viernes, 28 de marzo de 2014

La aceleración del Barcelona (Jornada)



Josep María Bartomeu, el presidente del Barcelona, no logra frenarse. Cuando parece que apagó el fuego en una zona, le aparece otro en la siguiente y así, de manera interminable. Necesitaría un día de 72 horas, a falta de 48.

Puede pasar de la presentación de la remodelación del Camp Nou, para dirigentes y periodistas en la mañana, que se definirá en un referéndum el próximo 5 de abril, a tener que aliviar a su arquero Víctor Valdés en la noche, bajando raudamente por el ascensor del estadio, en el entretiempo del partido con el Celta, para ir a darle ánimos después de la rotura de ligamento interno de su rodilla derecha, hasta tener que reunirse al día siguiente con el entrenador Gerardo Martino y el director deportivo Andoni Zubizarreta, para determinar (por ahora en stand by) si el club va a fichar otro arquero para los catorce partidos (máxima hipótesis) que quedan en la temporada.

El pasado domingo, en el comienzo del segundo tiempo, cuando el Barcelona perdía 3-2 ante Real Madrid en el clásico del Santiago Bernabeu, se encontraba momentáneamente a siete puntos de distancia de su vencedor. Apenas cuatro días después, los blancos se encuentran a tres puntos del Atlético Madrid, en el tercer lugar, y el Barcelona segundo, a uno del líder. Un cambio total.

Parecía una gran semana para el Barcelona, que vive en constante movimiento. No es fácil llevar tantas idas y vueltas con el equipo, que tuvo un gran impacto favorable con el triplete de Lionel Messi y el triunfo ante Real Madrid, y de repente Martino pasó a ser mucho más respetado y en permanente debate dialéctico con una prensa local que no entiende por qué no se juega y no dice que va a mantener el contrato por dos años con el club catalán aunque el rosarino repita que “voy a cumplir mi contrato”.

Los periodistas catalanes tratan de provocarlo donde más se siente y le preguntan concretamente por 2015, a sabiendas de que “cumplir el contrato” pueda significar el uso de una cláusula del mismo que ante una posible oferta para dirigir a la selección argentina tras el Mundial (que los rumores indican que ya existe de manera informal), lo que significaría que podría irse al terminar esta temporada y no en la siguiente.

Son demasiados frentes: una Liga (que parecía perdida y ahora lo transforman en el principal candidato, al punto de que lo que se especulaba con lo que podía realizar el equipo en la última fecha como local ante el Atlético Madrid si éste peleara el torneo con el Real Madrid, se lo proyecta como una posible final a tres puntos en el Camp Nou), una muy dura serie de cuartos de final de Champions ante el Atlético Madrid, al que no pudo vencer en esta temporada en tres partidos (dos de Supercopa y uno de Liga, todos empatados), una final de Copa del Rey ante un Real Madrid herido, en Valencia, la lesión y el descarte de Valdés, la continuidad o no de Martino, el referéndum de la remodelación del Camp Nou, el acuerdo de la ampliación de contrato con Messi, el anuncio de la ya acordada contratación del arquero alemán Ter Stegen para 2014-15 y el ya confirmado del talentoso joven croata Alen Halilovic de 22 años, del Dynamo Zagreb para el Barcelona B.

Sin embargo, toda la presión, hoy, fue en dirección al Real Madrid, que hasta puso en debate a su arquero de Liga, Diego López. Su director técnico italiano Carlo Ancelotti, antes sereno guía de un vestuario de estrellas, ya es comparado con el chileno Manuel Pellegrini, que no pudo ganar la Liga pese a las muy buenas actuaciones, y fue reemplazado por la mano pesada del portugués José Mourinho.

En el Barcelona, de pronto, nadie se acuerda de la polémica de Neymar y su contrato o sus actuaciones por debajo de su nivel, y ahora la preocupación pasa por el futuro de Martino y si el equipo se arreglará con el arquero suplente José Manuel Pinto, de 38 años, con apenas 79 partidos como titular en siete temporadas y 62 goles en contra, y cuyo contrato vence el próximo 30 de junio.

Hasta Pinto dio el susto a Martino en pleno partido con el Celta, cuando chocó contra el palo izquierdo y pidió la asistencia médica, aunque se repuso, ante el suspiro del Camp Nou. “Sólo si nos quedáramos sin dos arqueros me plantearía fichar a uno”, sostuvo el entrenador argentino en la conferencia de prensa, en la que insistió en que no cree en la mala suerte y sí en su plantel, por lo que esta lesión es, apenas, parte de los avatares lógicos del fútbol. “No me gusta poner excusas”, dice, de manera saludable.

El suplente será quien fue tercer arquero, Oier Olazábal, que proviene de la cantera y tiene apenas dos partidos en Primera, mientras la prensa investiga que el club podría, si quisiera, fichar a un arquero que participe en la misma Liga o esté sin equipo, aunque no podría jugar la Champions League.

Mientras, Valdés será operado el lunes en Ausburg, Alemania, por el doctor Ulrich Boenisch, el mismo que intervino quirúrgicamente a Samuel Khedira y Jesé, ambos jugadores de Real Madrid. El Barcelona le ofreció, en un muy buen acto, la renovación del contrato, aunque el jugador ya manifestó los deseos de cambiar de aire, aunque ahora es una incógnita si lo seguirán queriendo el Manchester City o el PSG porque tiene para medio año de recuperación, como mínimo.

El prestigioso periodista Guillem Balagué, que cubre la Premier League para el diario “As” y la Cadena SER de Madrid, y la Liga Española para “Sky” de Inglaterra, que ayer presentó el libro “Messi”, la primera biografía autorizada del supercrack argentino, insiste en que el Manchester City sigue interesado en fichar a un arquero “porque Joe Hart, el actual, no termina de convencer”. ¿Seguirá siendo Valdés uno de los candidatos?

Lo cierto es que el Barcelona no puede parar. Es un constante generador de noticias y seguramente, aunque gane títulos, los medios no dejarán de especular dentro de pocos días con la próxima temporada, en la que seguramente no estarán ni Valdés, ni Carles Puyol (que ya anunció su salida), ni posiblemente Dani Alves ni Alexis Sánchez, ambos  con chances de ser transferidos, y entonces se necesitarán fichajes y así la rueda seguirá andando.

“Estoy sorprendido porque aquí se habla menos de fútbol de lo que me imaginé”, dijo Martino, de contragolpe, a los periodistas.

Es que en Barcelona se viven tiempos muy acelerados. No hay tiempo para eso.

 


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