Cuesta creer que el mismo país que simboliza en el
mundo el fútbol mismo, cuya selección consiguió lo que ninguna hasta ahora,
ganar cinco Mundiales, además de todo tipo de torneos juveniles, y que ha dado
jugadores maravillosos para el disfrute de todos los aficionados a este
deporte, siga sin poder ganar la medalla dorada en la historia de los Juegos
Olímpicos.
Lo cierto es que desde que se disputan los torneos
olímpicos de fútbol, que comenzaron a jugarse en 1908 en Londres, han pasado ya
veintitrés torneos sin que Brasil haya conseguido ser campeón, y en esta
ocasión, cuando los Juegos han regresado a la capital inglesa por tercera vez
en la historia, los verde-amarillos han perdido su tercera final desde 1984,
cuando en Los Angeles cayeron ante Francia, y cuatro años más tarde, en Seúl,
repitieron la derrota en la final, en aquel caso ante la desaparecida Unión
Soviética.
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