lunes, 1 de abril de 2019

Racing, un merecido campeón por continuidad, juego y coherencia (Jornada)




No siempre ocurre como esta vez. Muy pocos pueden discutir un título tan justamente logrado como éste de Racing Club en la Superliga 2018/19. Campeón de punta a punta, con muy escasas derrotas, con la mayor diferencia de gol entre los veintiséis equipos (27), resistiendo los embates del dignísimo Defensa y Justicia, y con figuras estelares, encabezadas por Lisandro López, su caudillo, capitán y goleador.

No resulta nada casual que tras una larga travesía de treinta y cinco años en el desierto, desde aquel título de 1966, que incluye un descenso en 1983 que le hizo perder dos años en la segunda división, Racing haya ganado ya tres títulos en el siglo XXI (2001, 2014 y 2019) para completar ahora un palmarés de 18 torneos locales en su riquísima historia.

Racing se fue consolidando como uno de los clubes más serios de la Argentina cuando Víctor Blanco asumió para terminar con la puja entre dos sectores políticos y de a poco, fue solucionando las mayores dificultades económicas y fue apostando por el regreso de jugadores que son símbolos para su leal y ruidosa hincha, como Diego Milito y Lisandro López, luego de sus experiencias europeas.

Milito, de enorme influencia en el torneo de 2014, se convirtió en manager cuando abandonó el fútbol, y López fue fundamental en el logro actual, a partir de transmitir no sólo un liderazgo positivo y una total identificación con el club, sino también con el aporte de sus goles decisivos en partidos claves.

Otro acierto notable de la dirigencia fue la contratación de un director técnico que gusta del fútbol ofensivo como Eduardo Coudet, quien supo amalgamar un equipo con jugadores de buena calidad en todas sus líneas y con un gran nivel de paridad, y que aparecieron individualmente cada vez que hizo falta, y por si fuera poco, lo coronó con la búsqueda y el posterior convencimiento de Darío Cvitanich, un delantero inteligente y con experiencia, que se integró rápidamente a la idea general.

Sólo puede decirse que Racing fue superado con claridad en un partido, ante River Plate en el Monumental, el mismo equipo que lo eliminó en el mismo escenario apenas meses atrás por la Copa Libertadores.

Seguramente Racing es, aún, menos que River en un análisis como equipo, en cuanto al asentamiento de su juego, pero los “académicos” tienen el mérito de haberse dedicado de lleno a la Superliga, especialmente desde que quedaron fuera de la Copa Libertadores, y ni su rápida salida de la Copa Sudamericana, en 2019, alteró su principal atención.

Racing accedió al título una fecha antes y eso nos privó de un espectacular desenlace de la Supercopa, que habría sido un último partido en el Cilindro de Avellaneda ante su inmediato perseguidor, Defensa y Justicia, cuyo mérito es innegable porque no sólo peleó la punta hasta donde pudo con un presupuesto notablemente menor, sino que lo hizo practicando un fútbol de alta calidad, con un consagratorio trabajo de su entrenador, Sebastián Becaccese, y la aparición de jugadores para tener muy en cuenta como Domingo Blanco, Gastón Togni y Lisandro Martínez, entre otros.

Es cierto que, como en temporadas anteriores, el equipo grande que se queda sin competencias internacionales, suele tener ventaja en la lucha por el título, abocados como estuvieron en el plano internacional tanto River como Boca, pero Racing lo hizo con autoridad y buenos pasajes de fútbol y en todo caso, no es su culpa lo que pudieron haber resuelto sus competidores.  Cuando ganó la medalla dorada olímpica en 2004, Marcelo Bielsa, entrenador de la selección argentina, respondió con calidad cuando le comentaron que los rivales no habían traído lo mejor: “Me invitaron a una fiesta de etiqueta y fui como me dijeron. Si los demás van de jeans, es problema de ellos, no mío”.

Este torneo relanza también la figura de Coudet como uno de los DT de mayor proyección, luego de la gran campaña anterior con Rosario Central. Se trata de un entrenador equilibrado en los planteos, pero sin descuidar jamás el ataque, y que supo manejar bien algunas minicrisis, como aquella exclusión de Ricardo Centurión o cuando el equipo fue ampliamente derrotado en el Monumental y tuvo que demostrar que seguía en los primeros planos.

Por todo esto, Racing es un merecido campeón de la Superliga 2018/19 y amenaza con ser uno de los equipos que seguirán peleando por títulos en estos años.

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