a Liga cerrada, porque si ante una dificultad, por mínima que ésta fuere, y con tanta adversidad para armar un equipo titular que cuente con jugadores que cubran el esquema principal (si no es el 4-3-3 de origen, al menos un 4-4-2 con vocación ofensiva), la diferencia es tan amplia, y fuera de casa, ¿entonces qué queda para dos de los próximos tres compromisos ligueros, en el Camp Nou y ante rivales como Alavés o Getafe?

Apenas aparece como dificultosa la visita a Corneliá para jugar el derbi catalán ante el Espanyol con el reciente antecedente de lo que habrá sido el enfrentamiento ante este mismo equipo por los cuartos de final de la Copa del Rey, en la que al menos perdió el invicto de la temporada en la ida.

Pero salvo la Copa del Rey, el Barcelona puede darse el lujo de recuperar a toda su plantilla para cuando llegue el partido más importante de todos, hasta el momento, el del 20 de febrero en Londres ante el Chelsea por la ida de los octavos de final de la Champions League.

Con Lionel Messi como Pichichi con 19 goles, y con Luis Suárez segundo en la tabla de los máximos anotadores de la Liga con 15 y sin demasiados adversarios también en esta misma situación, y con el Atlético Madrid y el Real Madrid teniendo que visitar el Camp Nou en esta segunda rueda, al Barcelona sólo le falta contar los días que quedan para festejar otro título de Liga, y con resto para pelear en las otras competencias.

De todos modos, muchas veces los resultados no van de la mano del juego, y en este punto, ni Valverde ni los aficionados azulgranas deben engañarse: este Barcelona está muy lejos de aquel que nos brindó un espectáculo único y puede llegar a tener momentos, pasajes, minutos de gran elaboración o de enorme contundencia, pero se trata mucho más de un equipo utilitario que de aquellos que nos ilusionaba con la posibilidad de ver un show artístico inolvidable.

Eso pasa hoy por los pies de Messi en los momentos en los que éste alcanza total inspiración, como en el increíble túnel que le hizo al mexicano Guardado el pasado domingo ante el Betis.

Como para creer que aún estamos a tiempo de rescatar esos instantes mágicos que por suerte, sigue dándonos el fútbol.


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