Alemania, a partir de su gran éxito en el Mundial de
Brasil, pero también con la base excepcional de un muy poderoso Bayern Munich,
el mantenimiento en la élite europea del Borussia Dortmund, pero en especial
gracias a una gran organización como es la de la Bundesliga, se ha convertido
en el país más exitoso del año futbolístico, aunque Argentina, llegando a la
final de Brasil 2014, y con los triunfos de sus equipos en las dos copas
continentales sudamericanas, ha conseguido colocarse en el podio junto a España
por los logros del Real Madrid, el Atlético Madrid y el Sevilla.
El fútbol alemán fue campeón mundial en Brasil (la
primera vez que una selección europea lo consigue en territorio americano) no
sólo por lo hecho en el torneo, en el que apenas cedió un empate y quedarán en
la memoria las goleadas al propio Brasil 7-1 y a Portugal 4-0, sino como
consecuencia de un largo ciclo que comenzó tras la mala performance de Francia
1998, cuando su dirigencia se convenció que había que cambiar el estilo,
trabajar desde la cantera, perfeccionar la técnica y buscar agradar a los
espectadores.
No es que la selección alemana llegó muy fuerte al
Mundial de Brasil, sino que se trata de una representación de una competencia
local en la que todos sus clubes son superavitarios, tiene el mayor promedio de
entradas por partido de toda Europa, y sus equipos se clasifican siempre a
fases finales en los campeonatos continentales.
Eso no excluye que hayan lucido jugadores como
Neuer, Lahm, Hümmels, Kroos, Özil, Göetze y tantos otros, pero la selección
alemana, muy bien dirigida por Joakim Löw, aparece más como consecuencia de una
cantidad de hechos que fueron derivando naturalmente en el máximo logro.
De hecho, aunque no acabó ganando la Champions
League en esta temporada, el Bayern Munich marcó tendencia tanto en ese torneo
como en la Bundesliga, que acaso al ganarla tan pronto, en marzo, permitió
cierta relajación en sus jugadores que lo perjudicó en la semifinal ante Real
Madrid.
Para muchos analistas, el Bayern Munich ha
conseguido algo muy difícil, impensado hasta hace pocos meses: llegar a
funcionar como un reloj, pero sin los increíbles talentos del Barcelona. Ese es
uno de los grandes méritos de su entrenador, Josep Guardiola, quien fue ideando
un sistema táctico diferente al de su Barcelona, sin un “falso nueve” y con
jugadores de otra estatura y característica que aquellos blaugranas que dirigió
hasta 2012.
El fútbol argentino también tuvo un muy buen año en
cuanto al contexto internacional, aunque en este caso, muy despegado de sus
caóticos torneos internos, con 18 muertos por violencia y sin que los hinchas
de los equipos visitantes puedan acompañar a sus equipos para evitar (según las
autoridades) hechos que de todos modos ocurren aún así.
Pero la selección nacional consiguió llegar hasta la
final del Mundial, hecho que no ocurría desde Italia 1990, y hasta tuvo tres
claras posibilidades de concretar ante Alemania en el Maracaná, pero ni
Higuaín, ni Messi ni Palacio tuvieron la certeza en el momento clave y luego,
en tiempo suplementario, Alemania aprovechó su p oportunidad a través de Göetze
y se llevó el ansiado título.
Al hecho de haber llegado a la máxima instancia en
el Mundial (con sus jugadores de élite de clubes europeos), hay que sumar que
los equipos argentinos se quedaron con los dos títulos continentales, tanto San
Lorenzo de Almagro con la Copa Libertadores de América como River Plate con la
Copa Sudamericana, venciendo en la final a Nacional de Paraguay y Atlético
nacional de Colombia, respectivamente.
Y el tercer país destacado de 2014 ha sido España,
si bien con un contraste, en este caso, entre sus equipos y la selección
nacional, que tuvo un Mundial de pesadilla, con sus inesperadas caídas ante
Holanda por el rotundo 1-5 y ante Chile, quedando fuera de los octavos de final
pese a haber sido la defensora del título obtenido en Sudáfrica 2010.
Si “La Roja” se mostró predecible, lenta y sin
muchas ideas, esto se debió más a que su base ha sido un Barcelona en horas
bajas porque si se trata de los equipos de Madrid, las cosas se ven diferentes,
y así como en 2013 dos equipos alemanes
disputaron la final de la Champions (Bayern Munich y Borussia Dortmund), ahora
Real Madrid y Atlético definieron la última edición en el estadio Da Luz de
Lisboa, y los blancos sufrieron mucho para empatar el partido en el último
minuto, a través de Sergio Ramos, para luego imponerse ampliamente en el
alargue por 4-1.
Lo del Atlético, aún perdiendo en el último
instante, fue superlativo y estuvo, de hecho, a punto de hacer doblete porque
de manera notable pudo ganar la Liga Española filtrándose entre dos clubes con
presupuestos mucho mayores como el Barcelona y el Real Madrid, y teniendo que
ir al Camp Nou en la última jornada y con su rival, con chances intactas de
robarle el título.
También el Sevilla, con el título de la Europa
League, en la final ante el Benfica, completa un excelente año de éxito para
los clubes españoles, aún cuando participan en un torneo local desigual y con
algunas entidades que arrastran deudas muy complicadas.
Hay que hacer mención también a Colombia, Costa Rica
y Holanda, por el gran desempeño de sus selecciones en el Mundial, y en
especial, por el buen fútbol que han desplegado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario