martes, 17 de agosto de 2010

Los indicios apuntan a Batista como entrenador argentino (Yahoo)



Si la Argentina es considerada impredecible, el fútbol de este país no tiene por qué ser tan distinto. Entonces entra en la lógica absoluta que si apenas hace una semana era claro que Sergio Batista iba a ser un entrenador interino de la selección nacional hasta que en octubre se reuniera una comisión especial de la AFA para determinar quién será el responsable del equipo hasta el Mundial de Brasil 2014, ahora todo indica que, sin nada demasiado importante que haya sucedido, quedará confirmado en su puesto por los cuatro años.

Como suele suceder, no abundan las explicaciones para justificar esta decisión que, por los distintos rumores que circulan y por las declaraciones de los dirigentes que rodean a la selección argentina, ya está tomada, dejando de lado toda polémica por la sucesión del puesto que ocupó hasta el Mundial de Sudáfrica Diego Maradona.

Todo parece indicar que la designación de Batista como interino, respondía más a lo contrario de lo que la prensa imaginaba. No era que en el partido amistoso del pasado miércoles ante Irlanda en Dublín (que Argentina ganó 1-0 con gol de Angel Di María en fuera de juego) ni el del próximo 7 de setiembre en Buenos Aires servirían para poner a prueba a Batista, sino que éste quedaría confirmado de no cometer errores serios. Es decir, lo que no tenía que hacer Batista era equivocarse, más que tener que hacer méritos para demostrar sus conocimientos.

Lo que también parece claro es que si Batista sigue como entrenador de la selección argentina, aún con un buen proyecto que pasa por intentar cambiar el fútbol argentino desde sus bases (por ejemplo, apuntando a que los jugadores se familiaricen más con la pelota y la reemplacen por el exceso de ejercitación física) hasta el aspecto táctico (jugar un fútbol de mayor posesión de balón), no será por todo esto ni por su entendimiento futbolístico con el manager Carlos Bilardo, quien hoy está en las antípodas de su pensamiento.

Al contrario, si Batista logra (como parece) quedarse con este cargo, tiene que ver mayormente con dos puntos importantes: su buena relación personal con Bilardo, de quien fuera jugador en el equipo campeón mundial en México 1986, pero más que todo con Humberto Grondona, el hijo mayor del presidente de la AFA y vicepresidente de la FIFA, Julio Grondona, y vicepresidente del departamento de Selecciones Nacionales de la AFA, y también con que una vez más, como ocurrió en 2008 con Maradona, se evita de esta manera convocar a quien ganar en todas las encuestas de los medios, Carlos Bianchi. Por eso, el apuro de la AFA por definir cuanto antes esta cuestión y el triunfo ante Irlanda ayudó en este sentido.

La fría relación entre los Grondona y Bianchi es conocida, aunque parecía que los resultados de las encuestas podían inclinar la decisión de octubre, máxime con un Grondona necesitado de ganar de manera urgente la Copa América de 2011 como local luego de dieciocho años de sequía de títulos. Pero también se sabe que Bianchi ni siquiera se saluda con Bilardo, manager y hoy, quien debe elevar a la AFA los nombres de los entrenadores a evaluar.

También se sabe que Bianchi no acepta dirigir en sus equipos con un manager sobre él y menos, con quien no suele coincidir ideológicamente, y que para llegar a ser entrenador de la selección nacional, el contexto debe ser facilitador y hoy en la AFA no hay una estructura que le permita trabajar como él quisiera.

Pero tampoco queda claro cómo haría Batista para compatibilizar sus funciones con Bilardo. Cómo haría alguien que sostiene que hay que tratar bien a la pelota y parecerse con su sistema al que utiliza Josep Guardiola en el Barcelona, para convivir en su puesto con alguien que apuesta a obtener el resultado con tácticas que no se basan en la posesión y sí en el error del adversario. De hecho, consultado ya por algunos medios, Batista dijo que con el manager “nos conocemos hace mucho y solamente hemos tenido un desencuentro que ya fue clarado de la época de los juveniles”, pero nada explica de las diferencias futbolísticas entre ambos.

De hecho, habrá que ver si a Bilardo le gustó que ante Irlanda en Dublin, Argentina saliera, como el Barcelona, con un esquema 4-1-2-3 con cuatro defensores en línea, ya sin Jonás Gutiérrez flotando entre la línea de defensa y la de volantes, con Javier Mascherano más atrás como mediocentro, aunque escoltado por dos buenos llevadores de pelota como Fernando Gago y Ever Banega, y tres puntas con Messi por la derecha aunque sin estacionarse, Higuaín por el medio y Di María ya más como delantero, por izquierda.

Pero habrá más cambios desde el Mundial pasado. Por ejemplo, ya en el segundo tiempo ante Irlanda se evidenció que Batista ya no apelará más a los centrales como laterales (Burdisso y Heinze) y en su lugar ya hizo ingresar a marcadores de punta puros como Pablo Zabaleta (Manchester City) y Emiliano Insúa (Fiorentina), y aún mantiene chances de regresar el veterano Javier Zanetti, al menos hasta la Copa América. También Esteban Cambiasso tendría una oportunidad y es casi seguro que retornará a la selección argentina Juan Román Riquelme, enfrentado a Maradona en el ciclo pasado.

De hecho, Batista ya tuvo juntos a Riquelme y a Messi en los Juegos Olímpicos de Pekín en 2008 y el resultado no pudo ser mejor. El equipo argentino retuvo entonces la medalla dorada ganada en Atenas 2004, ganándole 3-0 a Brasil en semifinales.

Por lo que parece, Batista tiene todas las chances de convertirse en el entrenador de la selección argentina hasta Brasil 2014 pero no parece haber coherencia en la estructura y muchas veces, decisiones tan fuertes tienen más que ver con temas personales aún cuando el propio protagonista sí tiene un plan de acción.

Mucho de todo esto explica por qué hace ya diecisiete años que la selección argentina no obtiene un título, y que de de las últimas dieciseis ediciones de la Copa Libertadores, los equipos argentinos sólo ganaron en seis oportunidades, aunque cuatro de ellas, por parte de Boca Juniors. No parece casualidad.

1 comentario:

NoTe dijo...

Como todo lo que sucede en la AFA. Incomprensible. Batista dejó afuera a Argentina de un Mundial Sub 20. No nos olvidemos! Necesitamos seriedad en Argentina. Saludos!