lunes, 4 de mayo de 2020

Escándalo del FIFA-Gate: Un banco deberá pagar 30 millones de dólares por permitir pagos desde sus cuentas por sobornos de “Full Play” de los argentinos Jinkis a ex dirigentes de la Conmebol (Infobae)



El FIFA-Gate sigue generando noticias impactantes. La Fiscalía del Distrito Este de Nueva York anunció ayer un acuerdo por el que el banco israelí “Hapoalim” deberá pagar alrededor de 30 millones de dólares por el uso de cuentas de sus sucursales en Estados Unidos, Suiza y Uruguay para pagar sobornos de la empresa “Full Play” de los argentinos Hugo y Mariano Jinkis a varios ex dirigentes de la Conmebol con el propósito de obtener beneficios en la compra de derechos de TV para distintos torneos internacionales.

En ese mismo acuerdo, firmado entre la Fiscalía neoyorquina y el banco, se deja constancia que algunos de los empleados jerárquicos del organismo israelí fueron cómplices de la operatoria fraudulenta, al permitir que continuara cuando hubo quienes advirtieron internamente de la situación, mientras que surge con nitidez el vínculo entre estos funcionarios bancarios y la familia Jinkis, lo cual aparece en escuchas telefónicas dadas a conocer en el documento al que Infobae tuvo acceso exclusivo (ver aparte).

La empresa “Full Play” de los argentinos Hugo (padre) y Mariano Jinkis comenzó a tener una mayor participación en la adquisición de derechos de TV desde 2011, año de la Copa América llevada a cabo en la Argentina, cuando seis de los dirigentes de las federaciones nacionales con menos peso hasta entonces en la Conmebol, luego reunidos en el llamado “Grupo de los Seis” (los representantes del fútbol de Ecuador, Colombia, Venezuela, Bolivia, Chile y Perú), comenzaron a buscar un cobijo contra la brasileña “Traffic”, de José Hawilla, más vinculada a los ex dirigentes “del Atlántico” (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay).

En este documento de la Fiscalía del Distrito Este de Nueva York aparecen tanto las sucursales como muchos de los montos transferidos por las distintas cuentas de los Jinkis a los distintos dirigentes del fútbol sudamericano y hasta el nombre de fantasía de sus empresas, desde las que cobraban sumas de cientos de miles de dólares.

La División Criminal, Lavado de Dinero, Sección de Recuperación de Activos del Departamento de Justicia y la Oficina del Fiscal de los Estados Unidos para el Distrito Este de Nueva York celebró entonces ayer un acuerdo de no procesamiento al “Bank Hapoalim” en America Latina “por cualquier delito, incluida la conspiración para lavar instrumentos monetarios, en relación con cualquiera de las conductas descriptas en la Declaración de Hechos o cualquier información relativa a la conspiración para sobornar a oficiales de fútbol, clientes, empleados y pagos del Anexo, divulgados antes del Acuerdo”.

La Fiscalía neoyorquina hizo constar en el documento que si bien el banco “no hizo divulgación voluntaria de los hechos”, recibe ahora “el crédito total por su cooperación ejemplar” con las oficinas de investigación, que consiste en “llevar a cabo una extensa investigación interna, -que incluye la revisión de más de 250.000 documentos y cientos de grabaciones de audio en múltiples países, generando dos presentaciones de amplia variedad de temas como la provisión de hechos relevantes sobre los infractores individuales,  la producción de más de 330.000 páginas de documentos en distintos países, resúmenes fácticos con entrevistas a testigos, disponer a sus empleados para esas entrevistas, recolectar y organizar evidencias, traducir documentos claves y transcribir archivos de audio, litigar y apelar en tribunales extranjeros, e informar a la Oficina del desarrollo de la investigación, siempre tratando de que sea compatible con justicia suiza y uruguaya”.

También destaca la Fiscalía estadounidense que como “medidas correctivas”, el banco haya cerrado sus sucursales de representación en América Latina (especialmente en México y Uruguay) y entre los delitos de la entidad certifica la participación de al menos dos gerentes y de varias entidades afiliadas en la ejecución del pago de sobornos y que no se hizo caso al cuestionamiento reiterado de los hechos ante un supervisor y un gerente en la sucursal de Zurich por parte de un empleado.

En el documento se destaca que el banco “no tiene antecedentes penales en los Estados Unidos” y que “aceptó cooperar en todas sus líneas” por lo que se acordó en “no enjuiciar” el organismo, que admite que es responsable de los actos de sus funcionarios, directores, empleados y agentes bajo la ley de los Estados Unidos. Por su parte, el banco se compromete a un programa anti-lavado de dinero en todas sus filiales, subsidiarias, empresas adjuntas, agentes y gestores de activos externos, y acepta pagar una multa de 9.329.995 dólares, y 20.733.322 dólares de decomiso por los fondos  involucrados en transacciones o intentos de transacciones de sus cuentas para promover sobornos.

En el acuerdo firmado, entre otros, por Richard Donoghue, fiscal de distrito Este de NY, Deborah Connor, jefe de Sección Lavado de Dinero y Recuperación de Activos, la abogada del Estado Laura Elbert, Michael Grady, abogado de la Unidad de Bancos Integrados, y por Dov Kotler, CEO del banco, y Yael Among, jefe del Depto Legal de la entidad, se especifica que si el banco no cumple con el acuerdo, “sus integrantes serán procesados por cualquier violación criminal federal, y perseguidos por la Oficina del Distrito Este de NY o de cualquier otro lugar apropiado”, y si se determina que el banco ha incumplido el acuerdo, la Fiscalía acepta avisarle y darle 30 días de plazo, y por escrito, para que responda el motivo.

En el escrito presentado por la Fiscalía estadounidense, el banco admite que desde el 10 de diciembre de 2010 hasta alrededor del 20 de febrero de 2015, 15 uno de sus gerentes conspiró con ejecutivos de marketing deportivo y dirigentes de fútbol por pagos de soborno por cerca de 20 millones de dólares mediante fraude electrónico, y que los gerentes conspiraron para ocultar o disfrazar las ganancias de la operatoria, “pretendiendo, además, en parte, beneficiar al banco, manteniendo las relaciones entre las partes”.

El “Bank Hapoalim” (BHBM) es una empresa multinacional de servicios financieros con sede en Tel Aviv , en tanto que el BHS es una subsidiaria de BHBM en Suiza, y en el período investigado por la Fiscalía, BHBM mantuvo sus sucursales en Zurich, Ginebra, y Luxemburgo mientras que BHS vendió todos sus servicios y se estaba preparando para entregar toda su licencia a la banca suiza.

A su vez, “Hapoalim Latinoamérica SA” es una subsidiaria de BHBM, con licencia en Uruguay y sucursales en Montevideo y Punta del Este, que terminó sus operaciones en 2017. También en el período investigado, BHBM tuvo una sucursal en Miami centrado en banca privada para clientes latinoamericanos, que también fue cerrada en 2017.
Por su parte, la empresa “Full Play Group SA.” operaba principalmente en Argentina aunque con varias filiales y afiliadas como “Bayan Group SA” (con cuenta en el BHS suizo), “Cross Trading SA” (con dos cuentas en el BHS), y “Yorkfields SA” (con una cuenta en el BHBM de Miami).

El 18 de marzo de 2020, “Full Play” fue acusada por la Fiscalía neoyorquina de conspiración de crimen organizado, fraude electrónico, en tanto que el 20 de mayo de 2015, los Jinkis fueron acusados por primera vez, junto con otros participantes, de conspiración de crimen organizado,  fraude electrónico y de lavado de dinero.

En el documento consta que Rafael Esquivel, ex presidente de la Federación Venezolana de Fútbol y ex miembro de Conmebol, recibió al menos 34 sobornos entre 2009 y 2014 y pagos por aproximadamente  9.416.362 USD de la cuenta de “Yorkfields” de BHBM Miami y de cuentas de “Crosss Trading” y “Bayan” de BHS Zurich. El 10 de noviembre de 2016, Esquivel se declaró culpable ante la Fiscalía de NY.

Luis Bedoya, ex presidente de la Federación Colombiana, ex vicepresidente de la Conmebol y ex miembro del Comité Ejecutivo de la FIFA,  recibió entre 2008 y 2015, al menos 19 pagos de sobornos de cuentas de Hugo y Mariano Jinkis por 3.815.000 USD  en cuentas que tenía en el BHBM de Miami y BHS bajo el nombre de “Flemick SA””. El 12 de noviembre de 2015 se declaró culpable de conspiración de crimen organizado y fraude electrónico.

Entre 2009 y 2014, Luis Chiriboga, ex presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol, recibió a través de su hijo, José Luis Chiriboga,  al menos 12 pagos de sobornos por de 2.125.000 USD a nombre de sus cuentas asociadas con Hugo y Mariano Jinkis en BHS y BHBM Miami. El 25 de noviembre de 2015, Luis Chiriboga fue acusado de conspiración de crimen organizado, múltiples cargos de conspiración por fraude electrónico y conspiración de lavado de dinero.

Sergio Jadue, ex presidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional chilena, recibió al menos tres pagos de sobornos por 1.546.500 USD de “Bayan” en BHS. Se declaró culpable el 23 de noviembre de 2015.

Eugenio Figueredo, ciudadano uruguayo y estadounidense, con residencia en Arcadia, California desde 2005 y ex presidente de Conmebol desde abril 2013 hasta agosto 2014, ex miembro del Comité Ejecutivo de la FIFA desde mayo 2013 hasta mayo 2015 y antes, vicepresidente de Conmebol y presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol, recibió entre 2012 y 2014 al menos tres sobornos por 950.000 USD en cuentas de BHS. Fue acusado de conspiración por crimen organizado, fraude electrónico, lavado de dinero, declaración de impuestos falsa y fraudulenta el 20 de mayo de 2015.

El documento sostiene que a partir de 2007, “Full Play” sobornó a muchos dirigentes de Venezuela, Ecuador, Colombia y Bolivia a cambio de los derechos de transmisión de sus selecciones nacionales con al menos 15 pagos de 1.740.000 USD desde la cuenta de “Yorkfields” de BHBM Miami. Cuatro de esos pagos, se realizaron mediante transferencias a bancos de fuera de los Estados Unidos. Otros 130.000 USD salieron de su cuenta de “Cross Trading” en otro banco estadounidense y a la cuenta del colombiano Bedoya en el BHBM de Miami.

El esquema de soborno presentado por la Fiscalía consistía en que  el llamado “Gerente de Relaciones 1” (gerente de las cuentas de “Yorkfields” en sucursal de BHBM de Miami desde 2007 a 2009) entendió lo que ocurría con esta operatoria de sobornos y el 7 de julio de 2008 realizó un informe sosteniendo que Bedoya había abierto una cuenta con ese propósito y que el costo esta operatoria fue de 500.000 USD, derivada de los pagos de Jinkis.

Tantas erogaciones desde la cuenta de “Yorkfields” activaron las alertas internas del banco contra el lavado de dinero. Estas alertas requerían al llamado “manager relationship 1” para proporcionar una explicación al departamento de cumplimiento del banco para su revisación y aprobación, pero lo extraño es que siempre se aprobaban las operatorias. Por ejemplo. el 7 de noviembre de 2007,  “Yorksfields” ejecutó un pago de 200.000 USD a una casa de cambio para un dirigente de la Federación Boliviana. Consultado por el Departamento de Cuentas, el “manager relationship 1” redactó un informe en el que contó lo ocurrido. El empleado declaró el alerta correspondiente, pero otra vez no se tomaron medidas porque el llamado “Gerente 1” (estadounidense de la sucursal de Miami) dijo que todo se había aprobado pese a que comprobaron quién era el receptor del dinero.

Alrededor del 19 de mayo de 2009, el Departamento de Cumplimiento del banco solicitó una explicación del pago de 150.000 USD de la cuenta de “Yorksfields” a un individuo que no se pudo identificar. El “Gerente 1” dijo entonces que se trataba de alguien de la Federación Colombiana y por el mismo esquema de sobornos de siempre, pero el Departamento de Cumplimientos dijo que no veía nada negativo y escribió “no se requiere más información”.

El 18 de junio de 2009 hubo una transferencia desde “Yorksfields” de 200.000 USD a “Benz Corporation”, compañía del venezolano Esquivel. El día anterior, el “Gerente 1” había recibido una llamada de Mariano Jinkis en la que le dijo que Benz era una empresa offshore y que la transferencia solicitada era por el pago de derechos de TV a la Federación Venezolana.  Al día siguiente, BHBM ejecutó el pago.

En cuanto al Esquema de soborno de las Copas América y la Copa Centenario,  el documento de la Fiscalía neoyorquina recuerda que desde 1987 a 2011, “Traffic Sports” tenía los derechos comerciales de la Copa América pero en 2009, seis presidentes de asociaciones menos poderosas formaron un bloque, el  “Grupo de los Seis”. En 2010, la Conmebol terminó su relación con “Traffic” y firmó contrato con “Full Play” para los derechos de TV de la Copa América hasta 2023. Para lograr este cambio de dirección, “Full Play” utilizó cuentas de “Cross Trading” y “Bayan” en el BHS. Entre el 5 de marzo de 2010 y 13 de marzo de 2014, BHS realizó al menos 53 pagos de sobornos por un total de más de 14.029.822 USD a Bedoya,  Chiriboga, Esquivel, Figueredo y otros dirigentes. Entre 21 de enero de 2014 y el 20 de febrero de 2015, BHS ejecutó al menos 15 pagos por un total de 4.833.500 desde “Bayan” a los mismos protagonistas y al chileno Jadue. Muchas de esas transferencias bancarias salieron desde  BHS a cuentas estadounidenses,  a tres entidades financieras a nombre de José Luis Chiriboga y dos, a Esquivel, también en los Estados Unidos.

El informe también hace referencia a la Participación voluntaria en los esquemas de soborno y sostiene que los llamados “Co-Conspirador Número 1” (uruguayo, gerente y durante los meses de verano jefe de la sucursal de Punta del Este en el Banco Hapoalim de América Latina, BHAL), y “Co-Conspirador número 2” (suizo, gerente de la sucursal de Zurich y jefe del Escritorio de América del Sur en BHS), ambos gerentes senior de sus sucursales, formaron parte del esquema al permitir que sus clientes usaran 11 cuentas del banco para el pago de sobornos.

Desde 2010 que sabían que los Jinkis pagaban sobornos. El 10 de diciembre de 2010, el “Co-Conspirador 1” le escribió un e-mail al “Co-conspirador 2” en el que le advertía que “Los Jinkis crecerán  como cinco millones netos en 2011. Con un banco de Suiza no afiliado al Hapoalim manejan los sobornos que tienen que pagar y espero que esto continúe así” y explicó que un banquero suizo “abrió cuentas para todos los presidentes de federaciones de fútbol así que Jinkis podría pagar de esta cuenta que usa sólo para esto, no tiene ninguna otra inversión con ellos”.

También ambos “Co-conspiradores” sabían que los Jinkis pagaban sobornos a través de BHS. Por ejemplo, el 15 de junio de 2010, Bedoya firmó la apertura de cuenta con el “Co-Conspirador 2”. Alrededor de noviembre de 2010, Bedoya transfirió todos los fondos de su cuenta de BHBM Miami a la de Suiza y cerró la de Estados Unidos. En los dos años siguientes, el llamado “Empleado de cumplimiento 1” (ex empleado de BHS en Suiza) le planteó una serie de preocupaciones al “Co-conspirador 2” y al llamado  “Empleado de cumplimiento 2” (supervisor de “Empleado de Cumplimiento 1” y quien dejó el BHS en 2019)  sobre Mariano Jinkis y “Full Play”.

El 10 de marzo de 2011,  el “Empleado de cumplimiento 1”  le escribió al “Co-conspirador 2” y al “Empleado de cumplimiento 2” acerca de dos pagos recientes de “Cross Trading” a Bedoya por 250.000 USD cada uno. Y el 30 de agosto de 20111, le  escribió al “Co-conspirador 2” y al “Empleado de cumplimiento 2”: “Creo que se debe discutir los pagos con el propietario de “Flemick” (Bedoya). Debemos comprender completamente el transfondo económico de estos pagos porque no están de acuerdo con el perfil del cliente de “Flemick”. El riesgo reputacional con respecto a este cliente (PEP) para el banco es sustancial”. El 22 de diciembre de 2011, el “Empleado de cumplimiento 1” les volvió a escribir: “Cross Trading” transfirió 1 millón de USD a la cuenta de “Flemick”, que es de un dirigente de alto rango, y que también es de la FIFA, y la carta provista es sólo una carta general. ¿Realmente no hay un acuerdo escrito entre “Cross Trading” y Flemick?”.

Finalmente, el 30 de mayo de 2012, el “Empleado de cumplimiento 1” le escribió al “Empleado de Cumplimiento 2”: “Cerré hoy dos alertas sobre los clientes “Cross Trading” y “Flemick”. Ambos clientes emitieron declaraciones escritas acerca de que mantienen relaciones comerciales sobre derechos de TV y publicidad de eventos deportivos y jugadores de fútbol pero según ellos, no tienen convenios escritos. Como hemos clasificado al Sr. Bedoya como “PEP”, me gustaría traer estas transacciones a la atención de la administración de nuestro banco”.

Sin embargo, todo siguió igual y los “Co-conspiradores” 1 y 2 lavaron el soborno. Por ejemplo,  el 5 de diciembre de 2013, el “Co-conspirador 1” escribió al “Co-Conspirador 2”:  “Recientemente hablé con el venezolano (Esquivel) y la cuenta que abrirá estará bajo una nueva corporación que será manejada por Hugo Jinkis con su firma. Confirma que ambas fuentes bancarias son de USA. Me preguntó si podía enviar dinero directamente a la cuenta de Hugo y luego transferirlo nuevamente a su nueva cuenta y le mencioné que podría ser difícil pero que le preguntaría”. El “Co-Conspirador 2” le preguntó entonces: “¿El dinero vendrá de “Benz” (de Esquivel) desde esos bancos? ¿O de dónde? No, Hugo no puede ser atrapado”. El banco no abrió, al final, la cuenta referenciada.






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