Si el histórico club Cultural Leonesa logró el
ascenso de Segunda B a Segunda en España tras 42 años de intentarlo, con el
notable aumento de presupuesto recibido desde Qatar a través de su Academia
“Aspire”, Arabia Saudita no quiso ser
menos y acordó con la Liga Española de Fútbol la llegada de nueve
internacionales de ese país para jugar en las primeras tres categorías del
fútbol español, lo que fue anunciado el pasado domingo 21 de enero.
La tensión que se acentuó desde octubre de 2017
entre Qatar y otros países como Egipto, Emiratos Árabes Unidos y Arabia
Saudita, también se va reflejando en el fútbol internacional, aunque el caso de
España es uno de los más patentes.
Si el Barcelona había atravesado una situación
escandalosa cuando decidió en 2011 cambiar el patrocinio de UNICEF por el de la
Qatar Foundation y en 2013 por Qatar Airways, Fly Emirates, cuyos dueños son
los Emiratos Árabes Unidos, patrocina clubes como Real Madrid, PSG. Arsenal.
Milan o Hamburgo. Es lo que se ha dado en llamar en los últimos tiempos “doping
financiero”, tema que cada vez preocupa más a los dirigentes del fútbol
europeo.
Por “doping financiero” se entiende un monto
exagerado de dinero que llega a los clubes como patrocinios de empresas, pero
siendo éstas estatales, es claro que el origen es de los propios Estados
nacionales que buscan beneficios deportivos o políticos a cambio y es lo que ha
desmadrado el mercado de pases en los últimos tiempos.
En el caso de la Liga Española, comandada por Javier
Tebas Medrano, busca afanosamente competir en los mercados más importantes
contra la Premier League inglesa, lo cual es una tarea muy complicada por los
años de influencia cultural de Gran Bretaña en el continente asiático, aunque
la LFP no ceja y ha cambiado los horarios de los partidos y hasta ha penado con
multas enormes en lo económico a aquellos clubes que cuando son televisados,
muestren tribunas vacías.
Volviendo al acuerdo entre la LFP y Arabia Saudita,
éste consiste en que nueve jugadores de ese país se van a incorporar a clubes
españoles de Primera, Segunda o Segunda B (en este caso, filiales de clubes de
las dos primeras categorías), para lo cual, el país árabe se compromete a conseguir
anunciantes (es de imaginar por dónde vendrá la cosa) y se beneficia porque así
sus deportistas toman experiencia para adquirir roce internacional (Arabia
Saudita, que será dirigida por el argentino Juan Antonio Pizzi, estará en el
Mundial de Rusia de junio próximo).
Si Arabia Saudita llegó a este acuerdo, Qatar, tras
la explosiva experiencia en el Barcelona, que le trajo muchísimas críticas,
ahora decidió comenzar desde el llano constituyendo un “invernadero de
futbolistas”, al adquirir en 2015 el 99,7
por ciento de las acciones del Cultural Leonesa, que se encontraba al borde de
la desaparición con una deuda de 1,7 millones de euros, desde la Academia
“Aspire”, financiada por el Estado, a través del director general, el español
Iván Bravo, y con el ex basquetbolista José Lasa como intermediario.
Colocaron como entrenador del equipo de fútbol, que
militaba en Segunda B (Tercera), a una persona de confianza, Rubén de la
Barrera, sofisticaron el manejo de cada departamento, y decidieron ir puliendo
la técnica de los jugadores qataríes que fueron llegando, y los resultados
llegaron dos años más tarde, con el ascenso a Segunda, aunque no es el único
caso: en Bélgica, Aspire hizo lo mismo con el Eupen, al que ascendió a Primera,
y en Austria, lo consiguieron con el Lask Linz.
Hoy, el Cultural Leonesa pasó de 1500 a 4000 socios
y el beneficio es mutuo: los españoles reciben una imprevista inyección de
dinero, y los qataríes mejoran su reputación y consiguen una amplia mejora de
la técnica de sus jugadores y les dan roce en ligas importantes pensando en la
localía del Mundial 2022, aunque éste sea cada vez más discutido a causa de
crecientes casos de posible corrupción.
Los qataríes parecen haber aprendido de la difícil
experiencia de haber comenzado demasiado alto, apuntando con su acuerdo de
patrocinio directamente con el Fútbol Club Barcelona y el club, que venía de
utilizar en su camiseta la inscripción de la UNICEF, anunció el pase a la
publicidad de Qatar Foundation, en 2010, justo el 10 de diciembre, Día Internacional
de los Derechos Humanos.
El acuerdo, por cinco temporadas y a partir de los
165 millones de euros, había sido anunciado por el vicepresidente económico del
club, Javier Faus, aunque refrendado por el presidente, Sandro Rosell, hoy
preso en Cataluña por hechos de corrupción, siendo investigado en relación a
fondos recibidos a cuentas offshore justamente desde Qatar.
Cuando se produjo aquel acuerdo entre el Barcelona y
la Qatar Sports Investments (QSI), dependiente del emir Hamad Bin Khalifa Al Thani,
la reconocida periodista Pilar Rahola recordó que la Qatar Foundation otorga el
premio anual llamado Yusuf Al Qaradawi, que es el nombre de un jeque egipcio
que sostiene que los judíos “son malignos y corruptos” y que “es necesario
atentar contra las mujeres israelíes embarazadas porque son el enemigo”.
El
recientemente fallecido holandés Johan Cruyff, uno de los grandes
emblemas del Barcelona como jugador y entrenador, y que justamente renunció a
la presidencia honoraria del FC Barcelona al conocer este acuerdo, sostuvo en
ese momento que “arriesgar el prestigio por un dinero que representa el 6 al 7
por ciento del presupuesto no tiene sentido” y advirtió que la entidad
azulgrana pasaría de ser “Más que un club” (como indica uno de sus lemas) a “Un
club más”.
Mientras tanto, el diputado de Izquierda Unida-Los
Verdes en el Parlamento Europeo, Raúl Romeva, solicitó entonces un informe a la
Unión Europea (UE) para determinar si era pertinente esa publicidad cuando
Europa castiga a Qatar en los foros internacionales.
Parece que corrió bastante agua debajo del puente.
El Barcelona decidió reemplazar la publicidad en su camiseta por la de las
tiendas japonesas Rakuten, mientras que en Emiratos Árabes, la Legislatura de
ese país castigará hasta con quince años de prisión y una fuerte multa
económica al que porte la casaca del club catalán con la publicidad de Qatar,
La Cultural Leonesa no tiene ese problema. Para no
volver a los escándalos anteriores, utiliza en su camiseta la publicidad
“Aspire Academy” así, en inglés, a tono con estos nuevos tiempos de expansión
económica de la LFP.
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