domingo, 25 de febrero de 2018

El Atlético da guerra hasta el final (Yahoo)




“El esfuerzo no se negocia”, suele decir el entrenador argentino Diego Simeone, y es una máxima que sus equipos tienen grabada a fuego. Quienes siguen desde 2011 al Atlético Madrid, bajo su dirección, y quienes han tenido que enfrentarlo, lo saben mejor que nadie. Los rojiblancos se han convertido en un equipo durísimo y contra el que no puede haber errores ni desconcentraciones, porque se termina pagándolo muy caro.

Bien lo podría decir el Sevilla, que el domingo, en el Sánchez Pizjuán y delante de su público, ejerció un dominio territorial importante durante los primeros veinticinco minutos, tuvo la pelota muchísimo más tiempo durante todo el partido, y sin embargo, a diez minutos del final, caía por 0-5 y el Atlético había perdonado con un par de remates que tuvieron a los postes como destino final.

¿Qué fue lo que ocurrió? Bastaron dos errores graves en la salida desde su propia portería por parte de dos jugadores argentinos, y ambos en la mira del entrenador de su selección nacional Jorge Sampaoli, Ever Banega y Gabriel Mercado, para que el Atlético subiera otro gol al marcador.

En otro de los goles, Griezmann y Diego Costa se las arreglaron en una pequeñísima parcela, en otra el hispano-brasileño fue derribado y el francés anotó de penalti, y en otra, el propio delantero galo sacó un remate inatajable para Sergio Rico.  Pero es difícil quedarse sólo con esa capacidad ofensiva que no había aparecido con tanta contundencia en otros partidos del equipo en esta temporada.

Lo de la segunda parte del Atlético en el Sánchez Pizjuán, el nivel de concentración, de presión y de resolución con la pelota recuperada fue tan alto, que al terminar el partido, Simeone afirmó que fue lo mejor del equipo en lo que va de temporada, y justo en un momento crucial de la misma.

Porque el Atlético debe enfrentar en el próximo fin de semana al Barcelona en el Camp Nou, en el que seguramente será el partido que marcará a los dos y en el que, definitivamente, los “colchoneros” sabrán hasta dónde pueden llegar, si están para pelearle la Liga a un equipo con mucho mayor presupuesto y altísimas inversiones en fichajes y con el mejor jugador del mundo en sus filas.

Quienes crean que la Liga Española está ya definida, es que no conocen la filosofía del “Cholo” argentino. Jamás se dará por vencido por anticipado y acaso un buen ejemplo pueda ser esta misma temporada, porque hace escasas semanas parecía que casi todo se había terminado.

El Barcelona, cortado en el lidertato en la Liga, eliminado en la Copa del Rey, y fuera de la Champions League tras la fase de grupos, teniendo que bajar a la Europa League a jugar los dieciseisavos de final. No sonaba a una temporada muy motivante para una plantilla muy acostumbrada a otro tipo de batallas, con un listón mucho más alto. Lo más importante parecía ser el hecho de regresar a la Champions en 2018/19.

Sin embargo, el Atlético pudo sacar los 15 puntos siguientes tras un insulso empate ante el Girona en el Wanda Metropolitano, aunque entre los rivales hayan estado el Valencia, el Athletic de Bilbao y el Sevilla. No importó nada, como tampoco el haber dejado atrás en la Europa League al FC Copenhague y ahora espere el Lokomotiv ya en los octavos de final.

El equipo del Cholo es eso, un conjunto, en el que si bien hay muy buenas individualidades, prima lo colectivo. Tal vez las llegadas a la portería rival no sean tantas pero ha reiterado aquella solidez defensiva que fue siempre la gran base de toda acción, y por eso es el equipo menos vencido de la Liga con apenas 11 tantos en 25 partidos, un promedio bajísimo.

Con un mediocampo luchador pero que no por eso tenga poco talento, hay buen dominio de balón en la joven promesa de Saúl Ñíguez y en Koke, pero también ductilidad en Thomas, y si hay algo en lo que ha mejorado sustancialmente es en el ataque desde el regreso desde el Chelsea de Diego Costa, que se complementó rápido y muy bien con Griezmann hasta hacerse una dupla temible.

De hecho, jugadores de mucha importancia como Vitolo, Angel Correa o Kevin Gameiro deben esperar su turno en el banquillo porque no hay lugar para todos, y aún más atrás aparece Fernando Torres.

Que la ventaja del Barcelona sea grande, cuando la Liga entra en la recta final, no significa que todo esté cerrado. Ni siquiera la lógica de la ventaja de la localía en el Camp Nou puede asegurar algo a los “culés” porque todos conocen el corazón y la fuerza del Atlético, y son muy pocos los equipos que pueden jugar tan bien esta clase de partidos decisivos.

Sin dudas, para la Liga será el partido del año. Dos estilos completamente distintos. Uno, de posesión y con un mediocampo de muchas variantes, al que seguramente el Atlético le opondrá lucha de principio a fin. El gran ataque del Barcelona se encontrará con la mejor defensa del torneo, y la defensa catalana deberá tener cuidado en la salida y no equivocarse porque sabe bien que a diferencia de otros casos, ante el Atlético podría ser fatal.

Por todo eso, y por la enorme categoría de la mayoría de los jugadores, el Barcelona-Atlético del próximo fin de semana es el mejor partido posible para esta Liga Española.

Duelo de estilos apasionante. Para ir reservando una platea en el estadio o frente a la pantalla.

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