Sube la ola de violencia en el fútbol argentino (Yahoo)

El pasado miércoles no fue un día más en el fútbol argentino. Tres miembros de la barrabrava de San Lorenzo de Almagro, uno de los clubes más grandes del país, que se encuentra en una crisis y que podría descender al nacional B (segunda división) cuando termine la actual temporada, agredieron físicamente al defensor Jonathan Botinelli, quien determinó alejarse y recluirse fuera de Buenos Aires para preservar su integridad.
La gravedad del asunto no termina allí, sino que apenas comienza y muestra el grado de absoluta indefensión en la que se encuentran los jugadores, entrenadores e hinchas comunes que pretenden una cierta normalidad, como ocurre en la mayoría de los países del mundo, pero que deben luchar y al mismo tiempo sufrir con impotencia al ver cómo el sistema sigue amparando a los violentos, en lugar de combatirlos y anularlos.