La base de la selección argentina que jugará su
tercer Mundial consecutivo y en algunos casos, el cuarto, coincide con la mayor
parte de la prensa local y con los hinchas acerca de que se trata de la última
oportunidad para esta generación y que tras perder por muy poco tres finales
seguidas, la única posibilidad de éxito y de continuar en el equipo es ganar el
título en Rusia 2018.
Pese a todo, la prensa se mantiene cauta y repite
que gran parte de las posibilidades argentinas dependen de cómo llegue Lionel
Messi a la máxima cita en Rusia y que en el corto lapso que le queda, el
entrenador Jorge Sampaoli encuentre un sistema eficaz que lo respalde, aunque
no hay un gran optimismo en este sentido, especialmente porque no se vislumbra
una idea clara de la lista definitiva de 23 jugadores y porque a menos de cinco
meses del inicio del Mundial, no se ha visto un gran funcionamiento.
Con los hinchas sucede algo parecido. No hay una
gran euforia para este Mundial y la mayor esperanza está puesta en Messi. Una
de las últimas encuestas nacionales indicó que un 40 por ciento cree que el
equipo argentino jugará la final pero sólo un 19 por ciento del total de los
consultados cree que terminará ganando el título. Un 13 por ciento cree que será semifinalista, un 15 por
ciento, que llegará a cuartos de final, un 9 por ciento, que terminará en
octavos de final y apenas un 6 por ciento, que quedará eliminada en primera fase,
mientras que hay un 17 por ciento que no quiso responder.
Javier Mascherano, uno de los líderes y más
veteranos, y por primera vez discutido sobre si tiene que estar en el Mundial
tras dejar el Barcelona para pasar al Hebei Fortune de China, lo tiene muy
claro: “Rusia será la última gran chance de esta generación. Clasificarnos fue
una liberación por todo lo que sufrimos para llegar, pero sabemos que Qatar
2022 para muchos de nosotros queda muy lejos ya, pero hay que valorar todo el
ciclo de cuatro años desde Brasil y nos jugó en contra que tuvimos que cambiar
tres veces de entrenador, De Sabella a Martino, luego Bauza y finalmente a Sampaoli.
¿Si puede ser el Mundial de Messi? Hemos visto muchísimos equipos argentinos
que no han hecho historia. En fútbol, hablar de justicia es muy difícil”.
El propio Messi se niega a hablar mucho sobre lo que
puede pasar y se centra en el pasado (“al menos merecimos ganar dos de las tres
finales que jugamos, y no pudo ser”) y en el presente (“se dice que en la
selección juegan mis amigos cuando Biglia, Agüero, Di María o Mascherano son
figuras mundiales. Es una barbaridad y una falta de respeto primero a ellos y
luego a mí”).
Las críticas hacia el juego de la selección
argentina arreciaron desde finales de 2017, cuando a duras penas se clasificó
al Mundial al ganarle 1-3 a Ecuador en Quito en la última jornada de las 18
sudamericanas y más tarde cayera ante Nigeria (futuro rival en el grupo del
Mundial) 4-2 en un amistoso en noviembre pasado.
Esto dio lugar a que a la vista de todo el mundo, en
el sorteo del Mundial, en Moscú, Diego Maradona afirmara que “no tengo
demasiadas ilusiones. Sampaoli vino con un laboratorio como si estuviéramos en
la edad de las flechas y sin embargo, no tuvo ningún resultado positivo. Hay
que mejorar el juego porque no se puede jugar tan mal”.
Sampaoli trató de matizar estas declaraciones sosteniendo
que si bien los tres rivales (Nigeria, Croacia e Islandia) “Van a dar pelea en
el grupo más complicados de todos, depende de nosotros y ojalá tengamos la
posibilidad de jugar mejor. En la clasificación se pudieron ver algunos rasgos
de lo que pretendemos, y tenemos al mejor jugador de la historia, que no es
poco”.
Angel Di María no tiene dudas: “Hacer un buen
Mundial, para nosotros, es salir campeón. Creo que es lo único que nos faltaría
porque ya llegamos a tres finales –la del Mundial 2014, y la de las Copas
América 2015 y 2016- y no pudimos ganarlas. La única manera de curar esas
heridas es lograr el objetivo”.
Mario Kempes, figura estelar de Mundial 1978 y
actual comentarista de TV es muy duro con la actualidad de la selección
argentina: “Tiene al mejor del mundo, Messi, pero eso te puede solucionar un
partido, no un campeonato. Me sorprende que con tanta experiencia en Europa,
los jugadores vienen a la selección y dependen de Messi y les pesa la camiseta.
Como está jugando el equipo hoy, no le tengo ninguna fe y si hay que borrar a
alguna figura, hay que hacerlo”.
Gabriel Batistuta también es crítico (“Todavía no se
nota el trabajo de Sampaoli, porque sufrimos en la clasificación ante rivales
muy flojos”) , aunque también comprensivo (“hay que entender que el entrenador
agarró al equipo en un mal momento y es difícil trabajar en esa situación.
Ojalá que tenga más para dar”).
César Luis Menotti, director técnico campeón mundial
en 1978, sostuvo que con Sampaoli “no comparto muchas cosas, pero considero que
Argentina está a la altura de Brasil y Alemania y el grupo que le tocó es el
más tranquilo y accesible. Uno de los problemas es que los últimos años
estuvieron llenos de indecisiones, cambios de DT, sin un desarrollo serio, y
amistosos confusos ligados más a negocios que al fútbol”.
Jorge Valdano, comentarista de TV y ex campeón
mundial en México 1986, es menos optimista: “Tocó un grupo preocupante.
Islandia es una piedra, Croacia tiene buen pie y Nigeria nos acaba de ganar
claramente en un amistoso. Espero que en el Mundial el equipo aparezca más
relajado luego de la angustiosa clasificación. La sensación es que si el equipo
se ordena un poco, con Messi, Agüero,Di María e Higuaín tiene que estar entre.
Los candidatos a ganar el Mundial”.
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