lunes, 9 de marzo de 2015

El Barça y los estados de ánimo en el fútbol (Yahoo)



Y un día, la tabla de posiciones de la Liga Española cambió, y lo que parecía muy difícil hacía sólo un mes, terminó siendo realidad cuando se inicia la recta final del torneo.

Aunque no se puede decir que se esperaba, tampoco podría afirmarse que fue una sorpresa que este Real Madrid, modelo 2015, cayera en el Nuevo San Mamés ante un Athletic de Bilbao que llegaba fortalecido en lo anímico luego de conseguir en Corneliá, ante el Espanyol, en la semana, el pase a la final de la Copa del Rey.

No lo vamos a descubrir ahora pero nunca está de más recordar que aquella frase acerca de que el fútbol “es un estado de ánimo”, tiene mucho de verdad y especialmente en estos tiempos, porque si los vascos llegaron con una mentalidad positiva a un partido que siempre les costó mucho ante los blancos, éstos justamente no están en una buena etapa.

Más de un medio citó que el promedio de gol de un Real Madrid que parecía que comenzaba la temporada para arrasar todos los récords en ataque, disminuyó sensiblemente desde la ausencia de Luka Modric en el medio, y ya otros se plantean que su entrenador, Carlo Ancelotti, podría, por fin, acabar con el triplete de la llamada BBC (Bale, Benzema, Cristiano Ronaldo), para sacar a Gareth Bale y volver a un 4-4-2 con el retorno de James Rodríguez, acentuado si también se produce el del croata en el medio.

Bale no es el único que no está funcionando desde hace varias jornadas. Quien más se nota que no está en su plenitud, aquejado acaso por problemas personales que podrían afectar su andar en el césped, o tal vez se trate de apenas una mala racha, es nada menos que Cristiano Ronaldo,  y no sólo por la pólvora mojada para llegar al gol, sino que prácticamente no ha rematado al arco en cuatro partidos consecutivos, algo muy extraño para su trayectoria y sus características.

Todo esto fue aprovechado por el Barcelona, también en un buen momento anímico, que se fue a dormir el sábado sabiendo que si ganaba al día siguiente su partido ante Rayo vallecano en el Camp Nou, podía retomar un liderazgo perdido casi una rueda atrás.

Y los azulgranas no sólo consiguieron la punta que tan trabajosamente persiguieron, sino que en apenas unos días, dieron vuelta un panorama completo, superando al Real Madrid en goles a favor (76-75), en puntos, y hasta Lionel Messi, con otro hat trick que lo coloca como el récord en la historia de la Liga, logró dar alcance a Cristiano Ronaldo como goleador (30 tantos) cuando llegó a encontrarse a nueve de distancia.

Pero también para el Barcelona puede aplicarse el concepto del estado de ánimo en el fútbol, si bien no alcanza sólo con eso. Porque los de Luis Enrique, que vienen mejorando en algunas cuestiones de juego aunque siguen sin terminar de redondear un funcionamiento parecido al de otros tiempos, sí vienen empujados por buenos resultados, como el del regreso a la final de la Copa del Rey tras dos temporadas, al eliminar al Villarreal en semifinales en El Madrigal.

A los pocos días, este Barcelona se encontró con la punta de la Liga en bandeja con la derrota del Real Madrid en Bilbao, y no sólo goleó al Rayo sino que, por fin, Luis Enrique decidió salir a buscar el partido con Xavi e Iniesta juntos, para mejorar en la posesión del balón y en la claridad para transportarlo hacia las posiciones de ataque, aunque faltara Neymar y su reemplazante, Pedro Rodríguez, no es ni por asomo el que fue hasta 2012 y hoy es una máquina de desperdiciar posibilidades.

En cambio, el Barcelona cuenta con un Luis Suárez que, al fin, va explotando y comienza a mostrar su mejor cara y su genio, Lionel Messi (del que se hicieron encuestas alrededor del Camp Nou en el que se le preguntaba a los socios del Barcelona si lo venderían y por cuánto dinero), no necesita demasiados minutos (como bien dijo su compatriota Javier Mascherano tras el partido) para concretar en la red adversaria, lo cual no significa que atraviese su mejor etapa y aparece con cierta discontinuidad, aunque sus definiciones sean exquisitas y hasta haya tenido más oportunidades.

Nada es casual en este fútbol en el que lo anímico juega un papel decisivo. El Barcelona sacó demasiado rédito en esta semana. No sólo por su clasificación a la final de la Copa, o la recuperación del liderazgo en la Liga justo a dos semanas del clásico ante Real Madrid y con buena chance de pasar a cuartos de final en la Champions League, sino que tampoco el Atlético Madrid pudo sacar provecho de acercarse en la tabla, y apenas empató como local ante el Valencia.

En una larga temporada, los equipos atraviesan distintos momentos. El que capitalice mejor las rachas es el que, al final, tendrá mayores réditos, si los planteles son parejos. Hoy, el aspecto psicológico es demasiado importante como para no tomarlo en cuenta como un factor influyente en los resultados.


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