Arsenal, que se consagró campeón por primera vez en
la historia al ganar el Torneo Clausura de Primera División, y River Plate, que
logró el ansiado ascenso a la máxima categoría tras un durísimo año en el
nacional B (Segunda) fueron los protagonistas de un intenso fin de semana con
el que terminaron las competencias de la temporada 2011/12.
Arsenal, club muy joven en comparación con el resto
de los participantes del Torneo Clausura, fue fundado en 1957 por los hermanos
Julio Grondona (viejo presidente de la Federación Argentina, cuyo cargo ocupa
desde 1979, al tiempo que es el vicepresidente senior de la FIFA) y Héctor
(recientemente fallecido y máximo goleador de su historia) y arribó a la máxima
categoría en 2002 luego de deambular por todas las anteriores, desde la más
humilde.
Ya en 2007 había conseguido ganar la Copa
Sudamericana (la segunda en importancia en el continente detrás de la Copa
Libertadores) lo que le permitió proyectarse y obtener también la Copa Suruga
Bank al año siguiente cuando venció 1-0 al Gamba Osaka.
Sin embargo, este título del Torneo Clausura
argentino tiene un sabor especial porque lo coloca en un lugar importante en el
fútbol argentino, y se proyecta a la Copa Libertadores de América de 2013 por
segundo año consecutivo (en este año participó pero fue eliminado en la fase de
grupos por Boca Juniors y Fluminense de Brasil).
Arsenal, dirigido por el reconocido entrenador
Gustavo Alfaro, fue siempre un equipo práctico y como cuenta con pocos
recursos, siempre apuntó a evitar el descenso de categoría, con lo cual fue
sacando muchos puntos y cuando se llegó al final del torneo, se encontró a un
par de jornadas con la chance agregada de salir campeón, aunque le tocaba visitar
nada menos que a Boca en la tradicional Bombonera.
Finalmente, se impuso allí con mucha autoridad por
0-3 y llegó a la última jornada, empatado a puntos con Tigre (otro club que
nunca pudo ganar un título local) y como éste sólo empató 2-2 con Independiente
y Arsenal venció 1-0 a Belgrano de Córdoba, terminó siendo el inesperado pero
justo campeón.
Arsenal pertenece a Sarandí, localidad del Gran
Buenos Aires, a escasos kilómetros de la capital argentina, en una zona llena
de clubes como Racing, Independiente, Lanús, Bánfield y otros de categorías de
ascenso como El Porvenir, Talleres o Témperley.
Entre sus jugadores más destacados puede citarse a
su arquero Campestrini, su defensa central Guillermo Burdisso (que regresó de
la Roma, donde sigue jugando su hermano Nicolás) y sus atacantes Leguizamón (la
figura) y Zelaya.
Se trata de un equipo duro atrás, muy ordenado
tácticamente y que no teme enfrentar ningún escenario, acostumbrado a confiar
en sus fuerzas.
De los 23 torneos jugados en el siglo XXI, Boca es
el que más títulos ha conseguido (5), seguido por River Plate (4), Vélez
Sársfield (3), San Lorenzo y Estudiantes (2), Racing, Independiente, Newells
Old Boys, Lanús, Bánfield, Argentinos Juniors y Arsenal (1), lo que marca la
diversidad de equipos que han podido alcanzar el objetivo de ser campeones,
casi lo opuesto a la Liga Española, concentrada en el Real Madrid y el
Barcelona.
Si Arsenal fue un campeón más inesperado, puede
decirse que en Segunda, todos esperaban que River regresara a la máxima categoría
tras un inédito año en el Nacional B, y si bien se reconoció que su rica
historia lo situaba por encima de los otros diecinueve equipos, los
“Millonarios” debieron sufrir demasiado para terminar en el primer lugar justo
en la última jornada.
River, dirigido por Matías Almeyda, uno de los
últimos ídolos del club y que se había retirado como jugador cuando hace un año
se produjo el primer descenso de su historia, nunca encontró un buen
funcionamiento de equipo, aunque contó con jugadores demasiado fuertes para la
categoría como sus atacantes Fernando Cavenaghi (goleador del fútbol francés),
Alejandro “Chori” Domínguez (proveniente del Valencia) o David Trezeguet
(campeón mundial y de la Eurocopa con la selección francesa, hijo de
argentinos).
Sin embargo, llegó a la última jornada con los
mismos puntos que Instituto de Córdoba y apenas uno arriba de Rosario Central
(otro equipo de mucha experiencia en la máxima división que hace dos años juega
en el Nacional B) y Quilmes, y como sólo había lugar para dos ascensos, los
nervios y la angustia se apoderaron de sus hinchas tras un año de muchas
polémicas, pero terminó venciendo 2-0 a Almirante Brown, y ayudado por los
resultados de los rivales, pudo, por fin, terminar su calvario. Quilmes, otro
tradicional club del fútbol argentino, como segundo en la tabla de posiciones,
también regresa a la Primera División, luego de un año en Segunda.
El paso de River por el Nacional B dejó muchas
polémicas, como serios cuestionamientos a los arbitrajes en sus partidos, y en
el manejo de la Federación de algunas situaciones confusas como que no lo
sancionaran pese a que hace tres semanas, en las propias instalaciones de su
estadio Monumental, asesinaran, antes de un partido, al joven Gonzalo Saucedo,
de 21 años.
Tampoco fue sancionado cuando el volante de
Patronato de Entre Ríos, Daniel Pereira, admitió ante una radio que River lo
incentivó (es decir, le dio dinero para intentar vencer a Rosario Central, su
rival en la lucha por el ascenso). La AFA suspendió por dos partidos a Pereira,
pero no tomó ninguna medida con el club, pese a que el reglamento castiga esta
acción con seis meses a dos años de suspensión.
La temporada del fútbol argentino aún no ha
finalizado porque restan los partidos por la Promoción. San Lorenzo, uno de los
clubes grandes del país, jugará ante Instituto de Córdoba, mientras que San
Martín de San Juan hará lo propio ante Rosario Central. Los dos que resulten
ganadores jugarán en 2012/13 en Primera y los dos derrotados, en Segunda.
Y la Copa Argentina, que se juega por primera vez y
con el formato de la Copa del Rey de España, tendrá su final el 8 de agosto,
entre Boca y Racing.
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