www.sergiolevinsky.com
Tras el esperpento de los hechos de violencia del
fútbol vivido en el pasado fin de semana, la posibilidad de la clase dirigente
de salir del ridículo se va acotando, pero siguen pasando los días y nadie
parece querer asumir la responsabilidad.
El Estado reclama a los directivos de los clubes que
aporten las listas de admisión para frenar a las barras bravas. Muchos de éstos
sostienen que es el Estado el que no les da respaldo. La Justicia parece hacer
la vista gorda a los violentos, mientras son castigados los plateístas que
arrojaron un cartel a los suplentes de Independiente en la Bombonera en el
partido de ida de la Copa Sudamericana, con la sensación de que siguen pagando
los perejiles, mientras los profesionales de la violencia siguen viento en
popa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario