“Es para San Filé”, lloraba, emocionado, Ronaldo
Nazario de Lima en el vestuario cuando
Brasil se consagraba campeón mundial por última vez en Yokohama en 2002, con el
excepcional entrenador Luiz Felipe Scolari, el mismo que ha vuelto para
intentar la sexta corona como local.
Filé era quien ayudó a Ronaldo a atravesar los duros
momentos con su rodilla y a llegar en perfecto estado a la máxima cita y no sólo eso, sino que muchos consideran que
la clave en ese Mundial fue que cuando todos los jugadores de élite llegaban
con mucho desgaste después de una dura temporada, el notable goleador brasileño
tenía una frescura que marcaba la diferencia, y el hecho de estar en el mejor
momento y en ascenso en lo físico cuando el resto decaía.
¿No podría terminar pasando esto con Lionel Messi en
el Mundial 2014? aunque de momento la mayoría de las expresiones después de su
novena lesión muscular fueron de queja, no debería dejarse de lado un hecho
singular: justo en la temporada previa al Mundial, Messi habrá tenido sus
vacaciones más extensas sin fútbol oficial en muchos años, y luego habrá estado
otros dos meses parado, recuperándose con tranquilidad hasta enero.
Más allá de algunas críticas que recibió el astro
argentino por sus continuos viajes y partidos amistosos entre “amigos”, sus
vacaciones sin fútbol oficial llegaron a tres meses, a los que hay que sumarles
estos dos de paro de ahora, es decir que al Mundial podría llegar con cinco
meses sin haberse expuesto al máximo rendimiento. ¿No podría esto ser visto
acaso como una ventaja a futuro?
Más allá de estas consideraciones, ¿hay temor sobre
la evolución de la lesión de Messi? creemos que lo que hay, y es lógico, es
preocupación. ¿Cómo no estar muy atentos a lo que pudiera pasar con el mejor
jugador del mundo, tanto ensu equipo, el Barcelona, como en su selección, la
argentina, en una temporada que desemboca en el Mundial de Brasil?
No hay dudas sobre eso, pero aparecen una serie de
condicionantes que hacen que todo se maneje con cierta calma, si bien el equipo
argentino envió a Barcelona a un colaborador para enterarse de la situación
muscular del astro.
Sorprendería que cuando Fernando Gago se lesiono
jugando para Boca Juniors, el manager de
la selección argentina, el ex entrenador Carlos Bilardo, llegara a decir que si
fuera necesario “me iría a vivir con él a su casa” como una forma de estar
encima del jugador y controlarlo, a tan poco del Mundial.
Sin embargo, nada dijo Bilardo sobre un control de
la evolucion de la lesión de Messi y además, siendo él mismo medico.
Sin embargo, esto tiene explicación y pasa por la
muy buena relación que hace ya entablaron el Barcelona y la Federación
Argentina (AFA) de cuando estaban en un juicio en el TAS por la negación del
club catalán de cer a Messi a la selección olímpica en 2008 y fue el entonces
entrenador, Josep Guardiola, el que decidió liberar al jugador, que regresó con
la medalla dorada de Pekín.
Desde ese momento, el Barcelona y la selección
argentina se fueron consultando y complementando en el cuidado de Messi,
materializado con los continuos viajes del fisioterapeuta blaugrana Juanjo Brau
y extendido desde que Gerardo Martino se hizo cargp del plantel catalán en esta
teemporada, dada su excelente relación con Alejandro Sabella, el entrenador
argentino.
Es por eso que Sabella siempre manifestó que no hay
necesidad de presionar al Barcelona “que es un gran club y tiene un gran cuerpo
médico”, aunque no quite que el equipo nacional argentino trate de obtener
todos los datos posibles del grado de la lesión y su evolución.
Lo que resulta claro es que este parón futbolero de
Messi aparece justo cuando el Barcelona ya no se juega mucho en la fase de
grupos de la Champions League, parece tener buena marcha en la Liga y la
selección argentina tiene muy pocos compromisos de cara al Mundial.
En cuanto a esquemas tácticos, entonces, parece
haber perdido mucho más la selección argentina que el Barcelona, que cuenta con
distintas previsiones para casos como éste y asi lo hizo saber Neymar, quien
reconoció que Martino venia trabajando con él ante una posibilidad como esta.
Para la selección argentina, en cambio, la falta de
Messi es un serio problema. La imposibilidad de un entrenamiento continuo hace
que los planes B ó C quie Sabella pudiera armar, no tienen forma de ser
trabajados lo suficiente por falta de tiempo.
Lo dijo el propio entrenador en la conferencia de
prensa tras el magro empate 0-0 ante Ecuador en el amistoso del pasado viernes
en Nueva York. “Como algunos otros entrenadores, yo nunca dispuse de mis
jugadores en un torneo largo, como un Mundial o Copa América, porque asumí
luego del torneo sudamericano de Argentina 2011 pero trabajaré todo lo que
pueda y espero tenerlos a todos juntos para el Mundial 2014”.
Sabella viene ensayando distintas variantes tácticas
en el equipo argentino. Sabe que encontró en Rodrigo Palacio, el delantero del
Inter, a un quinto delantero fundamental pero también que necesita equilibrio
en todas sus líneas y que Messi es irreemplazable (“si lo es en el Barcelona,
que es uno de los mejores equipos de la historia, ¿cómo no lo va a ser para
nosotros?”)
Sabella sabe muy bien que la seleccion argentina,
sin Messi, es muchisimo menos. A lo sumo pasaria a ser un buen equipo, con
capacidad de gol y problemas defensivos, que se debate entre mantener el
esquema 4-3-3 o marchar hacia un equilibrio con un 4-4-2.
Por el momento, sigue buscando variantes, a la
espera de que se recupere el mejor jugador del mundo.
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