domingo, 30 de enero de 2011

Los jeques invaden el fútbol español (Yahoo)


Siempre se dijo que España tiene “sangre de moros y judíos” pero todo ha quedado en el sentir popular. Lo cierto es que la península ha tenido una relación profunda, de amor y odio, con el mundo árabe y no en vano han sido varios siglos de dominio, al punto de que una parte integrante de este colectivo la sigue llamando “Al-Andalús” y considera que ese territorio le pertenece.
No hace tanto, la ciudad de Madrid sufrió un tremendo atentado de Al Qaeda en la estación de trenes de Atocha, el 11 de marzo de 2004, con centenares de muertos inocentes, que incluso ha modificado el panorama electoral de esa semana, con el inesperado triunfo del actual presidente, José Luis Rodríguez Zapatero.
Sin embargo, todo lo que tanto le ha costado siempre en España al mundo árabe, ahora parece simplificarse con su entrada a través de los deportes, y más precisamente del fútbol. Y todo, demasiado pronto, de manera acelerada, en pocos meses.
Ya sorprendió a pocos que en la elección para la sede del Mundial 2022, España votara, a través del presidente de su Federación, Angel Villar, la candidatura de Qatar, siendo que un torneo en ese país, se jugaría a una temperatura de cerca de 45 grados en pleno verano.
No pasaron demasiadas semanas, y el mundo árabe ingresó a la Liga Española por la puerta grande de los negocios.
El primer paso lo dio el Barcelona, nada menos que el campeón de liga, cuando su presidente Sandro Rosell anunció un acuerdo con la Qatar Foundation, en medio de oleadas de críticas, por el que a cambio de 165 millones de euros por cinco temporadas, el equipo profesional utilizará publicidad en su camiseta, rompiendo una tradición de más de un siglo.
Hasta el momento, el Barcelona sólo utilizaba la publicidad de UNICEF, pero desde el 1 de julio de 2011, con el inicio de la nueva temporada, el organismo internacional deberá compartir la camiseta del club catalán con esta fundación, que según distintas denuncias, cada año otorga un premio que lleva el nombre del jeque egipcio Yusuf Al Qaradawi, quien sostiene que los judíos son “malignos” y que “es necesario atentar contra las mujeres judías embarazadas porque son el enemigo”.
Por su parte, el ex presidente honorario, entrenador y jugador del Barcelona Johan Cruyff, se opuso terminantemente a que el Barcelona deba romper su tradición y utilizar esta clase de publicidad en su camiseta, pero fue desoído y no sólo eso: desde hace unos días, el plantel comenzó a utilizar publicidad de la Qatar Foundation en sus camisetas de entrenamiento, a la espera de que llegue el 1 de julio y poder extender este acuerdo a los días de partidos.
Si bien no se hizo mención concreta al tema de la charla, durante la semana que pasó, Rosell recibió al embajador israelí en España, el doctor Raphael Schutz, y no es de extrañar que haya habido algún tipo de planteo sobre este tema.
Al mismo tiempo que el Barcelona anunciaba este acuerdo con la Qatar Foundation, el Málaga hacía lo propio con el anuncio del traspaso de la sociedad de la familia Sanz al jeque Abdullah Nasser Al Thani, hijo del ministro del Interior de Qatar y vicepresidente del grupo Nasser Bin Abdullah and Sons Company, que se dedica a la exportación de azulejos y mármoles, turismo y electrónica) y regente de la compañía nacional de automóviles con exclusividad en marcas como Hyundai y Mazda, y por si fuera poco, con participaciones accionarias en el canal de TV Al Jazeera
.El Málaga se decidió a apostar muy fuerte de movida, y el gran puntapié inicial lo está dando en este mercado, con la llegada del venezolano Rondón, el brasileño Julio Baptista, el argentino Martín Demichelis o el fichaje para julio de Diego Buonanotte, en tanto que el entrenador es el ingeniero chileno Manuel Pellegrini, especialista en armar equipos con mucha paciencia, tal como lo hiciera por años en el Villarreal.
Durante la semana que pasó, para no ser menos, también el Racing de Santander anunció el traspaso de sus acciones, luego de largas conversaciones con el gobierno de Cantabria y el anterior presidente de la sociedad, Francisco Pernías, a Asham Ali Syed, un empresario indio residente en Bahrein y presidente de la Western Golf Advisory (WGA).
Ali Syed, en verdad, tenía el sueño de comprar el Blackburn Rovers, de la Premier League, por el que llegó a ofrecer 335 millones de euros, pero ante el rechazo, se decidió por el endeudado Racing, al que prometió pagar los 15 millones en rojo de la entidad, los 7 millones tomados en crédito y anunció otros 50 millones en fichajes.
Paralelamente, distintos medios informaron que en la misma semana, el Real Madrid recibió una suculenta oferta (200 millones de euros) para remodelar el estadio Santiago Bernabeu, por parte del jeque Ahmed Bin Saeed Al Maktoum, del grupo Emirates (ya presente en el Arsenal y el Milan), a cambio de que el gigante del Paseo de la Castellana pase a llamarse desde 2013 “Emirates Santiago Bernmabeu”, y que tendría en su interior un gran centro comercial, un hotel, y se lo techaría.
Pero no sólo tantos clubes españoles son “invadidos” por los euros del petróleo y el gas de los árabes, sino que también su poder parece extenderse a la televisión.
Por estos días circula un creciente rumor por el que el emir Hamad Bin Khalifa Al Thani compraría las acciones que el canal de televisión mexicano Televisa posee en la emisora española La Sexta, dueña de los derechos de transmisión de la liga española y de otras ligas europeas para el territorio hispánico.
Televisa posee el 40 por ciento de las acciones de La Sexta, cuyo máximo accionista, Mediapro, ya posee una oficina en Qatar, con noventa empleados trabajando en Doha, su capital. Fueron ellos los que cubrieron el pasado Mundial de Sudáfrica para el canal Al Jazeera y en diciembre de 2010 instalaron el International Broadcast Center de Al Jazeera Sports para los Asian Games.
Por si quedara alguna duda, Mediapro Middle East, la división asiática de la emisora, junto a Reem Inverstments, es la responsable de la primera liga oficial de fútbol amateur masculino y femenino en Abu Dhabi, Emiratos Arabes Unidos, que comenzó el pasado 10 de enero.
Por lo que parece, el fútbol español no sólo comienza a ser manejado por los árabes, sino que también ellos serán los encargados de manejar sus transmisiones televisivas.
¿Será finalmente el fútbol la puerta de entrada del mundo árabe en territorio español?

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