Todo indica que el Real Madrid es el gran candidato
a ganar el Mundial de Clubes que comienza el próximo 10 de diciembre en
Marruecos y que se prolongará hasta el 20, con la final en la que todos
descuentan, disputará el equipo blanco, uno de los más poderosos de la tierra y
que además, no sólo ganó la Champions League hace medio año, sino que luego del
éxito se reforzó con grandes fichajes para la temporada que está llegando a su
mitad.
Aún cuando es ya casi imposible que el colombiano
James Rodríguez pueda viajar a Marruecos por una lesión, es claro que el Real
Madrid cuenta con una plantilla tan rica, que tiene muchísimas opciones para
jugar sus dos partidos, debido a que ingresa en la instancia semifinal, en la
que jugará contra el que resulte ganador entre el WS Wanderers FC, el equipo
australiano campeón de la AFC Champions League, tras vencer en la final al Al
Hilal de Arabia Saudita, y el Cruz Azul, un tradicional equipo de México, a su
vez campeón de la Concacaf tras derrotar en la final a su compatriota Toluca,
hace ya casi ocho meses.
Contrariamente a lo que ocurre con muchos equipos,
especialmente el otro candidato a jugar la final, San Lorenzo de Almagro, que
por primera vez en su historia ganó la Copa Libertadores de América que
organiza la Conmebol, Real Madrid se ha fortalecido desde que ganó la Champions
en una tremenda final ante su rival de la ciudad, el Atlético Madrid.
Real Madrid ha cambiado bastante desde mayo pasado y
aquello parece ya muy lejano en el tiempo. Ya no forman parte del plantel ni su
mediocentro Xabi Alonso, ni la rueda de auxilio que significaba el delantero
argentino Angel Di María, y en cambio sí cuenta con un gran distribuidor del
juego como el alemán Toni Kroos, campeón mundial en Brasil, y su entrenador
Carlo Ancelotti alterna entre colocar a Isco para reforzar la tenencia del
balón, o a Gareth Bale, para darle más
potencia al ataque, y ahora, aunque muy recientemente, ha recuperado al
delantero Jesé, luego de varios meses de ausencia por una dura lesión.
Este Real Madrid es un equipo que ya gusta mucho más
de tener el balón y lo distribuye mejor, y juega sin complejos, con un tremendo
poder de gol, de más de tres por partido en la Liga, y que no ha tenido
problemas en ganar su grupo de Champions League jornadas antes de que
finalizara.
En todo caso, Cruz Azul podría ser un semifinalista
molesto debido a la riqueza de jugadores y la experiencia del fútbol mexicano,
pero si hay una amenaza importante es sin dudas la de San Lorenzo, considerado
uno de los cinco clubes grandes en la historia del fútbol argentino, y que ha
dado jugadores de mucho peso en todos los tiempos, además de la nota simpática
de ser el equipo por el que simpatiza el Papa Francisco I, líder de la Iglesia
Católica.
San Lorenzo aún desconoce su rival de semifinales,
debido a que en cuartos deberán jugar el argelino ES Sétif, campeón de Africa,
contra el ganador del partido de octavos de final entre los locales de Moghreb
Tétouan y los neocelandeses de Auckland City, campeones de Oceanía. Recién
allí, se sabrá cuál de estos equipos será rival de los argentinos.
Contrariamente al Real Madrid y como suele suceder
en los últimos tiempos por razones económicas, San Lorenzo se ha debilitado
bastante desde agosto, cuando le ganó la final de la Copa Libertadores a
Nacional de Paraguay.
Los equipos sudamericanos que ganan la ansiada Copa,
suelen aprovechar para sacar muy buenos dividendos en ventas de sus principales
jugadores al exterior, con lo cual ha perdido a varias de sus más importantes
figuras sin haberles encontrado un justo reemplazo.
Así es que tres de sus jugadores más importantes,
como Ignacio Piatti (en el Montreal Impact de la MLS), Angel Correa (en el
Atlético Madrid) o su defensor Santiago
Gentiletti (en el Lazio) se han marchado y en cambio, ha retornado del exterior
el volante ofensivo Pablo Barrientos y se ha recuperado de una grave lesión el
goleador Martín Cauteruccio.
San Lorenzo cuenta con un buen ataque, entre los
mencionados Barrientos y Cauteruccio, sumado a otro goleador como Mauro Matos,
pero depende mucho ahora de la recuperación de una dolencia en un hombro de su
máximo ídolo, Leandro Romagnoli, que llegará a Marruecos sin haber podido
participar de los últimos partidos del torneo local, tratando de cuidarse para
llegar, entre algodones, al Mundial de Clubes que para Sudamérica tiene un
valor superior al que le dan los europeos.
El fuerte de San Lorenzo, sin embargo, no está allí
sino en el eje medio con dos volantes de mucha experiencia y gran manejo de los
tiempos, considerados una de las mejores duplas argentinas por el centro: Juan
Mercier y el paraguayo Néstor Ortigoza, fundamentales para marcar el ritmo de
todo el equipo, aunque bien acompañados por el lateral Julio Buffarini por la
derecha y un arquero seguro como Sebastián Torrico.
San Lorenzo puede llegar a ser un equipo compacto si
juega con concentración aunque no ha hecho un buen torneo local y las alarmas
se encendieron cuando hace pocas semanas perdió ante un mediocre Milan en San
Siro por un claro 2-0 en un amistoso.
El equipo argentino cuenta con el experimentado
entrenador Edgardo Bauzá, que en 2008 ganó la Copa Libertadores con la Liga
Deportiva de Ecuador, que en la final del Mundial de clubes de Japón llegó a
complicar muchísimo al Manchester United de Cristiano Ronaldo, Rooney y Carlos
Tévez.
Pero a todas luces parece bastante difícil para San
Lorenzo, y mucho más para los otros equipos, poder destronar al Real Madrid.
Sólo un deporte hermoso e impredecible como el
fútbol, siquiera puede abrir la puerta a una hazaña como ésta.
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