Amigos lectores: el colega y amigo Luis Augusto Simon, brasileño de pura cepa y compañero de tantos viajes, acaba de cumplir las primeras mil notas en su muy buen blog, el Blog do Menon, para lo cual tuvo la feliz idea de convocar a colegas y amigos de su país y de la Argentina, entre los que me cuento, para que escribiéramos algo muy interesante. Los argentinos, por qué amamos u odiamos al fútbol de Brasil, y a los brasileños, lo mismo pero sobre Argentina.
Felicitamos al amigo Luis Augusto Simon, recomendamos su blog blogdomenon.blogspot.com (aún cuando no nos caiga simpática su portada propalestina y nos llame Lewinski, imitando a la supuesta primita Mónica, la amiga de tío Bill), y a continuación, reproducimos tanto nuestro propio artículo como el que escribiera el colega y amigo Luis Augusto Monaco, del diario "O Estado de Sao Paulo".
AMO O SUPERCLÁSSICO, ODEIO BARRASBRAVAS
LUIS AUGUSTO MONACO
Não sou daqueles que, em nome da rivalidade, odeiam o futebol argentino e não enxergam nada de bom na bola jogada por nossos vizinhos. Nadando contra a corrente, torço para a Argentina em qualquer jogo que não seja contra o Brasil. E por que amo o futebol argentino? O primeiro motivo é o mais óbvio: porque os argentinos também jogam muita bola. Não têm a ginga nem a cadência do brasileiro, mas sabem tratar a bola como poucos. E quando começam a tocar de pé em pé, é duro tirar a bola deles... Imagine a seguinte situação: um argentino no meio de uma roda de bobinho, cercado por cinco italianos ou cinco alemães. Com sua obstinação, o argentino vai tomar a bola rapidinho. Agora coloque um italiano ou um alemão no meio de cinco argentinos. O cara vai correr até cansar... Amo a identificação que os argentinos têm com as camisas que vestem, a maneira como celebram cada vitória com seus torcedores. Amo o clássico, ou melhor, o “superclássico”. Boca x River é o maior jogo do mundo (e Brasil x Argentina é o maior confronto de seleções), com casa cheia e ambiente incomparável mesmo se o jogo não valer nada. Amo as músicas que as torcidas cantam nas arquibancadas, muito mais criativas e melódicas do que as “nem a PM vai se segurar” que se ouvem por aqui. Amo seus meias habilidosos, seus zagueiros raçudos. E amo Maradona.O que eu odeio no futebol argentino? Seus “barrabravas”, bandidos ainda mais violentos do que os de nossas torcidas organizadas. A longevidade de Don Grondona à frente da AFA. Os pontapés que seus times distribuem quando percebem que o jogo está perdido. A insistência de acharem que Maradona jogou mais do que Pelé. E, por último, cruzar com o Boca na Libertadores...
SERGIO LEVINSKY
Amo el futbol de Brasil porque es un futbol convencido de ser el mejor. Amo el futbol de Brasil cuando ese futbol es el que uno cree que debe ser el futbol brasileño, aquel que pudo ver (y gozar) desde pequeño, aquel que no necesita de correr, sino que conjuga el verbo "jugar". Amo el futbol de Brasil cuando es genuino de su pais, cuando tiene esa cadencia unica, ese ritmo-samba que me llena los ojos y puedo decirles a mis contertulios "¿vieron? ¡eso es futbol!". Amo tanto el futbol de Brasil que en mi propia tarjeta de presentación tengo la foto de aquel maravilloso equipo de México 1970. Y lo amo cuando los Pelé, Zico, Sócrates, Raí, Ronaldinho, Kaká o el próximo que venga, son capaces de toda magia aún persistiendo contra los agoreros y los posibilistas del sistema que nos inunda, ahoga e intenta quebrar nuestros sueños.Y lo amo cuando contemplo esos portentos de los laterales que se lanzan con todo al ataque, con los Cafú, Roberto Carlos, los Nelinho y los Daniel Alves, los Maicon y los Junior. Amo cuando aparecen esos volantes centrales o "cabezas de area" al estilo Mauro Silva, o los delanteros impactantes como los Ronaldo, Romario, Pato o quien sea. Amo que se crean los mejores del mundo, porque al menos tienen con qué creérselo. También amo que un país hermano, latinoamericano, sienta un genuino orgullo por todo lo que ha conseguido nada menos que con el deporte más bello del planeta. Amo cuando en un Mundial todo el estadio, en cualquier parte del mundo, se transforma de amarillo al grito de Ypiranga. Amo que los colegas, apasionados, se lancen a chicanearnos antes de un clásico con lo del "Penta" y amo también que tantos queridos amigos, con todo lo que dio Brasil en el fútbol, gusten del que practican los argentinos. Amo que tan grandes cracks como Tostao o Gerson tengan esa clarividencia para ver el fútbol de hoy respetando sus convicciones.Y amo el fútbol de Brasil cuando escucho al tan talentoso Chico Buarque cantando el himno de Politeama, o cuando en el túnel del Maracaná leí esa frase increible sobre que "en el pase, el hombre se define como ser social". Y parece loco, pero más amo el fútbol de Brasil, cuanto más le temo.Odio, en cambio, al fútbol de Brasil cuando sus jugadores pareciera que necesitan provocar cuando van ganando. O que con tanto talento, maten su propio fruto tratando de imitar lo peor de nosotros, suplantando el jugar por el correr, el divertirse por el sufrir, cuando la desorganización se come lo que sería un gran campeonato, o cuando presumen más de lo que tienen. O cuando las "eras Dunga" vienen a cambiar tantos buenos momentos de fútbol. Odio que hayan dejado sugir a los Havelange y Texeira, o esa sonrisa de plástico de Pelé, con la corbara con los colores de los Estados Unidos. Odio que con tanto talento, necesiten ue los árbitros los ayuden en todas las Copas América y los Mundiales, y que muchos de sus jugadores no lleguen a Europa preparados como personas para triunfar y los venzan las saudades. Pero ni aún así los puedo odiar, porque compartimos la misma pasión y porque en el fondo, si no fuera por los colores, nos unirían demasiadas cosas.
1 comentario:
Yo amo leer sobre futbol de una manera tan bien escrita que en portugues o castellano se lea de corrido, porque son claros y porque ponen en palabras lo que yo pienso.
Entre ambos han realizado una sintesis del pensamiento del hincha del futbol. No del fanatico delincuente disfrazado de barra brava.
Hablo del simpatizante que tiembla cuando el nueve rival, ese que siemprer nos "vacuna", agarra la pelota y al mismo tiempo puteas bajito al wing contrario cuando no se la pasa,porque te priva de una buena jugada.
Parabems!
FG
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