lunes, 8 de abril de 2019

Miguel Russo: “La muerte de Grondona agravó la situación del fútbol argentino y será un largo camino” (Infobae)




Miguel Russo, ya totalmente recuperado de su problema de salud y actualmente director técnico de Alianza Lima, que afronta el difícil grupo de la Copa Libertadores junto con River, Inter de Porto Alegre y Palestino de Chile, no deja tema sin tocar en una entrevista con Infobae, y en todos, cuenta con la experiencia suficiente: la selección argentina (fue jugador albiceleste en tiempos de Diego Maradona), Messi, lo complicado que resulta para Boca ganar un torneo internacional (él fue el último DT campeón), el nivel de la Superliga argentina y del fútbol peruano.

-         ¿Cómo está de su salud?
-         Muy bien, sin problemas. Es que lo mío fue una bacteria. Una vez superado eso, me fortalecí y estoy trabajando sin ningún problema. Creo que se confundieron un poco las cosas, porque aunque se dijeron otras versiones, no era más que esto. Me siento perfectamente y trabajo con normalidad.

-         ¿Qué tal lo lleva en el Alianza Lima? Le tocó un grupo muy complicado en la Copa Libertadores.
-         Muy complicado. Pero lo sabíamos de antemano. Cuesta mucho, porque además, venimos de una situación económica difícil y tratamos de armar el equipo más competitivo posible, pero en la Copa Libertadores nunca se sabe. River nos complicó porque nos empató sobre la hora en Lima, y en Brasil, contra Inter, sabíamos que iba a ser duro por la calidad de jugadores que tiene. Vamos a ver en Chile contra Palestino (la entrevista fue previa a ese partido). Nos cuesta mucho como visitantes.

-         ¿Es un problema de mentalidad?
-         Sí, hay que acostumbrar al jugador peruano a otra mentalidad, como ya hace la selección nacional, con Ricardo Gareca, y hay que trasladarla a los clubes, con plataforma de trabajo, uso de tecnologías, otros métodos.

-         ¿Qué tipo de jugador es el peruano?
-         Es un jugador muy dotado física y futbolísticamente. Lo que hay que cambiar es un montón de elementos a su alrededor, pero no voy a descubrir yo al jugador peruano.

-         ¿Es difícil trabajar en un entorno general de acusaciones de corrupción, como sucede con la Federación Peruana?
-         No me meto en esos temas. Trabajo con mi equipo.

-         Siguiendo con los equipos nacionales, usted fue jugador de la selección argentina. Incluso participó de aquella durísima etapa de clasificación para el Mundial de México 1986 con Carlos Bilardo de DT. Por estos días, en la Argentina se discute mucho si la generación que llegó a tres finales seguidas llegó al final de una etapa o algunos pueden seguir, o si Lionel Scaloni, que nunca dirigió un equipo, está capacitado para dirigir a la Selección…
-         Nosotros vivimos discutiendo. Lo que debe importar es que el entorno de la Selección sea serio y hasta que no encontremos la forma, va a costar mucho. Yo creo que cuando hay discusiones así es porque los dirigentes no son claros. Tener un DT interino no significa que no pueda haber un proyecto. Esta no es la forma de tener un DT, más allá de los nombres. El problema es de quien lo pone.

-         O sea, aquello de que la culpa no es del chancho, sino del que le da de comer…
-         Hoy es un momento en el que no hay un director técnico que acepte ponerse a cargo de la selección argentina. Y eso que tenemos entrenadores que tienen éxito en Europa, en la Copa Libertadores, y que tienen un bagaje muy grande. Y eso complica las cosas.

-         ¿Usted cree que César Luis Menotti recomponer la situación?
-         Depende de cómo se defina su función y de allí en adelante, cómo se definan los roles.

-         ¿Está de acuerdo con lo que dijo Lionel Scaloni, acerca de que Argentina hoy no es una potencia en el mundo del fútbol?
-         No creo. Argentina siempre saca jugadores y siempre tiene un lugar que genera respeto en los demás por su historia, por sus posibilidades. Pero también Uruguay es fuerte, Brasil es fuerte. También sería un error creer que está todo bien por salir campeón. Ni una cosa ni la otra. Pero en el caso del fútbol argentino, a donde va, tiene siempre el respeto de todos.

-         Muchos esperaban que Lionel Messi hablara y contara qué le pasa., sus sensaciones. Ahora lo hizo. ¿Cree usted que es para mejor?
-         Creo que el hecho de que Messi hable o no, es algo que depende de cada uno. A mí no me cambia nada lo que haya dicho. Dentro del fútbol, uno sabe mucho de estas situaciones y no hay que hacer una historia tan larga.

-         ¿Pero qué cree que le pasa?
-         Nada en particular. Simplemente que en el Barcelona ganó todo y en la selección argentina participa de un equipo que lleva ya demasiado tiempo sin ganar y eso no es algo que tenga relación con él sino que viene de antes, aunque se agravó con la muerte de Julio Grondona en lo que respecta a la institucionalización y todo cuesta más. Será un camino largo hasta que el fútbol argentino logre encontrar la forma.

-         Usted es el último DT campeón de América con Boca y ya pasaron más de once años de aquello. Boca acaba de perder una final trascendente con River. ¿cómo se sale de eso?
-         Es verdad, sólo la ganamos Juan Carlos Lorenzo, Carlos Bianchi y yo. Lo que se vivió alrededor de esta final fueron situaciones anormales, pero los argentinos somos así, el cielo o el infierno. Hay que hacer tratar de encontrar un equilibrio y luego, hay que demostrarlo en el momento justo. Ese es el problema del fútbol en este nivel. Es un juego perverso.

-         Usted contaba con Juan Román Riquelme y un gran plantel. ¿Hubo algo especial que pueda decir para ganar la Copa?
-         Magia, no hay. No tengo ningún pase de magia para eso.  Incluso, yo me fui tras haber jugado la final del Mundial de Clubes. Hoy, eso sería impensado. Con el tiempo, le doy un valor inmenso a aquella experiencia.

-         ¿Sigue el campeonato argentino? ¿Le gusta?
-         No me gusta hacer comparaciones. Se está jugando acá en Perú el Sudamericano sub-17 y pude hablar con gente de Uruguay, Brasil…y en los últimos diez años, el nivel va bajando, y en la Argentina también. Y no es que Argentina no saque jugadores. Es que no respetamos los tiempos.  Se terminan yendo del país siendo muy jóvenes y eso nos va a llevar al deterioro. No me gusta eso de pocos ricos y muchos pobres y se terminan llevando a nuestros jugadores cuando todavía no los terminamos de hacer, y no llegan ni a los 24-25 años jugando en el país. Ese es un problema estructural que hay que atacar.

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