La identidad y el vecino de al lado

No tiene sentido abundar en lo que ya venimos sosteniendo desde hace mucho tiempo. Aquellos que siguen el blog lo pueden atestiguar y los que no, pueden recorrer artículos anteriores en los que nos hemos explayado lo suficiente sobre que el problema del seleccionado argentino comienza en la AFA, nunca en el juego, y ahora, ya desde hace muchos años, estamos comprobando las consecuencias, que cada vez se agravan más.
El empate frustrante ante Bolivia en un Monumental semivacío no puede ser visto, entonces como obra de la fatalidad, tanto como quien ahora pudiera decir que en el 11-11-11 el partido tenía que terminar, naturalmente, 1-1. Al contrario, es mucho más lógico de lo que parece.