Los dos goles del Real Madrid, el pasado domingo en
el estadio Vicente Calderón ante Atlético Madrid, en lo que resultaba un
partido clave en la lucha por el título de liga, pueden ser vistos como un
reflejo de su actualidad.
En el primero de ellos, el de Karim Benzema, los
blancos sacaron partido de la primera posibilidad, desde un centro al área,
casi desde la salida desde el vestuario para afrontar el derbi, lo que
demuestra el estado de gracia en el que se encuentra la plantilla a partir de
los buenos resultados, y el buen rendimiento general.
El segundo, el del empate final en un partido que
fue presionado en todas las líneas y en el que casi nunca tuvo el control del
balón, fue a través de Cristiano Ronaldo, el infalible delantero portugués,
como resultado del aprovechamiento del cansancio rival luego de un enorme
esfuerzo y cuando estuvo cerca de colocarse 3-1 en varias ocasiones.
Esto significa que el Real Madrid entra al campo de
juego con optimismo, y lo mantiene siempre, incluso cuando se encuentra abajo
en el marcador, porque confía en sus fuerzas, en su calidad, y porque no se
pone nervioso desde un banquillo que no lo presiona con gestos ni indicaciones
y esto pasa mucho por el italiano Carlo Ancelotti.
Ancelotti, primero jugador reconocido de la Roma y
el gran Milan de Arrigo Sacchi y luego entrenador en el Parma, Milan, Chelsea,
PSG o ahora en el Real Madrid, siempre se caracterizó por no polemizar, por
mantener una línea de conducta y por saber gestionar un vestuario que casi
siempre le tocó colmado de estrellas difíciles de manejar.
En el Real Madrid saben muy bien lo difícil que es
encontrar a alguien que tenga esta virtud porque salvo en el caso del ingeniero
chileno Manuel Pellegrini, que además coincidió con el gran Barcelona de Pep
Guardiolam eso casi nunca resultó posible desde que en 2003 se fuera Vicente
Del Bosque.
El presidente Florentino Pérez, entonces, sabe muy
bien lo que significa descansar tranquilo en la semana y los días de partido,
sin que surjan grandes problemas y no sólo eso: Ancelotti, durante la semana,
llegó a respaldar a su colega Gerardo “Tata” Martino, entrenador del Barcelona
y que pasó de alabado a cuestionado por un par de malos resultados y baja en el
rendimiento colectivo de su equipo.
No es un hecho habitual y es desde allí que debe
entenderse que luego del derbi madrileño haya planteado en la conferencia de
prensa que su colega del Atlético, Diego Simeone, haya planteado un “partido
violento”, que tiene su correlato en aquella airada protesta del ayudante y ex
arquero rojiblanco Germán Burgos, que le valiera la expulsión.
¿Será campeón de liga el Real Madrid? Es algo
imposible de presagiar, cuando restan doce jornadas y por primera vez en años,
el torneo se presenta bastante igualado entre los tres de arriba y tras el
resultado del domingo, ya con la definición en contra ante el Atlético por
haber perdido en la ida y empatado fuera si es que quedan igualados en puntos.
Lo que sí está claro es que este Real Madrid posee
un juego bastante más estético que en la temporada pasada, no atraviesa ni por
un cuarto de los conflictos de meses atrás (ya ni el de los porteros Iker
Casillas y Diego López lo es en la medida en que lo fue), sus delanteros no
sólo están todos en un gran momento sino que se sienten abastecidos por los
volantes, y la sensación es que hay recambio en el banquillo.
No es poca cosa, si se tiene en cuenta que en marzo,
el Real Madrid está en la final de la Copa del Rey ante el Barcelona, sigue
líder en la Liga y debe recibir a su máximo rival en el estadio Santiago
Bernabeu, y tiene resuelto su pase a cuartos de final de la Champions League
luego de la paliza que le propinara al Schalke 04 por 1-6 en un territorio
alemán que le fue tan adverso que en 26 partidos es apenas la segunda vez que
triunfa.
Pero no son sólo los resultados los que brindan un
panorama alentador, sino que todo se basa en el andar del equipo, mucho más
adelantado que en la temporada pasada, y que lentamente fue aumentando la
posesión del balón hasta parecerse al Real Madrid de otros tiempos: menos
conflicto y más juego.
Es posible que parte del trabajo se le haya
facilitado a Ancelotti con la lesión del alemán Khedira, porque Luka Modric es
un distribuidor más ofensivo, y descansa en Xabi Alonso que tiene una gran
precisión ya sea en juego corto o largo, y sumados los lanzamientos al ataque
de los laterales y que en los últimos partidos sale casi con cuatro delanteros,
si contamos a Angel Di María como agregándose a esa fase, notaremos que en los
blancos hay otra vocación que en pasadas temporadas: ya no se depende de los
errores rivales ni se apuesta a eso, sino que se depende mucho más de sí mismo.
Esta tranquilidad, acaso sumada a los conflictos que
vive un Barcelona que recién ahora se plantea una cierta renovación de
plantilla para la temporada que viene, rejuveneciéndola para estar a tono con
su rival, no sólo ayuda al presente blanco, sino que habla específicamente del
aporte de Ancelotti y su cuerpo técnico.
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